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Acuerdos y desacuerdos productivos en la playa.

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Desde el pasado mes de Agosto y hasta el próximo mes de noviembre estamos inmersos en la validación técnica del proceto participativo para la redacción del Plan Especial del entorno de la Playa de las Teresitas en Santa Cruz de Tenerife. Un proceso interesantísimo y complejo para una zona que lleva  más de 10 años de constantes conflictos. La isla de Tenerife tiene una larga tradición, en muchos casos desconocida, de procesos participativos exitosos que han ayudado a entender la vinculación ciudadana desde una óptica propositiva y valiosa. Apuntar que  hace ya 17 años se realizó un proceso de participación conocido como la Ley de El Rincón en el valle de La Orotava, procedimiento referente en numerosos países como Alemania.  (Libro: La toma de desiciones colectivas y política del suelo. Juan Sánchez García).

Playa-Las-Teresitas-Tenerife

En el vivero vemos la participación  como «Instancia Middle-out«: consulta e involucramiento de la comunidad y de las organizaciones sociales con el objeto en cuestión (plan, edificación, etc) antes de su tramitación. En este caso, antes de la redacción del Plan Especial de Ordenación del Frente de Playa de las Teresitas (PET).

Debe permitir a la ciudadanía vías para expresar sus valores en relación al medio ambiente, al espacio público, etc.  cuando éstos son afectados por decisiones políticas; y presentar resultados de forma que se maximice la pertinencia de los  mismos a ojos de la comunidad y de los responsables de la toma de decisiones implicados. Debe considerar las implicaciones distributivas potenciales a través de preguntas como: ¿Quiénes sufrirán los daños y quiénes obtendrán los beneficios?, ¿Están los potenciales implicados en posición de expresar sus preocupaciones?

El proceso de participación para el Plan Especial de Ordenación del Frente de Las Teresitas, más que producir números estadísticos que lo “autovaliden”, se ha diseñado para producir un proceso social deliberativo en tiempo real que conduzca a que se expliciten los conflictos ocultos que puedan existir entre los agentes. Es por ello que debe asegurarse la invitación a todos los agentes potenciales en posición de expresar sus preocupaciones. A este respecto, decir, que no basta con la invitación a participar sino que se debe persuadir al participante con dinámicas abiertas, inclusivas y transparentes.

El desafío central de la estrategia metodológica se debe encaminar a alcanzar la mayor representatividad de los diferentes sectores que interactúan en la sociedad, el logro de una comunicación real entre los actores, conseguida en un contexto de reconocimiento mutuo como sujetos de diálogo, en cada uno de los momentos claves de su interacción.

El objetivo de la  validación técnica es:

– Revisar los tres pilares de todo proceso de participación: los actores como fuente de información y conocimiento; el proceso colectivo de toma de decisiones del cual derivan las necesidades de valoración; y el equipo evaluador del mismo. 

– El propósito de las metodologías para propiciar la participación entre agentes debe ser: explicitar los conflictos de intereses inherentes al proceso, evitando la construcción de falsos consensos.

– Existencia de mesas mixtas de trabajo (agentes con intereses dispares) facilitan la construcción colectiva de ideas y el entendimiento de que la participación no sólo consiste en expresar “mis intereses” sino en discutirlos y complementarlos con los de los “demás”.

Pensamos que el desarrollo del proceso de diálogo se debe realizar a través de la secuencia de los siguientes pasos metodológicos:

1. El posicionamiento de todos los actores del proceso como interlocutores reconocidos.

2. La identificación de las inquietudes, nudos y puntos de controversia de la propuestas, así como la elaboración positiva de consensos, alcanzando nuevas opiniones, la redacción de aportes y recomendaciones al documento.

3. Sistematización y registro de los aportes producidos en el proceso, incluyendo la validación de los mismos para su mejor comprensión.

4.El acceso a la información producida durante el proceso mismo, mediante la presentación de exposiciones y ponencias.

espacio esquema playa

En concreto el proceso de participación se ha articulado en torno a tres ejes muy claros:

Espacio de participación física en la playa «Chiringuito participativo»: Dispositivo de participación que persigue realizar encuestas a pie de playa, así como talleres específicos con niños, personas mayores, bañistas habituales y también usuarios extranjeros que aporten puntos de vista  «outsider».

Espacio de participación vistual: www.laplayaquequeremos.com, dispositivo de seguimiento en tiempo real de los resultados de las encuestas, registro fotográfico, calendario actualizado de los talleres y canal para revibir comentarios sobre la playa, el proceso mismo y demás.

