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Fermentación Urbana

«Admitamos que hemos asistido a fiestas en las que por una breve noche se logró una república de los deseos satisfechos» Hakim Bey. Zona Temporalmente Autónoma

«Cuanto mayor sea la porción de mi vida que pueda quedar al margen del ciclo Trabaja/Consume/Muere, y (de)vuelta a la economía del «encuentro», mayores serán mis oportunidades de placer» Hakim Bey. Inmediatismo.

«No estamos interesados en un retorno a lo primitivo, sino en un retorno de lo primitivo, puesto que lo primitivo es lo reprimido» Hakim Bey. Inmediatismo.

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Hace unos días nuestro querido compañero Ernesto García escribía un artículo acerca de cómo introducir la complejidad en las organizaciones políticas para  no caer en el reduccionismo o la disyunción, y poder integrar todos los factores de diversidad, inclusión y diferencia. La misma complejidad reivindicamos para nuestras ciudades hoy: un aumento de la complejidad que incorpore nuevas expresiones y organizaciones, que provea de nuevas alternativas más diversas y conscientes, que permita nuevas elecciones e itinerarios, que sorprenda e innove diariamente. Y para ello habría que poder discutir y reflexionar acerca del crecimiento –y decrecimiento- cuantitativo y cualitativo de nuestras ciudades, los grados de complejidad existentes, adquiridos y por conseguir, los modelos de ciudad que queremos –y que tenemos-. La ciudad, como un buen pan, es una cadena de procesos sucesivos y progresivos de mezclado, levado, fermentado y horneado para conseguir que la pesadez, la grasa, los grumos y lo pegajoso se transforme en una textura aérea de grato sabor y textura. Nuestras ciudades deben poder sublimar sus contradicciones internas y externas, sus fases de crecimiento desarrollista y aumento de complejidad, sus ingredientes y sabores para dar lo mejor de sí mismas.

Retrospectiva: hacia la armonización del péndulo

En este inicio de año nos acordamos de la teoría cíclica de Toynbee –la periodización de las alteraciones históricas- al recordar las dos décadas precedentes y los modelos desarrollados en cada una de ellas. Un péndulo desarrollista-refundacional de excesos y revisiones. Una suerte de binomio maniaco-depresivo o bipolar que establece dos actitudes bien diferenciadas pero “extremas” y que, como el propio péndulo, irían perdiendo “cantidad de movimiento” hasta llegar a una posición estacionaria que pueda condensar los aprendizajes de ambos momentos y establecer un ritmo sostenible y armonioso para nuestras ciudades. El péndulo comienza hace ahora 20 años: en 1997 se inaugura el Museo Guggenheim, comienzo del principio llamado “Efecto Guggenheim” al que se asoció una frenética carrera por los grandes “elefantes blancos” construidos por los “stararchitects” a lo largo de todas las ciudades de nuestra geografía. Esta burbuja desarrollista y inmobiliaria no sólo se centró en la arquitectura de los grandes equipamientos, viviendas o dotaciones, sino que estuvo acompañada de la loca inversión en infraestructuras ingenieriles –puertos, aeropuertos, líneas de tren, autovías…- y de múltiples inversiones energéticas –plantas de ciclo combinado, almacenes de gas, etc.-

En la transición de la pasada década asistimos a un cambio que se torna interesante como objetivo de una mirada retrospectiva: a finales de 2006 España alcanzaba su “pico” de viviendas con 911.668 viviendas a construir –I.N.E. Ministerio de Fomento-. Era la cima de una curva imposible que se había iniciado unos años antes, después de la anterior “crisis” inmobiliaria –curiosamente- de los `90. En aquel 2006 se inauguraba la nueva T4 de Barajas -gran infraestructura patria- y la famosa exposición On-Site New Architecture in Spain, en el  MoMa de Nueva York donde se recogía lo más granado de la arquitectura nacional. Nada hacía presagiar que en su transición hacia el 2007 comenzaría la crisis de las subprimes y la posterior crisis económica y financiera que le siguió.

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Dinámicas formales e informales en el desarrollo urbanístico e inmobiliario en Madrid.  En: «The Visible City»

Lo que vino después ya nos es más reciente, y es la crítica de los excesos del pasado, la nueva centralidad de la “necesidad real” de los ciudadanos y ciudadanas, la pertinencia de las inversiones, la sensación de “derroche” asociada a otros fenómenos dudosos o ilícitos, la repolitización social, la participación en lo común y el auge de nuevos espacios de práctica ciudadana en la ciudad.

Recuperación de soberanía

Hablaba Joan Subirats en la Cumbre Habitat III, que se celebró en Quito el octubre pasado, de cómo las Iniciativas Ciudadanas practicaban un movimiento de “recuperación de la soberanía” en múltiples aspectos de nuestra vidas. Esta reterritorialización surge como una necesidad –ética, medioambiental, social…- de la progresiva cesión de soberanía que hemos realizado, y que ha permitido que las lógicas extractivas se apoderen de nuestras ciudades, ofreciéndonos los bienes y servicios que necesitamos –y los que no necesitamos también- de forma externalizada, sin conocer su trazabilidad, colateralidad o implicaciones.

Las ciudades se han tornado realidades complejas en el que una multiplicidad de agentes, marcas, compañías y multinacionales nos ofrecen bienes y servicios asociados a una experiencia, prestigio, exclusividad, familiaridad o accesibilidad –low cost o gratuidad- y nosotras sólo debemos dejarnos seducir por ello, o acudir a sus servicios para proveernos de lo necesario en nuestras actividades y quehaceres habituales. ¿Pero que implicaciones tienen estas lógicas?. Las externalidades sociales, medioambientales, económicas o ecológicas ponen en duda el no-conocimiento de los procesos internos desconocidos –la Caja Negra-. «En lo gratuito la mercancía eres tú» coincidían Subirats y Sassen de nuevo en Quito. Ese segundo momento del péndulo hizo un gran esfuerzo en la visibilización de dichas lógicas, transparentando y “descajanegrizando” la cesión de soberanía en bienes y servicios provistos por “otros”. La visibilización de sus (dudosas) prácticas y externalidades –la protesta- dio paso al “nosotras”, al “somos” –la propuesta- como una vindicación de nuestras capacidades en la inclusión de otros criterios –éticos, de justicia social, ecológicos…- para formalizar nuevas alternativas.

