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Practicas de proyecto: deseos calculados

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Existe un punto en nuestro desarrollo educativo y madurez pedagógica en la que el sistema –y nosotras mismas- debemos elegir el camino por el que seguir transitando y apostando, con el coste de oportunidad hacia otras opciones que ello conlleva. Este momento es, en realidad, un proceso de decantación progresivo que suele cristalizar en la transición vital alrededor de la mayoría de edad. En dicho intervalo muchas de nosotras nos planteamos cual será la apuesta a nivel educativo, laboral y profesional, y por tanto que itinerario queremos elegir.

Dicha elección posee en la educación reglada distintos itinerarios claramente definidos, algo que, quizás en el futuro no sea así. De esta forma la adolescencia estudiante debe seleccionar si prefiere buscar opciones laborales –y en qué- o decide seguir estudiando las diferentes opciones que se abres –Formación profesional, grados, otras enseñanzas…-

Es posible que muchas personas tengan claro que quieren ser/hacer -trabajar- en el futuro y, por tanto, tengan clara la elección de dicho itinerario, la carrera que quieran estudiar e incluso el tipo de trabajo que quieran desempeñar en el futuro. Esta claridad puede estar aparejada a una tradición familiar, a una oportunidad en la misma, a una vocación innata…

Pero otras muchas personas poseen dudas razonables acerca de qué hacer, en qué involucrarse, qué estudiar, si esa carrera o aquella formación o itinerario servirá o les gustará…Este cuestionamiento vital produce un cierto desasosiego puesto que, aunque siempre se puede cambiar de estudios, carrera o formación, éstas implican mucho esfuerzo y grandes períodos de tiempo, 3-4 años en el mejor de los casos, por lo que es una decisión bastante trascendental para muchos jóvenes.

Estas incertidumbres vitales acerca de qué estudiar –o no hacerlo- suelen ser compartidas en los entornos inmediatos y más próximos. Chicas y chicos preguntan y comentan con sus familias sus ideas a la hora de escoger sus estudios o su opción laboral, la valoración más o menos rigurosa de cada una de las opciones, la estimación de pros y contras, etc.

Frente a este dilema trascendental la recomendación que el entorno –familiar- suele aportar posee se enmarca en una de estas dos opciones – aunque ninguna de las dos opciones se da de forma pura sino en una aleación variable-:

1) ¡Haz lo que te guste!

2) ¡Haz esto -o aquello-, que hay más oportunidades, salidas, demanda, trabajo…!

De esta forma las opciones se reducen a dos posibilidades –abarcantes-: una propone que nos guiemos por nuestros gustos, sentimientos, intuiciones o impulsos. Que elijamos un camino o estudio que nos motive, nos estimule y nos inspire, sin tener –mucho- en cuenta la posible utilidad, operatividad o inserción de dicha práctica en el mercado laboral, la demanda empresarial, la corriente social, el sector creciente u otro tipo de consideraciones (prestigio, reputación, tradición…). La otra establece un cálculo en base a las expectativas o proyecciones que gente que nos quiere y que tiene más experiencia considera. Se plantea un cierto “sacrificio” al subordinar los impulsos o gustos en pos de un futuro mejor, más oportunidades de empleo, empleos mejor remunerados, mayor demanda de los mismos, etc.

Esta segunda opción incluso puede ofrecer garantías tangibles en forma de negocios, empresas, locales, activos o patrimonio existente que podamos heredar, continuar, mantener o ampliar, por lo que podemos obtener una ventaja considerable sobre el punto de partida común –herencia-.

Así que encontramos como muchas de nosotras hemos seleccionado caminos en base a nuestros gustos y deseos, y otras muchas en base a expectativas u oportunidades existentes.  Aquella amiga que hizo farmacia porque, aunque prefería estudiar medicina, sus padres tenían una farmacia y así tenía el trabajo asegurado. Aquel amigo que se puso a trabajar en la empresa de su padre y no estudió porque prefirió ganar dinero. El compañero que aprovechó su habilidad con los videojuegos para involucrarse en el negocio de la producción digital. El primo que se metió a informático y programador porque es la “carrera del futuro” y hay “paro cero”. La vecina loca que se puso a estudiar Filología árabe porque “era lo que le gustaba”…¿Quién de nosotras no conoce alguna de estas historias o similares?

Lo que es cierto es que la vida real es, muchas veces, muy distinta a lo que esperábamos y a nuestras predicciones. También muy distinta a las predicciones de gente con experiencia y conocimiento. Afortunadamente. Aquella chica que le apasionaban los idiomas y estudió la filología más remota existente hoy desarrolla su actividad como traductora en el Parlamento Europeo, posee un muy buen sueldo y buenas condiciones laborales, viaja, conoce gente de muchos países e incluso está escribiendo un libro. Aquella opción que se situaba en los rankings estadísticos como la menor en tasa de empleo u oportunidades laborales ha demostrado ser un acierto para su desarrollo vital/profesional.

Por el contra aquel otro colega que estudio derecho para ser notario como su padre y poder, además, trabajar en la propia notaria familiar se dio cuenta a los pocos años de que ese trabajo-vida no era la que a él le gustaba. Que había estudiado y se había formado en base a unas expectativas inducidas por su entorno, o simplemente no se había planteado profundamente sus inquietudes o expectativas y habiéndose dejado arrastrar por la inercia y el miedo al cuestionamiento personal había estado en un entorno que le generaba frustración, aburrimiento y falta de estímulo, aún con un buen sueldo por hacer lo que se esperaba de él que hiciese.

Son sólo dos ejemplos de cómo cada una de las elecciones pueden no funcionar. Efectivamente es bastante probable que las personas que sepan programar puedan poseer buenas oportunidades laborales en el futuro. También es muy plausible que si las familias cuentan con una empresa, despacho o negocio tengamos más facilidad continuando en el entorno cercano que buscando de cero nuevos caminos.

Pero también es muy posible que si hacemos lo que nos gusta, nos apasiona y nos inspira podamos encontrar caminos para el desarrollo de nuestras ideas o inquietudes, podamos proponer e innovar para, finalmente, abrirnos caminos. Puede ser más o menos fácil y será, con seguridad, largo y trabajoso. Y si además podemos articular nuestros gustos e intereses con las valoraciones de entornos afectivos con experiencia, expectativas de mercado, tendencias y nichos de mercado es muy probable que podamos dar con una clave para que ambas posturas puedan trabajar conjuntamente

Desde nuestra práctica diaria encontramos como los ejemplos anteriormente descritos se reproducen a la hora de proponer un proyecto, de construir un emprendimiento colectivo, una propuesta de autoempleo o una idea. Y para ello nos situamos entre dos esferas: la cultural y la de la economía social.

En nuestra esfera cultural existen múltiples agentes y programas que apelan y convocan a personas a que propongan y compartan ideas y proyectos para construirlos de forma colectiva, abierta y colaborativa. Estos laboratorios ciudadanosde cultura digital y libre, distritales, sectorialesurbanos, iberoamericanos, híbridos,  universitarios, de mediación, participativos…- plantean entornos y espacios de trabajo participativos con recursos que convocan ideas y personas –promotorxs, colaboradorxs, mediadorxs, facilitadorxs- para construir de forma abierta y colaborativa proyectos colectivos experimentales. Apelan a la inventiva, la innovación, las sinergias y las intuiciones de sus participantes para desarrollar prototipos de distinta índole –digitales, analógicos, urbanos…- que resuelvan problemáticas existentes y/o mejoren aspectos de nuestras vidas, contribuyan a desarrollar valores compartidos –transparencia, ética, justicia social, participación, corresponsabilidad, sostenibilidad, medioambiente, salud, igualdad, derechos, visibilización de conflictos, etc.-

Los laboratorios ciudadanos se dimensionan en función de los recursos se incidencia que se pretenda. Pueden tener carácter global convocando proyectos y personas de todo el planeta o una región –Europa, Iberoamérica- o centrarse en una ciudad, un distrito, un barrio o una plaza o calle específica. Pueden convocar pocas personas y proyectos o un gran número de ellos. Pueden durar pocas semanas o varios meses. Pueden centrarse en aspectos territoriales, en aspectos sociales o en aspectos sectoriales. Puede combinar acciones presenciales y digitales. Pueden estar promovidos desde las administraciones públicas, empresas, gobiernos, fundaciones o universidades. Sea como fuere en todos ellos se formarán entornos de trabajo experimental para desarrollar proyectos innovadores gracias a la colaboración abierta colectiva.

Por otro lado en la esfera de economía social la aproximación a los proyectos se efectúa desde la introducción del criterio de expectativa económica, nicho de mercado o propuesta de valor desde el comienzo. Las técnicas habituales de emprendimiento económico buscan la identificación de clientes potenciales a través de la segmentación del público, las propuestas de valor en forma de productos o servicios, los canales de producción, distribución y venta, la relación con los clientes, la estructura de costes e ingresos, los impactos y beneficios sociales y medioambientales, los recursos y acciones clave…

Los instrumentos de la economía social para empoderar y generar proyectos cooperativos se centran en cursos y máster, asesoramientos, redes de apoyo, grupos cooperativos y administraciones públicas. En todos ellos se establecen metodologías propias para introducir los factores económicos desde el comienzo de una forma ética, colectiva, trasparente, democrática y local en el que el lucro pasa a estar asociado a los valores de los social –las personas- y el medioambiente –nuestro entorno-. De esta manera se busca que la generación de tejido productivo y empresas cooperativas operen de otra forma más respetuosa con los valores sociales y ambientales planteando alternativas reales y sostenibles a la depredación y explotación capitalista.

Las dos esferas, la cultural y la económica –social y solidaria-, comparten muchos valores y objetivos. Ambas buscan la mejora de nuestro entorno en base a las ideas y esfuerzos colectivos. Ambas creen en la inteligencia colectiva y la innovación social. Ambas poseen profundas convicciones éticas y de justicia social y ambiental. Ambas creen en alternativas a los desórdenes presenten y apuestan por un mejor porvenir. Pero ambas poseen una gran dificultad y un gran reto por resolver.

La buena noticia es que ambas esferas pueden trabajar conjuntamente en resolver dichos retos de forma articulada y simbiótica.

La esfera cultural a través de los laboratorios ciudadanos es capaz de generar una gran cantidad de innovación, ilusión, ideas y propuestas creativas y experimentales en base a entonos muy abiertos, mediadorxs, expertxs e intercambio de conocimiento fluido. Un desarrollo rápido de proyectos y resultados sorprendentes. Pero una vez realizado el laboratorio ¿qué ocurre?. Ahí reside el problema del mismo. La finalidad del laboratorio consiste en detonar procesos, provocar propuestas, conectar ideas, acelerar cambios. Pero una vez que el laboratorio finaliza no existe un planteamiento que otorgue continuidad a todo el trabajo realizado por lo que los proyectos y sus comunidades quedan en suspenso.

En los mejores casos los laboratorios contarán con otros agentes en las presentaciones finales del mismo: administraciones, universidades e incluso empresas que podrán brindar a los proyectos continuidad, apoyo institucional, ayudas, subvenciones, convenios…Otros proyectos podrán intentar continuar su trabajo en nuevas convocatorias de laboratorios, becas, ayudas o residencias. La comunidad quedará vinculada por un telegram o grupo de correo donde intentarán mantener el proyecto con vida a través del trabajo voluntario de sus miembrxs, su tiempo y empeño. Si la fortuna no sonríe dichos proyectos irán muriendo progresivamente para dejar tras de sí las ilusiones en forma de registro audiovisual, su rastro en redes y blogs y una bonita experiencia para sus cocreadorxs.

Además, debido a que en dichos laboratorios de proyectos experimentales no se suele incorporar un criterio económico de sostenibilidad del proyecto –y mucho menos de sostenibilidad vital para sus promotores y equipo- el proyecto no estará enfocado para la venta de productos y servicios para el mercado y, como mucho, su principal cliente potencial será la propia administración pública y otro tipo de ayudas, subvenciones o patrocinios público-privados.

La esfera de la economía social y solidaria busca generar economía productiva a partir de colectivos y personas que puedan compartir unos valores conjuntos y quieran apostar por una economía productiva alternativa. Pero en muchas ocasiones sus programas y proyectos van destinados a personas desempleadas, con pocos recursos, expulsados del mercado de trabajo, con prejubilaciones o despidos que permiten la capitalización de un pequeño capital para inversión en autoempleo. Personas que, muchas veces, han trabajado toda su vida por cuenta ajena de pronto se ven interpeladas a conformar su propia cooperativa, a emprender por cuenta propia, a arriesgar, invertir y gestionar sus propias empresas. Y para ello se apela, en el mejor de los casos, a los conocimientos adquiridos durante la vida profesional, a la formación recibida o a la experiencia de un sector específico. Si esto no se da habrá que emprender sobre una intuición, una apuesta en forma de local, negocio o pequeña empresa de productos y servicios que logre conformar un producto de valor, una cartera de clientes y todo el conocimiento y pericia empresarial y gerencial para desarrollarlo –normativa, comunicación, marketing, cartera de productos, plan de empresa, viabilidad, financiación, administración, conocimientos financieros, laborales, fiscales…-.

Por tanto es muy dificultoso arrancar un proyecto de autoempleo, aunque éste sea colectivo, ya que se introduce el factor humano que es difícil de gestionar en muchas ocasiones –confianza, responsabilidad, lealtad, interés compartido, compromiso…- sobre todo cuando existe una inversión vital en el proyecto y en él te juegas tu futuro y el sostenimiento de tu propia vida. Las redes de economía social y solidaria –otras cooperativas, financiación ética, espacios compartidos, programas de apoyo e impulso…- intentan mitigar la sensación de vértigo en el camino pero esto es difícil cuando las personas prefieren buscar refugio en la economía convencional, en la formación, en los trabajos informales o en las redes de apoyo mutuo. Todo ello encaminado a evitar una excesiva exposición y riesgo en el arduo camino de la cultura emprendedora –de la que no somos un claro exponente histórico-.

La esfera cultural es capaz de detonar proyectos creativos e innovadores en base a la ilusión y colaboración sin una excesiva preocupación por su sostenibilidad económica. La esfera de la economía social y solidaria  es capaz de ofrecer una cobertura y red sinérgica y de apoyo para las actividades productivas en base a relaciones comerciales recíprocas con componente ético para la sostenibilidad de la cooperativa.

La esfera cultura posee un reto: dotar de continuidad a los proyectos más allá de su desarrollo inicial.

La esfera económica posee un reto: establecer un arranque de proyectos proactivo, ilusionante, confiado y soñador.

¿Qué tal si articulamos ambas esferas?

La esfera cultural detona los procesos permitiendo a las personas que trabajen y apuesten por lo que les gusta en base a su ilusión y ganas. La esfera cultural dota de sostenibilidad, continuidad y cobertura dichos esfuerzos. Los proyectos comienzan en su estado cultural y en el reto final de dicha esfera –la continuidad- se articulan en su fase económica y productiva –la economía social y solidaria- de forma que ambas esferas resuelven sus contradicciones ye l proyecto transita desde la ilusión del comienzo al compromiso final.

Este camino varía en el tiempo y en cada una de sus fases. Será un camino arduo y duro. Mucha gente se irá quedando por el camino pero encontraremos otros aliados y compañeras. Pero comenzaremos nuestro proyecto en base a lo que nos gusta, y haremos de ello nuestra forma de trabajo y el sostenimiento de nuestra vida. Y serán las propias iniciativas ciudadanas las que deberán ser conscientes de los «sacrificios» que deberán hacer -formalización, profesionalización, organización, competencia, posicionamiento, estructuración, facturación, comercialización….- para proseguir con el itinerario planteado que transita entre ambas esferas para generar la sostenibilidad del proyecto y de la vida de sus miembros.

Al igual que en la elección de una carrera no empezaremos por lo que pensamos que nos va a dar de comer para darnos cuenta luego que no nos gusta. Tampoco haremos caso al primer impulso para darnos cuenta después de que ello no es viable para nuestro sostenimiento vital. Buscaremos un término intermedio en el que se articulen nuestros deseos con los cálculos y expectativas en nuestro acierto y fortuna.

Empecemos por lo que nos gusta e integremos progresivamente la sostenibilidad económica del proyecto y de nosotras mismas. No al revés.

El mensaje:

¡Haz lo que te guste…y búscate la vida!

 diagrama proyecto copia

Diagrama “Práctica del proyecto”

El diagrama se estructura en una serie de fases y saltos secuenciales que están organizados en base a la articulación de las esferas de la cultura y de la economía social y solidaria. Todo ello forma parte del mismo proceso de maduración progresiva del proyecto –y las personas asociadas-.

En dicho proceso se darán, por tanto, fases de proyecto que poseen un carácter no-monetario ya que se encuentran en la fase cultural. En este primer momento el proyecto será productivo o reproductivo pero en base a otros capitales no monetarizados –confianza, creatividad, tiempo, conocimientos, saberes, habilidades, salud…-. En el segundo momento se introduce el capital monetario en la fase económica pero nunca como el principal, sino que se seguirán evaluando los impactos sociales y medioambientales de nuestra actividad productiva.

Cada fase del diagrama posee una doble articulación: un desarrollo “horizontal”, que puede variar en el tiempo de forma muy considerable, y un “salto” vertical que se produce cuando de ha alcanzado dicho desarrollo. El salto permite comenzar un nuevo ciclo de desarrollo cualitativamente más avanzado –más maduro- del proyecto.

Las diferentes fases de maduración, compuestas por los binomios de desarrollo+salto van conformando la maduración del proyecto –que pasa de idea a propuesta a iniciativa ciudadana a iniciativa en economía social y solidaria o cooperativa-. Así mismo va aglutinando equipo y comunidad alrededor de la maduración del proyecto –promotores, equipo interno, equipo externo o colaboradores, perfiles necesarios, redes de apoyo, clientes, etc.-

De esta forma la primera fase del diagrama implica la identificación de una idea en base a una cadena de valor explícita o tácitamente. La cadena de valor puede ser social, territorial, sectorial o una combinación de todas ellas. La cadena de valor posee una formulación tradicional de tipo: suministro-diseño-producción-transformación-distribución-venta y consumo-recogida y recuperación –reutilización y reparación, reciclado y residuos. Las cadenas de valor existentes puede poseer “vacíos” en los que una idea puede encontrar su nicho de mercado o incidencia socioeconómica –necesidad-(Ejemplo: Reparto de mensajería no contaminante e inclusiva de última milla para el comercio electrónico). También se puede generar una cadena de valor ex novo a partir de una potencialidad detectada (Ejemplo: Intercambio libre de libros en base a los excedentes que acumulamos en nuestras casa, escuelas, etc.…-). (Fase 00)

Una vez identificada la idea por un promotor o promotores habrá que estructurar las tareas y los perfiles necesarios para comenzar a desarrollarla. Coordinar las acciones, fabricar prototipos, mediar con la comunidad, facilitar procesos, diseñar la imagen, ejecutar la comunicación, dinamizar procesos de participación, vincular personas, establecer alianzas, conseguir recursos, distribuir tareas…todo ello conlleva la estructuración de la idea para construir una propuesta más aterrizada y un equipo de trabajo que combina a los promotores con personas del equipo de trabajo, colaboradores externos y perfiles necesarios en el futuro. (Fases 01 y 02)

Una vez que la propuesta está estructurada y tenemos el equipo y la comunidad necesaria ejecutaremos el proyecto, al menos en fase de prototipo. Para ello utilizaremos numerosas estrategias y técnicas como el design thinking, el dafo, el open space, la fabricación digital o analógica, la programación, el toolkit, etc. (Fase 03)

Esta es la fase en la que se quedan la mayor parte de los proyectos que operan en la esfera cultural –proyectos experimentales-. Una vez ejecutado el proyecto –en fase de prototipo- su salida es la búsqueda de nuevos recursos, espacios, tiempos y personas que permitan seguir desarrollando el proyecto. Después de la fase 03 es donde se debe producir la articulación con la esfera económica. Los proyectos ya poseen un bagaje suficiente como para entrar en una nueva fase de maduración donde el criterio económico –para la sostenibilidad del propio proyecto y de la vida de las personas que lo conforman- comience a ser central y estructurante.

Para ello el proyecto debe trabajar en su modelo de negocio, profesionalización de sus actividades, viabilidad, financiación, costes e ingresos, forma jurídica, cartera de clientes…a través de los instrumentos que operan en la esfera económica –canvas, plan de empresa, modelo de negocio-. (Fase 05)

Finalmente una vez constituido el proyecto en su forma económica –cooperativa de servicios con socios trabajadores por ejemplo- una última fase será la de integrarse en una red más amplia de economía social y solidaria –cooperativa de segundo grado, mercado social, red nacional…-.  Además el ciclo se cierra al volver a examinar la cadena de valor con los nuevos actores generados y analizar y proponer sinergias y conexiones en la propia cadena de valor y otras cadenas que intersecten la propia.

 

 

 

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Derechos de Cuidado Urbano

“Hace falta cuidar los lugares comunes, los marcos visuales y los hitos urbanos que acrecientan nuestro sentido de pertenencia, nuestra sensación de arraigo, nuestro sentimiento de “estar en casa” dentro de la ciudad que nos contiene y nos une.” Francisco. Carta Encíclica Laudato Si´

“Allí donde la propiedad triunfa…la comunidad tiende a desaparecer…” Lefebvre H. De lo rural a lo urbano.

 “Mucho se ha escrito sobre el tema de la función social de la propiedad, aunque con resultados prácticos escasamente aprovechables.” Carrasco Perera Á. Derecho civil.

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Artículo completo:

I: Ciudad

II: Campo

III: Objetivos X Derechos

 

El economista Ricardo pronosticó en el siglo XIX cómo el valor del suelo rural aumentaría de forma ilimitada y sostenida en el tiempo, debido al incremento prolongado y constante de población en Europa, que era mayoritariamente campesinado. El escenario planteado por Ricardo conducía a una presión mayor del campesinado sobre el campo haciendo que éste cada vez valiese más, debido a su escasez con respecto a la población, y por tanto planteaba nuevos impuestos progresivos a los terratenientes que eran los beneficiarios pasivos del aumento del valor de sus tierras por presión demográfica. Ricardo se equivocó. La Revolución Industrial, el masivo movimiento de población del campo a la ciudad y la mecanización del primero hicieron que el valor de la tierra rural comenzase a decrecer hasta nuestros días.

Al igual que la previsión que postuló Ricardo, hoy vivimos un inexorable aumento de los precios del suelo urbano, haciendo que éste se revalorice de forma constante y que, por tanto, los propietarios de dicho suelo asistan felices al aumento de –posibles y futuras- plusvalías de su propiedad sin hacer prácticamente nada –especulación-. Pero ¿quién nos dice que ese círculo no pueda romperse y que dicha linealidad se interrumpa como pasó con la previsión del economista judío? Hoy en día asistimos a una nueva revolución tecnológica que plantea esquemas novedosos a nivel laboral –como el teletrabajo, videoconferencias, documentos compartidos, servidores online…-, a nivel comercial –envío de paquetería mediante drones, consumo colaborativo, economía compartida- a nivel comunicacional –, nuevas tecnologías, infraestructuras ultrarrápidas de transporte- e incluso a nivel afectivo –relaciones virtuales…- Quizás la ciudad se trasforme, y nosotros con ella, y podamos vivir, trabajar y relacionarnos de nuevo en el campo. Quizás las ciudades se redistribuyan, se dispersen, se recentralicen haciendo que el valor del suelo varíe de forma drástica imponiendo nuevas lógicas distintas a las actuales. Si esto fuera así la lógica economicista e inversionista existente en la actualidad no tendría sentido –como la lógica productiva de la posguerra que planteó la PAC- y por tanto las políticas públicas urbanas deberían reorientarse hacia el cuidado urbano. ¿Es el momento de que esto empiece a pasar? El agotamiento del modelo vigente evidencia  que sí.

La Política Agrícola Comunitaria -PAC- entendió cómo la fase desarrollista de producción agropecuaria llevó –una vez superada la primera etapa de escasez y modernización- a la aparición de excedentes, bajadas de precios, cuotas y dumping social, y ello le llevo a reorientar su política hacia el cuidado del entorno rural –paisajismo-, la calidad del medio ambiente –aire, acuíferos, corredores ecológicos…-, el complemento de renta de los agricultores y ganaderos –fijación de población, relevo generacional…- y la soberanía alimentaria. Para ello estableció una serie de ayudas asociadas en base a la Condicionalidad de las políticas de cultivo comunitario –planificación, diversificación, buenas prácticas, coordinación, medioambiente…- la Actividad del agricultor y el trabajo de la tierra, sea éste propietario o no de la misma, y el Desacoplamiento de la ayuda con respecto a la productividad de la tierra.

De igual forma la Política Urbana Comunitaria –inexistente hasta la fecha- debería transformar su falta de coordinación –que se traduce en una insostenible carrera desarrollista de los municipios y núcleos urbanos- en el Cuidado Urbano, en el que los criterios administrativos apuesten claramente por un desacoplamiento de la “productividad urbana” –entendida ésta como el desarrollismo, las grandes operaciones inmobiliarias, los megaproyectos, las infraestructuras faraónicas…- y lo reorienten hacia políticas de cuidado urbano, en el que los espacios ya existentes se reaprovechen y se doten de nuevos usos, programas y capacidades que incidan en la autoproducción energética –renovable- en la soberanía alimentaria, en la calidad del espacio público, en la utilización del parque inmobiliario –sin viviendas vacías-, en la implicación directa de la ciudadanía en la cogestión de su ciudad, en el reciclaje y eficiencia de los recursos materiales, en la progresiva eliminación de la movilidad motorizada contaminante y sustitución por otras formas de movilidad, etc.

Ello solo puede hacerse a través de una clara apuesta por dichas políticas, que inviertan en los cuidadores urbanos a través de sus proyectos de mejora y cuidado de nuestras ciudades a través de sus espacios. Los Derechos de Cuidado Urbano –DCU- formulan un instrumento idóneo para implementar dichas políticas de una forma decidida, congruente y contundente.

Los Derechos de Cuidado Urbano DCU establecen un marco en el que la realización de experiencias urbanas transformadoras quedan amparadas y protegidas por la integración de aspectos legales y económicos. Esta doble condición –adquisición de derechos aparejados con ayudas económica- hace que nuevas herramientas de planeamiento, diseño y gestión urbana puedan ser protegidas, consolidadas, incubadas y replicadas. La convergencia de la actividad territorial, jurídica y económica reside en la confluencia de lo privado como en lo público, haciendo que la ciudad salga de dicho binomio –la ciudad como procomún-.

Todas estas prácticas tienen como fin último la transformación del modelo de urbanización vigente en base a criterios comunitarios, medioambientales, inclusivos, éticos, estéticos y corresponsables. Aquellas iniciativas comunitarias que desarrollen labores de cuidado urbano deben poseer mecanismos institucionales que contribuyan a que el conjunto de la ciudad y su ciudadanía sea capaz de progresar en su autonomía, emancipación y soberanía –energética, alimentaria, tecnológica, económica, política, cultural…-. La recuperación de la soberanía a través del cuidado urbano de cada ciudad redundará en la incansable búsqueda de la equidad urbana a través de la justicia social pero también de la justicia espacial.

En este sentido la trasformación planteada comienza por la cada una de las ciudades en las que se implanten DCU. La ciudad es el escalón más cercano a las ciudadanas, y por tanto debe liderar este tipo de procesos. Esta red de cuidados urbanos es una red de prácticas de cuidados distribuidas a lo largo de las “Ciudades Unidas” que conforman dicha red. Una acción conjunta descentralizada territorialmente a la par que basada en la construcción colectiva.

A su vez cada ciudad será en sí misma una red distribuida de espacios y lugares –placemaking– donde la Ética de los Cuidados –urbanos- de desarrolla como contrapunto a la ciudad construida sobre principios comerciales –Who owns the city?- y donde el “vivir” sea la centralidad, desplazando al “invertir”. Los Derechos de Cuidado Urbano apelan y trascienden la mera urbanización de la ciudad –construcción material e irreversible del suelo urbano- a la construcción inmaterial y colectiva de la Ciudad. Construir la sanidad –no un hospital-, edificar la justicia –no la “Ciudad de la Justicia”…-. Derechos de Cuidado Urbano para la vida urbana.

La propuesta de Derechos de Cuidado Urbano no es ninguna utopía. No es una ensoñación carente de significado. No es una idea feliz, desarraigada y sin referencias. No es una política vieja, antisistema, comunista, centralizadora, regresiva o expropiatoria. Se fundamenta, revisa y traspone una Política Comunitaria actual, vigente, sistémica, respaldada, exitosa, progresiva y modernizadora que aplican en más del 70% de la superficie de nuestros lugares: aquellos que no son ciudad –todavía…-

De acuerdo con los instrumentos de planificación contemplados, cada administración determinará las cuantías dedicadas a  dichos derechos, establecerá su escalabilidad, la composición de su órgano regulatorio, las prioridades de intervención, etc. Y ello deberá redundar en una mejor ciudad, más inclusiva, sostenible, ética y abierta. Donde las redes de ayuda mutua, la corresponsabilidad, el trabajo en red, la participación, la coproducción urbana, la justicia social, el medioambiente y tantos otros capitales y valores colectivos estén reconocidos, instituidos y retribuidos. Que todos los objetivos, deseos y compromisos a los que nos sumamos de forma incuestionable dejen de ser un cúmulo de buenas intenciones y lugares comunes para ser un verdadero compromiso de política pública que conlleve una inversión colectiva congruente para que los lugares de nuestro hábitat sean mejores cada día, para nosotros y para nuestras próximas generaciones.

Los Derechos de Cuidado Urbano:

– Propiciarán la urbanidad, es decir, una ciudanía empoderada, solidaria, proactiva y emancipada.

– Propiciarán la participación ciudadana y la gobernanza colectiva.

– Propiciarán la coproducción concertada de la ciudad y el manejo colectivo del hábitat urbano concertado

– Propiciarán la mejora del medio ambiente urbano y armonización con la naturaleza del territorio que lo sustenta.

– Propiciarán los espacios abiertos, la diversidad cultural, la soberanía alimentaria y energética, el reciclaje, la movilidad, el acceso a la vivienda, la economía social y la cogestión urbana.

– Propiciarán la recursividad, redistribución y armonización inclusiva e igualitaria de actividades productivas y reproductivas en la ciudad.

– Propiciarán el embellecimiento y la mejora estética del paisaje urbano.

 

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Definición: Arrendamiento y Ocupación –en régimen de alquiler- de vivienda anteriormente desocupada –“Vivienda Vacía”.

Justificación: “Gente sin casas, casas sin gente”  Un mercado inmobiliario que posee una gran cantidad de viviendas vacías en nuestras ciudades -con fines especulativos- necesita introducir fines sociales en la vivienda a través del alquiler a largo plazo a moradores locales en sus barrios.

Relevancia: La progresiva ocupación del parqué inmobiliario vacante por moradores locales permitirá un refuerzo vital en las ciudades, evitando la gentrificación –expulsión, sustitución, desplazamiento, especulación, espectacularización, etc.…-, priorizando los fines sociales de la vivienda y permitiendo establecer “proyectos de vida” a la población.

Obtención Derechos: Presentación de proyecto a la reserva de derechos DCU01. Justificación conformidad propietario vivienda.  Justificación de “vivienda vacía” –relación de consumos y suministros –agua, luz, gas, teléfono…- de los últimos 5 años-. Aprobación de proyecto.

Titular Derechos: Arrendatarios. En caso de que el titular del derecho abandone la vivienda con anterioridad a la finalización del período los derechos revierten a la reserva DCU01. El nuevo arrendatario podrá solicitar dichos derechos pendientes por el período no disfrutado previa aprobación de la solicitud correspondiente –evitando mala praxis-.

Unidad de Cálculo: m ²

Cuantía Derecho:  16 €/ m ² año

Período Derecho: 12 años –no prorrogable-

Revisión: Anual. Informe bipartito –arrendatario y auditoría-. Aprobación propiedad privada particular –no administración-.

Observaciones: Las políticas públicas para evitar las “viviendas vacías” se centran en gravar de forma disuasoria la existencia de las mismas a través de un incremento impositivo. Los DCU01 se centran en la figura proactiva del arrendatario como agente transformador y su capacidad de negociación para ocupar viviendas vacantes. Ambas acciones son complementarias y no excluyentes.

 

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Definición: Creación de proyectos comunitarios de mejora urbana en cubiertas vacantes.

Justificación:  Usualmente “La quinta fachada” queda a merced de un cúmulo de instalaciones varias –chimeneas, antenas, repetidores, climatización…- o de publicidad corporativa, desaprovechando el espacio existente y ofreciendo una imagen urbana residual y antiestética.

Relevancia: La inclusión en cubiertas de espacios y proyectos de mejora urbana ayudará a la ciudad en su imagen, funcionalidad y metabolismo, además de ofrecer nuevos espacios estanciales y/o productivos a la comunidad del inmueble. Cubiertas verdes recreativas, huertos urbanos productivos, espacios de captación energética –renovable-, proyecciones culturales, espacios de reunión y participación

Obtención Derechos: Presentación de proyecto a la reserva de derechos DCU02. Aceptación por parte de la comunidad de propietarios. Estudio de las actividades planteadas.  Estudio de seguridad. Estudio técnico. Estudio de impacto ambiental –acústico, visual, etc.-. Aprobación de proyecto.

Titular Derechos: Persona (s) designada (s) en el proyecto aprobado. Deben ser residentes del inmueble –no tienen porqué ser propietarios-. Si el titular de los derechos pierde su condición de residente en dicho inmueble debe transferir los derechos a otro residente –previa comunicación a la reserva- o retornarlos a la reserva DCU02.

Unidad de Cálculo: m ²

Cuantía Derecho:  20 €/ m ² año

Período Derecho: 20 años –prorrogable-

Revisión: Anual. Informe bipartito –titulares derechos y auditoría-. Aprobación propiedad privada particular –no administración-.

Observaciones: Quedan excluidos los proyectos sobre cubiertas cuyo usufructo no sea comunitario y abierto a –al menos- todos los residentes en el inmueble.  Las cubiertas, balcones, terrazas y demás espacios –privados y/o comunes- cuyo usufructo sea privativo deberán “abrirlo” a la comunidad para poder optar a derechos DCU02.

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Definición: Creación de proyectos de mejora urbana en solares vacíos.

Justificación:  Nuestras ciudades se encuentran trufadas de solares vacíos. Tanto de titularidad pública como privada estas parcelas vacantes esperan que las inversiones se materialicen, que el valor del suelo se revalorice, que se resuelvan sus situaciones jurídicas o simplemente que la coyuntura global permita su intervención. Vallados, cercados, vacíos, sucios e inactivos suponen áreas de oportunidad como “Espacios del Durante” –meanwhile spaces-

Relevancia: La inclusión de proyectos de mejora urbana –funcionalidad, productividad, carácter comunitario, desarrollo de proyectos, actividad económica, revitalización comercial…- en dichos solares supone un aliciente para dotar a la ciudad de una mayor complejidad, a la par que la conservación, el mantenimiento y la función social de los solares vacíos –tanto de titularidad pública como privados-.

Obtención Derechos: Presentación de proyecto a la reserva de derechos DCU02. Aceptación del propietario. Estudio de las actividades planteadas. Estudio de seguridad. Estudio técnico. Estudio de impacto ambiental –acústico, visual, etc.-. Aprobación de proyecto.

Titular Derechos: Persona (s) designada (s) en el proyecto aprobado. El derecho de propiedad privada particular –no administración-  prevalece por lo que si el propietario desea cancelar el proyecto debe esperar al informe anual correspondiente para comunicarlo y hacerlo efectivo. En el caso de cancelación por el propietario –o de abandono por el titular- los derechos pasan a la reserva DCU03. El titular puede transferir sus derechos a otras personas físicas previa comunicación a la Reserva y actualización de valor de los mismos.

Unidad de Cálculo: m ²

Cuantía Derecho:  8 €/ m ² año

Período Derecho: 24 años –prorrogable-.

Revisión: Anual. Informe bipartito –titulares derechos y auditoría-. Aprobación propiedad privada particular –no administración-.

Observaciones: Los proyectos presentados pueden contener actividades mercantiles y de actividades económicas que dinamicen comercialmente la ciudad o mejoren su actividad económica. No obstante se priorizará su carácter comunitario y su inclusión en los parámetros de la Economía Social y Solidaria ESS.

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Definición: Creación de proyectos de mejora urbana en fachadas, medianeras, lindes, muros, etc.

Justificación:  Gran parte del reto en la mejora de la eficiencia y el ahorro energético está directamente relacionado con la calidad de la construcción y el aislamiento y comportamiento de las envolventes edificatorias. Además éstas socializan la imagen urbana: las fachadas de las calles, las medianeras y testeros vistos, los muros y límites existentes…en muchas ocasiones carentes de belleza, mal mantenidas, sucias, monótonas y prosaicas.

Relevancia: Nuevas inversiones son necesarias en nuestras fachadas: mejoras en la eficiencia energética y el ahorro –más y mejor aisladas, dispositivos de captación energética, fijación de emisiones de CO2 a través de la plantación y desarrollo de vegetación viable, embellecimiento de las mismas a través de murales, pinturas, fotografía urbana, poesía u otro tipo de acciones artísticas. Ello redunda en una imagen urbana más actual, bella y atractiva, en la reducción del conjunto del consumo urbano, en la mejora de las condiciones de vida de sus moradores.

Obtención Derechos: Presentación de proyecto a la reserva de derechos DCU03. Aceptación de la comunidad de propietarios. Estudio de seguridad. Estudio técnico. Estudio de impacto ambiental –acústico, visual, etc.-. Aprobación de proyecto.

Titular Derechos: Persona (s) designada (s) en el proyecto aprobado. Deben ser residentes del inmueble –no tienen porqué ser propietarios-. Si el titular de los derechos pierde su condición de residente en dicho inmueble debe transferir los derechos a otro residente –previa comunicación a la reserva- o retornarlos a la reserva DCU04.

Unidad de Cálculo: m ²

Cuantía Derecho:  4 €/ m ² año

Período Derecho: 20 años –prorrogable-.