Talleres específicos de participación: Conjunto de talleres de los agentes que se han mapeado en las sesiones previas de trabajo. En estos talleres se realizan dinámicas concretas de participación sobre la importancia del Plan Especial, su significado, el capital simbólico de la playa, la playa como elemento natural, accesibilidad y también el nivel de  recusos disponibles desde la ciudadanía. Estos talleres no se realizan en el espacio «chiringuito participativo» sino en dependencia municipales y sedes de asociaciones de vecinos. (subiremos fotos sobre estos talleres en un futuro próximo).\Servidor_dellFilesystemSIC A+U S.L.PE. DROPBOXDropboxTERE

Esquema de modelo de participación:

Sobre los falsos consensos o “consensos forzados”.

¿Es necesario el consenso?. A menudo es necesario, pero no siempre. Es cierto que sin él muy poco se podría hacer, sin embargo muchas veces, cuando se cree que un modelo conflictivo conduce a la fragmentación de varias comunidades, es precisamente el modelo consensual el que produce esta fragmentación; solo que lo hace por medio de una pasividad colectiva. A veces, el modelo conflictivo puede entenderse como el modelo más activo y participativo. Desde el vivero de iniciativas ciudadanas hemos observado que en muchos casos el consenso conduce a ideas menos desafiantes, que terminan por no contentar a nadie y donde nadie se queja. Apostamos en este sentido por tratar de visibilizar que numerosas veces el camino de salida se obtiene tratando de unir varias soluciones a un mismo problema. Soluciones diversas que coexistan y que recojan las ideas contrapuestas (disensos), e incluso permitir que sea luego el propio desarrollo de los acontecimientos los que terminen por decantar la balanza.

Si algo debe evitar la participación es obtener una ciudadanía adormecida, poco activa y encorsetada por un consenso forzado. Debería haber un desacuerdo productivo, que cuestione lo que es obvio. El conflicto debe entenderse como una práctica de micro-política a través de la cual los participantes se convierten en agentes activos que reclaman ser actores en el campo de la fuerza que están enfrentando. De esta manera la participación se convierte en una forma de compromiso crítico. Una de las posibilidades para superar el disenso es  permitir que las ideas contrapuestas puedan seguir desarrollándose en las fases siguientes a la participación ciudadana, involucrando a los agentes más activos a seguir en el proceso. La participación ciudadana no debe quedar constreñida al propio proceso de participación y consulta sino que en la actualidad existen formas para incorporar esta participación en el desarrollo futuro del plan de ordenación: incorporando líneas estratégicas a desarrollar por las iniciativas ciudadanas y comunidades.  En este sentido, la participación se debería ver más como una suma de recursos para facilitar la mejor ordenación posible.

 Modelo heurístico empleado.

El desafío de la complejidad urbanística al cual tienen que hacer frente las ciudades de hoy, no puede apoyarse sólo en especialistas sino en una colaboración interdisciplinar y participativa donde la arquitectura y el urbanismo  se nutran. La ciudad contemporánea requiere, para facilitar esta conexión, de planteamientos relativos a nuevos escenarios de colaboración entre personas,  es decir,  la estrategia reside en compartir dentro de un marco colaborativo. El “juntos” como una estrategia de futuro, que potencie la producción de espacio público, un espacio creativo donde la cultura urbana y la manera de hacer las cosas desempeñan un papel importante en la renovación urbana. 

Tal como hemos adelantado en varios momentos es de vital importancia cartografiar o visibilizar los recursos disponibles que pone cada agente en el espacio público de la playa. Recursos no significa hablar exclusivamente de los económicos. Este aspecto nos ayuda a dos cosas:

-Por un lado potencia la participación espacio de colaboración.

-Permite potenciar el empoderamiento y el emprendizaje en la zona, permitiendo el desarrollo de líneas de acción desde la ciudadanía.

– Involucrar al ciudadano en las fases finales de elaboración del proyecto. 

¿Por qué circunscribir la actuación del ciudadano a la fase de recogida de la información inicial? Por qué no  incorporar a determinados representantes de cada colectivo en la toma de decisiones del proyecto a medida que va avanzando en el mismo.

Algunas fotos del proceso en la playa: (fuente: www.laplayaquequeremos.com)

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Actualizaremos impresiones y documentación al final del proceso de participación previsto para la primera semana de Noviembre de 2014.

Equipos y entidades que intervienen:

Vive  
Diana Publicidad
Vivero de Iniciativas Ciudadanas
Geria Sostenibilidad
Concejalía de Urbanismo del Ecxmo Ayto de Santa Cruz de Tenerife.
Concejalía de Participación del Ecxmo Ayto de Santa Cruz de Tenerife.