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Ciudad «externalizada» con bienes y servicios provistos por otros frente a la recuperación de soberanía  de «nuestras» prácticas. En: http://www.slideshare.net/VICvivero/presentacin-civics

Muchas de estas Iniciativas han ido de la mano de la repolitización general que ha sufrido la ciudadanía. Al ver cómo esa cesión de soberanía poseía su correlato político al no practicar una verdadera auditoría y rendición de cuentas política de nuestros representantes, y al entender que el voto cada cuatro años era absolutamente insuficiente para generar una democracia de calidad. Esto ha llevado a diversos cambios institucionales, y también a la tentativa de cambio de políticas públicas que puedan absorber e integrar la inteligencia colectiva y las buenas prácticas que emanan desde la ciudadanía. Esa capacidad de incidencia entre las prácticas ciudadanas y la transformación de las políticas públicas es uno de los grandes valores para los próximos años, dotando de complejidad, inclusión, hibridación e innovación nuestras ciudades.

Trazabilidad de la coproducción urbana

Pero de nada sirve fijarnos sólo en uno –o dos puntos- del proceso que anhelamos, ya que ello plantea un reduccionismo válido en un primer momento, pero que no aprovecha todas las potencialidades existentes. La aparición, por ejemplo, del amplio movimiento de soberanía alimentaria -grupos de consumo, permacultura, agricultura urbana, intercambio de semillas y ruralización- en nuestras ciudades posee un impacto directo en las políticas públicas y genera acciones específicas como la cesión de espacios para huertos urbanos, que son acogidas con gozo por una gran parte de la ciudadanía. Posteriormente se desarrolla el huerto urbano y sus actividades, y como la gestión de un recurso genera una comunidad alrededor de la misma encontramos grupos de ciudadanas, vecinas y curiosas en el devenir propio de ese huerto: un espacio lleno de vida y actividad –lúdica, pedagógica, ecológica…- donde antes no había nada.

¿Pero que ha sucedido entre esos dos puntos? Por un lado tenemos una cesión de espacios para huertos urbanos –un indicador del buen hacer de la administración- y por otro lado tenemos un “resultado”: un huerto lleno de vida y comunidad. Esto es un gran logro indudablemente. Pero sería paradójico que para llegar del punto de inicio al final dicha iniciativa reprodujera las lógicas que se intentan combatir, cuestionar o paliar. Si al ser adjudicatario de un espacio de huerto la iniciativa tuviese que acudir a una gran superficie para comprar los materiales y plantas del mismo, acudir a una empresa o marca convencional para adquirir bienes y servicios o reproducir los sistemas existentes que son cuestionados por el propio concepto del huerto estaríamos cayendo en una cierta contradicción. Por ello la trazabilidad del proceso se torna fundamental, y en el caso del huerto contamos con viveros municipales que proveen plantas, conocimientos y materiales a la red de huertos urbanos, así como diversos programas: de formación, de compostaje, de reciclaje de elementos urbanos –la madera de los antiguos bancos se transforma en nuevos bancales…-.

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“Las cadenas de valor de las papas en la región andina”. El caso de la papa en Ecuador. Investigación realizada por Tait Mandler y Gamar Markarian. New School. Nueva York.

Pero esta trazabilidad, que comprende la utilización de los servicios públicos, de empresas, cooperativas u otras iniciativas con responsabilidad social y medioambiental, que incorpora prácticas de reciclaje, autoconstrucción, creatividad…debe poder extrapolarse a otras muchas intervenciones en nuestras ciudades. Para activar un espacio público, construir una nueva dotación cultural, mantener un espacio ciudadano o equipar un laboratorio no podemos reproducir las lógicas pretéritas –únicamente- sino aumentar la complejidad e inclusividad apoyándonos en las mismas iniciativas y organizaciones alternativas para que acompañen y coproduzcan las necesidades urbanas.

¿Poseemos Iniciativas Ciudadanas que puedan ofrecer servicios -privados, municipales…- de fabricación, construcción, explotación, mantenimiento o promoción en materia de equipamientos, dotaciones, bienes inmuebles o diseño urbano? Si las tenemos hagamos que entren en el ciclo de coproducción urbana certificando la trazabilidad del proceso como un valor urbano protegido por la institucionalidad. Sino las tenemos propiciemos las condiciones para que puedan constituirse, consolidarse y ser sostenibles. Y así con todos los procesos de coproducción urbana, en el que la administración y las iniciativas puedan promover la profesionalización de las organizaciones para que puedan ofrecer servicios públicos, competir en “equiparación” de condiciones: la lógica monetaria de la “baja económica más ventajosa” para las empresas con ánimo de lucro y –otros- criterios de trazabilidad sociales, ecológicos, inclusivos, participativos, corresponsables, creativos para nuevos contratistas que puedan poseer mayor presencia y cuotas en la contratación -pública y privada-.

Maduración organizativa

También las iniciativas ciudadanas han sufrido –y sufren- un proceso de tensión interna que puede provocar una cierta «maduración» en sus estructuras organizativa y operativa, así como en los discursos y posiciones “políticas”. Si bien muchas de estas iniciativas habían nacido y crecido al calor de una reivindicación ciudadana legítima -bien en la solicitud de un espacio ciudadano, de sostenibilidad económica, de reconocimiento político, de legitimidad en sus acciones, de presencia y visibilización, etc.- la existencia de determinadas políticas públicas indiferente hacia ellas o administraciones contrarias a sus demandas habían generado una suerte de «enemigo exterior» que actuaba como elemento aglutinador y adhesivo para una posición monolítica, coherente y con una sola voz. El enemigo exterior funcionaba como fuerza de cohesión interna para la lucha y vindicación de la Iniciativa, y les hacía instalarse en una cierta “comodidad” discursiva al plantear las reivindicaciones -legítimas, obvias y compartidas por mucha de la ciudadanía cercana al proceso-, en una dicotomía maniqueista de una administración ciega, sorda y muda, y las necesidades de una comunidad desahuciada.

Diversos cambios institucionales  han incorporado actitudes más sensibles y cercanas a dichas demandas, y en su agenda prioritaria ha estado –y está- la resolución y concertación de acciones que den respuesta a dichas necesidades planteadas desde las Iniciativas Ciudadanas. La desaparición de ese enemigo externo, encarnado en administraciones lejanas que ahora plantean un acercamiento y negociación, ha resquebrajado la aparente unidad y coherencia ya que, por primera vez, el interlocutor –antaño objeto de crítica unánime- plantea un proceso de negociación acerca de las demandas planteadas y ofrece soluciones codiseñadas, coproducidas y cogestionadas por ambos agentes. El enemigo exterior desaparece y con él el factor aglutinante: la Iniciativa se divide en bandos o «facciones» que plantean diversas estrategias, en ocasiones diametralmente opuestas. Planteamientos de máximos en los que se busca una total rendición de la administración en base a la legitimidad de la lucha librada anteriormente, posturas radicales de rechazo a cualquier tipo de negociación, pero también posiciones moderadas, de negociación, pragmáticas, posibilistas, de concertación.