Revisión: Anual. Informe bipartito –titulares derechos y auditoría-. Aprobación propiedad privada particular –no administración-.

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Definición: Recuperación de locales y plantas bajas para la reactivación urbana.

Justificación:  La existencia de plantas bajas, locales y bajos comerciales y con actividad económica ha sido una premisa ineludible para la complejidad y compacidad histórica urbana, mezclando actividades colocalizadas en el espacio y dotando de servicios y actividades diversas los núcleos urbanos. La progresiva externalización de un modelo suburbano importado aleja las superficies comerciales y de ocio hacia las periferias de las ciudades. Además fenómenos como el desarrollismo desbocado y los efectos del ciclo económico hace que múltiples locales y bajos comerciales se encuentren vacantes, abandonados, cerrados, con toda suerte de vallas y verjas, esperando su oportunidad.

Relevancia: Los locales y espacios comerciales situados en plantas bajas suponen una excelente oportunidad para integrar actividades económicas, comerciales, culturales y sociales directamente relacionadas con la vida urbana, el tránsito y la movilidad sostenible, el cuidado de los espacios públicos, los servicios de proximidad, la producción local, el autoempleo, el conocimiento y la tecnología, los emprendimientos y trabajos colaborativos.

Obtención Derechos: Presentación de proyecto a la reserva de derechos DCU05. Aceptación del propietario. Estudio de actividad. Estudio de seguridad. Estudio técnico. Estudio de impacto ambiental –acústico, visual, etc.-. Aprobación de proyecto.

Titular Derechos: Persona (s) designada (s) en el proyecto aprobado. El derecho de propiedad privada particular –no administración- prevalece por lo que si el propietario desea cancelar el proyecto debe esperar al informe anual correspondiente para comunicarlo y hacerlo efectivo. En el caso de cancelación por el propietario –o de abandono por el titular- los derechos pasan a la reserva DCU05. El titular puede transferir sus derechos a otras personas físicas previa comunicación a la Reserva y actualización de valor de los mismos.

Unidad de Cálculo: m ²

Cuantía Derecho:  20 €/ m ² año

Período Derecho: 12 años –no prorrogable-.

Revisión: Anual. Informe bipartito –titulares derechos y auditoría-. Aprobación propiedad privada particular –no administración-.

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Definición: Ganancia de espacio público a través de la eliminación de superficie de estacionamientos. Subsidiariamente mejora de la calidad del aire y ruido ambiente por la reducción de vehículos motorizados contaminantes.

Justificación:  La presión y protagonismo del automóvil ha condicionado el reparto espacial, el diseño urbano y la conformación de nuestras ciudades, dotando de ingentes cantidades de superficie pública para su movilidad y su estacionamiento. Esta capitalización del automóvil restringe gravemente la capacidad urbana de diseñar sus espacios, recuperar lo público para otros tipos de movilidad, otros usos y para el recreo social y colectivo, Además de la insoslayable contaminación atmosférica, la calidad del aire, el ruido y los atascos en las ciudades.

Relevancia: Se promueve un progresivo abandono de la lógica imperante del vehículo motorizado contaminante en propiedad que ocupa espacios urbano –de todos-. Por ello se dota de derechos a aquellos titulares que abandonen el uso de estacionamiento en espacios públicos para su vehículo en propiedad y que practican otras formas de movilidad –peatonal, bicicleta, transporte público, vehículo y/o trayecto compartido-.

Obtención Derechos: Justificación de abandono del sistema de aparcamiento en superficie para residentes -tipo P.A.R. o similar-. También justificación de no titularidad o propiedad de vehículo motorizado. Ambos con justificación de antigüedad de, al menos, tres años. Proyecto de movilidad alternativo. Aprobación de solicitud.

Titular Derechos: Persona que abandona el P.A.R. o no posee vehículo motorizado contaminante en propiedad. El titular puede usar otros vehículos –otra titularidad-, vehículos motorizados de alquiler o intercambio en sistemas registrados y regulados de movilidad compartida. Si el titular decide adquirir un vehículo sus derechos pasan a la reserva DCU06.

Unidad de Cálculo: m ²

Cuantía Derecho:  36 €/ m ² año

Período Derecho: 48 años –no prorrogable-.

Revisión: Periódica -integrado en S.E.R. o similar-.  Registro D.G.T. y Tráfico competentes.

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Definición: Recuperación, integración y propuesta de usos comunes en espacios de toda índole: espacios intersticiales, terrain vagues, espacios residuales, tierra de nadie, vacantes infraestructurales, bordes, fracturas, espacios de oportunidad, superficies muertas, etc.

Justificación:  La planificación no llega a pensar todos los espacios que se generan en la ciudad, y su propia evolución deposita elementos urbanos yuxtapuestos que generan múltiples espacios residuales e intersticiales no pensados o disfuncionales. Las intervenciones sectoriales –infraestructuras ferroviarias, autovías, puentes, túneles, aparcamientos, corredores- además de la producción urbana no articulada genera multiplicidad de espacios sin usos.

Relevancia: Todos esos espacios son recursos urbanos susceptibles de ser dispuestos por y para la comunidad, albergando nuevos usos y programas urbanos, infraestructuras y espacios productivos. La inclusión de programas específicos en dichos espacios contribuye a su conectividad, a su aprovechamiento común y a la mejora de la seguridad colectiva.

Obtención Derechos: Presentación de proyecto a la reserva de derechos DCU07. Aceptación del propietario –en caso de ser de titularidad privada-. Estudio de las actividades planteadas. Estudio de seguridad. Estudio técnico. Estudio de impacto ambiental –acústico, visual, etc.-. Aprobación de proyecto.

Titular Derechos: Persona (s) designada (s) en el proyecto aprobado. El derecho de propiedad privada particular –no administración- prevalece por lo que si el propietario desea cancelar el proyecto debe esperar al informe anual correspondiente para comunicarlo. y hacerlo efectivo. En el caso de cancelación por el propietario –o de abandono por el titular- los derechos pasan a la reserva DCU07. El titular puede transferir sus derechos a otras personas físicas previa comunicación a la Reserva y actualización de valor de los mismos.

Unidad de Cálculo: m ²

Cuantía Derecho:  12 €/ m ² año

Período Derecho: 28 años –prorrogable-.

Revisión: Anual. Informe bipartito –titulares derechos y auditoría-. Aprobación propiedad privada particular –no administración-.

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Definición: Inclusión de una o varias comunidades en la cogestión de un espacio.

Justificación:  La especialización de trabajo en las fases de diseño, gestión y uso unido a la falta de mediación, facilitación y articulación provoca disfuncionalidades en la gestión de espacios y en la relevancia y pertinencia de acciones para las comunidades de práctica. Asimismo la merma de las capacidades materiales y humanas de gestión en los espacios, la  gestión alejada de la realidad y el uso abusivo del voluntariado hace que la gestión espacial sea insuficiente, poco inclusiva y burocratizada.

Relevancia: El simple hecho de involucrar a los beneficiarios o afectados directos en la gestión de distintos espacios hace que se pueda enriquecer el funcionamiento de los mismos al incorporar a la comunidad de uso en la cogestión de sus espacios de referencia, generando comunidades de cogestión –residencial, productiva, comercial, educativa, sanitaria, recreativa, lúdica..-.

Obtención Derechos: Presentación de proyecto a la reserva de derechos DCU08. Aceptación por parte de la comunidad de propietarios –en caso de ser de titularidad privada- y por la gerencia competente existente. Estudio de las actividades planteadas y beneficios supuestos. Estudio técnico. Aprobación de proyecto.

Titular Derechos: Persona (s) designada (s) en el proyecto aprobado. El derecho de propiedad privada particular –no administración-, así como el de la gerencia competente existente prevalece por lo que si el propietario y/o gerente desea cancelar el proyecto debe esperar al informe anual correspondiente para comunicarlo y hacerlo efectivo. En el caso de cancelación por el propietario o gerente –o de abandono por el titular- los derechos pasan a la reserva DCU08. El titular puede transferir sus derechos a otras personas físicas previa comunicación a la Reserva y actualización de valor de los mismos.

Unidad de Cálculo: m ²

Cuantía Derecho:  4 €/ m ² año

Período Derecho: 16 años –prorrogable-.

Revisión: Anual. Informe bipartito –titulares derechos y auditoría-. Aprobación propiedad privada particular –no administración- y/o gerente.

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Definición: Creación y gestión de espacios específicos para el reciclaje de productos y residuos urbanos, así como la mejora del metabolismo urbano –flujos, transportes, insumos alimentación, agua y energía- e implementar mecanismos de resiliencia urbana.

Justificación:  Las ciudades son enormes productores de residuos de todo tipo: residuos sólidos urbanos, emisiones gaseosas e incineraciones, contaminación de acuíferos, ríos y litorales, etc. Dichos residuos poseen múltiples externalidades como la necesidad de espacio de almacenaje, la energía para su transformación y transporte, la contaminación del medio ambiente, el agotamiento de los recursos naturales, el impacto sobre la salud pública, la pérdida de biodiversidad, etc.

Relevancia: Por todo ello es muy necesario la creación, gestión y distribución de una red de espacios de reciclaje, resiliencia y metabolismo urbano que transformen los flujos urbanos –residuos, emisiones, trasporte, agua, energía, alimentación…- en subproductos útiles con menor impacto sobre nuestro medio. Desde el compostaje de los residuos orgánicos de parques, calles, espacios públicos, viviendas y comercios hasta el reciclaje y reuso de materiales de desecho, recuperación y arreglo tecnológico, puntos de reparación y recogida, reutilización de agua y energía, gestión de basura, minimización de residuos, recogida selectiva, recolección urbana, etc.

Obtención Derechos: Presentación de proyecto a la reserva de derechos DCU09. Aceptación por parte de la comunidad de propietarios –en caso de ser de titularidad privada- y por la gerencia competente existente. Estudio de las actividades planteadas. Estudio de seguridad. Estudio técnico. Estudio de impacto ambiental y beneficios supuestos. Aprobación de proyecto.

Titular Derechos: Persona (s) designada (s) en el proyecto aprobado. El derecho de propiedad privada particular existente –no administración-, prevalece por lo que si el propietario desea cancelar el proyecto debe esperar al informe anual correspondiente para comunicarlo y hacerlo efectivo. En el caso de cancelación por el propietario o gerente –o de abandono por el titular- los derechos pasan a la reserva DCU09. El titular puede transferir sus derechos a otras personas físicas previa comunicación a la Reserva y actualización de valor de los mismos.

Unidad de Cálculo: m ²

Cuantía Derecho:  24 €/ m ² año

Período Derecho: 36 años –prorrogable-.

Revisión: Anual. Informe bipartito –titulares derechos y auditoría-. Aprobación propiedad privada particular –no administración-.

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Objeto: La Reserva DCU es el órgano competente que gestiona, tramita, concede y sanciona la obtención y usufructo de los derechos DCU. Es el órgano que vehicula la política de Derechos de Cuidado Urbano que cada municipio plantea. La Reserva DCU será la encargada de habilitar las partidas presupuestarias definidas por cada corporación municipal, encajarlas en su articulación territorial, transferirlas a los titulares y supervisar la ejecución del cuidado urbano, el abono de los DCU, la incorporación de nuevos proyectos, la actualización y supresión de los DCU. La Reserva DCU dependerá de cada ayuntamiento y área de urbanismo, territorio o hábitat urbano.

Competencias:

1) Determinación territorial anual del presupuestos destinado a DCU -ciudad, distrito, barrio…-

2) Priorización anual del presupuesto establecido por tipo DCU (01…09)

3) Actualización anual de la reserva anual -aumentos y mermas de masa DCU-

4) Actualización, control e imposición de importes económicos de los DCU

5) Aprobación, modificación, revisión, rechazo  y anulación de Proyectos DCU

6) Registro actualizado de titulares DCU con los datos necesarios para el correcto funcionamiento del sistema.

7) Recepción y solicitud de memorias de actividad anuales. Inspección y monitorización.

8) Auditorías anuales de los Proyectos para continuidad, ampliación, reducción o revocación DCU.

9) Oficina Antifraude DCU. Capacidad sancionadora. Reducción, devolución y/o cese Proyecto DCU

10) Plan de Integración de Proyectos DCU, guías para réplica e integración en política públicas

11) Arbitraje y mediación con propietarios y afectados de espacios incluidos en Proyectos DCU

12) Elaboración de manuales de buenas prácticas, recomendaciones e información DCU que pueda ser referencial o vinculante –condicionalidad de los DCU-

13) Desarrollo, mantenimiento y actualización de una plataforma de visibilización, monitorización y acceso a experiencias para verificar su efectividad, reorientar, detectar, compartir y hacer accesibles sus aportaciones.

Funcionamiento: La reserva DCU estará dirigida y gestionada por una comisión permanente específica -que se definirá de forma concreta por cada territorio y corporación- que acometerá todas las labores propias encomendadas. Dicha comisión permanente estará compuesta por al menos:

– Concejal de Urbanismo o persona en quien delegue.

– Representante servicios técnicos municipales área urbanismo

– Representante servicios técnicos municipales área economía y hacienda

– Representante servicios jurídicos municipales

– Representante político de cada distrito.

– Representante de los titulares DCU elegido democráticamente con carácter rotatorio.

– Otros agentes –patrimonio, cultura, medioambiente…-

Esta comisión establecerá, además, dos reuniones ordinarias anuales y las convocatorias extraordinarias que considere necesarias para el buen funcionamiento del sistema. A dichas reuniones estarán convocadas, además de las integrantes en la comisión permanente lo, los siguientes agentes:

– Vocales de cada tipo DCU, elegidos de forma democrática entre los adjudicatarios y titulares de derechos en cada categoría.

– Otros agentes específicos definidos en cada caso.

Registro DCU: El registro actualizado de los titulares DCU contará con los siguientes datos:

– Nombre del titular de los derechos –sólo podrá ser persona física-

– NIF, dirección y contacto titular

– Tipo de derechos DCU en vigor

– Cuantía y valor de los derechos DCU

– Distrito o territorio en el que se encuentran inscritos los DCU

– Fecha de constitución de cada derecho

– Origen de los DCU y situación actual del mismo

Rendición de cuentas y Transparencia: Cada Reserva DCU estará obligada a una serie de acciones en aras de la transparencia, la rendición de cuentas, la mediación y la buena praxis de la misma, evitando la discrecionalidad, la opacidad, la corrupción o el fraude. Entre las medidas previstas se encuentran:

– Publicación  de las convocatorias DCU en espacios de dominio público, con listados provisionales y definitivos y subsanación de errores o faltas.

– Publicación de proyectos adjudicados y titulares DCU junto con las actas, la baremación técnica y administrativa y la potestad de recurso..

– Libre acceso a la BB.DD de los titulares DCU para consulta de todos los datos de la misma de forma actualizada y libre.

– Publicación anual de las memorias anuales e informes de auditoría de todos los titulares de derechos y sus proyectos asociados.

– Buzón de sugerencias, quejas y mala praxis anónimo para investigación de posibles fraudes o falsedades.

– Reunión bienal de Reservas DCU. A esta reunión asistirán todas las Reservas DCU existentes –de cada municipio- en un lugar seleccionada para tratar temas conjuntamente, mejorar los sistemas, establecer alianzas, compartir referencias y buenas prácticas, etc.

 

 

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Derechos de Cuidado Urbano III: Objetivos X Derechos

OXD

Las ayudas del campo, la contribución decisiva que la PAC ha planteado a lo largo de su existencia han tenido diversas mecánicas y nomenclaturas a lo largo de su desarrollo hasta la situación en la que se encuentran en la actualidad. Actualmente son los denominados Derechos de Pago Básico[1] los que rigen en el sistema de apoyo a los agricultores.

Los Derechos de Pago Básico DPB son derechos adquiridos por los agricultores por el mero hecho de trabajar la tierra[2] que se han ido consolidando a lo largo del tiempo y que han sufrido diversas transformaciones con gran complejidad[3]. Los DPB solo pueden percibirlos los agricultores –activos- que trabajen la tierra asociada a los mismos, independientemente de ser propietario o no, en base a los cultivos marcados por la PAC -condicionalidad- y en base al número de hectáreas de dicho trabajo, por su superficie y no por la productividad obtenida –desacoplamiento-.

Existen innumerables tipos de DPB por la cuantía de los mismos, pero el funcionamiento básico es el siguiente: por un lado están los derechos existentes en base al trabajo de los agricultores y por otro lado una reserva de derechos. Los agricultores en activo tienen una serie de Derechos de Pago Básico en función de la superficie de tierra trabajada y del tipo de tierra que trabajan. De esta forma cada hectárea de tierra sería una unidad de derechos. El valor de dicha unidad dependería en principio de la clase de tierra a la que se asocia, la región en la que se sitúe, del cultivo o ganado y el proceso de transferencia que haya sufrido hasta la actualidad.

En la actualidad la PAC determina cuatro clases de tierra: tierras de cultivo de secano, tierras de cultivo de regadío, cultivos permanentes y pastos. A su vez cada país miembro establece una serie de regiones y comarcas en base a una división territorial. Cada una de las clases de tierras y regiones posee una determinada familia de cultivos y, a su vez, un valor por hectárea que se traduce en el pago del derecho.

Los derechos  dependen de la superficie y del valor que cada superficie de tierra tenga, además de cumplir con la condicionalidad y poder incluir cultivos prioritarios, ser agricultor joven, estar dentro del denominado “greening” –pago verde por prácticas benéficas para el medioambiente-, etc. Una política de ayudas compleja con una formulación en constante transformación y que establece unas ayudas directas desacopladas de la producción en función del cóctel de variables intervinientes en cada caso. Así podemos encontrar DPB que abonen unos 362,15 €/ hectárea para cultivos de algodón –prioritario- mientras que otros cultivos o hectáreas pueden rondar los 100€, o los 50€ por cabeza de ganado[4]. En general los pagos  de derechos básicos por hectárea pueden rondar de los 80 a los 600€ en función de todas las variables existentes –principalmente región, tipo de tierra y tipo de cultivo-.

El agricultor al tramitar las ayudas de la PAC tiene que “cruzar” los derechos que posee con la tierra que efectivamente trabaja y la justificación de la clase de tierra y la inscripción territorial de la misma.  Así se multiplica el número de unidades –hectáreas-  de cada clase de tierra por el valor del derecho asociado y se obtiene la resultante que se abona al agricultor. El agricultor, por otro lado, obtendrá los rendimientos de la producción de dichas tierras en base a su trabajo, la climatología, la oferta y demanda y las fluctuaciones del mercado.

El precio por hectárea del derecho es una cuestión de gran complejidad. En el escenario –minoritario- en el cual un agricultor “virgen” empezara a trabajar una tierra que ha arrendado sin derechos y los solicitara a la reserva, la cuantía de los mismos estaría establecida por la clase de tierra y el territorio en el que se inscribiría. La resultante de dicho importe por el número de hectáreas obtenidas y trabajadas daría el monto total.

La realidad es que la gran mayoría de los agricultores ya poseen derechos de pago básico porque los han adquirido al comprar tierras, al arrendar tierras –con derechos- o al heredar derechos –de agricultores jubilados-. Cada una de estas situaciones se puede, a su vez, subdividir en múltiples casuísticas, dando lugar a un verdadero galimatías en la transferencia de derechos. La PAC actual describe hasta 18 fórmulas de transferencia de derechos entre agricultores, entre ellas la venta de derechos con tierra, la venta de derechos sin tierra, el arrendamiento de derechos  sin tierra, el arrendamiento de derechos con tierra, las herencias, legados, usufructos, fusiones, escisiones, etc. A su vez una herencia de derechos difiere si ésta se produce entre familiares de primer grado –de padres a hijos por ejemplo- a si la consanguinidad es diferente –de tío a sobrino-.El valor del derecho siempre desciende con cada transmisión efectuada.

Cada tipo de transferencia puede suponer una variación en el importe del derecho. De esta forma hay transmisiones que no suponen una modificación de importe –arrendamiento o herencia de padres a hijos- pero hay otras transmisiones que si implican reducciones en el importe de los derechos –compras o herencias a familiares no directos-. De esta manera los precios iniciales van variando en función del número y tipo de transmisiones que se van efectuando entre los derechos de forma que existen múltiples derechos con importes muy diferenciados.

Estas trasmisiones, a su vez, generan una suerte de “mercado secundario” de derechos donde éstos de transfieren entre particulares en base al gravamen correspondiente practicado por la administración y las medidas de control, monitorización y sanción para evitar la especulación y la mala praxis. Cada cierto tiempo todo el sistema sufre una regularización en la que se ajusta el número de derechos y el importe de los mismos. Este sistema es similar al de un banco central y el control de la masa monetaria o al de una empresa y su cartera de acciones. La cantidad de moneda –o acciones-  en circulación determina la inflación de los precios, la devaluación del valor del activo y las medidas de regularización para controlar dicho mercado. La división, unificación, regularización, actualización de precios, depreciación de importes, control de los derechos en reserva, emisión de nuevos derechos o incautación de derechos en circulación equivalen a los splits, contraplits, ampliaciones de capital, autocartera, etc. de una empresa cotizada, o la emisión de moneda, devaluación de divisa, compra de deuda…de un estado soberano y su moneda.

El agricultor, por tanto, debe gestionar sus propios derechos en base a la articulación de los mismos con la tierra que trabaja y los importes percibidos. Intentará conseguir derechos cuando posea más tierra sin ellos y tierra cuando posea más derechos, ya que sino deberá venderlos, traspasarlos o devolverlos a la reserva de derechos. Así mismo gestionará los mismos a la vez que procura la mejor productividad de la tierra para obtener ingresos a los que sumar la cuantía de las ayudas. En base a dichas dos variables conseguirá las rentas anuales de su labor.

La PAC prevé una cuota de derechos especiales a los agricultores jóvenes y en concepto de greening,[5] que inciden en la fijación de población joven y relevo intergeneracional y en la promoción de productos verdes y ecológicos respectivamente.

Como se ve el sistema descrito articula y pone en relación seis variables diferenciadas. Cuatro de ellas –las primeras- son las que nos interesan ya que la 5, el arrendamiento se produciría en el caso de que el propietario y el trabajador no fuesen la misma persona y se estableciese un canon entre ellos, y la 6, la producción, no entraría en la combinación al encontrarse desacoplada:

1)              Tierra

2)              Propietario

3)              Trabajador

4)              Derechos

5)              Arrendamiento –Agricultor activo distinto del propietario-

6)              Producción –desacoplada-

Las combinaciones entre cada elemento están restringidas por las premisas actuantes en las políticas previstas. De esta forma los derechos sólo pueden recaer en el trabajador si éste trabaja la tierra sea de su propiedad o no –está en activo- pero nunca en el propietario por el mero hecho de serlo –sino trabaja la tierra-. El trabajador debe “conseguir” tierra y derechos sino es propietario. El propietario debe conseguir trabajadores de la misma si quiere conseguir derechos indirectamente. La tierra produce derechos por su labor, además de producción también por su labor. El trabajador y el propietario pueden ser la misma persona, o personas diferentes. Pueden vender, arrendar, contratar o traspasar la tierra, los derechos o ambos…sea como fuere siempre debe existir más tierra que derechos –o igual-, nunca al contrario.

opciones

Al jubilarse un agricultor puede vender, arrendar o traspasar la tierra y los derechos, o sólo la tierra, o sólo los derechos. Si la persona que se jubila no posee tierra, los derechos sobre ella quedan desacoplados de la misma, y por tanto pasarían a la reserva o al mercado secundario, en busca de un comprador de los mismos. También podría darse el caso de que dichos derechos estuvieran asociados a una tierra y el propietario se hiciese cargo de ellos.

En este segundo caso los derechos pasarían de la persona a la tierra y se deberían buscar mecanismos de devolución a agricultores activos -arriendo, contratación..-. Esta situación es indeseable –aunque frecuente- ya que el derecho pasa de la persona que trabaja la tierra a la propia tierra, siendo impropia su atribución. En este sentido la única forma “legal” de arrendar la tierra debe ser con los derechos asociados.

Si el agricultor jubilado posee la tierra en propiedad podría, bien arrendar la tierra con derechos y cobrar un importe por ello o bien tramitar las ayudas él mismo. Para esta segunda opción el jubilado puede trabajar –sólo- la tierra propia –nunca arrendar- cobrando el derecho – y la producción- algo legal y admitido por la Seguridad Social. También podría tramitar las ayudas subcontratando los trabajos sin contrato pero con factura de servicios y quedándose con la producción.

Para un agricultor joven que quiera adquirir derechos[6] tendría la opción de arrendar tierra con derechos de algún propietario, comprar derechos en el mercado secundario o solicitar derechos como joven agricultor a la reserva de derechos. También podrá heredar derechos de otras personas.

Los arrendamientos también pueden estar asociados con el importe de los derechos. De esta manera si el importe del derecho es residual –en comparación con el importe obtenido por la venta de la producción- puede ser la referencia del arrendamiento. En tierras pobres y poco productivas el arrendamiento es menor que el importe del derecho –por hectárea-.

Como vemos el sistema de derechos de pago básico –o las ayudas de la PAC- son un sistema complejo al igual que un mercado monetario o de valores, pero que permite a los agricultores complementar su renta junto a la producción de la tierra que trabajan. En este caso cada hectárea trabajada –actividad- genera derechos remunerados por lo que las tierras no se abandonan en base a su valor o producción ya que todas ellas son valiosas y complementan la renta del agricultor. De esta forma se logra desactivar –en parte- una lógica únicamente productiva ya que se dota de valor al trabajo del agricultor sobre la tierra, independientemente –desacoplada- de su valor productivo, al entender que otros valores entran en juego –mantenimiento, conservación, medioambiente, imagen, etc.-

Retrocedamos de nuevo a la ciudad y sus lógicas pero con la introducción de un sistema similar al que Europa –sólo a través de la PAC- prima y veamos qué podría pasar. Pensemos en las 4 variables que entran en juego en este caso en la ciudad: la tierra –suelo urbano-, el propietario de la misma, el trabajador y los derechos –siendo el arrendamiento y la productividad del suelo urbano temas conocidos-. El suelo urbano posee un propietario que tiene la potestad de construir en él –en base a la normativa urbanística vigente y activando los agentes y procesos necesarios- y gestionar esa producción de ciudad. Es igual que dicho propietario sea particular o la propia administración.

Además el espacio urbano se tensiona en base a las plusvalías que genera su suelo, y a la propiedad del mismo, afectando directamente a la calidad del mismo. Aquel espacio que es “productivo” se cuida, se invierte y se gestiona de forma prioritaria. Aquí encontramos la venta y/o arrendamientos de las viviendas, hoteles, oficinas, comercios, etc. en zonas consolidadas y nuevas áreas de oportunidad preferentemente. Estos escenarios son propicios para que las inversiones y acciones sobre ellos aumenten el valor rápidamente generando enormes plusvalías –productividad del espacio urbano-.

Por el contrario los espacios públicos –no comercializables- así como viviendas, oficinas o comercios en zonas degradas u olvidadas no generan la inversión necesaria, ni el cuidado urbano requerido, más allá del preceptivo mantenimiento municipal. Una calle, un solar vacío, una cubierta abandonada, un espacio intersticial son frecuentemente espacios abandonados, sin uso, sin inversión ni cuidado, debido a la carencia de productividad de los mismos por su titularidad –municipal- su normativa –espacios públicos- su localización y otras razones.

Sobre dicha propiedad veíamos cómo en base al interés general se ponían en marcha 4 mecanismos “externos” que invadían las competencias del derecho de propiedad y forzaban a –en mayor o menor medida- a los propietarios a la ejecución de ciudad. Compensación, cooperación, expropiación y agente urbanizador son elementos que “trabajan” la tierra –el suelo urbano- sin ser propietarios de la misma en base a los planes urbanos y el interés general. Asimismo vimos como justamente en ese punto se acababan las competencias sobre la propiedad –línea abstracta divisoria del derecho objetivo y subjetivo- ya que otras reivindicaciones no eran atendidas de igual modo. El derecho al acceso a la vivienda, al trabajo, a la participación política, al espacio público, a la movilidad, al desarrollo sostenible, a la economía social, a la salud universal…–todo ello englobado en el Derecho a la Ciudad- no posee calidad de derecho objetivo y por tanto se queda en el subjetivo[7], como mero horizonte al que tender, y en permanente disputa con las lógicas de rechazo inversas: gentrificación, expulsión, condominización, exclusión, comercialización, mercantilización, acaparación, etc.

Este Derecho a la Ciudad queda reflejado en documentos estratégicos y recomendaciones globales que poseen la virtud de aglutinar a muchos agentes en torno a dichas conclusiones pero que por su propio carácter transversal, abierto, inclusivo y poco vinculante se desdibujan y acaban acudiendo a lugares comunes y obviedades con las que todos estaríamos de acuerdo –aunque finalmente no se cumplen- Así pasa con las recientes cumbres COP21 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible del PNUD[8] o la Nueva Agenda Urbana propuesta en Habitat III por la ONU.

Pero ¿qué pasaría si realmente tornásemos esos objetivos en derechos? ¿Podríamos trasponer las políticas comunitarias aplicables al campo y al medioambiente a nuestras ciudades?[9] ¿Qué ocurriría si estableciésemos un sistema de derechos –al igual que la PAC- que permita establecer unas ayudas por “trabajar” el espacio urbano más allá de su condición de propiedad, que repercuta de forma directa en los objetivos planteados tanto en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Nueva Agenda Urbana y el Derecho a la Ciudad? Esta es la propuesta que aquí planteamos: la inclusión de un sistema denominado Derechos de Cuidado Urbano.

Los Derechos de Cuidado Urbano DCU es un sistema que emula las lógicas beneficiosas de la PAC trasponiéndolas a la ciudad[10]. Se basa en el cuidado urbano, es decir, la preocupación ciudadana, comunitaria y colectiva sobre la ciudad en su forma amplia[11], que busca mejorar todos aquellos aspectos recogidos en los objetivos planteados en los derecho subjetivos no normativos. De esta forma el cuidado urbano abarca la ocupación y uso de viviendas vacías –que no usucapión[12]– , la mejora de la movilidad, la recuperación de espacios públicos y comunitarios, las producción de energía renovable y el metabolismo urbano, el desarrollo social, la economía solidaria, el reciclaje, la gestión sostenible de los residuos, la mejora en la calidad del aire, la eficiencia energética, la innovación social, la calidad del espacio público, la inclusión social, la igualdad, la ampliación de derechos y todas aquellas cuestiones que influyen directa o indirectamente en la imagen y funcionalidad urbana.

El cuidado urbano debe hacerse de forma condicionada, desacoplada y en base a la actividad, sujeto a las prioridades establecidas en cada ciudad, en cada distrito y en cada barrio, en función de las problemáticas específicas de cada escala y territorio, y de sus potencialidades y áreas de oportunidad, dimensionando los recursos disponibles para ello y priorizando las acciones apoyadas.

Además este cuidado urbano debe generar una serie de derechos propios que estén asociados no a los propietarios de los suelos en los que se practica ese cuidado, sino a las personas que ejecutan dichos cuidados, de forma que las ayudas recaigan sobre las personas que trabajan, practican y cuidan de nuestras ciudades, con independencia de si son propietarios o no de la misma.

Finalmente el cuidado urbano debe ejecutarse de forma desacoplada, es decir, con independencia al valor del suelo urbano, desconectado de su valor catastral, de su capacidad productiva o de generación de plusvalías, incluso de su localización, centralidad o simbolismo, armonizando y equilibrando territorialmente el paisaje urbano en base a su valor sustantivo y esencial, y no a las lógicas mercantiles, gentrificadoras, de modas o cotizaciones coyunturales y/o estratégicas.

Para ello los Derechos de Cuidado Urbano, al igual que en el campo la PAC tipifica los distintos tipos de terreno en base a los que sintetiza su sistema de derechos, los DCU se sintetizan en base al espacio urbano en el que se desarrollan y con una medida clara: su superficie. De esta forma se proponen inicialmente 9 categorías de DCU:

 1) Viviendas Vacías

2) Cubiertas Vacías

3) Solares Vacíos

4) Fachadas y Lindes

5) Locales Vacíos

6) Estacionamiento

7) Espacios sin Usos

8) Cogestión Espacial

9) Lugar de Reciclaje

Todas ellas poseen la misma unidad de medida: la superficie del espacio cuidado en metros cuadrados.

De esta forma existen nueve tipologías espaciales que son susceptibles de ser cuidadas. Y el contenido de dichos cuidados es tan amplio como las demandas existentes en el Derecho a la Ciudad o los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. Así puedo utilizar una cubierta vacía para producir energía renovable, para producción agroecológica, para espacio público comunitario o para actividades culturales inclusivas. De igual modo una fachada puede captar energía, fijar CO2 o incluir murales de arte urbano. Una vivienda vacía puede ocuparse con un inquilino para dotarle de una función social, un local puede conformar una cooperativa productiva, o un espacio municipal puede cogestionarse con la comunidad de beneficiarios o vecinos. Así mismo un estacionamiento puede ser recuperado para generar espacios públicos o lugares de reciclaje, o un huerto comunitario.

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Un espacio de cuidado de la ciudad, como es Campo de Cebada en Madrid, con una superficie aproximada de 2.400 m² alberga varios espacios y usos de cuidado urbano: huertos, zonas de deporte, espacios de asamblea ciudadana, taller de reciclaje y compostaje, zonas de almacenaje, espectáculos y cultura libre, áreas multifuncionales, etc. Pongamos que posee 20 m² de zona puramente de reciclaje A su vez recupera fachadas y lindes con una superficie aproximada de 800 m² –muro perimetral, medianera con el mercado…-. Todo ello supondría, una vez aprobado el proyecto, un monto de DCU que se calcularían de la siguiente forma: 2.400 m² DCU03 (*8€/m²año) + 800 m² DCU04 (*4€/m²año) + 20 m² DCU09 (*24€/m²año)= 22.880 €/año. Un espacio como Campo de Cebada generaría unos derechos anuales de algo más de 22.000 € que se distribuirían a las personas físicas a cargo del espacio –las aprobadas en proyecto- y que serían las destinatarias y responsables de los cuidados y programas propuestos.

Es importante remarcar que la generación de DCU no es incompatible con el derecho a la propiedad, ni la invalida, ni la pone en peligro, ni la cuestiona…Los Derechos de Cuidado Urbano deben respetar escrupulosamente la legalidad establecida y contar siempre con la aceptación del propietario de cualquiera de los lugares y espacios categorizados en los 9 DCU, sea la propiedad pública o privada. De igual manera en el momento en que la propiedad decida cancelar su conformidad con el cuidado urbano practicado ésta dejará de tener efecto sobre dicho espacio, revirtiendo los DCU a la reserva. Es claro y meridiano que la generación de derecho sobre propietarios particulares será tratada de distinta forma que con propietarios públicos cuyo grado de vinculación es mayor como garantes del sistema de cuidados, versión extendida de la actual función social del suelo.

El funcionamiento del sistema de Derechos de Cuidado Urbano es prácticamente similar a la establecida por la PAC. En un primer momento se establece un Reserva DCU que será el órgano gestor y regulador de los Derechos. Esta reserva estará compuesta por una mesa plural que aglutine perfiles políticos, técnicos y ciudadanos. La Reserva DCU establecerá la escalaridad de los derechos –por ciudad, distrito o barrio- el presupuesto total destinado a dichas ayudas y la priorización de las mismas en base a cada una de las 9 clases de DCU. En este sentido cada ciudad determinará estas tres variables en un ejercicio de planificación en función de su tamaño, población, extensión,  conexión, complejidad, necesidades, expectativas, etc.

Una vez definidas las premisas iniciales la Reserva DCU establecerá una convocatoria pública diferencial para cada uno de los 9 tipos de DCU para la cesión de derechos DCU a la que podrán presentarse todas aquellas personas, colectivos, agentes, asociaciones o vecinos a título particular o colectivo que lo deseen. En el proyecto presentado se debe  detectar un espacio e identificar la necesidad y/o propuesta programática, de uso, infraestructural, etc. Además, en función de la clase de derecho al que se presenten los proyectos, éstos deberán contar con un estudio de actividad, estudio técnico, estudio de impacto ambiental, aceptación de la propiedad –solo en caso de no ser municipal-, etc. Todos los proyectos deben tener un claro legado que aportar desde una lógica que asegure su carácter comunitario, abierto, inclusivo y público, sin que puedan favorecer sólo intereses particulares, sino en pos de la función social.

La Reserva DCU emitirá un listado de propuestas aceptadas en la convocatoria –provisional y definitivo con posibilidad de subsanación- y valorará los proyectos en base al cumplimiento de los pliegos administrativos y técnicos basados en la planificación previa de los DCU. Posteriormente emitirá una propuesta de adjudicación contra la que podrán presentarse las alegaciones y consideraciones que se deseen. Finalmente, una vez revisada toda la información se procederá a establecer el listado de proyectos aprobados y el listado de agentes que percibirán los derechos planteados. Los derechos percibidos no tienen porque corresponder con los solicitados, permitiendo que se ajusten los mismos en base a la aceptación parcial o total de las superficies propuestas. Asimismo podrán establecerse modificaciones y cambios –de obligado cumplimiento- y recomendaciones –discrecionales- acerca de cualquier aspecto del proyecto presentado, siempre de forma justificada debidamente. Los DCU sólo pueden otorgarse a personas físicas[13] –no jurídicas-.

La aprobación del proyecto dará como lugar a la consecuente obtención de Derechos de Cuidado Urbano, atribuibles en proporción presentada o modificada a las personas físicas propuestas en el proyecto presentado con los porcentajes establecidos. La titularidad de los DCU en su porcentaje dará lugar a la preceptiva remuneración en base a la multiplicación de los metros cuadrados de superficie aprobada en el proyecto por el precio del derecho obtenido. El importe resultante se abonará anualmente a los titulares de los derechos.