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Representación gráfica del posicionamiento relativo de cada agente en cada organización.  En: https://pol.is/gov

«Moderados y radicales» se enfrentan en su interlocución y demandas frente a las distintas administraciones -y otros agentes-, generando diversas propuestas y salidas a lo que anteriormente suponía una posición ciertamente naif, al no estar confrontada con ese mismo proceso de negociación, de “aterrizaje” a una realidad siempre compleja, donde conviven otros agentes, otras realidades, otras voces, otras prioridades, otras escalas…En Inteligencia Colectiva para la Democracia ya hemos tenido la oportunidad de visibilidad la representación de las posturas y tensiones que se producen en las Iniciativas y cómo seleccionar los las posiciones -o «extremos»- más cercanas para establecer puentes de comunicación e inclusión constructiva frente a las posturas más alejadas, dotando de un necesario pragmatismo la acción y práctica -política, urbanística, artística, económica…- para conseguir incidencia y transformación real. No hay duda de que estos procesos de disenso urbano con visos a dotar de realidad dichas demandas –negociadas- por parte de una administración predispuesta hará de nuestras organizaciones instrumentos más potentes y cabales en la incidencia y transformación urbana.

Incidencia de las Iniciativas en las Ciudadanas

Pero no es sólo la administración pública o la institución el único interlocutor de las Iniciativas Ciudadanas. Tampoco son aquellas personas ya-convencidas o que comulgan con los planteamientos que de éstas se desprenden. Pensamos que la verdadera incidencia -y reto- de las Iniciativas Ciudadanas es la de llegar al público generalista, a que sus prácticas puedan posicionarse como alternativas claras y con una cierta “hegemonía” frente a las dinámicas que conocemos –mainstream-, y que no incorporan en sus procesos los criterios que se defienden y preservan. El verdadero cambio y transformación provendrá de la generación de una masa crítica –extitución– en las prácticas alternativas que realmente contraponga las nuevas Iniciativas Ciudadanas a la provisión de bienes y servicios por parte de empresas y marcas que no incorporar aquellos criterios sociales y ecológicos necesarios en la actualidad. Para ello debemos apoyarnos en la la utilización masiva -por nuestra parte – de las propuestas y planteamientos disruptivos que tienen que ver con la recuperación de soberanía, la corresponsabilidad, la participación, la creatividad, la innovación, la inclusión, la igualdad…Así conseguiremos concienciar y sensibilizar al grueso de la sociedad, y también a aquellos proveedores “rezagados”, que deberán incorporar nuevas lógicas en sus desarrollos empresariales o comerciales.

Por tanto las Iniciativas deben también hacer un gran esfuerzo por conseguir una mayor incidencia en dicho público generalista, con mayores cuotas de usuarios, beneficiarios, simpatizantes y potenciales agentes colaboradores –stakeholders– de forma que generen masas críticas a su alrededor que permitan su sostenibilidad, prestigio, defensa e influencia en amplios círculos alrededor de sus prácticas. Por supuesto ello conlleva la gran disyuntiva que se genera acerca del binomio sostenibilidad-autonomía, y en ello se encuentra la pericia y el buen hacer de la propia Iniciativa: cómo a través de sus habilidades pueden conseguir la sostenibilidad –organizativa, operativa, financiera, simbólica- a partir de sus relaciones con la administración -y usuarios, beneficiarios, simpatizantes…- sin perder su autonomía, conservando sus valores fundacionales, sus ideales, su horizonte utópico de práctica, pero sin ensimismamiento, solipsismo, autoexclusión o trincheras. El reto es sumar y poseer alcance –y efecto multiplicador- no quedándose sólo en los ya-convencidos o en el “calor del establo”.

Complejidad = Más Alternativas

La ciudad debe crecer en complejidad, como apuntaba Salvador Rueda con su coeficiente organizacional y metabólico: el aumento de organización interna y complejidad facilita la mejor gestión de recursos. También Paul Allen, del Zero Carbon Britain apunta al crecimiento de las ciudades como un organismo biológico: el crecimiento se desarrolla en dos fases, una primera fase cuantitativa en el que el ser humano crece en tamaño y altura –hasta la adolescencia- a partir de ahí se deja de crecer cuantitativamente -unos 2 metros máximo- para crecer cualitativamente, el ser humano madura, crece en conocimientos, experiencias, afectos, criterios, recuerdos, manteniendo su tamaño en equilibrio. Podríamos ir más allá y reivindicar la fase de vejez para nuestras ciudades: un decrecimiento del tamaño con el mayor acervo experiencial y complejidad en lo vivido. La Fermentación Urbana supone una fase cualitativa -mezcla de sabores, riqueza y complejidad – frente a la fase cuantitativa -mezcla, crecimiento y levado-.

Para dicho decrecimiento cuantitativo debemos servirnos de las Iniciativas Ciudadanas –verdadera levadura de la ciudad-. Ellas son las que proveen los mecanismos para generar el Fermento en nuestras ciudades –la Suficiencia y la Subsistencia que permitan decrecer en la economía monetarizada e introducir nuevos capitales en nuestras acciones-. La práctica ciudadana diaria junto a las Iniciativas supone el Fermento para dotar nuestras experiencias y necesidades de otros capitales distintos al puramente económico. El Fermento es el desplazamiento de capitales monetarios a no-monetarios –afectivos, educativos, sociales, comunitarios, ecológicos…-

En la actualidad cada una de nosotras trabaja para conseguir recursos –económicos- que le permitan acceder a bienes y servicios que ofertan “otros” a los que podemos encontrar en la ciudad, y que cubren nuestras necesidades. Debido a nuestra creciente incapacidad de proveernos bienes y servicios –¿como sobreviviríamos solos y por nosotros mismos?- necesitamos una gran cantidad de recursos –económicos- para pagar todos esos bienes y servicios, los cuales cubren desde las necesidades básicas hasta las inducidas -caprichos, modas, etc.…. Pero las Iniciativas nos proveen de bienes y servicios que poseen otras lógicas –éticas, ecológicas, sociales- y por tanto se asocian a otros capitales –no monetarizados- planteando una alternativa real al desarrollo de nuestras actividades diarias en la ciudad.

Si pensamos acerca de todas y cada una de las actividades que realizamos en nuestras ciudades podríamos encontrar una alternativa ciudadana a cada servicio o bien “de pago” que utilizamos en cada una de nuestras ciudades. Dicha alternativa ciudadana no sólo puede proveernos de un bien o servicio similar al comprado, sino que además plantea otros criterios y no requiere que dicho pago se realice con moneda, sino que implica otros capitales que se ponen en juego -se reivindican y se visibilizan- generando otras economías –tiempo, conocimientos, habilidades, afectos, etc..-.

¿Por qué no hacer el ejercicio diario en una comunidad ciclista en vez de en el gimnasio? ¿Por qué no reparar nuestra computadora y aparatos electrónicos en un “club de reparación” en vez de en el servicio técnico? ¿Por qué no conseguir alimentos en un grupo de consumo o en el huerto urbano en vez de en el hipermercado? ¿Por qué no cambiar o regalar libros, ropa, juguetes y demás en vez de comprar más artículos para almacenarlos –y pagar por ello también-?¿Por qué no compartir taladro, coche, vivienda, espacio de trabajo –CO___- en vez de pagar por su compra o alquiler? ¿Por qué no intercambiar tiempo entre nosotros para resolver-nos necesidades básicas y cotidianas en vez de acudir a terceros y pagar por ello?

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Diversas iniciativas ciudadanas que plantean alternativas comunitarias y no-monetarizadas a los patrones  de consumo habituales. En: http://www.slideshare.net/VICvivero/presentacin-civics 

Podemos sustituir todos los ”en vez de” –excluyente y más radicalizado- por un “además de“ –inclusivo y transicional-. Pero en todas las alternativas pondremos en circulación capitales distintos al dinero, fortaleciendo las prácticas alternativas –las Iniciativas Ciudadanas-, aumentando la complejidad –las alternativas y opciones a elegir- generando nuevas economías, decreciendo en el consumo pero mayorando la circulación de bienes y servicios, creando comunidad, cambiando la lógica del trabajo monetarizado, celebrando la abundancia de capitales frente a la carencia del capital monetarizado, descubriendo la recuperación de soberanía y nuestro propio empoderamiento, aumentando nuestras capacidades, sentido crítico y consciencia acerca del modelo imperante y generando un cambio progresivo y diferencial que empieza, se desarrolla y acaba en cada una de nosotras. Nosotras y nuestras Iniciativas Ciudadanas somos la levadura y el fermento de la ciudad, los componentes que mejoran su rendimiento, aspecto y salud.

Desplazamiento de la economía monetarizada

Esto es precisamente lo que se propone ya desde estudios teóricos y modelos económicos, iniciados por la economía de los comunes –Hardin, Ostrom…- e incluyendo la teoría del decrecimiento y las economías alternativas.  En concreto es muy interesante el planteamiento que postula el economista alemán Niko Paech en su libro “La liberación de lo Innecesario”. En su cuadro –traducido y compartido muy amablemente por Oscar Ardila Luna– podemos observar el planteamiento que supone el desplazamiento de la economía monetarizada y la introducción de otros capitales –economía no monetarizada-. El ejemplo plantea una situación genérica, en la que un trabajador o trabajadora –ciudadana- emplea 40 horas de su tiempo en su trabajo, que le genera una cantidad de moneda –un salario- con el cual es capaz de comprar  una serie de bienes y servicios en la ciudad  que le proveen otros al haber cedido dichas soberanías –la especialización del trabajo-. Es importante tener en cuenta como en este caso estamos hablando estrictamente de las horas que una ciudadana destina a proveerse de los capitales necesarios para su supervivencia y resolución de necesidades, y no del “tiempo libre” -que se destina al esparcimiento, las aficiones, el deporte, el ocio, etc.…-. A pesar de que en nuestro tiempo libre podemos asociarnos o desarrollar distintas prácticas ciudadanas en este caso insertamos las acciones de las Iniciativas Ciudadanas en el “tiempo laboral” o estrictamente productivo de nuestro tiempo.

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Cuadro Original publicado alemán en Paech, N (2013). Befreiung von Überfluss: Auf dem Weg in die Postwachstumökonomie. München: Bekomm Traducción al español realizada por Óscar Ardila Luna para su presentación en el conservatorio «¿Sostenibilidad o Autonomía?» en el marco del encuentro «Ciudadanías en Movimiento» organizado por la Secretaría de Cultura de Bogotá.

Esas 40 horas laborales genéricas que emplea la ciudadana para conseguir la cantidad de moneda transformable en bienes y servicios de otros se dividen, ahora, en dos paquetes diferenciados: por una lado un paquete de 20 horas de trabajo “no monetarizado”, y por otro lado un paquete de 20 horas de trabajo “monetarizado”. El primer paquete de tiempo se destina a actividades en el que el rendimiento monetarizado se ha adaptado a la eliminación de la mediación monetaria y directamente es un tiempo vinculado con la adquisición de bienes y servicios directa o «in-mediatamente». Es este el tiempo en el que entran en juego los otros capitales y por medio del aprendizaje, el intercambio de conocimientos, el tiempo, los afectos y cuidados, el intercambio de recursos o la colaboración podemos adquirir lo que necesitamos para nuestra Suficiencia y nuestra Subsistencia. En las 20 horas de trabajo no monetarizado podríamos –utilizando los símiles de las Iniciativas Ciudadanas y sus prácticas anteriormente descritas- reparar nuestro móvil o portátil, obtener fruta y verdura, libros y ropa, hacer ejercicio, movernos y desplazarnos, resolver pequeñas necesidades –domésticas, laborales, personales-, intercambiar saberes, nuevos aprendizajes y competencias personales y laborales, cultivar las relaciones afectivas, de cuidado para nosotras, nuestras hijos e hijas y mayores y la creación de redes de apoyo mutuo, confianza, solidaridad, acogida, pensamiento, etc. Para todo ello habríamos eliminado la moneda –intermediación económica- de dichas acciones y otros capitales aparecerían con nuestra inversión temporal -20 horas/semana, la mitad de nuestra jornada laboral-.