Éstos a su vez se comprometen a ejecutar el proyecto presentado de la forma más fidedigna posible, con seguimiento a las aportaciones clave perseguidas y atendiendo a la reversibilidad y viabilidad del proyecto.. Además estarán obligados a elaborar memorias anuales de actividad donde se recojan las principales acciones acometidas, los beneficiarios, los conflictos y cualquier aspecto relevante para el desarrollo del proyecto. Además estarán disponibles y deberán colaborar en la realización de auditorias anuales por parte de la autoridad competente –área de gobierno, distrito o entidad designada-. La remuneración de los derechos NO deberá ser justificada en las memorias anuales.

En este sentido los DCU difieren de una subvención o convenio convencional. La subvención y el convenio poseen un carácter temporal y puede ser firmado con una entidad jurídica. Además la subvención posee un amplio grado de discrecionalidad y suele estar asociada al desarrollo de un trabajo puntual. El convenio asimismo hace referencia a un servicio específico. En el caso de los DCU son derechos adquiridos y mantenidos en el largo plazo, que no necesitan ser justificados ya que son complementos a la renta de las personas físicas que ejecutan acciones de cuidado urbano con un beneficio comunitario.

En este sentido la colaboración esperada por los titulares de los derechos, así como, de forma indirecta, por los propietarios de los soportes urbanos dónde se desarrollan los mismos, será máxima, ya que reciben ayudas dinerarias por ellos y harán lo necesario para mantener las mismas. El funcionamiento del sistema de inspección será similar al existente en el desempleo –en el que todas las personas cumplen con la obligación de “fichar” periódicamente a riesgo de perder la prestación-, que a las inspecciones con carácter recaudatorio o sancionador en las que la colaboración del afectado es inexistente cuando no de dificultar u ocultar directamente.

Los DCU sufrirán, como es de esperar en una propuesto socioeconómica de esta naturaleza[14], un sinfín de nuevas “oportunidades de negocio” alrededor de los mismos. Y es que más allá de su pensamiento originario que trata de cuidar la ciudad y los espacios comunes de la misma con retornos directos a la comunidad, el territorio y sus sucesores, además de contribuir a la renta de los cuidadores urbanos, el mercado de DCU generará un mercado secundario de derechos en los que se podrán transferir, subrogar o subcontratar trabajos en base a los derechos adquiridos. De esta forma podrán surgir pequeñas empresas que gestionen dichos derechos –la obtención, mantenimiento, tramitación, justificación, traspaso, etc.- así como pequeños profesionales y técnicos que puedan realizar labores puntuales para cubrir trabajos o espacios. El sistema prevé esos nuevos espacios de empleabilidad siempre y cuando los objetivos generales se mantengan y se cumpla con las funciones y los objetivos aprobados sin perjuicio para la comunidad o la propia Reserva.

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[1] Fritz T. Globalizar el hambre. impactos de la política agrícola común (PAC) y de las políticas comerciales de la UE en la soberanía alimentaria y los países del sur. España: ACSUR-Las segovias, Ecologistas en Acción, Plataforma 2015, Plataforma Rural, Veterinarios sin Fronteras, Asociación Trashumancia y Naturaleza; 2015. “Los pagos directos suponen asimismo una entrada garantizada de ingresos que mejora la solvencia de los agricultores cara a la concesión de créditos, permitiéndoles acometer inversiones en mejoras de la productividad que pueden estimular la sobreproducción.” P 35

[2] Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.  Real decreto 1075/2014. http://www.boe.es/boe/dias/2014/12/20/pdfs/BOE-A-2014-13256.pdf. Updated 19 Diciembre 2014. Los pagos directos del primer pilar de la PAC deben destinarse a las explotaciones agrarias verdaderamente activas. La nueva PAC posibilita una mejor orientación de las ayudas, oportunidad que se debe aprovechar para garantizar que los pagos se concederán a aquellos que generen una actividad real en el ámbito agrario. Esta mejor orientación es necesaria para evitar el abandono de la actividad agraria con el impacto que este puede tener en la producción de alimentos y la economía rural, así́ como corregir determinadas situaciones que dañan la imagen del sector agrario, contribuyendo además a legitimar las ayudas ante los propios productores y ante el conjunto de la sociedad.

 [3] Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.  Preguntas más frecuentes REFORMA PAC 2015-2020 http://www.fega.es/sites/default/files/imported/PwfGcp/imagenes/es/Preguntas_mas_frecuentes_REF_PAC_2015_2020_Rev2_tcm5-45180.pdf. Updated 27 Marzo 2014. 1. ¿Quien puede recibir derechos de pago básico en 2015? Para que un agricultor pueda recibir una asignación de derechos de pago básico en 2015, debe cumplir tres requisitos: a) En 2013 debe haber cobrado algún tipo de pago directo o haber recibido derechos de pago único de la reserva nacional en 2014. b) Debe cumplir con el requisito de ser agricultor activo, según los criterios que establezca la normativa nacional para la campana 2015. c) Debe presentar una solicitud de ayuda con hectáreas admisibles en 2015. Además, es necesario tener en cuenta que el numero máximo de derechos de pago básico que podrá́ asignarse a un agricultor será́ igual al numero de hectáreas admisibles que declare en 2015, siempre y cuando no supere a las hectáreas admisibles que declaró en 2013, en cuyo caso, se asignará un numero igual a las hectáreas admisibles declaradas ese año. . Es decir, el numero de hectáreas admisibles que el agricultor declaró en 2013 constituye su superficie admisible de referencia. “ p 1

[4] Diario Oficial de la Unión Europea. REGLAMENTO (UE) No 1307/2013 DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO http://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:32013R1307&qid=1432280738862&from=ES. Updated 17 Diciembre 2013. Pago especifico al cultivo del algodón  Articulo 56. Se concederá́ una ayuda a los agricultores que produzcan algo­dón del código NC 5201 00 con arreglo a las condiciones establecidas en el presente capítulo («pago específico por cultivo del algodón»).

 [5] Fritz T. Globalizar el hambre. impactos de la política agrícola común (PAC) y de las políticas comerciales de la UE en la soberanía alimentaria y los países del sur. España: ACSUR-Las segovias, Ecologistas en Acción, Plataforma 2015, Plataforma Rural, Veterinarios sin Fronteras, Asociación Trashumancia y Naturaleza; 2015. “La ecocondicionalidad (el componente de “greening”) va a suponer el 30% de las ayudas directas, lo cual supone un interesante avance al ser introducido en el Primer Pilar.” P 7

 [6] Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.  Preguntas más frecuentes REFORMA PAC 2015-2020 http://www.fega.es/sites/default/files/imported/PwfGcp/imagenes/es/Preguntas_mas_frecuentes_REF_PAC_2015_2020_Rev2_tcm5-45180.pdf. Updated 27 Marzo 2014. “4. Si soy nuevo agricultor, ¿cómo puedo recibir derechos? ¿cómo puedo cumplir los requisitos de agricultor activo? Un nuevo agricultor puede acceder a las ayudas de la PAC a partir de 2015 por varios cauces: a) A través de la reserva nacional. b) Por herencia. c) Mediante una compra o arrendamiento de tierras (o recuperación de un arrendamiento de tierras) con derechos de pago básico. d)Mediante la compra de derechos de pago básico. En todos los casos, la normativa nacional establecerá́ un período de tiempo suficiente para que el nuevo beneficiario pueda acreditar ingresos procedentes de la actividad agraria que ha iniciado. Asimismo, se establecerán requisitos para que la incorporación del nuevo agricultor sea verdadera y no responda, por ejemplo, a un fraccionamiento artificial de una explotación para maximizar la obtención de ayudas. Adicionalmente, todos los años se comprobará, además, que el solicitante está inscrito como titular de una explotación agrícola o ganadera activa en los registros de explotaciones correspondientes. “ P 2-3

[7] Lefebvre H. Espacio y política. el derecho a la ciudad II. Barcelona: Ediciones Península. Serie Universitaria; 1976. “No se trata de un derecho en la acepción jurídica del término, sino de un derecho análogo a los que quedan estipulados en la célebre declaración de los Derechos del Hombre, base constitutiva de la democracia. Esos derechos no son jamás literalmente cumplidos, pero se refiere uno constantemente a ellos para definir la situación de la sociedad.” P 130

 [8] Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD. Objetivos de desarrollo sostenible. http://www.undp.org/content/undp/es/home/librarypage/corporate/sustainable-development-goals-booklet.html. Updated 28 septiembre 2018. “Para hacer que las  ciudades sean sostenibles para todos, podemos crear vivienda pública buena y asequible. Podemos mejorar las condiciones de los  asentamientos precarios. Podemos invertir en el transporte público, crear espacios verdes y lograr que más personas participen en las decisiones de planificación urbana. De esa manera, podemos conservar las cosas que nos gustan de las ciudades y cambiar que no.” P 14

 [9] Lora-Tamayo Vallvé M. La EUropeización del territorio. Madrid: Dykinson; 2013. “En esta línea conceptual y tras una década de los noventa caracterizada por la experimentación y quizás una cierta dispersión podemos considerar que en estos momentos contamos con un marco de referencia a nivel europeo bastante favorable para poder llevar a cabo un verdadero cambio de enfoque en las políticas urbanas en los que prime la sostenibilidad. A la creación de este marco de referencia más estable han contribuido, de una parte la precisión científico conceptual de aquello que ha de entenderse por desarrollo urbano sostenible, y de otra la implementación de una serie de medidas y la aprobación de una serie de programas que en el ámbito local promuevan y financien actuaciones y proyectos urbanísticos presididos por la idea de la sostenibilidad. Es decir parece que ya sabemos en qué consiste la integración medioambiental en la ciudad y quién debe llevarla a cabo. Y lo más importante como iremos poniendo de relieve a lo largo de este capítulo el medioambiente va a ser el principal factor integrador que legitime la entrada del derecho comunitario en la regulación de los usos del suelo.” P16-17

 [10] Lefebvre H. El derecho a la ciudad. 4ª Edición ed. Barcelona: Ediciones Península; 1978. “La relación “urbanidad-ruralidad” no desaparece por tanto; por el contrario: se intensifica.” P 27

 [11] Santo Padre Francisco. Carta Encíclica LAUDATO SI´ 2015. “No todos están llamados a trabajar de manera directa en la política, pero en el seno de la sociedad germina una innumerable variedad de asociaciones que intervienen a favor del bien común preservando el ambiente natural y urbano. Por ejemplo, se preocupan por un lugar común (un edificio, una fuente, un monumento abandonado, un paisaje, una plaza), para proteger, sanear, mejorar o embellecer algo que es de todos. A su alrededor se desarrollan o se recuperan vínculos y surge un nuevo tejido social local. Así una comunidad se libera de la indiferencia consumista. Esto incluye el cultivo de una identidad común, de una historia que se conserva y se transmite.” P174

 [12]Carrasco Perera Á. Derecho civil. Quinta Edición ed. Madrid: Tecnos; 2016:420. “La prescripción adquisitiva o usucapión consiste en la adquisición del dominio u otro derecho real susceptible de posesión, mediante el mantenimiento de una situación posesoria en concepto de dueño durante un determinado plazo de tiempo, y de acuerdo con el resto de condiciones fijadas por la Ley. En su virtud, pues, un poseedor civil deviene propietario por el transcurso del tiempo, si su posesión se ha realizado en concepto de dueño y no ha sido interrumpida”. P 407

 [13] Carrasco Perera Á. Derecho civil. Quinta Edición ed. Madrid: Tecnos; 2016:420. “La persona constituye el centro de gravedad de todo ordenamiento jurídico democrático. Ella es la destinataria de las normas jurídicas que lo integran y en su favor se encuentran reconocidos, sobre todo frente al Estado, los derechos, los bienes y las posiciones jurídicas fundamentales” P 70

 [14] Lefebvre H. El derecho a la ciudad. 4ª Edición ed. Barcelona: Ediciones Península; 1978. “Ello supone por consiguiente substituir la planificación económica por una planificación social, cuya teoría apenas está elaborada.” P 147

 

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Derechos de Cuidado Urbano II: Campo

campo web

Nuestra descripción de lo urbano podría llevar a un cierto desaliento. La ciudad se hace en base a la propiedad de –el suelo- de la misma y a unos pocos instrumentos legales que la trascienden, pero que no cuestionan las lógicas economicistas imperantes. Todo ello dejando fuera numerosas vindicaciones urbanas que se subsumen bajo el grito voluntarista del Derecho a la Ciudad. ¿Qué podemos hacer ante tamaña asimetría? ¿Solo queda la resignación y el “sálvese quien pueda”?  ¿O la lucha partisana sin cuartel contra un establishment bien organizado? ¿La pataleta dialéctica? ¿La acción subversiva? ¿La indiferencia?…

Fijémonos por un momento en el suelo no estudiado, en el resto del suelo. Lo que no es ciudad, lo no-urbanizable: el campo –más del 70% del territorio-. Veamos qué sucede en el suelo que no es ciudad y qué lógicas imperan en el mismo, de forma que podamos establecer una relación entre ambos directamente transferible –al hablar del mismo medio en base a su continuidad geográfica-. En el campo también se dirimen las disputas, los disensos y los conflictos que entre los distintos derechos se producen, y otros sistemas de normas se aplican sobre ellos a la hora de que dicho suelo contribuya a la productividad, el progreso y el sostenimiento de su población en base a bienes y servicios –no sólo hacia su propia población sino hacia las ciudades también-.

El campo –su suelo- también posee una multiplicidad de funcionalidades que hacen de éste un recurso clave en el funcionamiento natural y antropizado del medio. El suelo rural es productivo, ya que mediante su cultivo –cuidado- y desarrollo podemos obtener de él todos los productos que la agricultura, la silvicultura y la ganadería nos ofrecen. También otras prácticas productivas implican su explotación, como las canteras, las infraestructuras, las presas, el fracking, los aerogeneradores y paneles solares y un sinfín de prácticas que necesitan de recurso territorio o explotan la riqueza de su humus superficial, su exposición al viento y el sol o su subsuelo. Las diferentes condiciones que se dan en el campo hacen de cada tipo de suelo y territorio un posible recurso potencial productivo. Si nos fijamos en la productividad agrícola existen territorios muy fértiles y propicios –por su edafología y condiciones climáticas- a producir varias cosechas al año. Otros suelos considerados poco productivos –a nivel agropecuario- pueden tener potentes regímenes de vientos que sean susceptibles para la instalación de campos eólicos, o que sus entrañas posean gas esquisto que pueda ser extraído por fractura hidráulica.

Y claro, en el campo, y entre la gente del campo, las lógicas imperantes no son –como es previsible- muy diferentes de las de la ciudad. Los propietarios de terrenos agrícolas trabajan para que sus tierras sean lo más productivas posibles y que, a su vez, puedan obtener los mayores beneficios posibles, sin que por ello se descarte la preocupación obligada por la sostenibilidad del medio circundante y la posible contaminación, sobre-explotación o agotamiento de los recursos que sostienen sus actividades profesionales y vitales. De esta forma las tierras más productivas estarán más cotizadas que las poco productivas, aunque esto solo pueda valorarse en base a cómo conocemos el recurso en la actualidad –su uso habitual, visible y conocido-. Por el contrario, las tierras menos productivas harán que sus propietarios se vean inmersos en una mayor escasez –o menor abundancia- debiendo tender a mejorar sus tecnologías, adquirir más tierras, mejorar la productividad o encontrar fuentes complementarias retribuidas para su sostenimiento.

Y al igual que en la ciudad la funcionalidad productiva-economicista no es la única –aunque sí la hegemónica- sino que otros factores inciden la gestión territorial del campo. El campo supone el paisaje de un territorio, de un país. Cumple importantes funciones medioambientales como el fomento de la biodiversidad, la lucha contra la erosión, la fijación de CO2 y la producción de oxígeno, su capacidad de regulación térmica, su función en el ciclo del agua y sus reservas acuíferas, etc. Incluso en la lógica productiva el campo es fundamental para la producción de alimentos –la soberanía alimentaria de un territorio o país-, el mantenimiento de la cadena trófica, la conservación del paisaje, la producción natural y ecológica, etc. Esta relación entre la productividad de la tierra agrícola y su multifuncionalidad corre pareja a una gran política –económica- de la Unión Europea: La Política Agraria –o Agrícola- Común –o Comunitaria-. La PAC.

La PAC se creó a lo largo de los años 50 en Europa a raíz de la finalización de la II Guerra Mundial[1]. El período de posguerra se caracterizó por una tremenda hambruna debido a la devastación que supuso el conflicto, la falta de inversión y desarrollo del campo y su poca productividad, que hicieron que no hubiese producción alimentaria suficiente para la población afectada y por tanto carencias de primer orden. La priorización de inversión comunitaria en el campo y su agricultura con el fin de modernizarla y volverla productiva para paliar los déficits alimentaros de la población constituyó de facto la primera política comunitaria –algunos defienden que la propia creación de la Unión Europea fue gracias a la PAC-[2]. Durante los primeros años de puesta en marcha el campo se modernizó y las explotaciones realizaron grandes inversiones que permitieron un rápido aumento de la producción agropecuaria que permitió a la Unión una soberanía alimentaria y la garantía de provisión de alimentos para la población existente. Una vez superada la primera fase la producción siguió aumentando  de forma inexorable por lo que comenzaron a producirse excedentes alimentarios que la población no podía asumir. Estos excedentes –aumento de la oferta efectiva  sobre la demanda efectiva- afectó a los precios del género devaluándolos, por lo que revertía en un empobrecimiento de las explotaciones y los trabajadores y propietarios del campo. Así surgieron las cuotas alimentarias –topes de producción como en el sector lácteo- o cuotas por regiones y territorios –como las cuotas pesqueras asignadas a cada país-.

El trascurso de recuperación de la producción alimentaria a la gestión de los excedentes ha tenido que armonizarse con la inclusión de la agricultura en la economía de mercado, la apertura de fronteras, el libre comercio, el proteccionismo y la cuestión de la soberanía alimentaria. Europa ha ido introduciendo más estándares de mayor implicación en la calidad, gestión y tratamiento de los productos agrícolas y ello ha hecho que el sistema de producción europeo esté más regulado, normativizado y controlado que en otras zonas productoras. Al existir un libre comercio global de mercancías los productos agrícolas producidos en las periferias europeas hacen que los productos propios pueden volverse menos competitivos debido a las regulaciones y estándares existentes en el seno de la unión –laborales, fiscales, de calidad y trazabilidad, medioambientales…- mientras que en otros lugares con regulaciones más laxas o menos exigentes pueden darse costes repercutidos menores que hacen más competitivos sus productos. Esto podría provocar que la alimentación europea se importase de fuera en base a criterios estrictamente económicos –de mercado-. No obstante la PAC entendió como capital el que la agricultura comunitaria no dependiese de la competencia de precios debido a su condición estratégica –soberanía alimentaria- y la multifuncionalidad del suelo –cuidado del suelo, paisaje rural, medio ambiente, fijación de población…-.

De esta forma la PAC, cuya política principal ha sido la distribución de recursos y ayudas al campo, pasó de priorizar la productividad de la tierra a otra serie de cuestiones multifuncionales en la actualidad. Si bien en un principio, y debido a la situación del campo, la PAC invirtió casi únicamente en el aumento de la productividad de la tierra, y ofrecía ayudas en función de la productividad de la misma, en los últimos años se ha aplicado un desacoplamiento de las ayudas a la productividad, introduciendo criterios de sostenibilidad, ecológicos, de relevo generacional y fijación de población y de complemento a las rentas de los trabajadores del campo.

Estas ayudas suponen, por tanto, un reconocimiento al trabajo que realizan los agricultores europeos en el cultivo de la tierra y el paisaje de la región siendo, además, una política común que destina gran parte de los recursos de la propia Unión (casi el 50% del presupuesto) y que ha sufrido constantes revisiones para ir adaptando dichas políticas a las realidades existentes. No obstante estas políticas no han dejado de tener problemas estructurales y externalidades nocivas para el resto de agriculturas periféricas. Por una parte la subvención directa a la alimentación europea, que ha ido indirectamente a la mejora de los sistemas de producción e inversión en maquinaria y diversas técnicas en pos de la eficiencia y racionalización, ha hecho que la producción sea cada vez mayor, y por lo tanto ha ido aparejada a una bajada progresiva de los precios de las materias agrícolas. Esto ha supuesto un dumping[3] social, al competir con los productos importados de las economías periféricas, que han tenido que luchar con precios más bajos para permitir el acceso de sus productos en el mercado europeo, con el consiguiente empobrecimiento de sus productores. Por otro lado los grandes propietarios de tierras –terratenientes, grandes empresas de alimentación y distribución, etc.- han visto cómo trabajando sus propiedades han recibido grandes cantidades económicas gracias a las ayudas previstas para ello. Finalmente cabría destacar el fraude existente- de manera más o menos extendida- que posee múltiples variables, como la inclusión de tierras de labor impropias –espacios como aeropuertos, campos de golf…- la mínima labor de las tierras o el “trafico” y mercado de derechos.

Sea como fuere lo que nos parece relevante en la PAC es que su funcionamiento implica algunas lógicas muy diferentes a las que encontramos en el discurso hegemónico que se dan en la ciudad, los gobiernos o la propia Unión Europea. Y es aquí dónde encontramos que otra forma de operar es viable en base a criterios distintos a los planteados por las lógicas unidimensionales de los mercados financieros. La Política Agraria Comunitaria posee unas dimensiones que podrían considerarse “anatema” en cualquier discurso o práctica convencional de libre mercado, y sin embargo existen y están más vigentes que nunca. Entre dichas lógicas caben destacar:

 1) Condicionalidad. Supone la inclusión de planificación y coordinación del sistema y reglas específicas de obligado cumplimiento.

2) Actividad. La generación de derechos –remunerados- en base al trabajo y la actividad agraria y no a la propiedad sin trabajo.

3) Desacoplamiento. El desacoplamiento de las ayudas a la productividad –y la inclusión de criterios no economicistas-.

El primer punto que nos interesa desarrollar versa sobre la planificación del sistema de la PAC lleva a la propia producción agrícola de toda la región. Famosa es la frase “los agricultores plantan mirando al BOE”. Efectivamente la PAC determina aquellos cultivos, zonas y regiones que son susceptibles de recibir las ayudas planteadas, así como las técnicas, prácticas y obligaciones que se deben cumplir para acceder a las ayudas, y esto no permite una total libertad. Este conjunto de normas es lo que se denomina la condicionalidad y tiene que ver con un conjunto de buenas prácticas, tipos de cultivos, mejoras técnicas y sensibilidad medioambiental que condiciona la recepción de las ayudas a la ejecución de las mismas[4]. Cada agricultor debe cumplir una serie de preceptos bien definidos para poder tramitar la PAC y así recibir las ayudas. Y ello implica los cultivos que puede desarrollar, el porcentaje de tierras en barbecho, las rotaciones, etc. En este sentido un agricultor tiene un margen de elección dentro de las tierras que trabaja en base a una familia de cultivos –trigo, cebada, centeno, girasol, guisante…para una tierra de secano por ejemplo- y los preceptivos barbechos –un 30% rotatorio-. Dentro de dicho esquema el agricultor demostrará su contribución y podrá recibir las ayudas.

Dicha condicionalidad esta coordinada y centralizada desde Bruselas con la participación de cada estado miembro[5]. Así toda la región europea demarca cada una de las regiones productivas y establece los cultivos “subvencionables” en cada lugar, permitiendo controlar la labor y producción de cada espacio agrícola y su tipo de plantación o explotación ganadera. Esto recuerda a los planes quinquenales soviéticos, en los que la producción agrícola estaba planificada y centralizada y cada región producía una determinada familia de productos agrícolas que se comercializaban en el interior de la federación. En el caso europeo vemos como todo el territorio está subdividido y categorizado por regiones y cómo cada una de ellas es susceptible de producir determinados productos en base a la planificación centralizada y condicionada por las autoridades competentes. Existe libertad, sí, ya que cada agricultor puede plantar o producir lo que desee, pero en la práctica nadie “se sale” de las plantaciones subvencionables con la consiguiente pérdida de ayudas económicas, y por tanto la PAC establece de facto la producción planificada de la Unión.

El segundo punto capital de la PAC es la actividad en el campo y la labor de las tierras. El destinatario de las ayudas de la propia Política Agraria es el agricultor en activo, y éste no es otro que la persona que trabaja el campo –sea o no sea el propietario de las tierras-. Esto supone una lógica muy disruptiva –a nuestro modo de ver- ya que prima el trabajo sobre la propiedad y otorga derechos remunerados a la persona que realiza las labores productivas y de mantenimiento del paisaje y medio ambiente por encima del propietario de dichos terrenos.

En la práctica podemos encontrar múltiples situaciones en las que se dan las relaciones entre el propietario y el trabajador de la tierra. En muchas ocasiones ambas personas son la misma: el propietario de una tierra es el mismo que la trabaja y por tanto el mismo que recibe las ayudas y la producción de la tierra. A partir de ahí el propietario puede arrendar una tierra a un trabajador y es éste último el que debe realizar los trabajos en la misma y tramitar las ayudas de la PAC –que luego repercutirá parcial o totalmente en forma de arrendamiento al propietario-. También existen casos en los que el propietario contrata servicios externos para la labor en la tierra que abona convenientemente para poder tramitar las ayudas.

Pero lo que es capital es que las ayudas de la PAC no se reciben por el mero hecho de ser propietario de las mismas. Las ayudas van destinadas a la persona que trabaja y cuida la tierra –sea propietario o no-. De esta forma se premia el trabajo de la tierra, la labor de la misma para hacerla productiva, el mantenimiento de su suelo, la limpieza de sus lindes, acequias, pastos, bosques, matorrales…la rotación de cultivos, el barbecho, etc. Esto hace que las ayudas no premien la acumulación de tierras o el simple hecho de ser titular de las mismas –y por tanto especular con la mera propiedad- sino que el derecho de trabajo prevalece y es el destinatario de dichas ayudas y por tanto los propietarios que no trabajen la tierra no tendrán ayudas mientras que un trabajador sin tierras en propiedad podrá recibir ayudas –si arrienda dichas tierras y las trabaja-.

El último de los puntos hace referencia al denominado desacoplamiento[6], es decir, el percibimiento de ayudas sin tener en cuenta la productividad del agricultor. En este caso el desacoplamiento fue forzado, de alguna manera, para evitar el dumping que se producía al premiar el crecimiento de la productividad agropecuaria, la aparición de excedentes, la bajada de precios, las prácticas subvencionadas contrarias a las prescripciones de la OMC y la aparición de cuotas y prácticas anticomerciales.

De esta forma la UE se compromete a cambiar el esquema de ayudas desacoplándolo de los volúmenes producidos para no incentivar la producción y los consiguientes desequilibrios comerciales y de otra índole. Así las ayudas pasan directamente al agricultor como un complemento a su renta a cambio del resto de funciones que cumple al margen de la productividad.

Este esquema permite a cada agricultor componer su renta de las dos variables principales: las ayudas y la propia producción de sus tierras y ganados. La proporción y correlación de estas dos variables es muy dispar, y varía entre los escenarios donde porcentajes son similares hasta porcentajes residuales en función del tipo de ayudas y su cuantía y sobretodo de la calidad y productividad de la tierra. Así encontramos cómo para un año convencional –a nivel de climatología- en regiones muy cercanas como el Campo de Gómara, en Soria, con tierras de buena calidad y productivas –cereal extensivo- las ayudas pueden suponer cerca de un 5%-10% en relación a la renta obtenida por la venta de su producción, mientras que un poco más al sur –en la Vega del Jalón- donde la tierra es más pobre y poco productiva y las ayudas pueden suponer el 30%-40% del total de la renta anual percibida por el agricultor, siendo la restante la propia producción obtenida. Esto en condiciones normales, ya que cada ejercicio la variación es imprevisible –lluvia, sequía, granizos…- y existen otros mecanismos que amortiguan dichas fluctuaciones –seguros agrarios, fondos y reservas, especulación en la venta de la producción, etc.-

El desacoplamiento de la ayuda, pensado en un principio para complementar la –insuficiente- renta del agricultor, se combina con su producción para igualar el trabajo del campo al equivalente en la ciudad, dignificar las condiciones de trabajo, la calidad de vida y el poder adquisitivo de los mismos y evitar que todo su salario esté condicionado al progresivo aumento de productividad y la eficiencia para obtener mayores rentas.

Esto en la práctica se cuestiona ya que, a pesar de que las ayudas permitan un cierto “relajamiento” en la necesidad de rentas obtenidas directamente por la producción, no por ello estas ayudas influyen de forma indirecta en la mejora y aumento de productividad, ya que ello contribuye al crecimiento de la renta del agricultor, y por tanto de su nivel de vida. Así ocurre que en la práctica unas ayudas destinadas a la renta se trasfieren con frecuencia a la inversión directa en maquinaria, infraestructuras  y sistemas de mejora de la eficiencia de los trabajos agrícolas repercutiendo en una mayor productividad de la tierra y por tanto representando ,en la práctica, una ayuda –indirecta, eso sí- a la producción.

Examinemos estas tres cuestiones planteadas en el ámbito de las políticas urbanas y de las políticas económicas en general –hasta de la filosofía política liberal nos atreveríamos a decir-.

La primera lógica, la planificación territorial y sectorial, coordinada y hasta centralizada, supone una política cuanto menos “regresiva” con respecto a muchas lógicas imperantes y unidimensionales establecidas. La política económica neoliberal busca desesperadamente el famoso laissez faire: una progresiva desregularización de los mercados en los que el estado y los distintos gobiernos y administraciones tengan un papel menor –o irrelevante- en la gestión de la economía, permitiendo un espacio libre de fronteras y controles para los capitales financieros, estableciendo mayor flexibilidad en los mercados de trabajo, priorizando las negociaciones entre empresas y trabajadores frente a convenios colectivos o legislaciones laborales unificadas, descentralizando las políticas de forma progresiva con mayor desarmonización entre las mismas, etc.

Cualquier voz en contra de esta lógica y que apunte a una condicionalidad, control y planificación[7] es tachada de retrógrada, antidesarrollista, regresiva, empobrecedora y asociada a antiguos regímenes con economías planificadas. No existen posibles alternativas a dicha desregularización sin ser situado cercano a economías autárquicas, a prácticas  subversivas de nacionalización o intervención excesiva en la propiedad privada o el mercado, -en el mejor de los casos- y acusado de entorpecer el desarrollo económico y evitar el crecimiento necesario para reducir las tasa de desempleo o de establecer numerosas e innecesarias trabas burocráticas y regulatorias que afectan a las cuentas de resultado del empresas y entidades, con la consiguiente pérdida de competitividad nacional y sectorial, la pérdida de ingresos vía tributaciones y el rechazo a la inversión y la pérdida de puestos de trabajo.

Este discurso monolítico, aplastante y bien lubricado por intereses varios es difícilmente encarable desde otras lógicas creativas, que no supongan recuerdos del pasado, utopías irrealizables o prácticas existentes de escaso recorrido. Pero la PAC es un perfecto Caballo de Troya para ello. La PAC supone una política “real”, actual y existente que emana de la propia Unión Europea –poco sospechosa de situarse lejos del liberalismo- y que coexiste con el discurso hegemónico. La PAC es una política común a todos los países, es una política absolutamente planificada, que establece las cuantías, presupuestos, ayudas y destinatarios, que define las regiones productivas, que demarca los productos agropecuarios a producir, que monitoriza y controla dichas ayudas y que las modula para incidir sobre el mercado, los precios de las materias y las rentas de los agricultores de manera permanente, decisiva y colegiada.

¿Qué ocurre con el segundo punto en la ciudad? Tenemos numerosos ejemplos de ayudas directas a las rentas vía retribuciones y ayudas directas –ayuda al desempleo, jubilación, maternidad, dependencia, incapacidad, enfermedad…- así como indirectas hacia las personas. Pero el hecho es que, como describíamos en la primera parte, la propiedad es uno de los fines –sino el principal- de las aspiraciones de muchas personas, empresas y entidades, que ven como la propiedad se sacraliza en la propia constitución, que la función social[8] de la misma es muy subsidiaria y cómo la especulación de la misma produce grandes plusvalías. Las rentas del trabajo suelen ser menores, estar más gravadas y más controladas que el patrimonio y las rentas del capital. El trabajo supone un esfuerzo diario, un cuidado permanente, una dedicación vital como proyecto que en el caso de la propiedad puede encontrarse asociado a la herencia u otras formas de obtención más pasivas –a pesar de que la propiedad es el objeto finalista en muchas ocasiones de las rentas del trabajo-.

De ninguna manera pretendemos aquí restarle legitimidad al concepto de propiedad y ésta es un objetivo absolutamente loable para cada uno de nosotros pero al igual que la economía colaborativa y las nuevas tecnologías han cuestionado el concepto de propiedad por la obtención y comercialización de servicios la propia PAC contrarresta el peso de la propiedad –de la tierra- frente al servicio –el trabajo de la misma- a través de sus ayudas. Lo importante –teóricamente, aunque existe mala praxis como en todo- es trabajar la tierra, no tenerla. Y esta premisa, tan sencilla como brutal, contraviene las lógicas imperantes de la condición prepolítica de la propiedad y la dificultad de trascender la misma para operar sobre ella –como describíamos anteriormente-.

La necesidad de obtener las ayudas de la PAC pasan por contratar o arrendar a alguien que trabaje –este en activo-, y que por tanto sea destinatario de las mismas. No basta con ser propietario, hay que trabajar la propiedad. Imaginemos esta premisa en lo urbano. Imaginemos que se obtuviesen ayudas por el trabajo de la propiedad, por la función social de la misma, más allá del hecho de ser propietario. Las ayudas existentes a la compra de la primera vivienda, en la que existía un tope de desgravación de la misma en la renta de las personas físicas introducía la función social en dicho concepto de propiedad, ya que sólo la primera vivienda, es decir, aquella en la que estabas empadronado y dónde vivías era susceptible de recibir una ayuda en forma de menor imposición a la renta del ciudadano –evitando que se recibieran ayudas por segundas residencias o viviendas como bienes de inversión y/o especulación-. No obstante esta ayuda se centra –de nuevo- en el régimen de propiedad, ya que no existía la correspondiente ayuda en regímenes de no-propiedad –alquiler-. Las personas que dotaban a una vivienda de su función social –habitarla- solo recibían una ayuda si la compraban –propiedad- pero no al arrendarlas, por lo que el sistema no solo sacralizaba constitucionalmente la propiedad sino que premiaba, dirigía y estrechaba –junto a la facilidad de crédito, la imposición tributaria, la falta de políticas de vivienda pública en alquiler, el mercado en propiedad y el relato cultural…- la opción de propiedad frente a otras –con la misma función social-.

Finalmente el último punto se nos antoja –a nuestro gusto- demoledor. ¿Quién en nuestros días osaría a premiar a los ciudadanos independientemente de su productividad? La productividad y el crecimiento son los mantras de nuestro sistema y de nuestra época. Sin ellos sólo cabe una caída inexorable de nuestra calidad de vida y nuestro sistema tal y como lo entendemos. Todos los esfuerzos públicos, empresariales y laborales se centran en la mejora de la competitividad, la eficiencia y la productividad para que todos podamos vivir mejor –“y ser un poquito más felices” nos dicen-. La caricatura establece que el problema del precio de la luz no es que ello repercuta en el posible impago de las familias sin recursos –pobreza energética- sino que repercute en los costes indirectos de producción industrial haciéndonos menos competitivos que nuestros vecinos europeos. Innumerables empresas y organizaciones reivindican el ajuste de salarios no ya a la inflación –que puede ser superior al crecimiento en momentos puntuales como los acaecidos en la crisis económica- sino a la tasa de crecimiento y productividad de la empresa. La sociedad se plantea si es óptimo el alargamiento de la edad de jubilación no frente al necesario relevo generacional que provea trabajo y proyectos de vida para los jóvenes sino por la poca productividad de las personas mayores frente a los jóvenes. Las infraestructuras, transportes, becas y demás son examinados no desde lógicas vertebradoras territorialmente, justas socialmente o como provisiones de equidad social y territorial, sino bajo las previsiones en sus rendimientos –número de pasajeros, calificaciones, retornos de explotación…-

La Renta Básica Universal, algo tan utópico, debatido, polémico, problemático y subversivo es la trasposición perfecta de las ayudas desacopladas de la PAC. Y estas ayudas YA existen. Y no, no han hecho que los agricultores se queden en casa, descuiden sus quehaceres, vivan de los demás o no produzcan. Ese es el discurso que se plantea en contra de la Renta Básica: que es insostenible, que hará que la gente no trabaje, que se acomode, que la tasa de paro aumente, que unos vivan de los otros. No hace falta hacer política ficción, ni buscar en algún país nórdico alguna experiencia similar: la Política Agraria Común reparte anualmente alrededor de cincuenta mil millones de euros en ayudas desacopladas a los agricultores europeos y estos los invierten en la mejora de sus equipamientos, infraestructuras, bienes y sostenibilidad vital, mejorando sus condiciones y las del campo, aumentando de facto la productividad –aun no siendo ese el objeto de las ayudas- y cuidando un sector estratégico y capital en nuestras vidas –soberanía alimentaria, paisaje, medio ambiente, calidad del aire, fijación del CO2, etc.-

La Renta Básica Universal puede encontrar en la PAC cómo ser una política real, adecuada, funcional, desacoplada de la productividad pero que, sin embargo, ayude indirectamente a ella dotando de seguridad, tranquilidad y cobertura a los ciudadanos.

Mirar al campo y a su Política Comunitaria nos permite ver cómo se puede planificar la ciudad, cómo se puede contribuir al trabajo y al cuidado urbano más allá de la propiedad y cómo se puede dotar de apoyos a los ciudadanos sin limitarse a su titularidad o estatuto de propiedad, de su productividad, por el mero hecho de cuidar la ciudad y practicarla.

Fijémonos en el campo y aprendamos de él, como siempre hemos hecho, para mejorar nuestros espacios urbanos.

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[1] Fritz T. Globalizar el hambre. impactos de la política agrícola común (PAC) y de las políticas comerciales de la UE en la soberanía alimentaria y los países del sur. España: ACSUR-Las segovias, Ecologistas en Acción, Plataforma 2015, Plataforma Rural, Veterinarios sin Fronteras, Asociación Trashumancia y Naturaleza; 2015. “Desde su creación en 1962, la PAC es la primera política unitaria de la Unión Europea, y aún hoy supone el 40% de su presupuesto total. En la Europa de posguerra, sus objetivos iniciales fueron incrementar la productividad agraria; garantizar un nivel de vida equitativo a la población agraria; estabilizar los mercados; y garantizar el autoabastecimiento de la URE a precios razonables para el consumo.” P 4

[2] Ibídem. “Desde los comienzos de la integración europea, la agricultura constituyó un componente fundamental del proyecto político que llevaría a la Unión Europea actual, con sus 27 miembros.  El Tratado de Roma por el que se instituyó la Comunidad Económica Europea (CEE) en 1957 no sólo establecía un Mercado Común, es decir una unión aduanera que desmantelaría progresivamente los aranceles que gravaban el intercambio de bienes entre los seis países fundadores, sino una Política Agrícola Común. Europa Occidental luchaba entonces por superar la escasez de alimentos resultado de la devastación provocada por la Segunda Guerra Mundial.” P 24

[3]Ibídem.  “Los excedentes retirados del mercado debían ser almacenados, o se exportaban a terceros países. Los fondos de la PAC no sólo cubrían los costes de almacenamiento, sino también las subvenciones a la exportación, que compensaban a los exportadores por la venta de sus productos en los mercados mundiales, donde los precios eran mucho más bajos que en el mercado interno.” P 25

[4] Comisión Europea. La política agrícola común (PAC) y la agricultura europea: Preguntas frecuentes. http://europa.eu/rapid/press-release_MEMO-13-631_es.htm. Updated 26 de junio de 2013. Además, el conjunto de las ayudas directas se pagan exclusivamente a condición de observar una serie de estrictas normas en materia de medio ambiente, seguridad alimentaria, sanidad animal y vegetal, bienestar de los animales y, en general, de mantenimiento de las tierras en buenas condiciones de producción. Es lo que se denomina la «condicionalidad». En caso de incumplir estas normas, se pueden suspender los pagos e imponer sanciones al agricultor.

 [5] Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino.  Real decreto 486/2009 http://www.boe.es/boe/dias/2009/04/17/pdfs/BOE-A-2009-6414.pdf. Updated 3 de Abril 2009. “Real Decreto 486/2009, de 3 de abril, por el que se establecen los requisitos legales de gestión y las buenas condiciones agrarias y medioambientales que deben cumplir los agricultores que reciban pagos directos en el marco de la política agrícola común, los beneficiarios de determinadas ayudas de desarrollo rural, y los agricultores que reciban ayudas en virtud de los programas de apoyo a la reestructuración y reconversión y a la prima por arranque del viñedo.”

[6] Fritz T. Globalizar el hambre. impactos de la política agrícola común (PAC) y de las políticas comerciales de la UE en la soberanía alimentaria y los países del sur. España: ACSUR-Las segovias, Ecologistas en Acción, Plataforma 2015, Plataforma Rural, Veterinarios sin Fronteras, Asociación Trashumancia y Naturaleza; 2015. “En resumidas cuentas, el proceso de reforma de la PAC en las últimas dos décadas se ha caracterizado fundamentalmente por una “transformación de las subvenciones a la producción en apoyos directos al productor”, en palabras de la propia Comisión Europea. […] La reforma MacSharry introdujo cambios para transformar el apoyo vía precios en pagos directos vinculados a la producción (basados en la superficie cultivada o el número de cabezas de ganado), mientras que la reforma de 2003 supuestamente “desacopló” estos pagos de la producción introduciendo el Régimen de Pago Único.” P 31

[7] Lora-Tamayo Vallvé M. La EUropeización del territorio. Madrid: Dykinson; 2013. “En efecto DECLERIS entiende que los rasgos que caracterizan el desarrollo de los asentamientos humanos en la era post industrial son dos: a) la multiplicación y el crecimiento de las ciudades b) la dispersión incontrolada de los asentamientos y la actividad edificatoria con el coste de los ecosistemas sensibles como son los bosques, costas, pequeñas islas y montañas. Es interesante apreciar como estos dos rasgos aparecen íntimamente relacionados en el sentido de que cuanto peor es el medioambiente urbano de ciudades que crecen constantemente, mayor es el número de personas que escapan temporalmente buscando un ambiente más agradable. Aunque existan otros factores que influyen en la multiplicación de los asentamientos como el aumento de la oferta de los servicios turísticos. Poco se ha hecho hasta el momento para intentar controlar estas dos características. Muy poca gente ha abordado el tema fundamental del límite de crecimiento de las ciudades, la mayor parte de los estudios realizan una previsión genérica de que en un futuro no muy lejano el 50% de la población vivirá en ciudades, especialmente en los países desarrollados, pero muy pocos son conscientes del peligro del adelgazamiento de los ecosistemas sensibles. Las ciudades han sobrepasado con creces su propia capacidad y también la de los ecosistemas que las soportan, de forma que la incursión dispersa en los ecosistemas sensibles y el apoyo tecnológico que se requiere para llevarla a cabo ha comenzado a mostrarse en una inevitable y extensiva destrucción (incendios, inundaciones…).” P18-19

[8] Carrasco Perera Á. Derecho civil. Quinta Edición ed. Madrid: Tecnos; 2016:420. “El artículo 33 CE garantiza, como sabemos, el derecho de propiedad, añadiendo que su contenido queda “delimitado” por la función social de estos derechos “de acuerdo con las leyes”. La CE garantiza la propiedad privada como todo derecho patrimonial en el más amplio sentido. Lo garantiza como institución y como derecho individual. […] La función social delimita el contenido del derecho. P 301

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Derechos de Cuidado Urbano I: Ciudad

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¿Quién hace cuidad? O mejor dicho… ¿Quién tiene “derecho” a hacer ciudad? Repasemos –una vez más- el esquema o modos de relación que se dan en la producción de lo urbano. En dicho esquema se imbrica una relación entre numerosos procesos en los cuales, en cada uno de ellos suele estar implicando un determinado agente específico –división del trabajo-. De esta manera encontramos cómo el suelo urbano está conformado por una suerte de “trencadis” basado en la propiedad del mismo. Estas múltiples parcelas y terrenos que conforman la ciudad –y lo que es susceptible de serlo aún no siéndolo todavía- fragmentan la continuidad del territorio en base a unos límites intangibles que sólo podemos observar mediante herramientas específicas –catastro-.

Sobre la continuidad territorial y la propiedad fragmentada de múltiples agentes, se cierne la regulación urbanística correspondiente. Esta suele tener una estructura multicapa: una yuxtaposición de normativas en base a las distintas escalas administrativas –regulación territorial- y competencias –regulación sectorial- distribuidas que genera una gran complejidad. Así encontramos cómo existen directivas, recomendaciones, leyes y normativas que provienen desde instancias globales y trasnacionales –ONU, UE- hasta las escalas nacionales, autonómicas, provinciales y municipales. Todo este palimpsesto regulatorio es propicio para que la gran mayoría de personas sienta vértigo ante su presencia –y no digamos su interpretación o aplicación-, haciendo de perfecto caldo de cultivo para diferentes experticias –abogados, arquitectos, urbanistas…-

Precisamente son éstos últimos los que se encargan del “diseño” de la ciudad. La aplicación de la regulación urbanística posee numerosos instrumentos de planificación y gestión del suelo urbano –y urbanizable- que se traducen en los tres operadores deónticos: lo que se permite, lo que se prohíbe, lo que se restringe[1]. Así la regulación se concreta en cada porción territorial en base a su instrumento específico de planificación, calificando y cualificando el espacio sobre el que se hace ciudad. Los instrumentos reguladores son definidos por los expertos anteriormente citados –muchos abogados, menos arquitectos-urbanistas, pocos geógrafos- y se conforman en los distintos planes de aplicación legal –PGOUM, POM, NN.SS., PAU, PE, PP, PERI, ARI…-

Al cruzar la trama propietaria con la trama regulatoria entendemos lo que cada uno  puede hacer en la ciudad. Propietarios de toda índole y condición mirarán ávidos a la regulación existente que afecta su propiedad para saber si pueden o no hacer ciudad –en dicho momento-. En caso de que puedan hacer ciudad sabrán qué tipo de ciudad pueden hacer –residencial, comercial, terciario, dotacional, infraestructural…-. También sabrán cuánto de ciudad podrán ejecutar –ocupación, edificabilidad, número de plantas…- Finalmente sabrán cómo debe ser la morfología de esa ciudad –retranqueos, patios, frentes, accesos, acometidas, luces, superficies, distribuciones…-

Con toda esta información clarificada, y con la potestad que otorga el derecho de propiedad, el propietario ya puede comenzar a desarrollar su aportación particular a lo urbano. Primeramente deberá encontrar los recursos necesarios para llevar a cabo la inversión planteada ya que, por lo general, éstos implican grandes cuantías de dinero que no tienen porqué estar disponibles para el propietario por el mero hecho de serlo. La obtención de dichos recursos –la financiación- y la puesta en marcha del proceso urbanizador implica la promoción del mismo, bien sea por el propietario, bien sea por otro agente que dispone de los recursos y el conocimiento financiero para ello.

Lo habitual es que el propietario disponga de un arquitecto –a veces también un abogado- que estudie la normativa y realice un diseño en base a la misma, que maximice la capacidad permitida o tolerada por la misma. El proyecto conformado reunirá distintas condiciones para que el producto resultante cumpla con las distintas condiciones, a saber: que sea legal, que posea los mayores aprovechamientos dentro de sus estándares urbanísticos, que sea bello, que sea económico, que sea rápido de ejecución, que sea funcional para el desarrollo de los programas y actividades que en él se prevé desarrollar, que posea una imagen determinada, etc.

A continuación el proyecto debe materializarse en base a su construcción. En este proceso suelen participar otro tipo de agentes –constructoras- que ejecutan el proyecto previsto en base a sus directrices, gestionando los recursos económicos, el tiempo y las múltiples contingencias de un proceso dificultoso y arduo.

Finalmente, toda vez que lo urbano se encuentra materializado, encontramos los últimos aspectos de esta cadena: la gestión de dicho producto. En este caso esto se traduce en los agentes que ocupan, viven, usan o trabajan en dichos espacios, así como los agentes que gestionan los bienes producidos –inmuebles- ya sea mediante su alquiler, venta, explotación, etc.

Por tanto el proceso de producción de ciudad implica numerosos procesos y condiciones que deben darse de una forma más o menos coordinada. La propiedad, la regulación, la promoción, la financiación, la proyección, la construcción y la gestión de lo urbano poseen numerosos modos de relación, ya que cada uno de los procesos alberga varias variables que, al combinarse entre ellas, producen la infinidad casuística en los procedimientos urbanos que se dan en nuestras ciudades.

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De esta forma cada proceso puede estar asociado a un agente diferente –propietario, legislador, promotor, financiador, diseñador, constructor, gestor- pero puede ser que un mismo agente abarque varios procesos –la promoción y la construcción, la propiedad y la gestión, el diseño y la construcción…-. Incluso pueda darse el caso de que un mismo agente pueda acometer casi en su totalidad el conjunto de procesos planteados. Dentro de los tipos de agentes podemos encontrar numerosas tipologías: particulares, administraciones públicas, empresas, entidades financieras, fondos de inversión, etc. Además los mecanismos de concertación y contratación de los distintos procesos pueden establecerse de múltiples modos –concurso público, contratación, cesión, permuta, préstamo, compensación, inversión, etc.- Y por supuesto la propia conformación de la producción material en base a la propiedad, el diseño y la construcción –territorio o parcela, proyecto urbanístico o arquitectónico y desarrollo del mismo- hace que lo urbano sea resultado de una gran complejidad procedimental que implica numerosos sectores y agentes en el mismo.

Una vez descrito a –muy- grandes rasgos el proceso de conformación de lo urbano repetimos la pregunta inicial: ¿Quién hace ciudad?, o mejor dicho ¿Quién tiene derecho de hacer ciudad?. Si repasamos el esquema anterior encontramos cómo existen múltiples agentes implicados en numerosas tareas diferenciados pero es claro que toda esta secuencia posee un estatuto –y agente asociado- ineludible: la propiedad[2] –y el propietario-. Es el propietario del suelo el que posee la “llave” para desencadenar el proceso de producción urbana. Si, es claro que este derecho está absolutamente mediatizado por la regulación existente[3], pero aún así si el derecho de propiedad no se ejecuta –se pone en marcha- lo urbano no se produce –en acto- y queda latente o en potencia.

Esta cuestión es muy clara en el Derecho Urbanístico. La propiedad es el estatuto principal, primero, y estructural para la producción de ciudad. De hecho la propiedad es el estatuto básico de todo nuestro sistema político-democrático y económico-(neo)liberal. La propiedad, como ha sido discutido por los grandes teóricos de la misma –Hobbes, Locke, Rousseau, Tucker, Marx, Rawls, Nozick, Schumpeter, Rand…-  es, en la mayoría de las ocasiones una condición prepolítica. Esto significa que el derecho de propiedad es una condición adquirida –en base al trabajo, a la herencia, a la conquista, a la compra, a la apropiación…- que se presenta a sí misma de forma incuestionable, indiscutible, insoslayable, inalienable. La condición de propiedad es previa al debate político, al sistema implantado, a las condiciones de regulación y legislación y por tanto no forma parte del corpus a definir políticamente sino que se encuentra predefinida y conserva su estatuto a lo largo de las modificaciones políticas y económicas que se implementan.

Esta condición axial de la propiedad prepolítica posee su correlato en lo urbano y por tanto define -de forma regulado junto al planeamiento-  la producción de ciudad. El propietario de la tierra o suelo susceptible de hacer ciudad –suelo urbanizable- es el agente desencadenante del proceso de producción urbana. Su estatuto regulado de propiedad sobre el suelo prevalece frente a otros aspectos de lo urbano –económicos, sociales, culturales, medioambientales, demográficos…- y los criterios, regulaciones, recomendaciones y contribuciones que pueden llegar desde el “exterior” a su condición de propietario de ningún modo pueden doblegar el derecho de propiedad legítimo y su capacidad de decisión sobre lo que en dicha propiedad acaece[4].

Las lógicas imperantes en las ciudades suelen ser las económicas y financieras –no las únicas pero las hegemónicas- Bajo el criterio económico el suelo se trata como un bien que posee un valor y una demanda efectiva asociada al futuro desarrollo del mismo para la producción de bienes inmuebles que serán ofertados en forma de viviendas, oficinas, hoteles, comercios, etc. Los propietarios estudiarán muy mucho las distintas tensiones que condicionan el desarrollo de su propiedad: condiciones de carácter más estructural –superficie, localización, legislación, inversión…- y otras de carácter más coyuntural –demanda, oportunidad, conectividad, expectativas, competidores…- El sumatorio de condiciones estratégicas y tácticas, junto a la posibilidad real de conformar los recursos y el equipo para el desarrollo del plan, hará efectiva la producción de ciudad, en base a las lógicas hegemónicas –retorno de inversión, plazo de amortización, lucro, posicionamiento global, prácticas monopolísticas, etc.…-, o bien mantener dicha propiedad cercada y cerrada a la espera de mejores condiciones para la misma.[5]

Frente a dichas lógicas económicas la propia regulación –establecida por las distintas administraciones públicas- procura mitigar, disuadir o recomendar otro tipo de actuaciones, o al menos limitar o compensar los desarrollos deseados con toda suerte de retornos a lo común, necesarios para la movilidad, la accesibilidad, el recreo, la multifuncionalidad, la articulación territorial y social, etc. Bien es cierto que uno de los principales propietarios de suelo es la propia administración pública, en sus diferentes escalaridades –estado, comunidad autónoma, municipio-. Esto permite, por ejemplo, que el suelo de titularidad municipal pueda desarrollar ciudad en base a las necesidades detectadas de lo público y el interés general, apoyo a minorías, colectivos vulnerables o personas en riesgo de exclusión social, ya que su titular –la administración- vela por el equilibrio territorial, el acceso a la vivienda y dotaciones básicas –educación, sanidad, servicios sociales, deporte, cultura, actividad económica, infraestructuras, etc.- todas ellas cuestionadas ante la privatización de los servicios.

Pero el derecho de propiedad posee, como indicamos, algunas características propias que hacen de su articulación con la ciudad un reto en ocasiones insalvable. Por un lado la propiedad fragmenta el territorio como si de un vidrio estallado se tratase. El territorio posee una estructura continua y una geografía determinada. La topografía, los ríos, las montañas, los vientos, las masas verdes, la flora y fauna, el soleamiento, los corredores naturales, el tipo de suelo, la fertilidad de la tierra y tantas otras cuestiones se discretizan  y fragmentan por una parcelación –cuantos de propiedad- que dista mucho de ser sensible con la continuidad geográfica existente. Por otro lado la lógica geográfica del territorio se subsume bajo los criterios economicistas y de productividad o provecho de la tierra. De esta forma aparece una nueva fragmentación y segmentación en base a la renta, la capacidad adquisitiva, la exclusión, la segregación y la zonificación se da lugar debido al modelo de ciudad planteada y el acceso al mismo por parte de sus habitantes. Finalmente la propia regulación y planeamiento, que es capaz de “hacer ricos a algunos y dejar pobres a otros”[6] –en base a líneas abstractas trazadas en oficinas que definen suelos urbanizable y no urbanizables y por tanto quién y quién no obtiene plusvalías del suelo[7]-, establece la zonificación de la ciudad, los aprovechamientos, los usos del suelo, etc.

Debido a todo ello –fragmentación, intereses opuestos, zonificación- es casi imposible poder conformar elementos comunes a lo urbano, así como infraestructuras u otras actuaciones que requieren de una visión de conjunto y global integrado. Esta potestad la posee la propia administración, que es la que debe garantizar que la ciudad, su funcionamiento y su crecimiento se realice de forma ordenada, equilibrada, sostenible, atractiva, justa y “habitable”. ¿Pero como hacer posible que el derecho de propiedad[8] sea compatible con las prerrogativas propias que la administración debe acometer? Podríamos pensar que la administración debería intervenir de forma acoplada con el derecho de propiedad: o bien actuaria en aquellos terrenos o suelos en los que ella misma fuese la propietaria o bien debería comprar –o compensar, permutar…- el suelo a todos los propietarios implicados en la intervención planteada. El primero de los casos es muy poco probable y el último podría conllevar el rechazo de venta de uno o varios propietarios. Incluso en el caso de que todos los propietarios del suelo en los cuales se deberá intervenir –para hacer una vía de circulación por ejemplo, o un parque público- el proceso de negociación y compra –o permuta, compensación…- llevaría tanto esfuerzo, trabajo y tiempo que junto a los propios tiempos de contratación, diseño, ejecución, duración de las legislaturas, etc.… harían del todo imposible la efectividad de políticas urbanas eficaces.

Por esta razón aparece un nuevo instrumento imprescindible para hacer ciudad: la expropiación. La expropiación es una prerrogativa propia de la administración pública  consistente en la obligatoriedad de venta o cesión –forzada- de suelo para el “interés general” –o función social-[9]. El concepto de expropiación es bien interesante ya que esta actuación trasciende el derecho central –y prepolítico- de propiedad, regulando su capacidad de decisión. La expropiación no necesita contar con la aprobación del propietario para la intervención urbana, sino que lo obliga, le “fuerza” a vender la propiedad en aras de una actuación que posee un carácter común en la articulación social y territorial de la ciudad. El propietario no puede sino resignarse a ceder su terreno –su propiedad- y esperar una indemnización lo más alta posible…o litigar.

La administración, por tanto, posee ahora un instrumento que le permite “saltar” el derecho de propiedad –antes inalienable- en pos del buen funcionamiento urbano y de dicha función social[10]. Esto no es gratuito, como cabe esperar, y la administración debe indemnizar a los propietarios un precio “justo” –el justiprecio- en base a las diferentes concepciones que puedan entrar en juego en cada momento. De hecho la propia legislación existente puede repercutir negativamente en el coste de los terrenos expropiados: véase la incidencia de la Ley del Suelo y la concepción de suelo urbanizable como todo aquel suelo que no es urbano ni no-urbano[11] y el sobrecoste de las expropiaciones de los terrenos de las radiales de Madrid al aplicar el lucro cesante de un suelo considerado urbanizable por los propietarios –que ganaron la sentencia- frente al criterio de no urbanizable de la propia administración.

Con todo y con ello, e independientemente del coste del justiprecio –la cantidad en la que todos indemnizamos a los propietarios- lo que nos parece clave es la existencia de un instrumento de derecho que deconstruye el derecho primordial de propiedad, y es capaz de regular la propiedad en base a la función social. La expropiación supone un instrumento que permite hacer ciudad sin ser propietaria de ella. Otorga un derecho a urbanizar apropiándose de las propiedades de otros –y compensándoles posteriormente- en base a criterios distintos a los que las lógicas hegemónicas dirigen la compra-venta y/o el desarrollo del suelo con objeto de hacer ciudad. Por tanto encontramos –esperanzados- como existe un derecho a hacer ciudad que no está basado en la propiedad, que es exterior a ella, pero que sin embargo hace efectiva la ejecución y urbanización del suelo con criterios y fines políticos  -y con las posible mala praxis asociada, como la corrupción-. Un instrumento de derecho que permite introducir su carácter político –podemos elegir la administración, podemos discutir sus actuaciones, podemos cuestionar sus decisiones, podemos problematizar sus postulados- frente al carácter estatutario de la propiedad –“es suyo y puede hacer lo que le dé la gana”-.

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 A ambos lados del concepto de expropiación encontramos otros procedimientos que comparten una esfera exterior a la del derecho a la propiedad, pero que conforman una esfera de derecho a urbanizar o hacer ciudad. Entre las fórmulas que se encuentran más cercanas a los derechos de propiedad de los titulares del suelo encontramos la compensación y la cooperación[12]. En la primera los propietarios se ven forzados a urbanizar por la administración pública pero estos se autogestionan –siendo más del 60%- con la propia administración de forma que son los propietarios los que conforman el proyecto de urbanización, reparten cargas, costes y beneficios, ceden las vías públicas y los aprovechamientos comunes a la administración y ejecutan todo el procedimiento constructivo y urbanizador, quedando listo para que, según el reparto de suelo resultante cada propietario pueda, a su vez, edificar con garantías. La cooperación es muy similar a la compensación solo que en este caso la administración ejecuta las obras y posteriormente carga a los propietarios los costes de las mismas con un idéntico resultado. Lo interesante es remarcar el carácter de obligatoriedad que impone la administración sobre el derecho de propiedad.

Al otro lado aparece una figura jurídica: el denominado agente urbanizador[13]. El agente urbanizador es una figura potestativa que “hace de” administración, ya que ésta externaliza o subroga la sus competencias urbanísticas en un agente externo a la propia administración y, por supuesto, a los propietarios. La administración regula el derecho a urbanizar y debe hacerlo pero no posee recursos, tampoco los propietarios los tienen en la mayoría de los casos. Así el agente urbanizador –normalmente la conjunción de un financiador, un promotor y/o un constructor- posee los recursos necesarios para ello y en base a ellos presenta un plan urbanizador tanto a propietarios como a la administración. Si esta lo aprueba el agente urbanizador tiene el derecho de ejecutar dicha actuación cobrando a los propietarios los costes de la misma –más sus honorarios- en forma de dinero, terrenos, viviendas o lo que fuese. Los propietarios poco pueden hacer frente a un agente constituido legalmente, amparado por la legislación y con la aprobación –a veces de dudosa legitimidad- de la administración correspondiente. En esta ocasión el derecho de urbanizar o hacer ciudad del agente urbanizador prevalece sobre los derechos de propiedad –aunque esto ha ido atenuándose en las sucesivas modificaciones de la figura legal que rige dicha actuación-.

Así podemos conformar una esfera de derecho exterior al derecho de propiedad –núcleo- y cómo ésta puede actuar sobre la misma de una forma exógena, irrumpiendo en la condición central y “obligando” a los titulares del suelo a desarrollarlo de una u otra forma. Esto se ha justificado de múltiples formas: por el interés general, para evitar la especulación de los propietarios sobre el valor de sus suelos, para hacer más operativo y ágil el hacer ciudad, etc. Esta segunda esfera –que incluye Expropiación, Compensación, Cooperación y  Agente Urbanizador- interviene sobre el derecho de propiedad desde fuera y constituye un derecho a hacer ciudad de facto, singular, ocasional, urgente, pero un derecho diferencial, al fin y al cabo. El derecho a la propiedad no es absoluto ni excluyente, sino que otro derecho –el de hacer ciudad o urbanizar- interviene sobre él.

Pero la segunda esfera de derecho sigue circunscribiéndose a una lógica economicista en la que el suelo –y su desarrollo urbanizador y edificatorio- sigue considerándose como un bien económico, un producto financiero, una inversión provechosa o una forma de ahorro. Si excluimos de la esfera exterior la figura de la expropiación –que en muchas ocasiones no posee como fin último una lógica económica de lucro sino la ejecución de infraestructuras, dotaciones y equipamientos necesarios para el equilibrio social y territorial- las otras tres figuras –compensación, cooperación y agente urbanizador- siguen estando circunscritas en el desarrollo del hacer ciudad sobre terrenos urbanizables –las reservas de suelo de cada ciudad- con una lógica de maximización de sus bienes en otros capitales o explotaciones. Esto hace que la expropiación, la actuación más intervencionista y cuestionable -alejada del concepto de propiedad y de la lógica del beneficio de dicha propiedad y de sus propietarios- sea un instrumento delicado y controvertido, que debe ejercerse de forma escrupulosa y sólo en causa de fuerza mayor, ya que transgrede la lógica imperante y por tanto es discutida legalmente por los afectados –los propietarios-.

Dos esferas, la del derecho de propiedad y la del derecho a hacer ciudad- que casi en su totalidad comparten una visión de desarrollo de lo urbano dentro de un esquema de bienes inmuebles –terrenos y suelo- que les permite obtener grandes beneficios debido a la demanda de los mismos –y a todo un sistema que compaña como el hipotecario, el impositivo, el ideológico, el cultural…-. Si la segunda esfera deconstruye el concepto de propiedad pero se mantiene en la lógica economicista…¿cómo es posible que no exista otra esfera que cuestione dicha lógica economicista que ambas comparten?

Efectivamente la ciudad es mucho más que una serie de parcelas y edificios, su valor de compra-venta, el desarrollo de nuevos productos inmuebles o la cesión obligada de espacios públicos y vías de comunicación. La ciudad es un conjunto de relaciones sociales, de acceso a servicios básicos, de convivencia y vida en común, de participación y asociación, de disfrute de un espacio compartido, de una calidad de vida que se traduce en espacios públicos de calidad, de dotaciones básicas, de calidad en la movilidad, de acceso a la vivienda, a la sanidad, a la educación, a respirar un aire limpio, a poder disfrutar de la variedad e inclusión social y cultural, de generar una identidad propia y compartida, de discutir y cuestionar los sistemas existentes y proponer alternativas más justas, más éticas, más sostenibles, más inclusivas…

Independientemente de si la construcción material de la ciudad –la urbanización- se ejecuta por la propiedad de forma regulada –derecho de propiedad- o por la intervención exterior de la administración a través de cualquiera de los cuatro instrumentos exteriores a la misma –derecho a hacer ciudad- el producto resultante nos da un qué, pero no un cómo. De qué nos sirve la forma de ejecución en base a uno de los dos derechos cuando la ciudad se construye desde una visión lejana a la realidad social, en despachos expertos, desde planeamientos opacos, con beneficios no distribuidos, en base a intereses particulares…Una ciudad que no incluye los anhelos de la ciudadanía que habita dicho espacio, que no puede permitirse acceder a las viviendas, que no disfruta de suficientes espacios públicos de calidad, que sufre una movilidad ineficiente y contamínate, que ve como la ciudad se encuentra mercantilizada, que no puede participar en su constitución y cogestión, que debe resignarse a asumir el modelo de ciudad decidido en una suerte de despotismo –no siempre ilustrado-. Ante esa tesitura bien poco nos importa cuál sea el mecanismo de actuación conforme a derecho para la producción de ciudad si no se tienen en cuenta todas las necesidades que una ciudad presenta por su complejidad inherente.

Esta fue una de las razones –sino la principal- de que Lefevre acuñara, allá por los años 60, el término de “Derecho a la Ciudad”[14]. Con dicho postulado el pensador francés aludía a la necesidad de establecer un régimen propio para las necesidades que las dinámicas urbanas, atendiendo sólo a las lógicas desarrollistas, capitalistas y de mercado, dejaban de lado, produciendo toda suerte de efectos nocivos en la ciudad, como la segregación, la exclusión, los desplazamientos, la contaminación, etc. El derecho a la ciudad, por tanto, reúne todas aquellas cuestiones que forman parte de las necesidades ineludibles de una ciudad y su ciudadanía por el hecho de compartir un espacio, unos servicios y unos bienes, pero que no siempre se atienden con la importancia, premura o priorización que deberían –y cuyas externalidades suelen recaer siempre sobre las mismas personas y colectivos-. Estos múltiples derechos constituyen un ideario que apunta a una ciudad más justa e inclusiva, que respeta a sus ciudadanos y que vela por su bienestar y disfrute en comunidad. Y todo ello –en principio- sin cuestionar los derechos de propiedad ni de hacer ciudad, pero sí atendiendo a una lógica inclusiva que armonice el lucro económico y el beneficio con cuestiones sociales, medioambientales, territoriales, culturales, etc.

El derecho a la vivienda[15], a la participación política, al trabajo, a un medioambiente sano y sostenible[16], a una gestión abierta, transparente y democrática de la ciudad, a la función social de la propiedad –bien común sobre el individual-, derecho a la igualdad, a la no discriminación, a una movilidad sostenible, a un aire limpio, a la economía solidaria, a un desarrollo urbano equitativo y sostenible, el derecho a la justicia, a la convivencia, al asociacionismo, al espacio público…todos ellos –y muchos más- conforman la constelación de derechos en riesgo en la ciudad y que inciden sobre sus ciudadanos de forma directa. Una amalgama de vindicaciones ciudadanas que se adscriben a ese Derecho a la Ciudad[17], que se torna una  suerte de cajón desastre difuso, latente, reivindicativo, utópico e ideal…

Pero, un momento: ¿Es ese Derecho a la Ciudad una utopía o ideal? Repasemos bien algo tan “real” como nuestra propia Constitución. Sí, esa que en su Artículo 33 reza: “Se reconoce el derecho a la propiedad privada y a la herencia” –derecho de propiedad- y también “Nadie podrá ser privado de sus bienes y derechos sino por causa justificada de utilidad pública o interés social, mediante la correspondiente indemnización y de conformidad con lo dispuesto por las leyes”. –derecho a hacer ciudad, por ejemplo, a través de la expropiación-. Efectivamente nuestra Constitución consagra los derechos expuestos en la primera esfera –la propiedad[18] y el interés general o función social-. Pero, ¿qué ocurre con todos los demás derechos recogidos en la misma Carta? Si repasamos la misma en sus capítulos iniciales encontramos el derecho de igualdad -Art. 14-, el derecho de libertad –Art. 16 al 20-, derecho de participación –Art. 21 al 23.-, derecho a la educación –Art. 27-, derecho al trabajo –Art. 35 y 40-, derecho a la salud –Art. 43-, derecho a la cultura –Art. 44-, derecho al medioambiente –Art. 45-, derecho a la vivienda[19] –Art. 47- y así…

¿No son estos derechos recogidos en la Constitución los mismos derechos que se aglutinan bajo la esfera del Derecho a la Ciudad? ¿Por qué unos pocos derechos –por no decir el único- que es el de propiedad se santifica[20] mientras que los otros se ignoran, se infligen o se excluyen? ¿Por qué en lo urbano encontramos dos esferas operativas –derecho a la propiedad y derecho a hacer ciudad- y una vindicativa –Derecho a la Ciudad-? Bueno, la razón para ello es muy simple. Así como la regulación urbanística traza una línea facultativa y abstracta que divide lo urbanizable y lo no-urbanizable, el derecho establece una línea imaginaria en el conjunto de derechos separándolos en derechos objetivos y derechos subjetivos. Los primeros –derechos objetivos- constituyen las normas y leyes cuyo cumplimiento constituye una obligatoriedad ineludible por parte de la ciudadanía. El derecho objetivo[21] impone deberes para todos y la obligación de cumplirlos. Por otro lado los derechos subjetivos suponen aquellos derechos a los que “se tiende” –o debería tender- ya que son necesidades e intereses reconocidos de común acuerdo e inherentes a cada una de nosotras[22]. Los derechos subjetivos son facultades o potestades de cada uno, pero que no poseen su correlato normativo –derecho objetivo-. De esta forma todos los derechos objetivos estarían basados en derechos subjetivos pero no todos los derechos subjetivos tendrían su derecho objetivo asociado[23].

Esta distinción es muy importante porque demarca aquellos derechos que constituyen una norma aplicable y un deber obligatorio, y aquellos a los que debemos tender y procurar su efectividad, pero que como no poseen una normativa asociada pueden quedar como meros horizontes –sino utopías-. Y claro, los derechos de primera –los objetivos por su condición de obligatoriedad- han caído del lado de la propiedad, mientras que los derechos de segunda –los potestativos- han caído del lado de todo el conjunto de derechos que constituyen el Derecho a la Ciudad. Y qué mala suerte que la sempiterna distribución de derechos vuelva a ser desigual y reproduzca el habitual 10%-90%. Y de nuevo qué poca fortuna al “caer” dicho 10% en la propiedad –y no en la vivienda, o el trabajo, o el medio ambiente…-  Nuevamente el conjunto de derechos –tanto individuales como urbanos- hemos blindado uno –la propiedad- y hemos dejado otros muchos fuera de dicho blindaje –vivienda, trabajo, sanidad, educación, medio ambiente, participación, igualdad, libertad, integración, movilidad, espacio público…-.

Sea como fuere el esquema de derechos –constitucionales y urbanos- establece un pequeño núcleo normativo de derechos objetivos  y una periferia amplísima compuesta de un buen número de derechos no menos importantes pero que han sido circunscritos a lo subjetivo. Nuestro modelo “atómico” de los derechos urbanos queda, pues, conformado por un centro que pivota alrededor de la propiedad, una segunda capa de derechos a hacer ciudad que intervienen desde fuera de la propiedad pero que conforman derechos objetivos y que –en muchas ocasiones- comparten las mismas lógicas hegemónicas en el modelo de ciudad. Y finalmente una corteza compuesta por múltiples capas difusas y deshilachadas donde los derechos a todas las cuestiones urbanas y ciudadanas no contempladas en el núcleo se distribuyen en una exterioridad a la que denominamos derecho –subjetivo- a la ciudad y que reclaman una concepción amplia del derecho a la propiedad a través de su función social “extendida”[24].

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Esta última corteza exterior es donde se dan las principales tensiones y disputas en la ciudad. Las fuerzas centrípetas aglutinadas en el Derecho a la Ciudad pretenden la consecución de los diversos objetivos planteados bajo esa denominación –vivienda, trabajo, movilidad, participación, suministros, calidad del medioambiente, salud, educación…-. Dichas vindicaciones no dejan de estar bajo el amparo del interés general y función social o podrían estarlo si ésta demarcara una mayor apertura de la función pública de la propiedad para dar servicio a dichas carencias o anhelos ciudadanos.

Por otro lado otro conjunto de fuerzas centrífugas empujan y reprimen dichas demandas colectivas, fortaleciendo el derecho a la propiedad y dotándole de mayores atribuciones y empujes que desplazan, excluyen, desahucian, controlan, explotan, deforestan, contaminan, condominizan o gentrifican la ciudad –pérdida de acceso a la vivienda- , relegando la necesidades colectivas a los márgenes y subordinándolas frente al poder de la propiedad, el interés económica, el lucro, la plusvalía, la especulación o la elitización.

El Derecho a la Ciudad y la gentrificación son los dos grandes conjuntos de fuerzas que disputan una tierra intermedia en la defensa y expansión de la propiedad como elemento prepolítico y la disposición de ésta a su función social, y por tanto la merma de su plenipotencia en aras de lograr nuevas cotas de accesibilidad, participación y producción urbana. A pesar de que el Derecho a la Ciudad así entendido es un término presente de forma constante en el debate de lo urbano –incluido, incluso en la Nueva Agenda Urbana de Hábitat III-, lo cierto es que los fenómenos de gentrificación y asociados –control, exclusión…- se dan de forma directa y velada en cada una de nuestras ciudades, desplazando poblaciones autóctonas, aumentado los precios de las viviendas, sustituyendo a los habitantes locales, comercializando el espacio público, mercantilizando las fachadas, calles y plazas, restringiendo el acceso y la movilidad universal, zonificando y estableciendo guettos…

Una disputa no resuelta hasta la fecha y en ocasiones invisibilizada que continua en el debate urbano y ciudadano y las disputas que se producen en lo urbano.