De esta forma necesitaríamos mucho menos dinero para transformar en bienes y servicios ya que hemos obtenido mucho con nuestras primeras 20 horas –Suficiencia y Subsistencia-. Para «todo lo demás» le dedicaríamos las otras 20 horas restantes, que se mantendrían monetarizadas e implicarían un trabajo para la obtención de dinero que intercambiaríamos por todos aquellos bienes y servicios que no hemos podido obtener en el paquete no monetarizado –y que nos puede dar pistas de hacia dónde crecer o incidir con nuestras prácticas, o nuevas Iniciativas Ciudadanas que vayan cubriendo dichos espacios totalmente monetarizados-. Los paquetes monetarizados corresponden con la Economía Regional y con la División Global del Trabajo, e incluyen todo aquello que, por su carácter escalar, global, abstracto, especializado o diferencial supone genera un “gap” –tecnológico, logístico, procedimental, técnico….- insalvable –por ahora- para poder cubrirlo con economías no monetarizadas –no existen Iniciativas o practicas ciudadanas alternativas que ofrezcan esos bienes o servicios en la actualidad- y por tanto debemos pagar por ello. Pero ya hemos conseguido discriminar nuestras necesidades y los capitales necesarios para cada paquete, y por tanto podemos hacer más con menos –dinero- ya que podemos hacer mucho más con otros capitales, que sí tenemos.

El pan no lo compro…lo hago yo

Por tanto la complejidad de la ciudad supone una mayor inclusión de distintas economías, capitales, prácticas y agentes, que permitan la convivencia de una realidad múltiple diaria que nos ofrezca capacidad de elección en nuestro quehacer y permita la coexistencia de caminos e itinerarios diversos, alejados de lo mainstream, del pensamiento –y práctica- única y del “no hay salida”.

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Esquema evolutivo de la relación Global-Local.  Crédito: Ton Dalmau

Hace 50 años la práctica totalidad de la economía y las practicas ciudadanas eran eminentemente regionales, con intercambios y comercios locales. Lo vivido en los últimos años ha sido una globalización abrumadora acompañada de un neoliberalismo que ha deslocalizado la producción y nos ha hecho «inútiles» en nuestra vida, dependiendo en absolutamente todo de una serie de agentes que nos ofrecen soluciones sin saber qué suponen para nosotras, para otros, para el planeta. Debemos –de nuevo- armonizar el péndulo y establecer una correlación de fuerzas entre lo regional y lo global, entre la economía monetarizada y no monetarizada, entre los distintos capitales y las distintas prácticas, para generar un equilibrio social, ecológico y económico que debe empezar a testarse en cada una de nuestras ciudades. La conjunción armónica de lo regional y lo global -la economía no monetizada y la monetarizada- genera la tensión necesaria para producir la innovación que esperamos: la imagen recurrente de los huertos -que nos proveen de Suficiencia y Subsistencia- frente a los grandes edificios -donde se externaliza la economía global- es la metáfora de la complejidad requerida -la Fermentación Urbana-.

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Hands-On Urbanism Ma Shi Po Village, 2012, Credit: Shu-Mei Huang

En algunas esferas y territorios -grandes y modernas ciudades de Asia- la monetización de lo privado e íntimo sigue su inexorable progresión. El individualismo y la creación de servicios básicos de pago provocan diariamente nuevas «domesticidades externalizadas» en nuestras experiencias. Frente a dicha pérdida progresiva de soberanía en prácticas comunitarias no-monetarizadas otro modelo social y urbano es posible: aquel que apela a la recuperación de competencias vitales sin la sempiterna mediación crematística. La vindicación de lo comunitario en la acción diaria de nuestras «20 horas no-monetarizadas». Lejos de retóricas y soflamas comunitarias de escaso recorrido ya poseemos las oportunidades para fortalecer y consolidar la Suficiencia y Subsistencia comunitaria a través de sus prácticas ciudadanas. Y nuevas pistas nos ofrecen los ámbitos monetarizados para que las Iniciativas Ciudadanas exploren y conquisten cuotas y sectores tradicionales. Ellas son la levadura y nuestra acción el fermento para la ciudad.

Lo óptimo: poder hacer nuestro propio pan –y/o comprarlo- pero tener las dos opciones.

Y como el pan con todo en la ciudad…o casi todo.

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La metonimia de los recursos

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Si prefieres descargarte el texto puedes hacerlo aquí La metonimia de los recursos

Dentro de la terna Recursos, Agentes y Gobernanzas en el que podemos dividir metodológicamente cualquier proceso de innovación ciudadana e iniciativa emergente en la ciudad queremos diseccionar el primero de ellos: Los recursos. Y el tema no es baladí, precisamente en el que existe una metonimia  a desactivar: la asociación semántica recursos=dinero (capital económico). Cuando desde la administración, las empresas, los poderes público, incluso los ciudadanos se dice que “no hay recursos” o los “recursos son escasos” esto no es cierto de ninguna forma. Puede, y decimos sólo puede porque albergamos muchas dudas acerca de dicha afirmación, que no existan o existan menos recursos económicos (capital económico), pero de ninguna forma es aceptable el todo por la parte, englobando todos los recursos existentes (bienes, servicios y capitales). ¿Es que no existen espacios en la ciudad infrautilizados?, ¿No existe una formación y cualificación exquisita de miles de profesionales, ciudadanos y comunidades por desarrollar y aprovechar?, ¿No existe la solidaridad, la disponibilidad de tiempo, los cuidados y afectos? ¿Qué hay de todos aquellos bienes y objetos que hemos acumulado masivamente durante años pretéritos?, ¿Pueden brindarse a la comunidad para su refuerzo mediante la gestión de uso e intercambio?

Uno de los principales retos que nos toca afrontar es la gestión de los recursos existentes, y estos no son pocos precisamente. Una vez que somos capaces de desarticular la gran metonimia comenzaremos a vislumbrar recursos y capitales existentes e inactivos hasta la fecha y sus numerosas y poderosas potencialidades para la transformación social y urbana. Ya muchos hablan de las economías alternativas –del Don, del Compartir, del Bien Común…- y las investigaciones acerca de nuevos espacios económicos como el procomún , las Start-up ciudadanas , el P2P 

RECURSOS

Desde [VIC] dividimos los recursos en tres grandes grupos: los bienes, que corresponden con los recursos naturales y medioambientales, los objetos y productos creados por el hombre y el propio cuerpo del hombre con su fuerza y saber asociado. Por otro lado los conocimientos, habilidades, técnicas y destrezas que despliegan y finalmente los capitales asociados. Dentro de los capitales habría que separar, quizás, el capital económico de los demás, por su gran influencia y preponderancia en nuestras economías, frente al resto de capitales, más minoritarios y emergentes. Partiendo del trabajo de Hondartzan_18  los capitales se definen como: ”todo aquellos que pueda valorizarse

 

  1. 1.      BIENES                       

Naturales (Medio ambiente)