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[1]Ostrom, E. El gobierno de los bienes comunes. La evolución de las instituciones de acción colectiva. 2ª Edición. ed. México: Fondo de Cultura Económica, 2015. “Las reglas institucionales son declaraciones prescriptivas que prohíben, requieren o permiten algunas acciones o resultados. Uno de estos tres operadores deónticos –prohibir, requerir, permitir- debe estar contenido en una declaración, a fin de que llegue a ser considerado como una regla.” p245

[2] Carrasco Perera Á. Derecho civil. Quinta Edición ed. Madrid: Tecnos; 2016:420. “En sentido estricto, el derecho de propiedad es el derecho subjetivo patrimonial que tiene por objeto una cosa corporal (v.gr., finca) o incorporal (inventos industriales, marcas, creaciones individuales, créditos, etc.) y que se caracteriza por ser el derecho más amplio de los posibles que eventualmente concurren sobre la cosa, y que se conoce con el nombre de dominio.” P 298

[3] Idídem. “Con ello no se quiere decir que la protección del derecho de propiedad sea “condicionada”. El ordenamiento no protege el derecho de propiedad bajo la condición de que en el uso de la cosa realice o satisfaga su propietario una función social […] La propiedad privada es un modo de satisfacción del egoísmo, que merece protección constitucional desde el momento en que se entiende que esta búsqueda es un modo de conseguir la eficiencia y la justicia […] a través del mercado (art. 38 CE), y un recurso a través del cual las personas pueden desarrollar su personalidad sin sumisión a valores, patrones u “objetivos” colectivamente impuestos (art. 10 CE). En este orden de cosas, la función social de la propiedad es una técnica entre otras para resolver controversias privadas en situación de incertidumbre de reglas aplicables, igual que pueda serlo la buena fe.” P 302

[4] Aguilera Vaqués M. Propiedad y medio ambiente (límites constitucionales a la regulación de la propiedad privada. especial consideración a los aspectos medioambientales). In: Carrasco Durán M, Pérez Royo FJ, Urías Martínez J, Terol Becerra MJ, eds. Derecho constitucional para el siglo XXI : Actas del VIII congreso iberoamericano de derecho constitucional. Editorial Aranzadi ed. España: ; 2006. “La regulación del derecho de propiedad no es neutral, su aplicación afectará a la redistribución de la riqueza. Lo que debe uno preguntarse es: ¿ese desarrollo va a realizarse a costa de los propietarios o pagando todos a través de los instrumentos fiscales? La delimitación del derecho de propiedad supone optar por un sistema de desarrollo concreto en el que los que pagan son los propietarios y será constitucional mientras el contenido esencial del derecho de propiedad no quede del todo eliminado y se tengan en cuenta asimismo otros criterios constitucionales. El artículo 33 de la Constitución reconoce la propiedad privada, pero no la define. Ahora bien, que no exista una definición constitucional de propiedad no implica que no haya unas referencias constitucionales que guíen la delimitación de su contenido. La Constitución reconoce un marco conceptual del derecho de propiedad previo a la Constitución.” P4

[5] Carrasco Perera Á. Derecho civil. Quinta Edición ed. Madrid: Tecnos; 2016:420. “El CC dice que el propietario (de una finca) puede cerrarla y cercarla (art. 388). Pero ello no es más que la concreción de la facultad de exclusión, que corresponde a todo derecho de propiedad en sentido amplio” P 299

[6] Fernández Rodríguez T. Manual de derecho urbanístico. 23ª ed. Pamplona: Thomson Reuters; 2014:254. “El propietario de suelo obtiene por el solo hecho de serlo, sin añadir actividad ni soportar riesgo alguno, un beneficio importantísimo consistente  en el aumento del valor que su suelo experimenta al incorporarse a la ciudad a consecuencia de las decisiones que sobre el futuro de ésta adopta la comunidad que la habita. Ese aumento de valor, no ganado realmente por el propietario del suelo, que nada ha hecho por obtenerlo, y que, en rigor, se debe única y exclusivamente a la comunidad, debe volver a ésta en estricta justicia.” P 30

[7] Ibídem. “La potestad de planeamiento es, por su propia esencia, una potestad ampliamente discrecional.  No puede ser de otro modo, evidentemente, ya que se trata de una potestad conformadora, que pretende configurar el espacio territorial al que se refiere y encauzar su desarrollo futuro según un cierto modelo que el legislador, desde la perspectiva abstracta y general que le es propia, no está, lógicamente, en condiciones de formular.” p 103-104

[8] Aguilera Vaqués M. Propiedad y medio ambiente (límites constitucionales a la regulación de la propiedad privada. especial consideración a los aspectos medioambientales). In: Carrasco Durán M, Pérez Royo FJ, Urías Martínez J, Terol Becerra MJ, eds. Derecho constitucional para el siglo XXI : Actas del VIII congreso iberoamericano de derecho constitucional. Editorial Aranzadi ed. España: ; 2006. “Así, y a grandes rasgos, respecto el derecho de propiedad pueden suceder tres cosas: una, que el propietario se vea totalmente excluido de su bien, y en ese caso la doctrina y la jurisprudencia entienden, en la gran mayoría de los casos, que estamos ante una expropiación; la segunda es que se regule la propiedad de tal manera que el propietario sufra una serie de limitaciones graves pero sin que se vea excluido del todo del contenido económico de su propiedad, entonces, de acuerdo con la jurisprudencia española, casi nunca estamos ante una expropiación, sino ante una delimitación –“definición”– del derecho de propiedad; o, la tercera cosa que puede suceder es que, el propietario siga siendo el titular de su bien pero que –como dice el profesor Fried (2001)— las limitaciones que se impongan a su disfrute sean tan graves que no quede ya ninguna alternativa económica útil para el disfrute del bien. En este tercer supuesto estaríamos probablemente también ante una expropiación.” P 2-3

[9] Carrasco Perera Á. Derecho civil. Quinta Edición ed. Madrid: Tecnos; 2016:420. “En el ámbito del Derecho público, la función social de la propiedad es un expediente que permite al legislador delimitar normativamente el contenido del dominio sobre cada clase de bienes. Es el titulo “competencial” que legitima al legislador para incidir en la propiedad privada y es, al mismo tiempo, el reconocimiento constitucional de que el legislador es una instancia competente para diseñar el régimen y los objetivos de la obtención y distribución de la riqueza entre los ciudadanos”. P 301

[10] Aguilera Vaqués M. Propiedad y medio ambiente (límites constitucionales a la regulación de la propiedad privada. especial consideración a los aspectos medioambientales). In: Carrasco Durán M, Pérez Royo FJ, Urías Martínez J, Terol Becerra MJ, eds. Derecho constitucional para el siglo XXI : Actas del VIII congreso iberoamericano de derecho constitucional. Editorial Aranzadi ed. España: ; 2006. “Asimismo, el derecho de propiedad en España es un derecho subjetivo fundamental, sujeto, sin embargo, al requisito de atender a su función social. La función social y el interés general son instrumentos habilitadores de los poderes públicos para introducir políticas de desarrollo y medioambientales y delimitar el derecho constitucional de la propiedad privada. […]Es importante definir la función social ya que ello permite conocer hasta que punto puede regular el legislador la propiedad sin que ésta delimitación sea excesiva. Si se concibe un concepto amplio de función social entonces podrán imponerse límites importantes a la propiedad sin que sea necesario acudir a la figura de la expropiación. En cambio, si se optase –cosa que no se ha hecho—por un concepto exiguo de función social, entonces, muchas de las leyes hoy vigentes en relación a la propiedad se hubiesen considerado inconstitucionales por excesivas y por desproporcionadas.” P 6

[11] Fernández Rodríguez T. Manual de derecho urbanístico. 23ª ed. Pamplona: Thomson Reuters; 2014:254. “En esta línea se situó luego la LS 6/1998, de 13 de Abril, que consideró urbanizable todo el suelo que no estuviera ya transformado (urbano) o que por alguna razón especial debiera ser apartado de todo proceso de transformación futura (no urbanizable).” P 41

[12] Ibídem. “Los tres, en cambio, se diferencian por el mayor o menor protagonismo de los propietarios en este proceso. El protagonismo privado es nulo en el sistema de expropiación, ya que al expropiar los terrenos es la propia Administración la que asume su titularidad, los urbaniza de acuerdo con el Plan y los devuelve […] En el sistema de compensación ocurre exactamente lo contrario. Son los propietarios agrupados los que realizan por sí mismos y a su costa todas las operaciones inherentes a la ejecución del planeamiento […] El de cooperación, en fin, es un sistema intermedio entre los dos citados […]” P 148-149

[13] Fernández Rodríguez T. Manual de derecho urbanístico. 23ª ed. Pamplona: Thomson Reuters; 2014:254.. “A estos tres sistemas básicos, que la legislación autonómica incorporó con variaciones de detalle de las que aquí puede prescindirse, la Ley valenciana de 15 de noviembre de 1994 vino a añadir uno nuevo: la ejecución del plan por un agente urbanizador, que no tiene que ser necesariamente propietario de terrenos, al que la Administración adjudica un programa de actuación determinado por ella adoptado, bien de oficio, bien a través de un procedimiento de proyectos en competencia.” P 150

[14] Lefebvre H. El derecho a la ciudad. 4ª Edición ed. Barcelona: Ediciones Península; 1978. “El derecho a la ciudad se manifiesta como forma superior de los derechos: el derecho a la libertad, a la individualización en la socialización, al hábitat y al habitar. El derecho a la obra (a la actividad participante) y el derecho a la apropiación (muy diferente del derecho a la propiedad) están imbricados en el derecho a la ciudad.” P 159

[15] Aguilera Vaqués M. Propiedad y medio ambiente (límites constitucionales a la regulación de la propiedad privada. especial consideración a los aspectos medioambientales). In: Carrasco Durán M, Pérez Royo FJ, Urías Martínez J, Terol Becerra MJ, eds. Derecho constitucional para el siglo XXI : Actas del VIII congreso iberoamericano de derecho constitucional. Editorial Aranzadi ed. España: ; 2006. “A grandes rasgos entendemos que forman parte de la función social del derecho de propiedad urbana el derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada –este derecho además juega un papel determinante–, el derecho al medio ambiente, el derecho de propiedad de los otros particulares –arrendatarios y personas que quieran acceder a una vivienda digna– y el respeto a otros derechos de propiedad […]”. P 7

[16] Santo Padre Francisco. Carta Encíclica LAUDATO SI´ 2015. “El desafío urgente de proteger nuestra casa común incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar.” P12

[17] Lefebvre H. Espacio y política. el derecho a la ciudad II. Barcelona: Ediciones Península. Serie Universitaria; 1976. “El derecho a la ciudad significa, por tanto, la constitución o la reconstitución de una unidad espacio-temporal, de una unión en vez de una fragmentación. No elimina en absoluto las confrontaciones y las luchas. ¡Muy al contrario! P 19

[18] Carrasco Perera Á. Derecho civil. Quinta Edición ed. Madrid: Tecnos; 2016:420. “Junto a esa defensa de la privacidad, también garantiza y reconoce la CE en su artículo 33 el “derecho de propiedad privada”[…] Ahora bien, lo que se destaca en este precepto, frente a lo que ocurre en sede del artículo 10 CE, no es la defensa de un ámbito de decisión lícita sin más. La tutela del artículo 33 CE no lo es tanto de una libertad de acción positiva cuanto de un derecho de exclusión. Lo que la CE tutela aquí es que el particular titular de una posición jurídica reconocida por el ordenamiento dispone de pretensión lícita de excluir a los demás en el uso o provecho de estos bienes.” P 278

[19] Cortes Generales. Constitución española. Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado. https://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-1978-31229.  Diciembre 1978. Artículo 47. Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación. La comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos.

[20] I Carrasco Perera Á. Derecho civil. Quinta Edición ed. Madrid: Tecnos; 2016:420. “Naturalmente, cuando la CE garantiza y protege los títulos de apropiación sobre bienes, legitimando los derechos de exclusión frente a terceros, reconoce consecuentemente que esta apropiación individual es deseada por las personas para la consecución de determinados objetivos, y que la existencia de un derecho de exclusión está puesta al servicio de fines individuales y no altruistas. […] Cuando se pone un bien a disposición exclusiva de un sujeto, se reconoce la legitimidad de la satisfacción del egoísmo propio, y se acepta que esta búsqueda de la satisfacción del egoísmo es un valor aceptado y promovido por el orden constitucional.” P 279

[21] I Carrasco Perera Á. Derecho civil. Quinta Edición ed. Madrid: Tecnos; 2016:420. “Derecho subjetivo es un concepto elaborado por contraposición. Mientras que el Derecho objetivo es una noción que equivale a la de normas jurídicas en general, el derecho subjetivo es un poder que el ordenamiento concede a un individuo, titular en cada caso de los bienes jurídicos, para proceder sobre estos bienes en orden a la satisfacción de sus propios intereses, excluyendo a los demás.” P 280

[22] Ibídem. “Reconoce el artículo 10 CE que el “libre desarrollo de la personalidad” es fundamento del orden político y la paz social. El reconocimiento constitucional supone que nuestro sistema jurídico acepta la existencia de un ámbito de libertad individual y genérica –distinta de las libertades específicas que reconocen los preceptos siguientes de la CE-, en virtud de la cual cada particular determina libremente sus fines y elige –dentro del orden jurídico- los medios para lograrlo. Libre determinación de fines, que incorpora el reconocimiento del autogobierno de la persona y la titularidad de unas facultades de decisión sobre sí mismo y sobre los objetos del mundo exterior, en orden a realizar el modelo de realización personal y social que a cada cual le apetezca. Es natural, entonces, que al no poder imponerse desde fuera a nadie ningún fin, ningún ideal, ningún modelo que no haya sido elegido libremente por él mismo, sea necesario reconocer la existencia de unos derechos de decisión individual que ordenen los medios personales y materiales que han de ponerse al servicio de aquel desarrollo de la personalidad. “ P 278

[23] Aguilera Vaqués M. Propiedad y medio ambiente (límites constitucionales a la regulación de la propiedad privada. especial consideración a los aspectos medioambientales). In: Carrasco Durán M, Pérez Royo FJ, Urías Martínez J, Terol Becerra MJ, eds. Derecho constitucional para el siglo XXI : Actas del VIII congreso iberoamericano de derecho constitucional. Editorial Aranzadi ed. España: ; 2006. “La garantía patrimonial constitucional es un derecho fundamental, que va dirigido a asegurar a su titular un área de libertad personal en la esfera patrimonial para habilitarlo con el fin de que pueda asumir responsabilidad para el desarrollo libre y la organización de su propia vida dentro del contexto legal y social. Ello deriva del hecho de que el derecho de propiedad debe estar ligado a la idea de dignidad humana. La interpretación integradora de la Constitución precisa conjugar sincrónicamente los preceptos constitucionales que vinculan el derecho de propiedad con el pleno desarrollo de la personalidad, con las normas que establecen un modelo económico de profundas expectativas sociales.” P10

[24] Ibidem. “La propiedad es sobre todo una garantía para proteger, en primer término la libertad personal y no una garantía para proteger la propiedad en si” p11

 

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Fermentación Urbana

«Admitamos que hemos asistido a fiestas en las que por una breve noche se logró una república de los deseos satisfechos» Hakim Bey. Zona Temporalmente Autónoma

«Cuanto mayor sea la porción de mi vida que pueda quedar al margen del ciclo Trabaja/Consume/Muere, y (de)vuelta a la economía del «encuentro», mayores serán mis oportunidades de placer» Hakim Bey. Inmediatismo.

«No estamos interesados en un retorno a lo primitivo, sino en un retorno de lo primitivo, puesto que lo primitivo es lo reprimido» Hakim Bey. Inmediatismo.

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Hace unos días nuestro querido compañero Ernesto García escribía un artículo acerca de cómo introducir la complejidad en las organizaciones políticas para  no caer en el reduccionismo o la disyunción, y poder integrar todos los factores de diversidad, inclusión y diferencia. La misma complejidad reivindicamos para nuestras ciudades hoy: un aumento de la complejidad que incorpore nuevas expresiones y organizaciones, que provea de nuevas alternativas más diversas y conscientes, que permita nuevas elecciones e itinerarios, que sorprenda e innove diariamente. Y para ello habría que poder discutir y reflexionar acerca del crecimiento –y decrecimiento- cuantitativo y cualitativo de nuestras ciudades, los grados de complejidad existentes, adquiridos y por conseguir, los modelos de ciudad que queremos –y que tenemos-. La ciudad, como un buen pan, es una cadena de procesos sucesivos y progresivos de mezclado, levado, fermentado y horneado para conseguir que la pesadez, la grasa, los grumos y lo pegajoso se transforme en una textura aérea de grato sabor y textura. Nuestras ciudades deben poder sublimar sus contradicciones internas y externas, sus fases de crecimiento desarrollista y aumento de complejidad, sus ingredientes y sabores para dar lo mejor de sí mismas.

Retrospectiva: hacia la armonización del péndulo

En este inicio de año nos acordamos de la teoría cíclica de Toynbee –la periodización de las alteraciones históricas- al recordar las dos décadas precedentes y los modelos desarrollados en cada una de ellas. Un péndulo desarrollista-refundacional de excesos y revisiones. Una suerte de binomio maniaco-depresivo o bipolar que establece dos actitudes bien diferenciadas pero “extremas” y que, como el propio péndulo, irían perdiendo “cantidad de movimiento” hasta llegar a una posición estacionaria que pueda condensar los aprendizajes de ambos momentos y establecer un ritmo sostenible y armonioso para nuestras ciudades. El péndulo comienza hace ahora 20 años: en 1997 se inaugura el Museo Guggenheim, comienzo del principio llamado “Efecto Guggenheim” al que se asoció una frenética carrera por los grandes “elefantes blancos” construidos por los “stararchitects” a lo largo de todas las ciudades de nuestra geografía. Esta burbuja desarrollista y inmobiliaria no sólo se centró en la arquitectura de los grandes equipamientos, viviendas o dotaciones, sino que estuvo acompañada de la loca inversión en infraestructuras ingenieriles –puertos, aeropuertos, líneas de tren, autovías…- y de múltiples inversiones energéticas –plantas de ciclo combinado, almacenes de gas, etc.-

En la transición de la pasada década asistimos a un cambio que se torna interesante como objetivo de una mirada retrospectiva: a finales de 2006 España alcanzaba su “pico” de viviendas con 911.668 viviendas a construir –I.N.E. Ministerio de Fomento-. Era la cima de una curva imposible que se había iniciado unos años antes, después de la anterior “crisis” inmobiliaria –curiosamente- de los `90. En aquel 2006 se inauguraba la nueva T4 de Barajas -gran infraestructura patria- y la famosa exposición On-Site New Architecture in Spain, en el  MoMa de Nueva York donde se recogía lo más granado de la arquitectura nacional. Nada hacía presagiar que en su transición hacia el 2007 comenzaría la crisis de las subprimes y la posterior crisis económica y financiera que le siguió.

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Dinámicas formales e informales en el desarrollo urbanístico e inmobiliario en Madrid.  En: «The Visible City»

Lo que vino después ya nos es más reciente, y es la crítica de los excesos del pasado, la nueva centralidad de la “necesidad real” de los ciudadanos y ciudadanas, la pertinencia de las inversiones, la sensación de “derroche” asociada a otros fenómenos dudosos o ilícitos, la repolitización social, la participación en lo común y el auge de nuevos espacios de práctica ciudadana en la ciudad.

Recuperación de soberanía

Hablaba Joan Subirats en la Cumbre Habitat III, que se celebró en Quito el octubre pasado, de cómo las Iniciativas Ciudadanas practicaban un movimiento de “recuperación de la soberanía” en múltiples aspectos de nuestra vidas. Esta reterritorialización surge como una necesidad –ética, medioambiental, social…- de la progresiva cesión de soberanía que hemos realizado, y que ha permitido que las lógicas extractivas se apoderen de nuestras ciudades, ofreciéndonos los bienes y servicios que necesitamos –y los que no necesitamos también- de forma externalizada, sin conocer su trazabilidad, colateralidad o implicaciones.

Las ciudades se han tornado realidades complejas en el que una multiplicidad de agentes, marcas, compañías y multinacionales nos ofrecen bienes y servicios asociados a una experiencia, prestigio, exclusividad, familiaridad o accesibilidad –low cost o gratuidad- y nosotras sólo debemos dejarnos seducir por ello, o acudir a sus servicios para proveernos de lo necesario en nuestras actividades y quehaceres habituales. ¿Pero que implicaciones tienen estas lógicas?. Las externalidades sociales, medioambientales, económicas o ecológicas ponen en duda el no-conocimiento de los procesos internos desconocidos –la Caja Negra-. «En lo gratuito la mercancía eres tú» coincidían Subirats y Sassen de nuevo en Quito. Ese segundo momento del péndulo hizo un gran esfuerzo en la visibilización de dichas lógicas, transparentando y “descajanegrizando” la cesión de soberanía en bienes y servicios provistos por “otros”. La visibilización de sus (dudosas) prácticas y externalidades –la protesta- dio paso al “nosotras”, al “somos” –la propuesta- como una vindicación de nuestras capacidades en la inclusión de otros criterios –éticos, de justicia social, ecológicos…- para formalizar nuevas alternativas.

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Ciudad «externalizada» con bienes y servicios provistos por otros frente a la recuperación de soberanía  de «nuestras» prácticas. En: http://www.slideshare.net/VICvivero/presentacin-civics

Muchas de estas Iniciativas han ido de la mano de la repolitización general que ha sufrido la ciudadanía. Al ver cómo esa cesión de soberanía poseía su correlato político al no practicar una verdadera auditoría y rendición de cuentas política de nuestros representantes, y al entender que el voto cada cuatro años era absolutamente insuficiente para generar una democracia de calidad. Esto ha llevado a diversos cambios institucionales, y también a la tentativa de cambio de políticas públicas que puedan absorber e integrar la inteligencia colectiva y las buenas prácticas que emanan desde la ciudadanía. Esa capacidad de incidencia entre las prácticas ciudadanas y la transformación de las políticas públicas es uno de los grandes valores para los próximos años, dotando de complejidad, inclusión, hibridación e innovación nuestras ciudades.

Trazabilidad de la coproducción urbana

Pero de nada sirve fijarnos sólo en uno –o dos puntos- del proceso que anhelamos, ya que ello plantea un reduccionismo válido en un primer momento, pero que no aprovecha todas las potencialidades existentes. La aparición, por ejemplo, del amplio movimiento de soberanía alimentaria -grupos de consumo, permacultura, agricultura urbana, intercambio de semillas y ruralización- en nuestras ciudades posee un impacto directo en las políticas públicas y genera acciones específicas como la cesión de espacios para huertos urbanos, que son acogidas con gozo por una gran parte de la ciudadanía. Posteriormente se desarrolla el huerto urbano y sus actividades, y como la gestión de un recurso genera una comunidad alrededor de la misma encontramos grupos de ciudadanas, vecinas y curiosas en el devenir propio de ese huerto: un espacio lleno de vida y actividad –lúdica, pedagógica, ecológica…- donde antes no había nada.

¿Pero que ha sucedido entre esos dos puntos? Por un lado tenemos una cesión de espacios para huertos urbanos –un indicador del buen hacer de la administración- y por otro lado tenemos un “resultado”: un huerto lleno de vida y comunidad. Esto es un gran logro indudablemente. Pero sería paradójico que para llegar del punto de inicio al final dicha iniciativa reprodujera las lógicas que se intentan combatir, cuestionar o paliar. Si al ser adjudicatario de un espacio de huerto la iniciativa tuviese que acudir a una gran superficie para comprar los materiales y plantas del mismo, acudir a una empresa o marca convencional para adquirir bienes y servicios o reproducir los sistemas existentes que son cuestionados por el propio concepto del huerto estaríamos cayendo en una cierta contradicción. Por ello la trazabilidad del proceso se torna fundamental, y en el caso del huerto contamos con viveros municipales que proveen plantas, conocimientos y materiales a la red de huertos urbanos, así como diversos programas: de formación, de compostaje, de reciclaje de elementos urbanos –la madera de los antiguos bancos se transforma en nuevos bancales…-.

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“Las cadenas de valor de las papas en la región andina”. El caso de la papa en Ecuador. Investigación realizada por Tait Mandler y Gamar Markarian. New School. Nueva York.

Pero esta trazabilidad, que comprende la utilización de los servicios públicos, de empresas, cooperativas u otras iniciativas con responsabilidad social y medioambiental, que incorpora prácticas de reciclaje, autoconstrucción, creatividad…debe poder extrapolarse a otras muchas intervenciones en nuestras ciudades. Para activar un espacio público, construir una nueva dotación cultural, mantener un espacio ciudadano o equipar un laboratorio no podemos reproducir las lógicas pretéritas –únicamente- sino aumentar la complejidad e inclusividad apoyándonos en las mismas iniciativas y organizaciones alternativas para que acompañen y coproduzcan las necesidades urbanas.

¿Poseemos Iniciativas Ciudadanas que puedan ofrecer servicios -privados, municipales…- de fabricación, construcción, explotación, mantenimiento o promoción en materia de equipamientos, dotaciones, bienes inmuebles o diseño urbano? Si las tenemos hagamos que entren en el ciclo de coproducción urbana certificando la trazabilidad del proceso como un valor urbano protegido por la institucionalidad. Sino las tenemos propiciemos las condiciones para que puedan constituirse, consolidarse y ser sostenibles. Y así con todos los procesos de coproducción urbana, en el que la administración y las iniciativas puedan promover la profesionalización de las organizaciones para que puedan ofrecer servicios públicos, competir en “equiparación” de condiciones: la lógica monetaria de la “baja económica más ventajosa” para las empresas con ánimo de lucro y –otros- criterios de trazabilidad sociales, ecológicos, inclusivos, participativos, corresponsables, creativos para nuevos contratistas que puedan poseer mayor presencia y cuotas en la contratación -pública y privada-.

Maduración organizativa

También las iniciativas ciudadanas han sufrido –y sufren- un proceso de tensión interna que puede provocar una cierta «maduración» en sus estructuras organizativa y operativa, así como en los discursos y posiciones “políticas”. Si bien muchas de estas iniciativas habían nacido y crecido al calor de una reivindicación ciudadana legítima -bien en la solicitud de un espacio ciudadano, de sostenibilidad económica, de reconocimiento político, de legitimidad en sus acciones, de presencia y visibilización, etc.- la existencia de determinadas políticas públicas indiferente hacia ellas o administraciones contrarias a sus demandas habían generado una suerte de «enemigo exterior» que actuaba como elemento aglutinador y adhesivo para una posición monolítica, coherente y con una sola voz. El enemigo exterior funcionaba como fuerza de cohesión interna para la lucha y vindicación de la Iniciativa, y les hacía instalarse en una cierta “comodidad” discursiva al plantear las reivindicaciones -legítimas, obvias y compartidas por mucha de la ciudadanía cercana al proceso-, en una dicotomía maniqueista de una administración ciega, sorda y muda, y las necesidades de una comunidad desahuciada.

Diversos cambios institucionales  han incorporado actitudes más sensibles y cercanas a dichas demandas, y en su agenda prioritaria ha estado –y está- la resolución y concertación de acciones que den respuesta a dichas necesidades planteadas desde las Iniciativas Ciudadanas. La desaparición de ese enemigo externo, encarnado en administraciones lejanas que ahora plantean un acercamiento y negociación, ha resquebrajado la aparente unidad y coherencia ya que, por primera vez, el interlocutor –antaño objeto de crítica unánime- plantea un proceso de negociación acerca de las demandas planteadas y ofrece soluciones codiseñadas, coproducidas y cogestionadas por ambos agentes. El enemigo exterior desaparece y con él el factor aglutinante: la Iniciativa se divide en bandos o «facciones» que plantean diversas estrategias, en ocasiones diametralmente opuestas. Planteamientos de máximos en los que se busca una total rendición de la administración en base a la legitimidad de la lucha librada anteriormente, posturas radicales de rechazo a cualquier tipo de negociación, pero también posiciones moderadas, de negociación, pragmáticas, posibilistas, de concertación.

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Representación gráfica del posicionamiento relativo de cada agente en cada organización.  En: https://pol.is/gov

«Moderados y radicales» se enfrentan en su interlocución y demandas frente a las distintas administraciones -y otros agentes-, generando diversas propuestas y salidas a lo que anteriormente suponía una posición ciertamente naif, al no estar confrontada con ese mismo proceso de negociación, de “aterrizaje” a una realidad siempre compleja, donde conviven otros agentes, otras realidades, otras voces, otras prioridades, otras escalas…En Inteligencia Colectiva para la Democracia ya hemos tenido la oportunidad de visibilidad la representación de las posturas y tensiones que se producen en las Iniciativas y cómo seleccionar los las posiciones -o «extremos»- más cercanas para establecer puentes de comunicación e inclusión constructiva frente a las posturas más alejadas, dotando de un necesario pragmatismo la acción y práctica -política, urbanística, artística, económica…- para conseguir incidencia y transformación real. No hay duda de que estos procesos de disenso urbano con visos a dotar de realidad dichas demandas –negociadas- por parte de una administración predispuesta hará de nuestras organizaciones instrumentos más potentes y cabales en la incidencia y transformación urbana.

Incidencia de las Iniciativas en las Ciudadanas

Pero no es sólo la administración pública o la institución el único interlocutor de las Iniciativas Ciudadanas. Tampoco son aquellas personas ya-convencidas o que comulgan con los planteamientos que de éstas se desprenden. Pensamos que la verdadera incidencia -y reto- de las Iniciativas Ciudadanas es la de llegar al público generalista, a que sus prácticas puedan posicionarse como alternativas claras y con una cierta “hegemonía” frente a las dinámicas que conocemos –mainstream-, y que no incorporan en sus procesos los criterios que se defienden y preservan. El verdadero cambio y transformación provendrá de la generación de una masa crítica –extitución– en las prácticas alternativas que realmente contraponga las nuevas Iniciativas Ciudadanas a la provisión de bienes y servicios por parte de empresas y marcas que no incorporar aquellos criterios sociales y ecológicos necesarios en la actualidad. Para ello debemos apoyarnos en la la utilización masiva -por nuestra parte – de las propuestas y planteamientos disruptivos que tienen que ver con la recuperación de soberanía, la corresponsabilidad, la participación, la creatividad, la innovación, la inclusión, la igualdad…Así conseguiremos concienciar y sensibilizar al grueso de la sociedad, y también a aquellos proveedores “rezagados”, que deberán incorporar nuevas lógicas en sus desarrollos empresariales o comerciales.

Por tanto las Iniciativas deben también hacer un gran esfuerzo por conseguir una mayor incidencia en dicho público generalista, con mayores cuotas de usuarios, beneficiarios, simpatizantes y potenciales agentes colaboradores –stakeholders– de forma que generen masas críticas a su alrededor que permitan su sostenibilidad, prestigio, defensa e influencia en amplios círculos alrededor de sus prácticas. Por supuesto ello conlleva la gran disyuntiva que se genera acerca del binomio sostenibilidad-autonomía, y en ello se encuentra la pericia y el buen hacer de la propia Iniciativa: cómo a través de sus habilidades pueden conseguir la sostenibilidad –organizativa, operativa, financiera, simbólica- a partir de sus relaciones con la administración -y usuarios, beneficiarios, simpatizantes…- sin perder su autonomía, conservando sus valores fundacionales, sus ideales, su horizonte utópico de práctica, pero sin ensimismamiento, solipsismo, autoexclusión o trincheras. El reto es sumar y poseer alcance –y efecto multiplicador- no quedándose sólo en los ya-convencidos o en el “calor del establo”.

Complejidad = Más Alternativas

La ciudad debe crecer en complejidad, como apuntaba Salvador Rueda con su coeficiente organizacional y metabólico: el aumento de organización interna y complejidad facilita la mejor gestión de recursos. También Paul Allen, del Zero Carbon Britain apunta al crecimiento de las ciudades como un organismo biológico: el crecimiento se desarrolla en dos fases, una primera fase cuantitativa en el que el ser humano crece en tamaño y altura –hasta la adolescencia- a partir de ahí se deja de crecer cuantitativamente -unos 2 metros máximo- para crecer cualitativamente, el ser humano madura, crece en conocimientos, experiencias, afectos, criterios, recuerdos, manteniendo su tamaño en equilibrio. Podríamos ir más allá y reivindicar la fase de vejez para nuestras ciudades: un decrecimiento del tamaño con el mayor acervo experiencial y complejidad en lo vivido. La Fermentación Urbana supone una fase cualitativa -mezcla de sabores, riqueza y complejidad – frente a la fase cuantitativa -mezcla, crecimiento y levado-.

Para dicho decrecimiento cuantitativo debemos servirnos de las Iniciativas Ciudadanas –verdadera levadura de la ciudad-. Ellas son las que proveen los mecanismos para generar el Fermento en nuestras ciudades –la Suficiencia y la Subsistencia que permitan decrecer en la economía monetarizada e introducir nuevos capitales en nuestras acciones-. La práctica ciudadana diaria junto a las Iniciativas supone el Fermento para dotar nuestras experiencias y necesidades de otros capitales distintos al puramente económico. El Fermento es el desplazamiento de capitales monetarios a no-monetarios –afectivos, educativos, sociales, comunitarios, ecológicos…-

En la actualidad cada una de nosotras trabaja para conseguir recursos –económicos- que le permitan acceder a bienes y servicios que ofertan “otros” a los que podemos encontrar en la ciudad, y que cubren nuestras necesidades. Debido a nuestra creciente incapacidad de proveernos bienes y servicios –¿como sobreviviríamos solos y por nosotros mismos?- necesitamos una gran cantidad de recursos –económicos- para pagar todos esos bienes y servicios, los cuales cubren desde las necesidades básicas hasta las inducidas -caprichos, modas, etc.…. Pero las Iniciativas nos proveen de bienes y servicios que poseen otras lógicas –éticas, ecológicas, sociales- y por tanto se asocian a otros capitales –no monetarizados- planteando una alternativa real al desarrollo de nuestras actividades diarias en la ciudad.

Si pensamos acerca de todas y cada una de las actividades que realizamos en nuestras ciudades podríamos encontrar una alternativa ciudadana a cada servicio o bien “de pago” que utilizamos en cada una de nuestras ciudades. Dicha alternativa ciudadana no sólo puede proveernos de un bien o servicio similar al comprado, sino que además plantea otros criterios y no requiere que dicho pago se realice con moneda, sino que implica otros capitales que se ponen en juego -se reivindican y se visibilizan- generando otras economías –tiempo, conocimientos, habilidades, afectos, etc..-.

¿Por qué no hacer el ejercicio diario en una comunidad ciclista en vez de en el gimnasio? ¿Por qué no reparar nuestra computadora y aparatos electrónicos en un “club de reparación” en vez de en el servicio técnico? ¿Por qué no conseguir alimentos en un grupo de consumo o en el huerto urbano en vez de en el hipermercado? ¿Por qué no cambiar o regalar libros, ropa, juguetes y demás en vez de comprar más artículos para almacenarlos –y pagar por ello también-?¿Por qué no compartir taladro, coche, vivienda, espacio de trabajo –CO___- en vez de pagar por su compra o alquiler? ¿Por qué no intercambiar tiempo entre nosotros para resolver-nos necesidades básicas y cotidianas en vez de acudir a terceros y pagar por ello?

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Diversas iniciativas ciudadanas que plantean alternativas comunitarias y no-monetarizadas a los patrones  de consumo habituales. En: http://www.slideshare.net/VICvivero/presentacin-civics 

Podemos sustituir todos los ”en vez de” –excluyente y más radicalizado- por un “además de“ –inclusivo y transicional-. Pero en todas las alternativas pondremos en circulación capitales distintos al dinero, fortaleciendo las prácticas alternativas –las Iniciativas Ciudadanas-, aumentando la complejidad –las alternativas y opciones a elegir- generando nuevas economías, decreciendo en el consumo pero mayorando la circulación de bienes y servicios, creando comunidad, cambiando la lógica del trabajo monetarizado, celebrando la abundancia de capitales frente a la carencia del capital monetarizado, descubriendo la recuperación de soberanía y nuestro propio empoderamiento, aumentando nuestras capacidades, sentido crítico y consciencia acerca del modelo imperante y generando un cambio progresivo y diferencial que empieza, se desarrolla y acaba en cada una de nosotras. Nosotras y nuestras Iniciativas Ciudadanas somos la levadura y el fermento de la ciudad, los componentes que mejoran su rendimiento, aspecto y salud.

Desplazamiento de la economía monetarizada

Esto es precisamente lo que se propone ya desde estudios teóricos y modelos económicos, iniciados por la economía de los comunes –Hardin, Ostrom…- e incluyendo la teoría del decrecimiento y las economías alternativas.  En concreto es muy interesante el planteamiento que postula el economista alemán Niko Paech en su libro “La liberación de lo Innecesario”. En su cuadro –traducido y compartido muy amablemente por Oscar Ardila Luna– podemos observar el planteamiento que supone el desplazamiento de la economía monetarizada y la introducción de otros capitales –economía no monetarizada-. El ejemplo plantea una situación genérica, en la que un trabajador o trabajadora –ciudadana- emplea 40 horas de su tiempo en su trabajo, que le genera una cantidad de moneda –un salario- con el cual es capaz de comprar  una serie de bienes y servicios en la ciudad  que le proveen otros al haber cedido dichas soberanías –la especialización del trabajo-. Es importante tener en cuenta como en este caso estamos hablando estrictamente de las horas que una ciudadana destina a proveerse de los capitales necesarios para su supervivencia y resolución de necesidades, y no del “tiempo libre” -que se destina al esparcimiento, las aficiones, el deporte, el ocio, etc.…-. A pesar de que en nuestro tiempo libre podemos asociarnos o desarrollar distintas prácticas ciudadanas en este caso insertamos las acciones de las Iniciativas Ciudadanas en el “tiempo laboral” o estrictamente productivo de nuestro tiempo.

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Cuadro Original publicado alemán en Paech, N (2013). Befreiung von Überfluss: Auf dem Weg in die Postwachstumökonomie. München: Bekomm Traducción al español realizada por Óscar Ardila Luna para su presentación en el conservatorio «¿Sostenibilidad o Autonomía?» en el marco del encuentro «Ciudadanías en Movimiento» organizado por la Secretaría de Cultura de Bogotá.

Esas 40 horas laborales genéricas que emplea la ciudadana para conseguir la cantidad de moneda transformable en bienes y servicios de otros se dividen, ahora, en dos paquetes diferenciados: por una lado un paquete de 20 horas de trabajo “no monetarizado”, y por otro lado un paquete de 20 horas de trabajo “monetarizado”. El primer paquete de tiempo se destina a actividades en el que el rendimiento monetarizado se ha adaptado a la eliminación de la mediación monetaria y directamente es un tiempo vinculado con la adquisición de bienes y servicios directa o «in-mediatamente». Es este el tiempo en el que entran en juego los otros capitales y por medio del aprendizaje, el intercambio de conocimientos, el tiempo, los afectos y cuidados, el intercambio de recursos o la colaboración podemos adquirir lo que necesitamos para nuestra Suficiencia y nuestra Subsistencia. En las 20 horas de trabajo no monetarizado podríamos –utilizando los símiles de las Iniciativas Ciudadanas y sus prácticas anteriormente descritas- reparar nuestro móvil o portátil, obtener fruta y verdura, libros y ropa, hacer ejercicio, movernos y desplazarnos, resolver pequeñas necesidades –domésticas, laborales, personales-, intercambiar saberes, nuevos aprendizajes y competencias personales y laborales, cultivar las relaciones afectivas, de cuidado para nosotras, nuestras hijos e hijas y mayores y la creación de redes de apoyo mutuo, confianza, solidaridad, acogida, pensamiento, etc. Para todo ello habríamos eliminado la moneda –intermediación económica- de dichas acciones y otros capitales aparecerían con nuestra inversión temporal -20 horas/semana, la mitad de nuestra jornada laboral-.

De esta forma necesitaríamos mucho menos dinero para transformar en bienes y servicios ya que hemos obtenido mucho con nuestras primeras 20 horas –Suficiencia y Subsistencia-. Para «todo lo demás» le dedicaríamos las otras 20 horas restantes, que se mantendrían monetarizadas e implicarían un trabajo para la obtención de dinero que intercambiaríamos por todos aquellos bienes y servicios que no hemos podido obtener en el paquete no monetarizado –y que nos puede dar pistas de hacia dónde crecer o incidir con nuestras prácticas, o nuevas Iniciativas Ciudadanas que vayan cubriendo dichos espacios totalmente monetarizados-. Los paquetes monetarizados corresponden con la Economía Regional y con la División Global del Trabajo, e incluyen todo aquello que, por su carácter escalar, global, abstracto, especializado o diferencial supone genera un “gap” –tecnológico, logístico, procedimental, técnico….- insalvable –por ahora- para poder cubrirlo con economías no monetarizadas –no existen Iniciativas o practicas ciudadanas alternativas que ofrezcan esos bienes o servicios en la actualidad- y por tanto debemos pagar por ello. Pero ya hemos conseguido discriminar nuestras necesidades y los capitales necesarios para cada paquete, y por tanto podemos hacer más con menos –dinero- ya que podemos hacer mucho más con otros capitales, que sí tenemos.

El pan no lo compro…lo hago yo

Por tanto la complejidad de la ciudad supone una mayor inclusión de distintas economías, capitales, prácticas y agentes, que permitan la convivencia de una realidad múltiple diaria que nos ofrezca capacidad de elección en nuestro quehacer y permita la coexistencia de caminos e itinerarios diversos, alejados de lo mainstream, del pensamiento –y práctica- única y del “no hay salida”.

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Esquema evolutivo de la relación Global-Local.  Crédito: Ton Dalmau

Hace 50 años la práctica totalidad de la economía y las practicas ciudadanas eran eminentemente regionales, con intercambios y comercios locales. Lo vivido en los últimos años ha sido una globalización abrumadora acompañada de un neoliberalismo que ha deslocalizado la producción y nos ha hecho «inútiles» en nuestra vida, dependiendo en absolutamente todo de una serie de agentes que nos ofrecen soluciones sin saber qué suponen para nosotras, para otros, para el planeta. Debemos –de nuevo- armonizar el péndulo y establecer una correlación de fuerzas entre lo regional y lo global, entre la economía monetarizada y no monetarizada, entre los distintos capitales y las distintas prácticas, para generar un equilibrio social, ecológico y económico que debe empezar a testarse en cada una de nuestras ciudades. La conjunción armónica de lo regional y lo global -la economía no monetizada y la monetarizada- genera la tensión necesaria para producir la innovación que esperamos: la imagen recurrente de los huertos -que nos proveen de Suficiencia y Subsistencia- frente a los grandes edificios -donde se externaliza la economía global- es la metáfora de la complejidad requerida -la Fermentación Urbana-.

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Hands-On Urbanism Ma Shi Po Village, 2012, Credit: Shu-Mei Huang

En algunas esferas y territorios -grandes y modernas ciudades de Asia- la monetización de lo privado e íntimo sigue su inexorable progresión. El individualismo y la creación de servicios básicos de pago provocan diariamente nuevas «domesticidades externalizadas» en nuestras experiencias. Frente a dicha pérdida progresiva de soberanía en prácticas comunitarias no-monetarizadas otro modelo social y urbano es posible: aquel que apela a la recuperación de competencias vitales sin la sempiterna mediación crematística. La vindicación de lo comunitario en la acción diaria de nuestras «20 horas no-monetarizadas». Lejos de retóricas y soflamas comunitarias de escaso recorrido ya poseemos las oportunidades para fortalecer y consolidar la Suficiencia y Subsistencia comunitaria a través de sus prácticas ciudadanas. Y nuevas pistas nos ofrecen los ámbitos monetarizados para que las Iniciativas Ciudadanas exploren y conquisten cuotas y sectores tradicionales. Ellas son la levadura y nuestra acción el fermento para la ciudad.

Lo óptimo: poder hacer nuestro propio pan –y/o comprarlo- pero tener las dos opciones.

Y como el pan con todo en la ciudad…o casi todo.

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The Urban Citizens’ Extitutional Processes in Madrid.

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 Cartography of institutional management around housing in madrid.2000- 2015. SIC/VIC

Durante el mes de Septiembre a Noviembre de 2016, VIC junto a estudio SIC, es uno de los equipos invitados a la Trienal de Arquitectura de Oslo, After Belonging con la investigación realizada durante este año y medio titulada The Welcome Hotel sobre los procesos de desahucios en Madrid. Estos procesos operan como un ensamblaje urbano particular que involucra a Bancos, Fondos de Inversión, Instituciones, Desarrollos inmobiliarios, cuerpos, personas, vulnerabilidades y procesos de empoderamiento individuales y colectivos. Os presentamos como parte preliminar de la investigación un artículo que publicamos a finales del año pasado en la revista internacional MONU Magazine «Participatory Urbanism» titulado: The Urban Citizens’ Extitutional Processes in Madrid.

Como resumen, podemos decir que hablar de participación significa siempre tener en cuenta lo económico, los capitales y los recursos. Pues ¿Quién puede participar de la producción urbana? ¿Cómo los ciudadanos pueden asumir los recursos de tiempo y espacio para participar? Nosotros preferimos hablar de procesos colectivos de empoderamiento más que de participación. Si conectamos, en este ámbito, lo personal y las esferas colectivas, necesitamos un análisis diferente de las relaciones entre lo público y la esfera doméstica. En Madrid, una nueva esfera colectiva emerge desde las redes abiertas y distribuidas de las prácticas domésticas con la ciudad. Estos procesos, como el que lleva acabo la PAH (Plataforma de afectados por la Hipoteca) se desarrollan como procesos informales extitucionales desde la casa, relevando otras formas de ensamblajes urbanos y ciudadanos en Madrid. Los estudios de la organización ciudadana no han desarrollado sistemas para explicar o describir los diferentes modos o procesos que se forman alrededor de la vivienda. El propósito de esta investigación, por lo tanto, es describir, rastrear, vincular como se forman, cómo operan y cómo la acción permite que otros capitales no económicos sean fundamentales en este proceso.

El texto que os presentamos, investiga los diferentes modos en los que la creación de redes ciudadanas no solo proviene de los espacios públicos y las plazas sino también de las negociaciones financieras, los bancos, los desarrollos inmobiliarios y los cuerpos. La casa, no es solo un espacio individual, particular y un espacio íntimo. De la casa, surgen espacios colectivos, como lo muestra la PAH, que desde la creación de redes de entidades domésticas, empodera ciudadanos, así como iniciativas ciudadanas diversas, para el acceso a la vivienda; en un proceso que denominamos extitucional y que performa otro modo de urbanismo en Madrid.

VIV-Plano EX-titucional-150310 eeeCartography of urban citizen extitutional processes around housing in madrid. 2009-2015. SIC/VIC

Os dejamos continuar con el artículo en Inglés.

Non Participation

When talking about participation, we always need to take into account economics, capitals and resources. Therefore who can participate? Which citizens can afford the time and space resources to participate in their daily life? “At that time I could not afford to participate” That is what Marcheline said. She is one of the PAH citizens; therefore she was part of one of the multiple initiatives that developed a collective empowerment process for people to access housing in Madrid. Marcheline is one of the women that collaborates with us in the research on the Urbanism Housing process, which was developed by observing the citizens’ practices from 2000 to 2015. In addition, she was one of the 550,000 citizens affected by the mortgages and evictions process. In 2008, she worked in a multinational gas company and attended a university course on International Relations. She was also in charge of the family home. Her daily schedule was full of obligations including maintaining the house and providing the household’s income. In 2009, due to the economic crisis, she lost her job and could not afford to pay her mortgage back to her bank. She began to suffer from her precarious situation when the bank asked her to pay back her loan that had increased from 700 euros to 1,450 euros per month during those two years. Following this precarious situation, Marcheline discovered the PAH and began her own process of empowerment. “No one can avoid this situation better than you”. That is one of the PAH principles.

New Collective Realm: Public and Private Simultaneously

Marcheline’s case is one of the thousand cases which we saw in Madrid over the last 15 years. More than 570,000 cases of foreclosure processes in Spain and more than 100,000 in Madrid occurred with a maximum rate of 517 per day. The housing issue is not an individual issue. Instead it is an issue to do with the public consciousness with regard to housing access. The PAH platform makes the individual issue visible so that it is transparent for society and shows the construction of the foreclosure process.

We have moved from Foucault´s disciplinary institutions to Deleuze´s Control Societies where “floating control replaces the disciplinary time scales of closed systems”. The financialization of everyday life is an open system that affects you indirectly and shows the impossibility to manage your own household. That financialization of life comes from new centers of power for each space and time of your life dissolving the public and private spheres. What we can see with the PAH process is that all the spheres are being produced in an inter-relational process of construction of the individual spheres that are no longer private and the public sphere is made from the collective problematic experiences. In order to connect the personal and the social spheres, a different analysis of the relations between the public and the domestic spaces is needed, through assembling all the different financial players that perform the foreclosure’s daily practices. The PAH shows an emergent new collective realm based on networks opening and distributing domestic practices of resistance within the city. Publicness and the private sphere are processes that are built simultaneously.

Institutions

From 1990 to 2000 urban development on land in the region around Madrid increased by almost 50%, whilst the population increased only by 3.5% . Since 2000 more than 30% of the land in the city of Madrid has been urbanized to develop new housing projects. (Figure01) The real estate bubble appeared in Spain, where more housing was built than in France, Germany and Italy (2005) as a result of the land liberalization, the cheap credits and a “property campaign” led by the administrations, media and society. Spain has the most elevated rate of property/rental housing, which represents up to 85% of homeownership. The remaining 11% is rented in the free market, which means that 2% of social housing is either rented or purchased. In addition, over the last 10 years some “Financial Innovations” have emerged to reduce the rate of unpaid housing and as a way to return properties to the real estate market and increase its property volumes converting public houses for private owners. The creation of the SAREB, SOCIMIS, Vulture funds and other public-private institutions allows the market to make all the toxic fixed capital assets disappear. People renting social houses from the council were evicted from their homes, because public administrations sold their public ownership to these new private institutions. In 2014, more than 5,000 protected rented houses were sold by the Madrid Council and the regional administration to Madrid-global private capital. Goldman Sachs-Azora acquired more than 3,000 flats from the Young Housing Plan and BlackStone Magic Real Estate acquired 1,860 houses from the Public Housing Company of Madrid. Due to the devaluation of the housing prices during those years, the public institutions earned 329 million euros.
What is important here is to take into account the financial capital circulation between public institutions, private capital and new hybrid companies. That flow leaves many citizens without homes in a city where more than 15% of the housing stock is declared as vacant. The city of Madrid has 263,279 empty houses .
Institutions settle with a hard materiality. Bodies and buildings provide the necessary stability for its permanence. This hard materiality “allows the institution to put in place thick, repetitive and well defined relations” . Similarly to all the foreclosure processes, they are fixed, established and hierarchical with the hybrid relations between bank entities, vulture funds, political parties, justice institutions, modifications of the foreclosure’s laws, police interventions, etc.
Extitutional Procedures

This battle, between citizens and financial institutions, spreads to domestic spheres, private bank offices, public spaces demonstrations, parliament discourses, media representations and escrache protests in the streets. This battle has two different ways of producing visibility and engagement. (Figure02) One is the institutional submission formed by experts, technicians, engineers, economists and lawyers. The other, the extitutional procedure, is based on the collective self-empowerment created by citizens.
While the institutional process is based on its hard materiality, the extitutional process is a soft surface that operates thanks to the logic of the network; from the inside-outside duality that governs the institution and its hierarchies, extitutional surfaces can be understood as able to eventually assemble a multitude of different agents. As a concept in construction , we understand the extitutional process as a logic or a mode, instead of a positive reality. Extitutional is not the contrary of institutional. So at this point, what is the urban extitutional vector that determines the eviction´s processes in Madrid?
We propose and question the idea and give it a whirl for a citizens’ appropriation of it. We think about the environment of collective housing initiatives as extitutional and civic procedures. We suggest and query the idea of extitutional processes, which is opposed to the institutions providing access to housing and its development, economy, valuations and buildings. Citizens organize themselves thanks to the right and access to housing in multiple rhizomatic assemblies, into a dynamic and temporary extitutional process.
The PAH Platform is not the only entity working for the self and collective empowerment around the foreclosure process. From May 2006, citizens began to organize local demonstrations across the country with the “V de Vivienda” initiative. Afterwards, in December 2007, the first citizens who were affected created the Ecuadorian migrant organization “Conade”, which was the precursor of the PAH. February of 2009 was the time when the first local PAH appeared in Barcelona. In addition to the PAH, there are multiple initiatives, associations, research platforms, psychologists, lawyers, social caretakers and body-action platforms, such as Stop Deshaucios, that develop a common objective but not by consensus. Each of them develops their own strategies to function as an assemblage of multiple entities that includes images and symbolic representations, huge social networks and communities of mutual support. Alongside these entities, there are also self-support protocols, negotiations, protests and conflicts of material visibilities, such as the locks of the houses or objects of resistance. Those who are affected by eviction use fridges to stop the police from entering violently or various extitutional spatialities as part of the process ranging from a house eviction to demonstrations in the public space. These extitutional procedures allow all kinds of non-economic capital to be shared such as symbolic, relational, knowledge, care, affects, work, health capital etc. This urban extitutional practice is not supported by funds. Thus, it is a platform for diverse initiatives and communities to interchange those other fragile and precarious capital resources.

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Urban Bodygraphies from Marceline, Lamine and Irene and the reconfigiration of their non economical capitals. SIC/VIC

Individual and Collective Empowerment

The state responds to the financial and real estate crisis with more than 100 billion euros with the bank entities rescue. Citizens respond through the collectiveness of the issue and begin to organize themselves by forming those extitutional procedures. For matters other than acts of civil disobedience or negotiations with banks entities, the extitutional procedures provides collective knowledge for self-management from workshops, support groups on gender violence, violence against children, people with diverse functionalities, the elderly, migrants and mutual support networks. The process of empowerment is individual and collective at the same time. It goes from being guilty of to becoming the victim of a scam. This empowerment process goes also from individual empowerment to collective and global emancipation.
Similarly to Marcheline’s case, the process of empowerment builds a new political entity that is not only a political subject. Instead it is a political body that unfolds her power and distributes it in the city. Marcheline’s time-space table, in her foreclosure process, is now enacted within different associations, communities, initiatives and an increasing personal support that ensures the spread and commitment to Marcheline’s urban practice in Madrid. (Figure 03) Marcheline is nowadays a political entity with agency to mobilize many resources from her own foreclosure procedure to help other citizens in the extitutional citizen process. She developed a huge symbolic capital through her media appearances that enabled her to renegotiate her loan with her bank entity and pay social rent for her house for two additional years. Her non-economic capitals became much higher in her own empowerment process.

It is not a coincidence that Marcheline is the one who, in this article, represents the empowerment process. This extitutional process is led by women. As Carolina Pulido from the PAH says “it is a movement led and composed mainly by women, but also by men who join the fight, simply with a different view.” That is mainly for two reasons: quoting C. Pulido” firstly due to the feminization of poverty and secondly because men, unable to fulfill the mandate of gender being the holder of families, leave full of shame and guilt.” So, housing extitutional practices in Madrid are a feminist entity that brings into the public eye that private thought: the household indebtedness, showing once again as Kate Miller said that «The personal is political.» They connect the everyday, the personal and the collective, the visibility in the legal and institutional arena, which is made along with accompanying families: connecting the public sphere with care. They are erected in defense of space to support their peers and establish ties of solidarity based on the commons and care. That is how the individual and collective empowerment function in the urban citizen extitutional housing practice in Madrid.

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Evicted Domesticities as a coincident system. SIC/VIC

Extitutional Urbanism & Evicted Domesticities

The city in this process is a multiple assemblage that performs other production/reproduction or visibility/invisibility modes of the traditional public-private spheres. In this mode, extitutional urbanism is an urbanism made as a coincident system. According to Peter Sloterdijk, “The concept of a coincident system shows the simultaneous condition of the neighborhood and the difference: without this fact it is impossible to understand how contemporary societies emerge.” Also, without this concept we cannot understand the emergence of extitutional urbanism. The citizen housing practices in Madrid are all connected as a coincident system through the extitutional process in several ways. (Figure 04) Firstly, when linked with the bank entities eviction executions, one eviction could be part of other family evictions. If your parents support you with the mortgage process, after evicting you, the bank will evict your parents from their house to pay for the rest of the debt. Secondly, as an evicted citizen you will support other citizens in their specific empowerment processes. Thirdly, your evicted domesticity will be part of an assemblage of many other types of evicted domesticities. The invisible urbanism of evictions localizes each eviction as a singular entity. But if you put together all the evictions in Madrid you would have 11 million square meters of space and more than 500,000 rooms. (Figure 05) Also the number of people evicted is higher than the number of evictions .

Evicted domesticities are connected with a mode of producing emerging domesticities. Those domesticities appear in the temporality of uprising between when the police occupy the street at 7 a.m., and when the public notary and inspectors come to the house and the citizens gather outside and inside the house. At this moment the assemblage of all entities, banks, financial funds, administration laws, judicial protocols, citizens bodies, resistance objects, such as a fridge or mattress, photographers and video makers from big media and citizen journalists, firemen who have to open the locks of the house, neighbors including those who support the evicted citizen not the ones who close their blinds, enact the spatiality and temporality of the eviction process as something that shows the precariousness of our societies.

At that point, other spatialities and temporalities are performed in Madrid: from public demonstrations to the political escratches, such as individualized demonstrations in the streets. Additionally, specific actions in banks are taking place to support the neighbors’ particular negotiations. The support for the ILP (Popular Legislative Initiative), the mutual support in the social centers, the protests in the Parliament building, the emergence of thousands of 15M assemblies around housing issues, which can be found across the entire city, and the creation of new networks of care and mutual support are all occurring.

The entities shown in this article as extitutional urbanism are part of a whole. Each initiative, community or platform is part of a network of actions which are independent of their participation as a whole. The links are then based on relations between the parties, bodies, individuals, groups and communities, its objects, infrastructures and its spatialities, involving sets of relationships that cannot be explained by the parties, although they depend on them. These situations have the agency of being affected although they do not mutually constitute their own identity. This is how citizen extitutional urbanism works.

In order to conclude, we have to reflect on the idea of displacement that is inscribed in the process we discussed. The financialization of everyday life makes the question of the city irrelevant. Unlike the city, the financial engine associated to the real estate process, “knows no physical boundaries or limitations. There is no inside or outside, since the goal of the [machine] is for everything to be inside its domain” . The city is, in this extitutional case, only one of the multiple objects that are performed every day. The empowerment and emancipation processes are developed without the notion of participation as a consultancy or a call to participate. One could not afford to participate and take a position in the general consensus but, instead of that, collectiveness could make emerge new emancipatory processes to develop new modes of understanding the urban condition, which is always in conflict. It is neither a bottom-up nor a top-down process. One process is beside the other in a regime of connected isolation.
The financial market designs our homes. Private investment funds decide from thousands of miles away which life you should lead and how to configure it. This changes everything. Similarly to Marcheline’s case, thousands of citizens in Madrid collectively question the evictions system through collaboration and self-governance. This article shows the collective financial-economic eviction which happens daily in Madrid due to global economic policies. But it is not just happening in Madrid. The world is a recursive system of successive evictions at all levels.

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Urban housing eviction assamblages. SIC/VIC

Notes:

[1] The entire research is made for the “Householding Fair 2015“ at the Bauhaus Dessau with the “Gropius Evicted” intervention at Gropius Masterhouse and the publication. Exhibition program curated by Regina Bittner & Elke Krasny and supported by Spanish PICE AC/E official program. With the participation of Poli del Canto & Jorge Pizarro from estudio SIC | VIC and Domingo Arancibia, Donovan Theodore Gracias, Amelyn Ng, Juan Luis Pereyra,  Raúl Alejandro Pérez, Thiago Pereira from Archiprix International Workshop. Madrid. 2015, Walla Saoul. Also with the collaboration of PAH Madrid (Plataforma de Afectados por la Hipoteca). Special thanks to Carolina Pulido and Rafael Ivan from PAH Madrid. Without the experiences of Marceline Rosero, Lamine Numke and Irene González we could not have made the Bodygraphys and the essence of Gropius Evicted Project.

[1] Data collection is always controversial. This data comes from the PAH webpage. Source: http://afectadosporlahipoteca.com/2014/10/10/los-datos-del-cgpj-confirman-que-siguen-aumentando-los-desahucios-en-espana/

[1] Deleuze. Gilles. “Postscript on Control Societies” October. v59.1992. pp.3-7.

[1] Source: Lilncoln_Institute 2014; Basurama 2006

[1] Source: Pittini & Laino 2011

[1] Source: http://www.huffingtonpost.es/2014/10/25/viviendas-protegidas-fondos-buitres_n_6046094.html

[1] Source: INE 2013

[1] “What it is generally called an institution is all types of behavior that are more or less forced or learnt; everything that in a society works as a system of coercion, without being outlined, in short, all social non discursive practices.» Foucault, “El juego de Michel Foucault” Diwan n213. 1976 p175

[1] Tirado, F. J., & Domènech, M. (2001). Extituciones: Del poder y sus anatomías. Politica y Sociedad, 36, pp 183-196

[1] While it was Michael Serres who in 1955 coined the term extitution, and characterized it as a concept that has no «inside» nor «outside», they are just the limit, elements that can be connected or not. An extitution is a surface that cannot possibly be geometrized. Instead it is an amalgam of changing connections and associations. Its subject matter can be the positions, neighborhoods, proximities, distances, adhesions or accumulations of relations. Serres, Michel. Atlas. Editorial Cátedra, Madrid. 1994.

[1] See definition by @jararocha at VIC´s Wiky Open Glossary at http://viveroiniciativasciudadanas.net/wiki/glosario-abiertos/

[1] We have open discussions about the term “Extitution” with researchers such as J.M. Tirado, D. Montaner and D. López. You can visit the Spanish websites http://dlopezgo.net/2014/07/08/no-hay-extitucion-sino-modos-de-extitucionalizacion/ and http://viveroiniciativasciudadanas.net/2014/05/14/6ciudades-cuidados-en-el-espacio-publico/

[1] Regarding the origin of the housing initiatives in Spain you can read Ramirez, Iván at: http://www.elsalmoncontracorriente.es/?Cronologia-del-movimiento-social

[1] More on the notion of “Feminidades Ahuciadas” on the following Spanish website http://cuencaalternativa.net/feminidades-ahuciadas-por-carolina-pulido/

[1] Sloterdijk, Peter. Esferas III. Madrid. Siruela. 2006

[1] See the digital cartography we made in collaboration with PAH Madrid at Madrid Evicted. http://viveroiniciativasciudadanas.net/2015/03/10/madrid-desahuciado/

[1] Based in the principles of exteriority of Manuel De Landa’s notion of Assemblage.

[1] koolhaas, Rem. “Ulterior Spaces. Harvard project on the city. Guide to Shopping”. London. Taschen. 2001

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Wicked Game: el juego del espacio público

Z:VIC1-COMUNICACION0-VIC CONTENIDO21.ESPACIO PUBLICO SIMBO

El tablero de juego

El espacio público –paisaje urbano- supone el tablero de juego para que los jugadores existentes puedan desplegar sus capacidades en la partida que se desarrollará –de forma permanente- en el entorno. De hecho, el juego –plano textual- se desarrolla en base a unos contenidos y objetivos específicos, pero el propio estatuto y configuración del tablero –plano metatextual- es objeto de otro juego, previo, que es como se genera, que contiene y que reglas contiene el tablero. Otro juego –metajuego- similar a aquel “simcity” en el que se debía estructurar, constituir y distribuir una serie de elementos que ordenan y modelan en espacio para que la partida se pueda desarrollar.

Este juego, representado como una serie de “barras de herramientas” –toolbar– de un software imaginario, permite conformar el soporte físico y material del espacio público –el tablero de juego-. Para ello se establecen una serie de áreas con diversos acabados, se incorporan paseos, límites y estancias; zonas verdes; elementos de accesibilidad; mobiliario urbano, cubiertas y puestos; instalaciones y dispositivos para diversas actividades; señalizaciones, información y datos; movilidad, transporte y servicios varios. La suma progresiva de todos estos elementos constituyen las áreas, zonas, fichas y reglas que componen el tablero de juego –el espacio público-. Su materialización física en nuestros entornos.

Los jugadores

Los jugadores principales suelen ser tres –división metodológica y metafórica-. Por un lado nos encontramos el jugador Público, representado por las distintas administraciones que toman parte –mediatizan- el tablero. Por otro lado el jugador Privado, entendido como aquella lógica imperante que comercializa con fines de lucro el tablero de juego –sin establecer deontología o axiología. Por último nos encontramos con el jugador Ciudadano, término vago que aglutina una amalgama de diversos intereses colectivos y grupales que emanan de las propias Extituciones, Iniciativas Ciudadanas, Asociaciones y ciudadanos empoderados.

Cada uno de los tres jugadores posee una serie de prerrogativas específicas, de legitimidades –instituidas o instituyentes- y de estrategias y tácticas particulares que desplegarán en las distintas partidas que se desarrollan cotidianamente.Existiría un cuarto jugador, que supone toda aquella gente que observa el juego –el jugador Espectador-, que puede participar en el juego de una manera muy somera, dúctil y «despreocupada».

La partida

Una vez que el tablero de juego está configurado comienza una partida sobre el mismo entre diversos actores, cada uno de ellos con intereses contrapuestos –en muchos casos- e incluso contrarios. Si dichos actores han sido lo bastante hábiles incluso la propia configuración del tablero les puede beneficiar a priori, o eligiendo a los mejores jugadores para su equipo, o “marcando las cartas.

La partida posee múltiples niveles y aspectos que se desarrollan a lo largo de la misma. Desde las “expresiones” de los propios jugadores, la visión estratégica de la misma, los errores…pero a nosotros nos interesa aquí fijarnos en la configuración del tablero, desde el momento inicial del mismo, y la evolución que este va sufriendo, a través de la “posición de sus fichas” en el tiempo. De la  incisiva observación de nuestros espacios públicos y colectivos podemos establecer la hermenéutica y exégesis de los jugadores que subyacen a la misma, al igual que al ver un tablero de ajedrez y la partida que en él se desarrolla nos ayuda a inferir la calidad y pensamiento de los oponentes.

De esta manera al escrutar nuestros espacios compartidos podemos interpretar el desarrollo de la partida que se juega en nuestro entorno, la correlación de fuerzas de los jugadores activos, “quién va ganando”, a quien no le “apetece jugar más”, quien hace trampas, quien tiene “más tablas” y quién tiene la “suerte del novato”. El tablero y la partida en la que nos movemos nos ofrece la configuración social y política de nuestra ciudad. Su grado de limpieza, el respeto por su condición primera, la objetivación y materialización de anhelos, reivindicaciones y deseos ciudadanos, las distintas alternativas existentes para resolver nuestras necesidades –de movilidad, de recreo, de encuentro, de juego, de relación, de conectividad, de información…-.

Lo Público, por tanto sería una suerte de “banca” en el juego. Ella posee las prerrogativas de administrar los recursos de todo tipo –económico, tiempos, posibilidades…- de forma que casi establece las reglas del juego. Los otros jugadores despliegan sus habilidades una vez que “la banca” ha establecido las condiciones de la partida. Cada jugador intentará obtener los mayores beneficios y ganar. Pero como en casi todos los juegos, lo que se “gana” posee un límite, es finito y está establecido. El que gana “arrebata” los recursos de los otros jugadores, ya que estos suponen la suma de los recursos de todos y no se multiplican. Por tanto si un jugador gana el otro pierde y viceversa. No puede haber varios ganadores en el juego, como mucho “tablas”.

El jugador Espectador participa en el tablero de juego –utiliza el espacio público- mediante diversas actividades, usando y abusando del mismo indistintamente, sin grandes compromisos ni aportaciones. El jugador Privado atiende a una racionalidad puramente económica y con fines de lucro –privatización, mercantilización, comercialización- . Para ello despliega sus técnicas por todo el tablero y las fichas, de forma que pueda obtener el mayor número de beneficios posibles de cada uno de los elementos del juego. El jugador Ciudadano se opone a dicha lógica “privatizadora”, contraponiendo sus estrategias de devolución –acción subversiva, desobediencia, fake, contrainformación, hackeo, informalidad, colectivización, cacharreo– de los recursos del juego para que el mismo juego pueda desarrollar nuevas partidas, con nuevos jugadores, y por el “derecho al juego”, es decir, que todo el mundo pueda jugar en igualdad de condiciones y sin ningún tipo de restricción. El jugador Público posee su papel, que es mediar entre los otros jugadores, aunque posee su propio papel garantista –planificación, programación, arbitraje…-.

Por tanto se establece una cierta cadencia en el proceso: el jugador Publico elabora el tablero de juego y sus reglas –COMPOSICIÓN-, el jugador Espectador utiliza ese tablero –USO/ABUSO- el jugador Privado privatiza e impone una racionalidad económica –COMERCIALIZACIÓN- y por último el jugador Ciudadano se rebela-HACKEO-. Cada movimiento que se desarrolla en la partida supone la alteración de la configuración de las fichas sobre el tablero, y este evoluciona de acuerdo la estrategia y acierto de cada jugador.

Z:VIC1-COMUNICACION0-VIC CONTENIDO21.ESPACIO PUBLICO SIMBO

Las alianzas –y las trampas-

Pero como en todo juego, a lo largo de la partida se despliegan una serie de alianzas –tácitas y explícitas- que, incluso, llegan a las trampas en ocasiones. De esta forma dos jugadores pueden alinearse frente al excesivo poder que va adquiriendo uno de los jugadores. Esto varía a lo largo del juego, por lo que las alianzas no son ni mucho menos estables ni perduran siempre, aunque por qué no decirlo, siempre hay jugadores que “se entienden mejor” entre  ellos que con otros. El establecimiento de dichas alianzas en la partida suele decantar la misma, que el “peso específico” de cada uno de los jugadores junto a otro supone una asimetría en las posibilidades de éxito de la misma. Es por ello por lo que dichas alianzas no son bien vistas por otros jugadores. Esto hace que las alianzas no suelan ser explícitas –con el rechazo y la protesta del jugador perjudicado- y por ello dichas coaliciones se mantengan en absoluto secreto y ocultas bajo la mirada de los otros jugadores y espectadores.

Las estrategias de cada uno de los jugadores y su disposición ad hoc suele estar definida –el agresivo, el conservador, el táctico, el especulador, el tramposo…-y son conocidas por los otros jugadores. Pero esto no impide que el resultado de la partida pueda variar de acuerdo con las condiciones dadas, la pericia del jugador y una dosis de fortuna. La imposición de ciertas lógicas hegemónicas y acríticas –o prepoliticas- inciden en la incapacidad de albergar otros discursos en el juego. Así, encontramos como muchos de los “movimientos” que se despliegan en la partida obedecen solamente a una racionalidad –la económica- mientras que no existe la defensa de estándares –dentro del propio espacio público- para el desarrollo o preservación de otras lógicas –patrimonio, descanso, encuentro, relación…-. De hecho, puede ser que las lógicas preponderantes establezcan un determinado tipo de reglas de juego que induzca la aparición de nuevos jugadores contrarios a las mismas, y que deconstruyan el mismo. Las partidas –y sus jugadores- se encuentran tan “viciados” que se necesita buscar de nuevo las “instrucciones del juego”, que están sean leídas por todos los jugadores, y que se respeten, en vez de obedecer unas reglas tergiversadas y “amañadas” por intereses espurios.

Cambiar de juego

La derrota continuada, el hartazgo, el tedio o las trampas, pero también la necesidad de buscar y encontrar la novedad, crecer y enriquecer y probar nos lleva a la búsqueda de nuevos tableros de juego, con nuevas reglas y nuevos jugadores –aunque permanentemente encontramos a “los de siempre”-.

Nuevos Juegos se desarrollan en otros tableros: los nuevos espacios públicos se encuentran en la colectivización de bienes y recursos compartidos, que forman la llamada “economía colaborativa”. Las actividades –y necesidades- básicas son satisfechas mediante nuevas formas y servicios. De esta forma la necesidad de vivienda y cama –turística-, la necesidad de transporte, la necesidad de comer –fuera-, la necesidad de bienes y servicios, de lectura, y tantas otr*s... Todas estas necesidades podemos solventarlas desde el sistema público, desde el privado y desde el compartido.

No nos preguntemos solamente qué puede hacer –que nos ofrece- el espacio público, sino que podemos hacer –qué ofrecemos nosotros- desde nuestros múltiples espacios privados -particulares- al común, a la colectividad. Podemos “abrir” nuestros espacios privados de tal suerte que de forma distribuida podemos generar nuevos ámbitos públicos, nuevas bases de datos compartidas, nuevas conectividades, nuevas redes espaciales colectivas…Esto no supone una aproximación excluyente o contradictoria con la defensa y reivindicación del propio espacio público, hipermediatizado siempre, y en riesgo otras muchas, pero enriquecer el discurso y la práctica con acciones que ya no dependen de terceros en muchos casos, sino de nuestra propia voluntad de transformación, sin terceros, sin excusas, sin subterfugios.

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Especies ICs Espacios Ex

Extituciones VIC

Especies

Las Iniciativas Ciudadanas ICs son procesos informales de práctica ciudadana que modifican de manera resiliente y adaptable el entorno urbano donde operan. Son prácticas colectivas y auto-organizadas que trabajan por el empoderamiento de la ciudadanía urbana y desarrollan procesos críticos con respecto a la actual ciudad. Otras iniciativas se desarrollan rápidamente en una forma muy distribuida a lo largo de diferentes territorios, cada uno con sus propias particularidades. Llegan donde las instituciones tradicionales fallan o no quieren llegar. Desarrollan un nuevo panorama de posibilidades que amplían el contexto cultural, político y social que nos conforma; replican y son replicadas; son recursivas y redistributivas, por lo tanto poseen alcance en lugar de de escala y se relacionan entre ellas. Y sobre todo, los ciudadanos las necesitan. Proporcionan «maneras de hacer» que nosotros podríamos nombrar como práticas Extitucionales.

¿Qué entendemos por este nuevo término? Si las instituciones son sistemas organizativos basados en un esquema de adentro hacia afuera, las Extituciones se proponen como superficies que pueden ser construidas por multitud de agentes. Este concepto puede ser cuestionado y servir como una herramienta fundamental para hacer frente a los organismos reguladores de las institucionales. Las extituciones están comprometidas con la transformación social y esto debe reflejarse en la forma física de nuestras ciudades. Espacios públicos políticas re-significación, des-institucionalización, reapropiación, crítica y acercamiento a los desafíos actuales que deben transformar las calles, plazas, contenedores, dispositivos, elementos y espacios de identidad, cuerpos, edificios y ciudades donde vivimos. Si la institución está hecha para normativizar-controlar las masas, la extitución se forma para des-normativizar las acciones específicas de las iniciativas ciudadanas como agentes que rompen la dualidad individuo-masa. Las extituciones son una red de agencias compartidas que no se visibilizan en la ciudad formal (todavía) pero si en otros lugares.

Las extituciones suponen uno de los últimos estadios de formalización, debido a sus niveles de auto-organización, gestión de recursos, modelos operativos y alcance. Están compuestas de un gran número de agentes imbricados, muy diversos y con distintos grados de responsabilidad, que son capaces de formar una gran masa crítica de acción que permite un impacto político y social de gran calado. Los distintos estratos representados en el diagrama muestra como a partir de los niveles de organización y formalización y de los niveles de colectivización y masa crítica, los diferentes actores y agentes se posicionan. Desde el estrato social y ciudadano, a ciudadanos empoderados, iniciativas ciudadanas, Start-ups Urbanas y Extituciones. Como dice Marina Garcés  las extituciones –nuevos movimientos- “desbordan” el marco institucional, la decidida apuesta por una vida digna –repolitización- y las nuevas formas de anonimato.

 

Espacios

El espacio público ha sufrido un proceso de institucionalización permanente donde la mayoría de las actividades civiles se disuelven – hoy en día sólo el ocio y el comercio son integrados-, mientras que las decisiones colectivas son relegadas un repertorio de edificaciones específicas. La emergencia de una respuesta social ha cambiado el marco de referencia: «practicar  ciudad» a lo largo de nuestra espacios urbanos  recuperando valores en riesgo de desaparición. Nuevas prácticas,  específicamente extitucionales, que transforman el espacio público físico, digital e ideológico, tratado como un «commons«. En la actualidad las formas sociales establecidas (instituciones), sufren la crítica y el descrédito debido a su anacronismo y falta de operatividad patente frente a las necesidades sociales. Las Extituciones vienen a suplir estas carencias y demandas ciudadanas con fórmulas bottom-up que enraízan en los retos y problemas reales que existen en la actualidad.  Las instituciones sociales, gobernadas por los agentes institucionales, dividen los roles sociales, mantienen la división del trabajo y median en la demarcación de normativas y reglamentos y restringiendo completamente la esfera pública social.

Esta situación posee un correlato físico que se traduce en nuestros espacios públicos y nuestras ciudades. La excesiva normativización, división y especialización espacial y edificatoria ha relegado al espacio público a ser un mero contenedor de ocio y recreo sin funciones “políticas” y emancipadoras. Nuestras ciudades y espacios se han “institucionalizado”. Frente a ello nos preguntamos: ¿Cómo son los espacios extitucionales?