Materiales (Productos, objetos y espacios)

Humanos (Fuerza, saber)

  1. 2.      SERVICIOS

Conocimientos (educación, códigos)

Habilidades (gestión, ejecución y desarrollo)

  1. 3.      CAPITALES

Económico (Dinero, Oro)

Personal (Identidad)

Tiempo (horas)

Ético (Dignidad y justicia)

Afectivo (Cuidados, reproducción)

Social (Confianza y solidaridad)

Ecológico (Huela ecológica)

Cultural (creación e innovación)

Simbólico (Prestigio e Influencia)

Relacional (Conectividad)

Salud (Bienestar ý calidad de vida)

INTERCAMBIO DE RECURSOS

En realidad toda acción que implique recursos y capitales es un intercambio. Al combinar la tabla de recursos consigo misma nos dan las posibilidades y permutaciones de intercambio. Así podemos encontrar el intercambio de bienes y servicios con el capital económico (compra tradicional), como el intercambio de bien con bien (truque) o el intercambio de servicio con capital afectivo (favor). Si bien ha existido una excesiva monetarización en todos los intercambios, en los que bienes y servicios se intercambiaban por el capital económico, siendo este hegemónico y preponderante. El capital económico era un fin en sí mismo más que un medio para obtener otro tipo de recursos necesarios. El capital económico se utiliza de manera absoluta, produciendo fenómenos “perversos” legales e ilegales (especulación, prostitución) en el que se intercambian capitales económicos y afectivos por capital económico.

En la actualidad existen otros capitales complementarios que han entrado en juego, por lo que las relaciones de intercambio se vuelven más complejos y ricos. Muchos de estos capitales son todavía muy invisibles, de forma que en ciertas economías (del Don) el regalo se asocia al no intercambio debido a que recursos que van de un nodo a otro no poseen retorno. Pero esto es falso, ya que siempre existe dicho retorno, en forma de capitales invisibles o “volátiles” como el simbólico.

 

MONETARIZACION O P2P(Mercado o reciprocidad)

Haciendo un símil, podríamos considerar que el capital económico, el dinero, es un gran centro o “servidor” que permite, facilita, promueve y regula la red de intercambio de recursos, de forma que todo intercambio se encuentra mediatizado por el capital económico y este se transforma en capital (y recurso) hegemónico de la red.  Este fenómeno, monetarización, introduce la moneda (el dinero, el capital económico) como la única y válida fuente de intercambio de recursos, de forma que el valor de uso se transforma en valor de cambio y es el capital económico el que es usado con carácter finalista, mas que con carácter intermediario.

El peer-to-peer P2P propone eliminar la centralización de dicho “servidor” mediante una red de nodos interconectados, transversales, horizontales y distribuidos. Si intentamos eliminar el capital económico del ecosistema de recursos comienzan a aparecer multitud de recursos propios y ajenos de los que, hasta la fecha no habíamos prestado atención ni valorado en su justa medida.  Además de dicha aparición de nuevos capitales, la eliminación del capital económico permite poner en juego nuevos equilibrios, circulaciones, relaciones, competencias, transacciones y realidades, a partir de nuevas economías como la Economía del Don, o el paradigma Compartir. Por tanto las economías P2P se oponen a las monetarizadas por utilizar recursos y capitales que minimizan al máximo (en ocasiones excluyen) el capital económico (dinero) de los intercambios de recursos. Esto supone, a la postre, un desplazamiento del capital económico hacia otros capitales. En numerosas ocasiones, incluso, los intercambios P2P proponen autorrecursividad y replicabilidad al “obligar” (pertenecía a una comunidad, admisión de ciertos códigos y actitudes, etc…) a que sean los intercambios de recursos de la misma “naturaleza”. Así como en los programas de intercambio P2P podías descargar archivos sólo si tú también ponías archivos tuyos susceptibles de descarga por otros usuarios, los intercambios P2P proponen conseguir servicios sólo si tu ofreces servicios, obtener bienes si tú puedes donar bienes, recibir favores sólo si tu puedes realizar favores, etc.

 

ECONOMIAS

Podríamos dividir las economías entre aquellas que siguen asumiendo que el capital económico es hegemónico, preponderante y dominante pero que dentro de ese marco se deben ir implementando “acciones correctoras”, de mejora y reequilibrio con la introducción de nuevos recursos y capitales que propongan una redistribución más equitativa de los mismos, complementando o minorando la presencia absoluta del capital económico frente a otros capitales. Serían economías no P2P (monetarizadas) pero más equitativas y sostenibles.

Economía alternativa y solidaria http://www.economiasolidaria.org/ Busca poner en juego y ofrecer retornos de otros capitales (ético, social, medioambiental) que eviten situaciones de explotación, dependencia, agotamiento de recursos, buscando mayor dignidad, solidaridad.

Economía del Bien Común http://comunidad.medialab-prado.es/sites/default/files/Econom%C3%ADa_Bien_Com%C3%BAn_resumen_20puntos_Febrero2012.pdf  Sistema para la obtención de capitales no económicos en economías convencionales con ganancia de capital simbólico y económico (exención de impuestos) en grandes empresas y corporaciones mediante auditoria social, ética y medioambiental (matriz indicadores)

Consumo Colaborativo (Collaborative consumption).Su intención es adquirir bienes y servicios de una forma optimizada mediante la generación de masa crítica que permita optimizar recursos reduciendo los costes económicos por participante http://www.consumocolaborativo.com/

Decrecimiento http://es.wikipedia.org/wiki/Decrecimiento propone una disminución controlada del crecimiento, el consumo, la producción para la sostenibilidad de los recursos, otras formas de intercambio, relación y priorización.

Por otro lado existen las economías P2P o economías basadas en la reciprocidad en las que el capital económico se pretende minimizar al máximo e incluso excluir en los intercambios. Están basadas en otros capitales (social, cultural, simbólico) y en otros parámetros como la confianza, la solidaridad, el prestigio, etc…

Economía colaborativa (sharing economy) http://comunidad.medialab-prado.es/sites/default/files/manifiesto_90x1200.pdf Aprovechar recursos existentes e infrautilizados de forma compartida (prestar, compartir, regalar). Desplazamiento de la posesión al uso. No implica necesariamente la no existencia de capital económico aunque se mínima al máximo

Economía del Don (Gift economy) http://es.wikipedia.org/wiki/Econom%C3%ADa_del_don la economía del don supone un intercambio de recursos en el que un bien, servicio o capital se dona sin esperar nada a cambio (aunque en realidad se obtienen retornos en forma de capital simbólico). El don puede tener la forma de cualquier recurso y capital, incluso el capital económico.