Las extituciones apuestan por la transformación social y esto debe reflejarse en los espacios existentes en nuestras ciudades. La re-significación “política” de los espacios públicos existentes, des-institucionalizándolos y permitiendo su apropiación y acercamiento a los retos actuales debe transformar los contenedores, dispositivos, elementos e identidad del espacio, edificios y ciudades en las que habitamos. La deconstrucción institucional de la esfera pública y su re-ensamblaje desde la emergencia ciudadana apunta una guía metodológica para una reconstrucción –física- y re-significación –ideológica- de los espacios comunes. La ciudad de Madrid es paradigmática debido a la efervescencia que alberga desde hace pocos años de movimientos sociales, iniciativas ciudadanas y ecosistema innovador.

Los «espacios extitucionales» nos puede dar un soporte marco para repensar el espacio público. Lugares ajenos a lo burocrático, lo normalizado desde las instituciones pero sin embargo consensuado desde la ciudadanía.  Los espacios extitucionales son “lugares”. La palabra lugar como 1. Espacio ocupado o que puede ser ocupado por un cuerpo cualquiera (quitó la estantería y en su lugar puso un sofá) 2. Sitio, paraje (este lugar es ideal para hacer una casa) 3. Población pequeña (se lo preguntaremos a un vecino del lugar) 4. Tiempo, ocasión, oportunidad (no hay lugar para dudas). Las prácticas extitucioneales se desarrollan en lugares específicos, situados, concretos, tangibles sean en el territorio o en los ámbitos relacionales. Son lugares frente a los genéricos, los espacios basura, los globalizados,…

Por otro lado, las prácticas extitucionales son múltiples, diversas y complejos. Tenemos un ejemplo extraordinario en España, que es la PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca). Esta gran iniciativa ha modificado la manera en que las políticas de vivienda se entienden hasta ahora en España, cuestionando y revelando nuevos escenarios institucionales donde la protesta y propuesta se muestran como herramientas de actualización democráticas. La realidad urbana en la actualidad no es lo mismo después de las acciones de PAH.

El estudio en profundidad de la Pah podría develar múltiples escenarios:

– Cartografía de viviendas paralizadas de desahucios.

– Número de personas involucradas por viviendas.

– Evolución de las paradas y los desahucios.

– Educación y Empoderamiento implícito.

– Violencias y Cuidados en la paH.

–  Cartografía de Acciones temporales de Stop Desahucios

– Diagramas de las relaciones institucionales-extitucionales en la paH

¿Cuáles son las representaciones de las nuevas extituciones ciudadanas?

Es inevitable la pregunta sobre el futuro de las ICs. SI bien estas se han desarrollado más allá de la crisis, debido a altos niveles de auto-organización, corresponsabilidad y una lógica diferenciada que introduce la ética y la sostenibilidad como eje principal de la acción, es cierto que la crisis ha potenciado este ecosistema de manera importante. Por ello es capital comenzar a pensar el escenario de “postguerra” y para ello pensamos que es perentorio que todo el ecosistema se formalice para su supervivencia. El mecanismo de formalización puede detonarse desde la propia administración, como el caso de Barcelona y su gran capacidad institucionalizante, en el que las políticas públicas se acerquen e institucionalicen –asimilen- dichas prácticas. Puede detonarse desde la propia actitud proactiva de los protagonistas, modificando el germen o la emergencia de sus propias prácticas (como movimiento de rechazo, protesta, salvación…) hacia entornos más generalistas y con una clara vocación de ser mainstream. Las Iniciativas Ciudadanas no pueden tener un carácter minoritario, “elitista”, o “sectario”, sino que deben poder percolar en la sociedad y desplegar su carácter transformador, introducir su ética como alternativa REAL frente  lo existente, y para ello es necesaria una actitud extensiva, amplia, generalista y mainstream. De la protesta a la propuesta, del “salvemos” al “somos”. La formalización no significa simplemente poder adquirir un carácter más “comercial”, tornarse en start-up, sino que implica transformar el voluntarismo en profesionalización, ser relevante, poseer capacidad transformadora,  alcance y envergadura de la acción.

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Infraestructuras de facilitación: un modelo heurístico urbano.

Z:SIC A+U S.L.PB. TRABAJOB02-CONCURSOS2013C04-roquetas�2.

 

El desafío de la complejidad urbanística al cual tienen que hacer frente las ciudades de hoy, no puede apoyarse sólo en especialistas sino en una colaboración interdisciplinar y participativa donde la arquitectura se nutra de diferentes sensibilidades.  La comunidad también es la experta y no el productor quien sabe qué espacio puede remediar sus carencias, es el que mejor conoce sus necesidades. Todos somos hoy arquitectos de interiores de nuestros receptáculos simbólicos, sonoros y espaciales.

La ciudad contemporánea requiere, para facilitar esta conexión intersubjetiva, de planteamientos relativos a nuevos escenarios de colaboración entre personas, administraciones y comunidades,  es decir,  la estrategia reside en compartir dentro de un marco colaborativo. El “juntos” como una estrategia de futuro, que potencie la producción de espacio público, más allá de un sentido Lefreviano, un espacio creativo donde la cultura urbana y la manera de hacer las cosas desempeñan un papel importante en la renovación urbana. También ejercitando un derecho a la infraestructura en palabras de Alberto Corsín.

  • ¿Para qué?

¿Porqué diseñar un ámbito urbano para un programa concreto?, ¿puede este programa cambiar en el futuro? ¿en los últimos años cuántos edificios  y  actuaciones urbanas hemos visto que incluso antes de ser inauguradas no interesan o su programa es de difícil aprovechamiento?, ¿qué sucedería si frente a predefinir completamente un espacio urbano sentamos las bases para que mediante estructuras arquitectónicas facilitadoras pudieran los propios usuarios desarrollar sus propios programas?, ¿qué pasaría si la propia ciudadanía,  a través de un proceso de empoderamiento, aportase algo más que simple uso?, ¿qué pasaría si un espacio público se usa como lugar para potenciar el pensamiento comunitario y responsable para la ciudad?.

¿Qué sucedería si fueran las propias comunidades, mediante selección y convocatoria, las que pudieran encargarse de cuidar el espacio público, activar programas y desarrollar otros? Hablamos de convertir el espacio público en una actuación resiliente y corresponsable, capaz de adaptarse a nuevos requerimientos sin necesidad de hacer grandes inversiones.

  • ¿Para quién?

Para generar un espacio para toda la ciudadanía, donde puedan desarrollarse las técnicas locales y donde las comunidades de usuarios puedan practicar lo que definimos como “hacer ciudad”. Implementar el conocimiento situado  en el contexto y cultura existente, acumulados todos ellos en las comunidades conocedoras de estos campos (productores) y su aplicación al espacio público. Favorecer y propiciar el encuentro vecinal y social, creando espacios y proponiendo actividades apropiadas para ello. Ofrecer como retorno para la administración local la seguridad de que un espacio participado e inclusivo es garantía de generación de espacio público, disfrute y sobretodo de uso.

  • ¿Cómo?

Mediante un modelo heurístico que comprende una metodología en dos fases y dos canales asociados: la generación de una infraestructura de facilitación y el despliegue de potencialidades. Y  dos canales asociados: la sostenibilidad urbana y la sostenibilidad social.

Procedimientos.

Los mecanismos establecidos de generación de espacio público por las administraciones son procesos pautados y mediatizados en los que cada agente, estadio y acción es muy determinado y poco permeable.

El proceso comienza generalmente con una decisión política que desencadena una secuencia administrativa que dará lugar a un mecanismo de contratación.  La decisión política suele incluir la idea general de cómo será dicho espacio público, su situación y delimitación, el proceso de contratación y gestión, la dotación económica, la tramitación, etc. Los mecanismos de inclusión social en este proceso pueden ser entendidos desde la legitimidad del cumplimiento de un programa electoral (si este proceso estuviera incluido) al ser suscrito por la mayoría, hasta distintos tipos de presiones e intereses, pasando por verdaderas necesidades reales de grupos beneficiarios y afectados por el mismo.

vic DIAGRAMAS facilitacion

Procedimiento de contratación de obra urbana normalizado.

El departamento de la administración, sea urbanismo u otro, establece el mecanismo de contratación, siendo este el diálogo competitivo, el procedimiento negociado o el concurso. Todos estos métodos pueden ser abiertos o restringidos, con o sin publicidad, o más o menos transparentes y equitativos (urgencia, requisitos, solvencia…). En el caso de que finalmente el procedimiento sea el concurso público y abierto, la opción “menos mala” en este momentos, el área competente definirá el planteamiento del concurso, las bases, el método de contratación, la dotación económica, los requisitos y solvencia, plazos y tiempos, todo ello bajo la ley de contratación de las administraciones públicas. 

Una vez inmersos en el proceso concursal numerosos profesionales y equipos técnicos compiten, en igualdad de condiciones, en el proceso conjunto, en el que un jurado decidirá la propuesta ganadora y el equipo asociada a la misma. Por tanto el QUE y el QUIEN son dirimidos en esta fase. Los expertos-profesionales diseñarán dicho espacio público de la manera más completa y definida posible  y el jurado valorará los pros y contras de cada propuesta desde distintas perspectivas, emitiendo un veredicto. Los jurados suelen ser un conglomerado de agentes en  los que se suelen encontrar representantes políticos, técnicos municipales y técnicos independientes (en el mejor de los casos). A esta configuración se pueden añadir grupos empresariales, representantes de asociaciones de vecinos y otras organizaciones sociales, comerciantes, etc.

Una vez contratado una empresa constructora será adjudicataria de la ejecución de dicha propuesta, por concurso o no, en un plazo establecido. Finalmente, una vez ejecutado dicho espacio, este será utilizado por las comunidades asociadas, gestionado por la administración pública (y la contrata en algunos casos) y valorado en el conjunto de la ciudadanía.

Hasta aquí un proceso ordinario, con la definición de las pautas y los agentes que participan. Como se puede observar en todo el proceso realmente son pocos agentes, y en su mayoría con perfil técnico y experto, los que participan en el mecanismo de definición y ejecución de un espacio público, el cual será vivido y usado por toda la comunidad. Esto redunda en la eficacia y rapidez del proceso, al ser menor el número de agentes y poseer el bagaje y know-how del proceso. La participación pública, entendida esta como un proceso más cuantitativo de consulta con colectivos y comunidades asociadas a dicho espacio, es minoritaria. Normalmente, si se incluye dicha participación, suele ser en estadios determinados, lo que llamamos la “participación clásica”. La definición del propio concurso de encuestas de opinión o pequeños talleres con inputs que se incluyen en las bases, la inclusión de un jurado nutrido, con gran variedad de agentes con carácter inclusivo, o incluso el cuidado, que no la gestión,  de los propios espacios generados. Frente a estos estadios más habituales, queda por abrir que esta participación inclusiva pueda, y decimos solo pueda, no deba, recuperar espacios del proceso en el que, bien no está, bien está representada pero no lo suficientemente, bien ha delegado y no es satisfactorio.

Para ello se plantea una “participación avanzada” que percole en todos los procesos de la generación de ciudad (espacio público) de forma que las decisiones políticas, aunque legítimas y representadas por ley, se han manifestado no pertinentes o interesadas en muchos casos. A su vez dichas comunidades podrían participar directamente en las propuesta de diseño de soluciones, como parte de los equipos técnicos, e incluso construir ellas mismas los dispositivos y “gadgets” necesarios para sus necesidades de espacio público, o sus propuestas de intervención.

Finalmente si esta participación fuese global, en la que todos los procesos y todos los actantes formaran parte de una misma dinámica, nos encontrariamos con la ambivalencia, ambigüedad, complejidad y multiplicidad de un modelo heurístico  en el que todos los agentes son actores y receptores, expertos y legos, interesados y beneficiarios, al estilo de un modelo prosumidor . En este modelo heurístico los estadios no se encuentran tan pautados, los procesos no son tan lineales y secuenciados, y todo ello se transforma en “esferas” de posibilidad y acción entrelazadas y autorrecurrentes. Este proceso, por ser más abierto, indeterminado, con más incertidumbre y más actantes implicados, debe cuidar muy mucho su eficacia, sus capacidades y su agenda, de forma que el proceso no se torne ineficiente al no existir representación, no se pueda participar en igualdad de condiciones (empoderamiento) y no se distorsiones las prioridades y tiempos (control de agenda).

 vic diagrama heuristico

Diagrama del procedimiento heurístico.

Ecosistema productivo.

Todo el proceso puede dividirse en una suerte de hardware y software. El primero remite a los soportes físicos y espaciales que se definen en el espacio público, la “arquitectura” del mismo, mientras que el software implica todo el nivel decisional, de gestión y mediación entre los distintos actantes, la programación, los usos y abusos, la gobernanza en definitiva. Estos dos niveles se presentan como las nuevas categorías de intervención, diluyendo el proceso precedente y estableciendo nuevas acciones, nuevas potencialidades…y también nuevas dificultades. El cambio esencial es la introducción transversal de las políticas  DIWO/DIY (Do it with others/ Do it yourself).

El hardware se genera primeramente mediante una infraestructura de facilitación. Esta infraestructura es un dispositivo espacial que en sí misma no resuelve los programas y requerimientos específicos del espacio público, aunque trabaja con otros aspectos más generales, subyacentes o intangibles. La infraestructura trabaja con aspectos holísticos, contextuales, culturales e identitarios que son intra-programáticos y transversales a cada uso específico. Elementos como la escala, inserción, identidad, contexto, borde, percepción, analogías, representación o la usabilidad son parámetros que se integran en la infraestructura y la conforman permitiendo que esta despliegue sus potencialidades y desarrollos ulteriores adaptables y específicos a las comunidades y necesidades futuras, sin por ello renunciar a la integridad formal y conceptual de la propuesta en su conjunto. Una vez establecida la infraestructura, las distintas comunidades, actantes, colectivos e iniciativas proseguirán el desarrollo espacial y formal de la propuesta (hardware) con distintos elementos y dispositivos con múltiples grados de intersección o independencia de la propia infraestructura.

Este proceso de diseño y construcción del soporte espacial es compartido y continuado por expertos generales (arquitectos) y expertos particulares (comunidades) en una colaboración que reúne prácticas convencionales de diseño y ejecución de obras con prácticas comunitarias como la autoconstrucción, el reciclaje, la réplica, etc. La infraestructura es el medio y gozne para que los espacios sean diseñados, ejecutados y auto-gestionados por los beneficiarios y actantes asociados. Esta gestión nos lleva de la geometría a las “nubes” de software asociado, ya que es imposible pensar que el diseño, ejecución y autogestión de un espacio público pueda no esté asociado a un proceso de empoderamiento previo o en paralelo. Para ello se genera una asamblea y un grupo motor, que en una progresión dialéctica asumirán las funciones representativa y decisoria, de forma que se aúne eficacia e inclusión. Todas las comunidades, existentes y generadas como grupos de uso, deben auto-organizarse y corresponsabilizarse del proceso, para una gestión compartida de todo el proceso.

Este proceso da como consecuencia un ecosistema productivo en el que el software y el hardware se intersecta entre la centralidad y la periferia, lo previo y lo ulterior, lo general y lo particular. En el hardware los distintos espacios participan del binomio infraestructura de facilitación-gadgets, siendo algunos de ellos totalmente generados por la primera, otros necesitados de ambos y otros autónomos. De igual forma el software participa en distinto grado del binomio asamblea+grupo motor-comunidades, con gestiones de lo colectivo y de lo particular.

esquema productivo

De esta forma el esquema del modelo heurístico conforma varios canales interrelacionados y progresivos. El proceso de generación de la infraestructura de facilitación (arquitecto)  contempla la (1) detección de necesidades generales, (2) el establecimiento de criterios de diseño, (3) la matriz de soluciones, (4) el prototipado, (5) el diseño de la solución, (6) la ejecución de la infraestructura, (7) la ejecución de complementos, (8) el pliego de condiciones de uso y utilización, (9) la puesta en funcionamiento (beta) y el (10…)proceso de puesta en funcionamiento, evaluación y mejora.

A su vez, el proceso que se despliega de la propia infraestructura d facilitación posee los dos canales anteriormente descritos: el harware o dispositivos y soportes espaciales, y el software como gestión y gobernanza.

Facilitación

1. Detección necesidades particulares (pertinencia): Si la IF detectaba las necesidades generales del espacio público, la comunidad detecta las necesidades particulares del mismo, tanto espaciales como programáticas.

2. Detección comunidades de uso: Se analizan las disponibilidades espaciales existentes y las comunidades existentes/ emergentes.

3. Refuerzo y consolidación de comunidades: Se garantiza y potencia  la accesibilidad universal, la auto-organización y la corresponsabilidad

4. Co-diseño: comprende el diseño de soluciones particulares y la generación de la asamblea asociada.

Empoderamiento

5. Co-ejecución: ejecución de las soluciones particulares y la creación del grupo motor.

6. Gobierno y gestión: se estudian y diagnostican los usos y abusos y se establece el modelo de gobernanza, representación e interlocución.

Cuidado

7. Evaluación: se evalúan tanto los espacios generados y programas asociados, así como los protocolos de gobernanza establecidos.

8. Desarrollo y visibilidad: se establecen los medios y pautas de mantenimiento sí como la autogestión integral.

9. Exportación: como modelo en lo positivo (buenas prácticas, replicabilidad) y problemas existentes (mejora, prototipado).

Z:SIC A+U S.L.PB. TRABAJOB02-CONCURSOS2013C04-roquetas�2.

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We traders no es una exposición

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Edición especial del Glosario Abierto en la exposición de We Traders.

El viernes 31 de Enero comienza We traders: cambiamos crisis por ciudad en el Matadero de Madrid. Un proyecto en colaboración con el Instituto Goethe, Intermediae-Matadero, Medialab Prado y varias iniciativas, proyectos, colectivos y plataformas de Berlín, Turín, Toulouse, Lisboa y Madrid entre las que nos encontramos. El ánimo de we traders es marcar una posición respecto a la ciudad, sus gobernanzas, sus planeamientos concentrando durante mes y medio, hasta el 15 de Marzo el trabajo que venimos realizando desde hace tiempo en un mismo lugar buscando la interrelación de los proyectos las personas que formamos parte y los ciudadanos. Un marco que puede definir una posición múltiple desde la que debatir, poner en crisis y desarrollar nuestro planteamientos de la nueva ciudad que se entrelaza con la existente.

We traders tiene un programa ambicioso repleto de actividades que sería imposible desvelar aquí. La curación-mediación en Madrid es de Javier Duero. Angelika Fitz (Viena) Rose Epple (Berlín) llevan la coordinación general europea. De momento se ha construido un parlamento colaborativo impulsado por Zuloark, se han producido muebles para el lugar que serán donados al espacio público de Madrid por el Taller Omnívoros, se ha instalado una cocina donde podremos compartir momentos por Cocook. Se ha instalado una purificadora de aire por los miembros de PEC.

Entre hoy y mañana habrá visita guiada a Vallecas con TXP y vecinos, el viernes a las 20:00hs inauguración, el sábado comida compartida a las 13hs, horario europeo, y a las 17hs presentación de proyectos de nuestros invitados we traders de Turin y Toulouse.

vic mappe madrid

Nuestra propuesta para el espacio pasa por abrir aún más el proyecto de Mappe Mad a la ciudadanía e impulsar el último tramo para hacerlo realidad en la primavera de este año. Cómo ya sabéis Mappe MAPping Pushing Empowerment es una herramienta digital que visibiliza y pone en valor a los agentes ciudadanos y sus iniciativas emergentes y algunas más consolidadas. Una plataforma digital y dinámica de encuentro e interrelación para imaginar y poner en práctica nuevos modelos de producción y reproducción de la vida ciudadana, basadas en la colaboración distribuida, la gobernanza participativa, la transparencia, la apertura, el diálogo y la interacción en red.  La pondremos en crisis, le daremos la vuelta, buscaremos sus deficiencias y desarrollaremos el prototipo 2 del proceso que estamos siguiendo para darle el impulso definitivo.

Nos encontraremos en el espacio de We Traders de 18:00hs a 20:30hs  los días Jueves 20 de febrero / Viernes 28 de febrero a parir de las 17.30 h. / Miércoles 5 de marzo / Viernes 14 de marzo.

Esperamos encontranos y enredarnos por allí como espacio en continuidad con el Vivero de Iniciativas Ciudadanas.

¿Qué es We Traders? http://www.goethe.de/ins/be/prj/wet/tra/ueb/esindex.htm

Todos los equipos de las cinco ciudades : http://www.goethe.de/ins/be/prj/wet/tra/esindex.htm

El programa actualizado: http://www.goethe.de/ins/be/prj/wet/blo/esindex.htm

Fechas de las exposiciones internacionales: http://www.goethe.de/ins/be/prj/wet/ver/esindex.htm

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 Espacio de We Traders en Matadero Madrid.


 

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La observación como proyecto. Mexico

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En Iberoamérica se está gestando un movimiento ambicioso para crear una red de innovación ciudadana auspiciada desde diversas instancias de la sociedad. Lo singular de la dinámica es el esfuerzo de coordinación, que desborda los límites tradicionales: los nacionales, al involucrar simultáneamente a distintos países como México, España, Brasil o Panamá. Los administrativos pues a partir del wikisprint iberoamericano de la primavera de 2013 se está intentando sincronizar la actividad informal a nivel micro de cientos de iniciativas con instituciones locales e incluso la diplomacia internacional pasando por las diferentes capas de gobernanza formal intermedia. También trasciende los límites de la propiedad pues lo privado, con o sin ánimo de lucro, formalizado o no, y lo público se reúnen planteándose cómo trabajar en modo peer-to-peer, P2P, para producir un nexo procomún que aporte cohesión a la red. Es preciso identificar los desafíos a los que responde la red así como los inherentes a su creación, para afrontar de forma ordenada y con éxito la empresa.

En el vivero de iniciativas ciudadanas, vic, nos hemos dedicado a la observación y análisis de iniciativas ciudadanas en España desde 2008. En el último año nos hemos inmerso en la elaboración de un marco metodológico de análisis y práctica de entender una ciudad empoderada y con ciudadanos que participan de la misma y sistemas de información en base al que ha iniciado un plan de expansión distribuida a través de proyectos P2P locales y transnacionales. Por un lado estamos trabajando con las iniciativas madrileñas a través de varios modelos como el nodo de la mesa ciudadana de gestión de lo público para crear una plataforma procomún que  de visibilidad conectada,  y permita imaginar, poner en práctica y abrir nuevos modelos de producción y reproducción de la vida ciudadana y sus espacios de interacción analógica y digital. Por otro lado, compartir el marco metodológico con los colectivos mexicanos cuadra urbanismo y ciudad pixel, de impacto contrastado en toda la República en el ámbito de la participación ciudadana en el urbanismo y la gobernanza urbana, ha derivado en un proceso de colaboración conjunto con más agentes. Este proceso de vocación colaborativa y abierta se está presentando al resto de México, y ya se ha compartido con más de 70 iniciativas en Ciudad de México en el encuentro que tuvimos el pasado día 11 de Diciembre e el CCEMX.

La experiencias del recorrido y el proceso en curso de VIC, arrojan elementos útiles para responder a los desafíos de la red de innovación ciudadana iberoamericana, de manera que pueda seguir una expansión distribuida internacional naturalmente.

Todo este proceso da lugar a una serie de textos que vamos a compartir en post sucesivos a lo largo de la primera parte del año próximo. Comenzaremos por explicar el marco metodológico, para después describir su importancia a la hora de articular la construcción de una red distribuída de iniciativas ciudadanas; una red que cuente con fundamentos en los que basar su cohesión y replicabilidad.


Encuentro con inicitivas ciudadanas en DF, Mexico el pasado día 11 de Diciembre.

Para empezar, en este post completamos el contexto descrito con un pequeño inciso sobre la realidad particular que hemos conocido en nuestra reciente estancia en México, y que desarrollaremos en una de las primeras sesiones de enero próximo en la mesa ciudadana. La situación que nos hemos encontrado es especialmente relevante al confrontarla con el estado actual de la cuestión en España y más concretamente en el panorama madrileño. Y también porque es la que ha dado pie a que surja la posibilidad de llevar nuestro propio proceso a otras geografías y convertirlo en un proceso común y propio de otros agentes. A ella y a nuestra experiencia en Madrid evocaremos en los post futuros. La situación de proyectos ligados a lugares tan paradigmáticos como Tabacalera y el Campo de la Cebada evidencian dos de los puntos críticos en la existencia de las iniciativas ciudadanas madrileñas: la relación de dependencia con la administración pública y la ausencia de mecanismos claros y transparentes para evolucionar de esa dependencia hacia otras fórmulas que fomenten el fortalecimiento, la evolución y la autonomía de las propias iniciativas. Lo cuál a su vez explica que dos de los puntos candentes en la agenda de los distintos colectivos madrileños sean cómo poder incidir en las políticas públicas para mejorarlas y cómo constituir una relación formal y eficaz con la administración. Puntos para los que el caso la capital del estado de Jalisco aporta referencias empíricas implementadas a lo largo de los dos últimos años. Este es el tiempo que lleva funcionando la plataforma ciudadana para la movilidad sustentable de Guadalajara, última etapa en la evolución del activismo ciudadano en la ciudad, y cuyos orígenes se remontan a 1998.
Durante este tiempo los colectivos han sabido agruparse, desarrollar una expertise y constituir una interfaz válida ante la administración, convirtiéndose en un órgano consultivo [no siempre consultado] a la hora de aprobar políticas municipales, en la forma del consejo ciudadano para la movilidad sustentable. También han superado varias crisis regenerándose, por un lado dando entrada a nuevos actores con aproximaciones más dinámicas, que han contribuido a diversificar las expertises del conjunto y a generar la necesidad y capacidad de planificar actividades. Por otro lado la regeneración ha venido por la capacidad de modificar la forma de relación con la administración, transformando el consejo en plataforma. Por último han sido capaces de conservar y dar continuidad a ciertos aspectos identitarios, manteniendo por ejemplo una dinámica paralela de deliberación horizontal entre los colectivos informales heterogéneos, y otorgando a algunos de ellos como el CEJ un rol referente, de cara adentro y al exterior, al mantener una presencia activa y propositiva continua lo largo del tiempo que los ha legitimado como referentes.
Todo esto ha derivado prácticamente en tres acciones concretas y significativas de la visibilidad, el valor de las iniciativas ciudadanas y su impacto en el territorio:
– La presencia y difusión pública en toda la ciudad, con la ocupación de todos sus museos por los contenidos de las iniciativas durante un mes.
– La elaboración de análisis, diagnósticos y propuestas que han percolado en la agenda política de las tres capas de la administración, la ciudad, las áreas metropolitanas y el estado de Jalisco, en 5 ejes: accesibilidad integral, metrópolis a escala humana, territorio ordenado, movilidad sustentable y desincentivo al automóvil, e infraestructura para la participación ciudadana.
– La institucionalización de la relación e influencia de la plataforma dentro de la administración pública, con la presencia permanente de dos de sus miembros.
Acciones que no tienen por qué ser posibles respuestas a las preguntas que desde hace un tiempo se han explicitado de forma común en Madrid. Pero que sí ejemplifican cómo el micro-urbanismo participativo puede iniciar un proceso de escalada consecuente con su realidad y que repercuta en la gobernanza a otras instancias, modificándola y conciliando por tanto lo micro y lo macro. De igual forma el intercambio que hemos iniciado y que describiremos en los siguientes post ha mostrado el potencial del producto de la reflexión que está en curso aquí, para desbloquear las situaciones conflictivas en el caso específico de Guadalajara. Por eso sólo podemos compartir honestamente nuestra conclusión, y realizar una llamada de atención mutua, de ambos lados, para compartir y comprender dinámicas, para confrontarlas y entender los retos y amenazas respectivas, y para poder visualizar desde ese entendimiento enriquecido y compartido respuestas diferentes que contribuyan a regenerar la iniciativa ciudadana y fortalecer sus valores radicales.

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Encuentro iniciativas ciudadanas en DF, Mexico

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Enmarcado dentro  del proyecto Mappe Mapping pushing empowerment, ligado a la mesa de getsión de lo público en Madrid, el Vivero de Iniciativas Ciudadanas en colaboración con el Centro Cultural de España en Mexico CCEMX te invita a participar en su próximo encuentro en el DF Mexico.  Os posteamos la carta de invitación del CCEMX para que podáis asistir  el próximo día 11 de Diciembre.

» Te invitamos a la presentación de un interesante proyecto que estamos apoyando desde esta institución, se trata del Vivero de Iniciativas Ciudadanas (VIC) (http://viveroiniciativasciudadanas.net/).

Este proyecto surgido en Madrid (España) trabaja con iniciativas ciudadanas que vienen emprendiendo e innovando y que buscan generar efectos transformadores positivos en su entorno.  El trabajo que viene realizando el colectivo de personas que conforman VIC, tiene como base las tecnologías de la información y la comunicación para facilitar procesos de formación y  difusión del conocimiento.

Aprovechando la estancia en México de uno de sus miembros, Javier Esquillor y con el apoyo del colectivo mexicano  ”Cuadra Urbanismo” (http://www.cuadraurbanismo.com) quisiéramos darte a conocer en detalle sus experiencias con iniciativas de ciudadanos/as que vienen emprendiendo  e innovando como respuesta instintiva a sus respectivas realidades.

Para ello, hemos organizado una reunión interna de trabajo en la que nos gustaría pudieras acompañarnos para darte a conocer  sus trabajos que han derivado en una explosión de posibilidades entre VIC y Cuadra Urbanismo derivando en una colaboración natural con esa vocación procomún. Esta colaboración empieza a dar pasos concretos para materializar una plataforma analógico-digital dentro de un marco donde se reflexiona y contrasta continuamente el efecto del acoplamiento de las TIC a cada situación, y cómo esa combinación mejora la realidad, le da una nueva forma y posibilita la distribución transterritorial del empoderamiento para transformar.

En su dinámica de soporte y facilitación de iniciativas ciudadanas el CCEMX ofrece la posibilidad para que ambos colectivos compartan sus visiones respectivas de la transformación social a partir de la acción local en México y España, y presenten su colaboración incipiente para visualizar la posible integración con otros colectivos e iniciativas en este proceso de trabajo que está iniciando.

Esperamos poder contar con tu presencia en esta presentación que llevaremos a cabo el próximo Miércoles 11 de diciembre a las 19:00 hrs en el Taller 2 del Centro Cultural de España, te ruego confirmar asistencia a la coordinadora del proyecto por parte del CCEMx, Eva Gómez gomez@ccemx.org «

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Madrid, una experiencia urbana desde las iniciativas ciudadanas

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Cartografia de iniciativas ciudadanas de Madrid.

Las ciudades poseen muchos capitales que quedan a menudo invisibilizados o no se potencian con la suficiente fuerza para que puedan ser una seña de identidad o un valor a compartir y reforzar en otros ámbitos nacionales o internacionales.

Podíamos definir un capital no solo como un factor de producción sino también un factor reproductivo de lo social constituido por recursos materiales e inmateriales y muchas veces visibles pero otras veces invisibles. La cantidad de bienes que puede producir una ciudad entendiendo de nuevo los bienes como las aportaciones que se generan desde diferentes puntos de vista, ciudadanos, organizaciones, empresas y administraciones al espacio común que es la ciudad. Estos son los capitales urbanos que tiene la ciudad de Madrid y de interés para otras ciudades y otros países.

VIC está desarrollando actualmente dos programas internacionales donde  ayuda a visualizar y comprender lo complejo de las nuevas sociedades organizadas en red.  We traders es un programa del Goethe Institute que viaja por 5 ciudades del sur de Europa queriendo aprender otros modos de superar la participación clásica alemana. Por otro lado el programa de Ciudadanía 2.0 del Secretaría General de Estados Iberoamericanos trata de potenciar la innovación ciudadana en iberoamérica con propuestas en firme sobre el desarrollo de nuevos espacios, laboratorios urbanos, y políticas de gobierno abierto. Todo esto desde el conocimiento de que en Madrid se está desarrollando algo singular, diverso y muy innovador.

Así es hoy Madrid. Una ciudad que busca su marca y no se da cuenta que no necesita buscarla fuera, en eventos internacionales, ni en imagenes futuribles. La marca de madrid está en sus ciudadanos y en miles de personas que desarrollan hoy una ciudad basada en la colaboración, en los códigos abiertos y en la práctica ciudadana. Si Madrid aún no lo hace, ya lo hacen otros gobiernos e instituciones como el Goethe Institute o el SEGIB.

Agradecemos a las iniciativas ciudadanas su tiempo, su conocimiento y el abrir sus procesos y a Álvaro de Cozar de El País el esfuerzo realizado para situar una ciudad que convive día a día con las diferentes ciudades que funcionan de forma superpuesta en Madrid. Dejemos de buscar una marca y defendamos y apoyemos una marca múltiple y diversa que está dentro de la ciudad, en las iniciativas ciudadanas que trabajan por ella.

Os dejamos el artículo de El País: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/11/15/madrid/1384548953_119230.html

Respiro madrid. Car sharing

http://www.respiromadrid.es/

Ecosecha madrid. Banco de intercambio de semillas. Consumo responsable

ecosecha: http://ecosecha.blogspot.com.es/ banco de intercambio de semillas  http://ecosecha.blogspot.com.es/2010/10/recordad-banco-de-intercambio-de.html        

Guifinet.madrid. Wifi libre y distribuido

nacional http://guifi.net/es

madrid http://madrid.guifi.net/

Bookcamping. Biblioteca digital colaborativa

http://bookcamping.cc/

entorno: http://lacasqueria.com/

Enbicipormadrid. Movilidad ciclista en madrid

http://www.enbicipormadrid.es/

Air quality egg. Makespace. Medición de la calidad del aire con sensores ciudadanos

internacional http://airqualityegg.com/

madrid http://www.intheair.es/

Esta es una plaza. Microurbanismo

http://estaesunaplaza.blogspot.com.es/

Som energia. Consumo colaborativo y energías limpias

http://www.somenergia.coop/es/

Teje la araña. Cuidados urbanos y creatividad ciudadana.

http://tejelaarana.com/

Arreglasanse. Mapa interactivo ciudadano de san sebastian de los reyes.

http://www.izquierdaindependiente.es/mapa.php

Estas son las iniciativas ciudadanas que participan en el artículo. Como ellas hay otras muchas que puedes encontrar aquí http://viveroiniciativasciudadanas.net/wiki/iniciativas-ciudadanas/

Puedes editar el wiki ibservatorio del vivero  dándote de alta como wikieditor e incorporar iniciativas ciudadanas, nuevos términos, agentes y lugares. O publicar en la plataforma alguna iniciatiava que quieras visibilizar.

Cartografia de iniciativas ciudadanas de Madrid. Créditos: “Paisajes apropiados”, realizado por Alba Balmaseda, Carlos Ruiz, Arantxazu Luzárraga, Esaú Acosta, Guadalupe Hernández.

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La metonimia de los recursos

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Si prefieres descargarte el texto puedes hacerlo aquí La metonimia de los recursos

Dentro de la terna Recursos, Agentes y Gobernanzas en el que podemos dividir metodológicamente cualquier proceso de innovación ciudadana e iniciativa emergente en la ciudad queremos diseccionar el primero de ellos: Los recursos. Y el tema no es baladí, precisamente en el que existe una metonimia  a desactivar: la asociación semántica recursos=dinero (capital económico). Cuando desde la administración, las empresas, los poderes público, incluso los ciudadanos se dice que “no hay recursos” o los “recursos son escasos” esto no es cierto de ninguna forma. Puede, y decimos sólo puede porque albergamos muchas dudas acerca de dicha afirmación, que no existan o existan menos recursos económicos (capital económico), pero de ninguna forma es aceptable el todo por la parte, englobando todos los recursos existentes (bienes, servicios y capitales). ¿Es que no existen espacios en la ciudad infrautilizados?, ¿No existe una formación y cualificación exquisita de miles de profesionales, ciudadanos y comunidades por desarrollar y aprovechar?, ¿No existe la solidaridad, la disponibilidad de tiempo, los cuidados y afectos? ¿Qué hay de todos aquellos bienes y objetos que hemos acumulado masivamente durante años pretéritos?, ¿Pueden brindarse a la comunidad para su refuerzo mediante la gestión de uso e intercambio?

Uno de los principales retos que nos toca afrontar es la gestión de los recursos existentes, y estos no son pocos precisamente. Una vez que somos capaces de desarticular la gran metonimia comenzaremos a vislumbrar recursos y capitales existentes e inactivos hasta la fecha y sus numerosas y poderosas potencialidades para la transformación social y urbana. Ya muchos hablan de las economías alternativas –del Don, del Compartir, del Bien Común…- y las investigaciones acerca de nuevos espacios económicos como el procomún , las Start-up ciudadanas , el P2P 

RECURSOS

Desde [VIC] dividimos los recursos en tres grandes grupos: los bienes, que corresponden con los recursos naturales y medioambientales, los objetos y productos creados por el hombre y el propio cuerpo del hombre con su fuerza y saber asociado. Por otro lado los conocimientos, habilidades, técnicas y destrezas que despliegan y finalmente los capitales asociados. Dentro de los capitales habría que separar, quizás, el capital económico de los demás, por su gran influencia y preponderancia en nuestras economías, frente al resto de capitales, más minoritarios y emergentes. Partiendo del trabajo de Hondartzan_18  los capitales se definen como: ”todo aquellos que pueda valorizarse

 

  1. 1.      BIENES                       

Naturales (Medio ambiente)

Materiales (Productos, objetos y espacios)

Humanos (Fuerza, saber)

  1. 2.      SERVICIOS

Conocimientos (educación, códigos)

Habilidades (gestión, ejecución y desarrollo)

  1. 3.      CAPITALES

Económico (Dinero, Oro)

Personal (Identidad)

Tiempo (horas)

Ético (Dignidad y justicia)

Afectivo (Cuidados, reproducción)

Social (Confianza y solidaridad)

Ecológico (Huela ecológica)

Cultural (creación e innovación)

Simbólico (Prestigio e Influencia)

Relacional (Conectividad)

Salud (Bienestar ý calidad de vida)

INTERCAMBIO DE RECURSOS

En realidad toda acción que implique recursos y capitales es un intercambio. Al combinar la tabla de recursos consigo misma nos dan las posibilidades y permutaciones de intercambio. Así podemos encontrar el intercambio de bienes y servicios con el capital económico (compra tradicional), como el intercambio de bien con bien (truque) o el intercambio de servicio con capital afectivo (favor). Si bien ha existido una excesiva monetarización en todos los intercambios, en los que bienes y servicios se intercambiaban por el capital económico, siendo este hegemónico y preponderante. El capital económico era un fin en sí mismo más que un medio para obtener otro tipo de recursos necesarios. El capital económico se utiliza de manera absoluta, produciendo fenómenos “perversos” legales e ilegales (especulación, prostitución) en el que se intercambian capitales económicos y afectivos por capital económico.