Freeconomia (Freeconomy) Economía de intercambio de recursos y capitales con exclusión de capital económico. Intercambiar compartir y reglara (Todo gratis). El capital económico se rechaza explícitamente.http://www.scribd.com/fullscreen/128857057?access_key=key-2lr4f4idfa3047i9rhii&allow_share=true&view_mode=scrollhttp://youtu.be/17L3BJkf29k

 vic recursos

ACCIONES

 

INTERCAMBIOS NO P2P de mercado  (capital económico preponderante)

  • COMPRAR

Comprar significa obtener o adquirir algo con dinero (Capital Económico). Dentro de la compra convencional existen algunas iniciativas para realizar “compras mejoradas”, estas mejoras introducen nuevos capitales de transacción (sociales, medioambientales, simbólicos…), equilibrando el capital económico y abandonando su hegemonía absoluta para combinarla con otros aspectos importantes, por lo que se busca un reequilibrio de capitales en las compras.

Compra bienes/servicios colectiva.  (Compartir compra)

Obtener masa crítica para conseguir mejores productos/servicios por un menor coste https://www.quieropagarmenosluz.org/

Aprovechar ofertas grupales http://www.compartetren.com/compartetrennew/

Compra bienes y servicios responsable.

Compra Verde, Minimizar impacto ambiental. http://www.isamadrid.org/consumer_group

Compra Ética, dignidad condiciones laborales y derechos trabajadores.  http://www.ideas.coop/que-hacemos/comercio-justo.html

Compra Social, potenciar la economía social. http://www.economiasolidaria.org/entidades/sectores

Compra Pública Ética. http://www.comprapublicaetica.org/

Comprar servicios http://www.localguiding.com/

  • ALQUILAR

El concepto de alquiler también ha sido modificado, incluyendo en el mismo la introducción de nuevos capitales que hacen que se comunique no solamente el precio de alquiler sino un conjunto de valores y activos asociados al espacio/producto/servicios de alquiler para que ellos redunde en la generación de nuevos capitales. Aunque muchos de ellos se hagan llamar co- de compartido realmente la estructura económica es de alquiler, en el que existe una propiedad definida que alquila espacio/producto/servicios a una comunidad, aunque no sólo se busque el lucro económico y se establezcan otro tipo de alianzas (confianza, colaboración profesional, red de contactos, sinergias, etc.…)

Alquiler de Bienes http://www.alkiloo.com/

Alquiler de espacios de trabajo (Coworking) http://www.coworkingspain.es/espacios/coworking/madrid

Alquiler espacios de habitar http://www.easypiso.com/

Alquiler de vehículos (carsharing) http://www.respiromadrid.es/

Alquiler de trayecto (o asiento) (carpooling) http://www.blablacar.es/

  • SUBASTAR

La subasta (inversa) http://cosasdedinero.com/2013/01/05/comprar-una-casa-por-un-euro/ se ha erigido como nuevo mecanismo para obtener bienes y servicios de una forma más económica. Si bien es cierto que la subasta responde con mayor fidelidad a la intersección clásica oferta/demanda, realizada en tiempo real, su auge en tiempos de crisis genera efectos perversos en sectores y actividades con mucha oferta y muy poca demanda, en el que se banaliza el trabajo y se derrochan recursos con la mera obtención de un competencia feroz, incluso tipo dumping, lo cual redunda en pérdida de calidad. Además las subastas suelen seguir ancladas en el capital económico, sin valorar otros capitales, aunque algunas actúan de intermediarios, generando clientes y proveedores de servicios y accionando el mecanismo de subasta entre ambos grupos mediante pequeñas comisiones de funcionamiento.

Bienes http://www.bidumba.com/

Servicios cotidianos http://www.eslife.es/

Servicios profesionales http://www.acepto.es/

Servicios por cuota fija http://www.gigalo.es/

  • INVERTIR

Hace referencia a la consecución de capital económico mediante el propio capital económico. Frente a la especulación se promueven inversiones éticas en el que la forma de obtención de capital económico, el lucro,  no sea un “vale todo” sino que existan límites fijados que atienden a otros capitales como el medioambiental, social, ético, etc. Aunque es indudable que la inclusión de nuevos capitales en los productos financieros es positiva, no deja de ser, en ocasiones, un mero disfraz dentro de campañas de marketing y captación con aportaciones reales ínfimas. http://revista.consumer.es/web/es/20070701/practico/consejo_del_mes/71716.php

Préstamos entre particulares https://www.comunitae.com

Créditos, anticipo subvenciones, aportaciones http://www.oikocredit.org/es/inicio

Depósitos, inversión proyectos con capital alternativo http://www.enclau.org/index.php?option=com_content&task=view&id=60&Itemid=69

Fondos de inversión, mediante donación de comisiones a proyectos solidarios, éticos, verdes… http://www.microbanklacaixa.com/productos/microbankfondoetico_es.html

Planes de Pensiones https://www.bancsabadell.com/cs/Satellite/SabAtl/BS-Plan-Etico-y-Solidario/1191332197119/eu/

 

INTERCAMBIOS P2P reciprocidad (capital económico minoritario o inexistente)

  • CAMBIAR

Cambiar significa dar o adquirir algo por otra cosa de análogo valor. Se usa de forma temporal como una obtención de un determinado bien o un determinado servicio que ocupa un espacio de tiempo puntual y reducido y que, una vez obtenido u otorgado la relación entre las partes no tiene porque continuar. Dentro de los cambios sin capital económico se generan nuevos capitales de intercambio para excluir el dinero en el intercambio de bienes y servicios.

Tiempo: Los llamados bancos de tiempo que valoran cada hora de servicio para un correcto intercambio. http://bancodetiempo.preparate.org/es/

Capital Social: Las llamadas monedas sociales, sustitutos del dinero de curso legal. Pueden ser puntos, créditos, etc.… http://cercamia.com/

Estos cambios, en los que se utilizan los bienes y servicios como moneda de cambio para obtener otros bienes o servicios, pueden estar englobados dentro del Trueque o en las denominadas Cadena de Favores.

Cambio de Bien por Servicio.  http://www.sostrecivic.org/es. Una vivienda en mal estado se intercambia en alquiler gratuito por los servicios técnicos de rehabilitación y acondicionamiento de la misma.http://www.etruekko.com/ (trueque misto de bienes y servicios)

Cambio de Bien por Bien (Trueque) http://www.truequear.com/

Cambio de Servicio por Servicio (Cadena de favores)http://www.intercambiodefavores.com

Cambio uso de bien http://www.mytwinplace.com/

Importante mencionar también otro tipo de intercambio que utiliza como principal capital el afectivo, principalmente la identidad, que son todos aquellos servicios que se adquieren de forma “gratuita” aparentemente pero que conllevan la inclusión de los datos personales como capital de intercambio en la operación. Principalmente circunscritas a redes sociales, plataformas digitales, y aplicaciones http://rcs.seerinteractive.com/money/ el intercambio busca conseguir masa crítica de información de usuarios para comercializar con dicha información. Es el llamado “Big Datahttp://es.wikipedia.org/wiki/Big_data

PRESTAR

Los prestamos suelen tener tres objetivos: bien préstamo de productos, bienes y servicios de forma temporal para conseguir ”convencer” acerca de la idoneidad de su compra o adquisición o conseguir buenas críticas y recomendaciones (período de prueba gratuito o PR Seeding), bien préstamos culturales como bibliotecas virtuales mediante libros electrónicos, o bien con carácter social y asistencial por parte de las administraciones públicas y asociaciones sociales y caritativas.

Presta la bici http://compartetubici.wix.com/compartetubici

Libros electrónicos http://cielo.usal.es/Help/About?topic=whatis

Servicios profesionales. http://www.bj-adaptaciones.com/articulo/profesionales/prestamo-de-productos

COMPARTIR

Compartir se entiende en su segunda acepción, como el participar en algo de forma conjunta. En este caso el intercambio es duradero e implica condiciones de pertenencia y corresponsabilidad mayores (cuantitativa, cualitativa y evolutivamente) que el mero cambio, por lo que se genera una comunidad asociado y unos códigos, tácito o explícitos acerca de los recursos que se comparten. No tiene porqué ser a partes iguales pero si implica un grado mayor de implicación sobre lo que podría suponer un alquiler, en el que hay una parte propietaria y una parte arrendataria aunque ambas coexistan en el mismo espacio o trabajen juntas (coworking). Por tanto el paradigma CO+ gerundio inglés puede pertenecer a este grupo o no necesariamente.

Copropiedad de vivienda o zonas comunes http://www.architype.co.uk/stroud_cohousing (cohousing)

Compartir reivindicaciones y peticiones https://oiga.me/

Compartir conocimiento y sus derechos asociados http://creativecommons.org

Compartir financiación, a medio camino entre el intercambio (económico-simbólico) y la donación  http://www.verkami.com/ crowdfunding

REGALAR

La acción de regalar supone la máxima expresión de los intercambios P2P al minimizarse al máximo (en casi todos los casos se excluye directamente) el capital económico. El regalo, o don (perteneciente a la Economía del Don o la Freeconomy) apunta a la consecución de capitales distintos al económico, a capitales alternativos como el capital social, el capital afectivo, el capital cultural o el capital simbólico. También representa la consecución del rechazo como protesta a la hegemonía imperante del capital económico, siendo el don mismo un indicador de sostenibilidad de intercambios alternativos que suponen otra forma de relacionarse, convivir e intercambiar entre la comunidad. Por tanto el don posee la pedagogía interna del elemento subversivo pero plausible y legítimo. Y, es más, aunque suponga, a priori, un intercambio asimétrico, debido a una valoración caduca en el que una recibe todo y el otro lo da todo, este tipo de intercambios generan unos lazos afectivos más potentes que cualquier sistema contractual, legal o fiduciario que podamos encontrar en la economía convencional. Si dichos intercambios P2P se generan dentro de una comunidad dichos intercambios se socializan, haciendo partícipes a toda la comunidad. Algo similar ocurre en la concesión de microcréditos del Banco Grameen de Muhammad Yunus:

“Inicialmente, la mayoría de programas otorgaban los créditos de forma individual pero estableciendo unos grupos que se basan en la colaboración de los individuos en el entorno del préstamo, es decir, cada componente del grupo gestiona el crédito como mejor cree pero depende de la devolución del crédito de todos los componentes del grupo: si uno de ellos no logra devolver el préstamo, el resto deberá saldar su deuda o, en según qué programas, no deberá hacerse cargo de la deuda pero no podrá optar a un segundo crédito. De esta forma, en el modelo grupal existen unos vínculos que ofrecen una cierta seguridad al banco, ya que cada componente del grupo se preocupará y responsabilizará de la gestión del crédito del resto del grupo.” http://www.upf.edu/politiques/_pdf/TreballsIIIPremiLluch/losmicrocreditos.pdf

Por tanto la Economía del Don posee la fuerza del compromiso intangible y trabaja con capitales mucho más fuertes y poderosos que el económico: la responsabilidad, la pertenecía a la comunidad, la dignidad, la autoafirmación, la solidaridad… es una nueva suerte de “religión”, o como dice nuestro querido amigo David Criado https://twitter.com/vorpalinacuando haces favores te conviertes en una especia de Mafia: los demás saben que te deben algo” al poner en práctica el Don en su Iniciativa Vorpalina http://www.vorpalina.com/. Aquí unos ejemplos de dones obtenidos con distintos capitales y recursos:

Pagados con capital económico http://cafespendientes.es/

Cesión de uso gratuita https://www.couchsurfing.org/

Aportación de bien físico http://www.bookcrossing-spain.com/

Aportación de bien digital http://pirata.cat/p2p/es:start

Favores http://www.favoralia.com/ (mediante puntos)

Cuidados y afectos http://abrazosgratis.org/

Voluntariado http://www.voluntariado.net/

Donaciones http://afectadosporlahipoteca.com/donaciones/

 

RETOS:

Algunas de las preguntas que se plantean han aparecido en Le Monde Diplomatique este mes:

¿Consiguen las nuevas economías una reducción del consumo, o por otro lado lo aumentan, simplemente transformando la política de propiedad en uso? ¿Es lo colaborativo un “lavado” de prácticas convencionales como el alquiler o préstamo, cuando la propiedad es única y se alquilan espacios, transportes, etc? La incorporación de nuevos recursos en movimiento, ¿supone una comercialización más profunda de espacios y territorios que no estaban sujetos al consumo anteriormente (nuestra propia casa, nuestro coche, nuestros objetos, etc.? ¿Pueden las nuevas economías, ser más respetuosas o erradicar la explotación, el clientelismo, el endeudamiento, la dependencia, etc? ¿Cómo pueden las nuevas economías transformar nuestras ciudades y espacios de intercambio?