En la actualidad existen otros capitales complementarios que han entrado en juego, por lo que las relaciones de intercambio se vuelven más complejos y ricos. Muchos de estos capitales son todavía muy invisibles, de forma que en ciertas economías (del Don) el regalo se asocia al no intercambio debido a que recursos que van de un nodo a otro no poseen retorno. Pero esto es falso, ya que siempre existe dicho retorno, en forma de capitales invisibles o “volátiles” como el simbólico.

 

MONETARIZACION O P2P(Mercado o reciprocidad)

Haciendo un símil, podríamos considerar que el capital económico, el dinero, es un gran centro o “servidor” que permite, facilita, promueve y regula la red de intercambio de recursos, de forma que todo intercambio se encuentra mediatizado por el capital económico y este se transforma en capital (y recurso) hegemónico de la red.  Este fenómeno, monetarización, introduce la moneda (el dinero, el capital económico) como la única y válida fuente de intercambio de recursos, de forma que el valor de uso se transforma en valor de cambio y es el capital económico el que es usado con carácter finalista, mas que con carácter intermediario.

El peer-to-peer P2P propone eliminar la centralización de dicho “servidor” mediante una red de nodos interconectados, transversales, horizontales y distribuidos. Si intentamos eliminar el capital económico del ecosistema de recursos comienzan a aparecer multitud de recursos propios y ajenos de los que, hasta la fecha no habíamos prestado atención ni valorado en su justa medida.  Además de dicha aparición de nuevos capitales, la eliminación del capital económico permite poner en juego nuevos equilibrios, circulaciones, relaciones, competencias, transacciones y realidades, a partir de nuevas economías como la Economía del Don, o el paradigma Compartir. Por tanto las economías P2P se oponen a las monetarizadas por utilizar recursos y capitales que minimizan al máximo (en ocasiones excluyen) el capital económico (dinero) de los intercambios de recursos. Esto supone, a la postre, un desplazamiento del capital económico hacia otros capitales. En numerosas ocasiones, incluso, los intercambios P2P proponen autorrecursividad y replicabilidad al “obligar” (pertenecía a una comunidad, admisión de ciertos códigos y actitudes, etc…) a que sean los intercambios de recursos de la misma “naturaleza”. Así como en los programas de intercambio P2P podías descargar archivos sólo si tú también ponías archivos tuyos susceptibles de descarga por otros usuarios, los intercambios P2P proponen conseguir servicios sólo si tu ofreces servicios, obtener bienes si tú puedes donar bienes, recibir favores sólo si tu puedes realizar favores, etc.

 

ECONOMIAS

Podríamos dividir las economías entre aquellas que siguen asumiendo que el capital económico es hegemónico, preponderante y dominante pero que dentro de ese marco se deben ir implementando “acciones correctoras”, de mejora y reequilibrio con la introducción de nuevos recursos y capitales que propongan una redistribución más equitativa de los mismos, complementando o minorando la presencia absoluta del capital económico frente a otros capitales. Serían economías no P2P (monetarizadas) pero más equitativas y sostenibles.

Economía alternativa y solidaria http://www.economiasolidaria.org/ Busca poner en juego y ofrecer retornos de otros capitales (ético, social, medioambiental) que eviten situaciones de explotación, dependencia, agotamiento de recursos, buscando mayor dignidad, solidaridad.

Economía del Bien Común http://comunidad.medialab-prado.es/sites/default/files/Econom%C3%ADa_Bien_Com%C3%BAn_resumen_20puntos_Febrero2012.pdf  Sistema para la obtención de capitales no económicos en economías convencionales con ganancia de capital simbólico y económico (exención de impuestos) en grandes empresas y corporaciones mediante auditoria social, ética y medioambiental (matriz indicadores)

Consumo Colaborativo (Collaborative consumption).Su intención es adquirir bienes y servicios de una forma optimizada mediante la generación de masa crítica que permita optimizar recursos reduciendo los costes económicos por participante http://www.consumocolaborativo.com/

Decrecimiento http://es.wikipedia.org/wiki/Decrecimiento propone una disminución controlada del crecimiento, el consumo, la producción para la sostenibilidad de los recursos, otras formas de intercambio, relación y priorización.

Por otro lado existen las economías P2P o economías basadas en la reciprocidad en las que el capital económico se pretende minimizar al máximo e incluso excluir en los intercambios. Están basadas en otros capitales (social, cultural, simbólico) y en otros parámetros como la confianza, la solidaridad, el prestigio, etc…

Economía colaborativa (sharing economy) http://comunidad.medialab-prado.es/sites/default/files/manifiesto_90x1200.pdf Aprovechar recursos existentes e infrautilizados de forma compartida (prestar, compartir, regalar). Desplazamiento de la posesión al uso. No implica necesariamente la no existencia de capital económico aunque se mínima al máximo

Economía del Don (Gift economy) http://es.wikipedia.org/wiki/Econom%C3%ADa_del_don la economía del don supone un intercambio de recursos en el que un bien, servicio o capital se dona sin esperar nada a cambio (aunque en realidad se obtienen retornos en forma de capital simbólico). El don puede tener la forma de cualquier recurso y capital, incluso el capital económico.

Freeconomia (Freeconomy) Economía de intercambio de recursos y capitales con exclusión de capital económico. Intercambiar compartir y reglara (Todo gratis). El capital económico se rechaza explícitamente.http://www.scribd.com/fullscreen/128857057?access_key=key-2lr4f4idfa3047i9rhii&allow_share=true&view_mode=scrollhttp://youtu.be/17L3BJkf29k

 vic recursos

ACCIONES

 

INTERCAMBIOS NO P2P de mercado  (capital económico preponderante)

  • COMPRAR

Comprar significa obtener o adquirir algo con dinero (Capital Económico). Dentro de la compra convencional existen algunas iniciativas para realizar “compras mejoradas”, estas mejoras introducen nuevos capitales de transacción (sociales, medioambientales, simbólicos…), equilibrando el capital económico y abandonando su hegemonía absoluta para combinarla con otros aspectos importantes, por lo que se busca un reequilibrio de capitales en las compras.

Compra bienes/servicios colectiva.  (Compartir compra)

Obtener masa crítica para conseguir mejores productos/servicios por un menor coste https://www.quieropagarmenosluz.org/

Aprovechar ofertas grupales http://www.compartetren.com/compartetrennew/

Compra bienes y servicios responsable.

Compra Verde, Minimizar impacto ambiental. http://www.isamadrid.org/consumer_group

Compra Ética, dignidad condiciones laborales y derechos trabajadores.  http://www.ideas.coop/que-hacemos/comercio-justo.html

Compra Social, potenciar la economía social. http://www.economiasolidaria.org/entidades/sectores

Compra Pública Ética. http://www.comprapublicaetica.org/

Comprar servicios http://www.localguiding.com/

  • ALQUILAR

El concepto de alquiler también ha sido modificado, incluyendo en el mismo la introducción de nuevos capitales que hacen que se comunique no solamente el precio de alquiler sino un conjunto de valores y activos asociados al espacio/producto/servicios de alquiler para que ellos redunde en la generación de nuevos capitales. Aunque muchos de ellos se hagan llamar co- de compartido realmente la estructura económica es de alquiler, en el que existe una propiedad definida que alquila espacio/producto/servicios a una comunidad, aunque no sólo se busque el lucro económico y se establezcan otro tipo de alianzas (confianza, colaboración profesional, red de contactos, sinergias, etc.…)

Alquiler de Bienes http://www.alkiloo.com/

Alquiler de espacios de trabajo (Coworking) http://www.coworkingspain.es/espacios/coworking/madrid

Alquiler espacios de habitar http://www.easypiso.com/

Alquiler de vehículos (carsharing) http://www.respiromadrid.es/

Alquiler de trayecto (o asiento) (carpooling) http://www.blablacar.es/

  • SUBASTAR

La subasta (inversa) http://cosasdedinero.com/2013/01/05/comprar-una-casa-por-un-euro/ se ha erigido como nuevo mecanismo para obtener bienes y servicios de una forma más económica. Si bien es cierto que la subasta responde con mayor fidelidad a la intersección clásica oferta/demanda, realizada en tiempo real, su auge en tiempos de crisis genera efectos perversos en sectores y actividades con mucha oferta y muy poca demanda, en el que se banaliza el trabajo y se derrochan recursos con la mera obtención de un competencia feroz, incluso tipo dumping, lo cual redunda en pérdida de calidad. Además las subastas suelen seguir ancladas en el capital económico, sin valorar otros capitales, aunque algunas actúan de intermediarios, generando clientes y proveedores de servicios y accionando el mecanismo de subasta entre ambos grupos mediante pequeñas comisiones de funcionamiento.

Bienes http://www.bidumba.com/

Servicios cotidianos http://www.eslife.es/

Servicios profesionales http://www.acepto.es/

Servicios por cuota fija http://www.gigalo.es/

  • INVERTIR

Hace referencia a la consecución de capital económico mediante el propio capital económico. Frente a la especulación se promueven inversiones éticas en el que la forma de obtención de capital económico, el lucro,  no sea un “vale todo” sino que existan límites fijados que atienden a otros capitales como el medioambiental, social, ético, etc. Aunque es indudable que la inclusión de nuevos capitales en los productos financieros es positiva, no deja de ser, en ocasiones, un mero disfraz dentro de campañas de marketing y captación con aportaciones reales ínfimas. http://revista.consumer.es/web/es/20070701/practico/consejo_del_mes/71716.php

Préstamos entre particulares https://www.comunitae.com

Créditos, anticipo subvenciones, aportaciones http://www.oikocredit.org/es/inicio

Depósitos, inversión proyectos con capital alternativo http://www.enclau.org/index.php?option=com_content&task=view&id=60&Itemid=69

Fondos de inversión, mediante donación de comisiones a proyectos solidarios, éticos, verdes… http://www.microbanklacaixa.com/productos/microbankfondoetico_es.html

Planes de Pensiones https://www.bancsabadell.com/cs/Satellite/SabAtl/BS-Plan-Etico-y-Solidario/1191332197119/eu/

 

INTERCAMBIOS P2P reciprocidad (capital económico minoritario o inexistente)

  • CAMBIAR

Cambiar significa dar o adquirir algo por otra cosa de análogo valor. Se usa de forma temporal como una obtención de un determinado bien o un determinado servicio que ocupa un espacio de tiempo puntual y reducido y que, una vez obtenido u otorgado la relación entre las partes no tiene porque continuar. Dentro de los cambios sin capital económico se generan nuevos capitales de intercambio para excluir el dinero en el intercambio de bienes y servicios.

Tiempo: Los llamados bancos de tiempo que valoran cada hora de servicio para un correcto intercambio. http://bancodetiempo.preparate.org/es/

Capital Social: Las llamadas monedas sociales, sustitutos del dinero de curso legal. Pueden ser puntos, créditos, etc.… http://cercamia.com/

Estos cambios, en los que se utilizan los bienes y servicios como moneda de cambio para obtener otros bienes o servicios, pueden estar englobados dentro del Trueque o en las denominadas Cadena de Favores.

Cambio de Bien por Servicio.  http://www.sostrecivic.org/es. Una vivienda en mal estado se intercambia en alquiler gratuito por los servicios técnicos de rehabilitación y acondicionamiento de la misma.http://www.etruekko.com/ (trueque misto de bienes y servicios)

Cambio de Bien por Bien (Trueque) http://www.truequear.com/

Cambio de Servicio por Servicio (Cadena de favores)http://www.intercambiodefavores.com

Cambio uso de bien http://www.mytwinplace.com/

Importante mencionar también otro tipo de intercambio que utiliza como principal capital el afectivo, principalmente la identidad, que son todos aquellos servicios que se adquieren de forma “gratuita” aparentemente pero que conllevan la inclusión de los datos personales como capital de intercambio en la operación. Principalmente circunscritas a redes sociales, plataformas digitales, y aplicaciones http://rcs.seerinteractive.com/money/ el intercambio busca conseguir masa crítica de información de usuarios para comercializar con dicha información. Es el llamado “Big Datahttp://es.wikipedia.org/wiki/Big_data

PRESTAR

Los prestamos suelen tener tres objetivos: bien préstamo de productos, bienes y servicios de forma temporal para conseguir ”convencer” acerca de la idoneidad de su compra o adquisición o conseguir buenas críticas y recomendaciones (período de prueba gratuito o PR Seeding), bien préstamos culturales como bibliotecas virtuales mediante libros electrónicos, o bien con carácter social y asistencial por parte de las administraciones públicas y asociaciones sociales y caritativas.

Presta la bici http://compartetubici.wix.com/compartetubici

Libros electrónicos http://cielo.usal.es/Help/About?topic=whatis

Servicios profesionales. http://www.bj-adaptaciones.com/articulo/profesionales/prestamo-de-productos

COMPARTIR

Compartir se entiende en su segunda acepción, como el participar en algo de forma conjunta. En este caso el intercambio es duradero e implica condiciones de pertenencia y corresponsabilidad mayores (cuantitativa, cualitativa y evolutivamente) que el mero cambio, por lo que se genera una comunidad asociado y unos códigos, tácito o explícitos acerca de los recursos que se comparten. No tiene porqué ser a partes iguales pero si implica un grado mayor de implicación sobre lo que podría suponer un alquiler, en el que hay una parte propietaria y una parte arrendataria aunque ambas coexistan en el mismo espacio o trabajen juntas (coworking). Por tanto el paradigma CO+ gerundio inglés puede pertenecer a este grupo o no necesariamente.

Copropiedad de vivienda o zonas comunes http://www.architype.co.uk/stroud_cohousing (cohousing)

Compartir reivindicaciones y peticiones https://oiga.me/

Compartir conocimiento y sus derechos asociados http://creativecommons.org

Compartir financiación, a medio camino entre el intercambio (económico-simbólico) y la donación  http://www.verkami.com/ crowdfunding

REGALAR

La acción de regalar supone la máxima expresión de los intercambios P2P al minimizarse al máximo (en casi todos los casos se excluye directamente) el capital económico. El regalo, o don (perteneciente a la Economía del Don o la Freeconomy) apunta a la consecución de capitales distintos al económico, a capitales alternativos como el capital social, el capital afectivo, el capital cultural o el capital simbólico. También representa la consecución del rechazo como protesta a la hegemonía imperante del capital económico, siendo el don mismo un indicador de sostenibilidad de intercambios alternativos que suponen otra forma de relacionarse, convivir e intercambiar entre la comunidad. Por tanto el don posee la pedagogía interna del elemento subversivo pero plausible y legítimo. Y, es más, aunque suponga, a priori, un intercambio asimétrico, debido a una valoración caduca en el que una recibe todo y el otro lo da todo, este tipo de intercambios generan unos lazos afectivos más potentes que cualquier sistema contractual, legal o fiduciario que podamos encontrar en la economía convencional. Si dichos intercambios P2P se generan dentro de una comunidad dichos intercambios se socializan, haciendo partícipes a toda la comunidad. Algo similar ocurre en la concesión de microcréditos del Banco Grameen de Muhammad Yunus:

“Inicialmente, la mayoría de programas otorgaban los créditos de forma individual pero estableciendo unos grupos que se basan en la colaboración de los individuos en el entorno del préstamo, es decir, cada componente del grupo gestiona el crédito como mejor cree pero depende de la devolución del crédito de todos los componentes del grupo: si uno de ellos no logra devolver el préstamo, el resto deberá saldar su deuda o, en según qué programas, no deberá hacerse cargo de la deuda pero no podrá optar a un segundo crédito. De esta forma, en el modelo grupal existen unos vínculos que ofrecen una cierta seguridad al banco, ya que cada componente del grupo se preocupará y responsabilizará de la gestión del crédito del resto del grupo.” http://www.upf.edu/politiques/_pdf/TreballsIIIPremiLluch/losmicrocreditos.pdf

Por tanto la Economía del Don posee la fuerza del compromiso intangible y trabaja con capitales mucho más fuertes y poderosos que el económico: la responsabilidad, la pertenecía a la comunidad, la dignidad, la autoafirmación, la solidaridad… es una nueva suerte de “religión”, o como dice nuestro querido amigo David Criado https://twitter.com/vorpalinacuando haces favores te conviertes en una especia de Mafia: los demás saben que te deben algo” al poner en práctica el Don en su Iniciativa Vorpalina http://www.vorpalina.com/. Aquí unos ejemplos de dones obtenidos con distintos capitales y recursos:

Pagados con capital económico http://cafespendientes.es/

Cesión de uso gratuita https://www.couchsurfing.org/

Aportación de bien físico http://www.bookcrossing-spain.com/

Aportación de bien digital http://pirata.cat/p2p/es:start

Favores http://www.favoralia.com/ (mediante puntos)

Cuidados y afectos http://abrazosgratis.org/

Voluntariado http://www.voluntariado.net/

Donaciones http://afectadosporlahipoteca.com/donaciones/

 

RETOS:

Algunas de las preguntas que se plantean han aparecido en Le Monde Diplomatique este mes:

¿Consiguen las nuevas economías una reducción del consumo, o por otro lado lo aumentan, simplemente transformando la política de propiedad en uso? ¿Es lo colaborativo un “lavado” de prácticas convencionales como el alquiler o préstamo, cuando la propiedad es única y se alquilan espacios, transportes, etc? La incorporación de nuevos recursos en movimiento, ¿supone una comercialización más profunda de espacios y territorios que no estaban sujetos al consumo anteriormente (nuestra propia casa, nuestro coche, nuestros objetos, etc.? ¿Pueden las nuevas economías, ser más respetuosas o erradicar la explotación, el clientelismo, el endeudamiento, la dependencia, etc? ¿Cómo pueden las nuevas economías transformar nuestras ciudades y espacios de intercambio?

 

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Innovación Ciudadana

VIC Innovacion ciudadana

Estamos inmersos en un proceso de cambio total. Cómo todos los cambios, difíciles de asumir, interpretar, conocer para modificar los procesos que ya tenemos incorporados desde hace tiempo. Pero los procesos incorporados nos siempre fueron así, y es esta evolución la que debemos saber leer para poder mejorar e incrementar la complejidad de lo que nos rodea para que otras sensibilidades sean puestas en juego. En este contexto de cambio, del reloj con la arena arriba que va bajando poco a poco, es donde debemos situarnos para hacer nuestros análisis, nuestras críticas y nuestras propuestas. Es el lugar desde donde podemos hacer las transferencias necesarias para que las nuevas aproximaciones sucedan y se conviertan en situaciones reales desde las que desarrollar modelos que ya son emergentes y que se están convirtiendo en modelos posibles y muy reales pero muy desconocidos para quien no los practica o desarrolla en el día a día. En nuestro caso modelos desde el que poner en práctica colectivamente las transferencias de la innovación ciudadana al espacio público.

En este contexto es desde donde estamos desarrollando el programa de Innovación Ciudadana impulsado por la Secretaria General de Estados Iberoamericanos junto con gobiernos, empresas, organizaciones y ciudadanos. El programa ha comenzado a principios de este año 2013. Estamos dando una serie de pasos que queremos compartir y abrir para que podáis interesaros en este nuevo proceso transversal y de aprendizaje. Uno de estas etapas será el Encuentro Iberoamericano de Innovación Ciudadana al que asistiremos y compartiremos con la incipiente red  la carta que hemos desarrollado en el marco de la XXIII Cumbre Iberoamericana de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno que se realizará en Panamá la semana que viene. Este encuentro está organizado por el proyecto Ciudadanía 2.0 de la Secretaría General Iberoamericana, en conjunto con el Programa de Participación Ciudadana de Presidencia de Panamá, la Secretaría de Cultura de la Prefeitura de São Paulo, la AECID, la Fundación Unidos en Red y la CAF.

Pero ¿qué es realmente la innovación ciudadana? 

Acompañando a todos los procesos que se están dando de innovación social, la innovación ciudadana remite al proceso donde son los ciudadanos, organizados en red y de formas transversales las que son los agentes de cambio y transformación. Como explicamos aquí son las iniciativas ciudadanas, los ciudadanos que trabajan por el empoderamiento urbano, de los entornos cercanos a los que operan, con las tecnologías a su alcance y con los recursos que tienen. Como explica Marcos García de Medialab Madrid » Hablar de innovación ciudadana ayuda a ensanchar el significado restringido que habitualmente se le da y eso significa que es necesario pensar en nuevos modelos que permitan medir y evaluar su alcance que vayan más allá de los indicadores que se suelen utilizar. Este es un asunto que se ha discutido en el ámbito académico desde distintos enfoques: innovación social, innovación de los usuarios, innovación oculta… como por ejemplo explica bien Eric von Hippel  Estos y muchos más comentarios puedes encontrarlos en el documento de trabajo abierto que hemos elaborado y donde puedes hacer tus aportaciones aquí 

Innovacion ciudadana vic

Este primer documento se discutió y trabajo seguidamente en la ciudad de Sao Paulo (Brasil) dentro del primer encuentro de la Red Iberoamericana de la Innovación Ciudadana. De estos talleres y discusiones se ha elaborado la carta que se entregará a los Jefes de Estado de Iberoamérica la semana próxima en Panamá. La carta está abierta y es un resumen de muchos puntos enunciados en el documento de trabajo. Una síntesis que no abarca todo, pero que esboza para los representantes de gobierno anclados en la zona de arriba del reloj de arena un futuro donde pueden converger diferentes posiciones.

La tecnología, una nueva ciudadanía organizada, nuevos presupuestos democráticos más transparencia y datos abiertos, y muchas otros temas, quedan reflejados en la carta donde también podéis aportar nuevas miradas y enfoques para seguir trabajando. El programa quiere en un plazo de 5 años, crear una Red de Innovación Ciudadana en cada estado y cada lugar para que sirvan de fomento, financiación, y discusión de los futuros donde la ciudadanía deja de ser una masa crítica de cada lugar y pasa a ser una ciudadanía corresponsable y emancipada.

Sería imposible enunciar aquí todas las propuestas, cuestiones, herramientas, protocolos discutidos y ámbitos posibles que se están desarrollando actualmente. Os dejamos los enlaces de los agentes organizadores, participantes, y enlaces con la documentación:

Ciudadanía 2.0 http://www.ciudadania20.org/

SEGUIB http://www.segib.org/

Proceso primer encuentro http://ciudadania20.org/innovaciudadana/

Encuentro Sao Paulo http://www.ciudadania20.org/la-segib-reune-en-sao-paulo-a-mas-de-40-organizaciones-en-torno-a-la-innovacion-ciudadana/

Carta Abierta http://ciudadania20.org/innovaciudadana/arta-a-jefas-y-jefes-de-estado-y-de-gobierno-iberoamericanos/

Nota de prensa http://www.ciudadania20.org/la-innovacion-ciudadana-acerca-la-cumbre-iberoamericana-a-la-gente/

Red Iberoamericana de Innovación Ciudadana.
Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo – AECID (España)
Autoridad Nacional para la Innovación Gubernamental (Panamá)
Avina (América latina)
Casa da Cultura Digital (Brasil)
Banco Interamericano de Desarrollo – BID
Corporación Andina de Fomento – CAF
Comitê para a democratização da informática – CDI (Brasil)
Centro de Innovación Social, ANSPE (Colombia)
Ciudadanía 2.0, Secretaría General Iberoamericana
ConectaKultura (México)
Cultura Senda (Argentina-Venezuela)
Digitel (Venezuela)
Dirección General de Economía Creativa, Gobierno de Bs.As. (Argentina)
Fora do Eixo (Brasil)
Fundación Democracia y Desarrollo (Chile)
Fundación ProBono (Chile)
Futura Media (Brasil)
Gabinete Digital, Gobierno de Rio Grande do Sul (Brasil)
Gobierno Abierto, Ministerio Secretaría General de la Presidencia (Chile)
Google (España-Portugal)
Goteo (España)
HSBC (América Latina)
Instituto Grande Florianópolis (Brasil)
Irekia, Gobierno del País Vasco (España)
La Tabacalera (España)
Medellín Digital, Alcaldía de Medellín (Colombia)
Medialab Prado, Ayuntamiento de Madrid (España)
Microsoft (Global)
Odebrecht (Brasil)
Paisaje Transversal (España)
Participación Ciudadana, Ministerio de la Presidencia (Panamá)
Secretaría de Cultura, Prefeitura de São Paulo (Brasil)
SociaLab (Chile y Argentina)
Somos Más (Colombia)
Techo (Chile)
TejeRedes (Colombia-España)
Telefónica (España)
Telmex (México)
Unidos en Red (América Latina)
Venezuela sin Límites (Venezuela)
Vivero de Iniciativas Ciudadanas (España)
Wikimedia (Mexico)

 

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Puerta del Sol: de la resimbolización a la emancipación.

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Hace pocos días la Comunidad de Madrid justificaba el descenso del turismo en la capital con las protestas callejeras. Lejos de realizar una autocrítica sana y constructiva sobre la gestión de lo público en la capital y el propio papel de administraciones, empresas y ciudadanos en el proyecto común que nos ocupa, se achacaba la culpabilidad de los datos turísticos, uno de los principales motores de la ciudad,  a los movimientos de protesta y reivindicativos de la ciudadanía.

¿Estuvo el 15M en la puerta del sol?

El  15M, han supuesto una manifestación cívica sin precedentes, que ha aglutinado numerosos agentes e iniciativas heterogéneas que han ocupado Sol como un marco cívico en el que proyectar y visibilizar la vitalidad ciudadana, la repolitización y una nueva asunción de responsabilidades y demandas democráticas. Este movimiento y sus consecuencias han sido analizadoscartografiados, documentados , y estudiados con intensidad  en los últimos años; practicados y participados llegando incluso a generar manifiestos, ganar concursos internacionales de espacio público  e incluso formando parte de exposiciones colectivas sobre este fenómeno como fenómeno global, como recientemente se ha podido ver en la Trienal de Lisboa y su exposición Planning for Protest , donde se estudia el caso de Sol al igual que otras plazas centrales y neurálgicas de grandes ciudades del mundo, las cuales han sido objeto de multitudinarias manifestaciones ciudadanas (Tahrir, Gezi, Sintagma…) En la puerta del sol hubo una táctica diferente a las demás plazas: su resiliencia. El 15M supo desprenderse de su simbolismo y materialidad para adaptarse y convertirse en una red generativa en cada plaza. El 15M no es la Puerta del Sol, sino una forma de responsabilidad ciudadana que se desarrolla día a día en cada barrio impulsando en cada lugar posiciones diversas para la emancipación ciudadana y urbana.

Por otro lado, muchos de  los espacios públicos ejecutados en la capital durante los últimos tiempos, han seguido la lógica de las modificaciones del tráfico rodado contaminante. Bien sea mediante el recurrente binomio túnel-cubierta (M30-Río Manzanares, Paseo de Extremadura, Plaza de Oriente), bien en forma de aparcamientos (Plaza de Santo Domingo, Calle Serrano, Plaza Vázquez de Mella, Plaza de Olavide) bien sea mediante la eliminación o restricción del flujo (Plaza de Callao o la propia Plaza de Sol). Este último caso la Puerta del Sol fue recientemente repavimentada en su totalidad y en la que se incluyeron  el reciente carril bici, el intercambiador de tren-metro, la salida de metro acristalada, todo ello sobre la estructura existente y su configuración previa, que respondía a un espacio primordialmente comercial.  

El espacio público de Sol como lugar de consenso total.

El espacio público del centro de Madrid ha sido normativizado y materializado en base a protocolos que tienen como objeto manifestar el espacio público como lugar de consenso total. Los espacios verdes se prohibieron en una primera normativa, el uso de los bancos y el mobiliario se estandariza en base a criterios discutibles, las terrazas comerciales ocupan el espacio en límites de hasta el 70% . Todo está normativizado la alimentación, el comercio, la estancia, la agrupación de personas para generar un paisaje urbano controlado y vigilado que manifieste una ciudad dulce, sin conflictos ni disonancias. Un lugar de consenso total manifestado en las grandes pavimentaciones de granito que permiten un espacio público fluido, sin rugosidades ni imperfecciones. Un espacio dinámico donde la estancia será complicada y difícil. Un lugar homogéneo en su configuración y su propósito: el espacio público como lugar y objeto de consumo. Es momento de discutir estas políticas sobre lo que está permitido y que no en un espacio común, cuales son los límites, donde están las fronteras. De esta manera las iniciativas ciudadanas y en particular el 15M son agentes que expresan formas de disenso urbano necesario.

El pasado año, el Ayuntamiento de Madrid sondeó un primer paso para la resimbolización del espacio común de sol.  El propósito de inocular bancos y árboles como signos de elementos amables no hace más que posibilitar y construir un consenso total favoreciendo las terrazas y el espacio público como lugar de consumo. 

Esta vez es el  Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid COAM ha convocado el concurso #Piensasol en el que se anuncia un proceso de consulta, tanto participativa como de propuestas arquitectónicas, para pensar el “nuevo Sol”. Llama la atención las declaraciones que se manifiestan en el vídeo de presentación del concurso  acerca de la plaza de Sol: “Este es el primero de un proceso que debe abordar otros espacios degradados” o “Trata de recuperar el cariño de los madrileños“, “Seguir siendo un icono de referencia en la imagen de Madrid”.  Inmediatamente surgen numerosas preguntas que, quizás deberían ser respondidas como paso previo: ¿Es Sol un espacio degradado?, ¿Ha perdido Sol el “cariño” de los madrileños? ¿Ha dejado de ser una referencia en Madrid? ¿De qué o de quién(es) se ha de recuperar Sol? ¿Es que se ha perdido? Ante la des habilitación de comentarios en el video como forma de participación abrimos aquí un espacio para su discusión.

Estas y otras cuestiones hacen plantear muchas dudas acerca del verdadero significado que subyace en la convocatoria: la resimbolización de Sol. Porque esta resimbolización  no es un mero maquillaje estético para edulcorar el soporte físico o la condición urbana de Sol, sino que contempla la transformación y el desplazamiento del cuerpo simbólico asociado a Sol en los últimos años; sus manifestaciones, sus referencias, su imaginario político y ciudadano, su iconografía, además de la resignificación de las iniciativas ciudadanas que se han apropiado  simbólicamente de la puerta del  Sol con anterioridad, así como la utilización e instrumentalización de los arquitectos como elemento vehicular para llevar a cabo dicha operación.

Esto no es nuevo. Ya en el soterramiento de la M30 y el posterior concurso de arquitectura que se convocó generó una gran polémica entre la profesión debido a la instrumentalización del colectivo de arquitectos para seducirnos con  una convocatoria que actuaba como “cortina de humo” validando y legitimando las operaciones previas sin posible discusión, discrepancia, coordinación o integración debido a la política de hechos consumados. Sin entrar a criticar el soterramiento y su pertinencia lo que es cierto es que necesitó de unos recursos ingentes que aún hoy persisten y quizás no contó con la discusión necesaria y requerida. La diferencia con la puerta del sol, es que este espacio ha superado función de transito y comercial homogénea para convertirse en un gran parlamento de burbujas democráticas.

Una participación empoderada

La actual resimbolización (e instrumentalización del colectivo de arquitectos con o sin Colegio) ha aprendido mucho de aquellas formas y se ha adaptado al “flow” existente: viene acompañada del ampuloso  “proceso de participación” donde las respuestas se anticipan de forma cerrada , exposición, lanzamiento 2.0, campaña pseudoviral, mixtura de nombres consagrados y emergentes, eso sí, sin los excesos presupuestarios ni los grandes arquitectos estrella invitados por exigencias presupuestarias, para no cometer errores pero con los mismos propósitos: presentar bajo un paraguas aparentemente público, social y de interés general una operación de resimbolización urbana, política e imaginaria del, quizás espacio más importante de la ciudad, con una ideología clara subyacente: eliminar los vestigios de protestas y reivindicación ciudadana, lugar de reunión espontánea, indicador del pulso social y de salud ciudadana, política, democrática y cívica.

Es necesario modificar la política de gestión de los espacios comunes de la ciudad en base a criterios de diversidad de agentes, iniciativas, actividades que pueden darse en el espacio público. Esto establece también un marco que modifica la acción por estrategia acotada en el tiempo y en los presupuestos, por procesos que permiten otros tiempos y formas de construir colectivamente el espacio público. Desde el vivero insistimos en que no podemos tener procesos participativos sin una ciudadanía empoderada, pues estos procesos se convierten en consultas maquilladas donde las respuestas ya se dan de antemano, y sitúan unas esferas que donde no existen las mediaciones y si existen las categorías diferenciadas. Por qué no convertir el proceso de sol en un proceso middleout donde tod*s somos simultáneamente mediadores y construir una red de agentes que permitan colaborar en un proceso como este.

Las asambleas ciudadanas de sol, han sido un proceso de empoderamiento ciudadano sobre lo urbano enorme. Sin apoyo de ninguna administración se ha  organizado una nueva ciudadanía que propone otra forma de hacer las cosas. Este es el valor simbólico de sol, un proceso colectivo de aprendizaje y empoderamiento ciudadano.

Cómo afrontar entonces un proceso colectivo en la construcción de nuestra ciudad. Disponemos hoy de tecnologías digitales donde tod*s los agentes pueden visibilizarse, donde los disensos pueden expresarse y donde la construcción ciudadana es capaz de proponer alternativas y otras vías. Menos competición y más cooperación.  De esta manera, deberíamos replantearnos los protocolos, herramientas y normativas asociadas a la producción de ciudad. Ese sería un primer paso importante.

 

¿Es sol una prioridad en Madrid?

¿Por qué Sol?, ¿Por qué un espacio tan consolidado, tan maduro? Un espacio tan nuestro, tan versátil, tan lleno de potencialidades existentes y condiciones escenográficas para la representación ciudadana ¿No existen otras prioridades, otros lugares, otros conflictos, otras necesidades más pertinentes y perentorias? ¿Por qué desde el Colegio de Arquitectos? ¿Por qué los arquitectos (solo)?

¿Por qué cuando hablamos de ciudad, de espacio público  seguimos hablando del territorio de lo material.? ¿No es una prioridad la conexión de la movilidad alternativa en la ciudad?. ¿No es una prioridad repensar la calidad del aire de nuestra ciudad y la vertiginosa diferencia de contaminación norte- sur?.  ¿No podríamos elaborar un mapa de prioridades ciudadanas? Continuemos…

 

 

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Menú de temporada. Sintomatología de una (nuestra) práctica ciudadana

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* Si prefieres descargarte el texto puedes hacerlo aquí Menu de temporada.

Para comenzar

 

NUDIFICACIÓN

En la actualidad se está produciendo un proceso de nudificación, que implica una convergencia de saberes, agentes y prácticas hacia los mismos  campos y temáticas de acción, generando una hyperdensificación redundante de proyectos e iniciativas de temática común. Este solapamiento puede dar lugar a un colapso “gravitacional” debido a la univocidad del progreso colectivo, que se enquista en contadas acciones estancando el avance colectivo. El contexto actual de falta de oportunidades y pérdida de capacidad de ciertos sectores productivos y de servicios, como los tradicionales en campos como la arquitectura, el arte, la cultura o las ciencias sociales. Este proceso han “empujado” a todos aquellos agentes, que antes se encontraban relativamente definidos e insertos en ciertos circuitos y esferas de acción, a un “terrain vague” o no-lugar en el que todas estas acciones se entremezclan y convergen disputándose un sitio en el mismo. Esto conlleva la transformación de las prácticas tradicionales, la apertura de nuevas plataformas, la replicación de proyectos, la presentación de propuestas a concursos y convocatorias, la interlocución y la conectividad en un flujo en el que permanentemente encontramos las mismas personas, los mismos proyectos y las mismas dinámicas una y otra vez, siendo todas ellas muy similares. Esto produce una cierta burbuja que redunda en una visión exterior que tiende a simplificar y enmarcar todo ello en un mismo esquema, ya que la diferenciaciones y los valores propios son, en ocasiones, matices tan ínfimos que pueden llegar a ser simplemente mismos proyectos y objetivos realizados por distintos agentes. Además este proceso de nudificación genera reticencias de agentes frente a un cierto “intrusismo”, reivindicaciones sobre la pertinencia de trabajos, posicionamientos hegemónicos sobre otros bastardos, copias no regladas y banalización.

RETOS:

– Es necesario deshacer el nudo (The Knot) en el que nos hallamos inmersos en la actualidad, de forma que se implementen dinámicas  que permitan amplificar el radio de acción, diversificación de prácticas, exploración de nuevas oportunidades de progreso, que permitan un desacoplamiento de las prácticas y los agentes. ¿Cómo desentrañar el nudo?
– Federación de intereses y adecuación de las capacidades y potencialidades de la innovación con los recursos y esfuerzos presentados, de forma que no queden vías por explorar sin esfuerzos asociados  y “oportunidades” sobresaturadas y banalizadas.

 

PUBLICOMÚN

Esta contracción, que aúna lo público y lo común (procomún) es el concepto central de esta gramática cultural. Lo publicomún ha sido vapuleado hasta la saciedad por prácticas abusivas, siendo instrumentalizado y privatizado de forma escandalosa hasta llegar a la situación en la que nos encontramos en la actualidad. Ha sido la amenaza de desaparición completa o la pérdida de soberanía compartida la que, al final, ha hecho que numerosos colectivos hayan girado la cabeza hacia el riesgo de extinción de un debate, que hasta ayer era inexistente. Las tensiones reterritorializadoras hacia un modelo caduco y privativo sobre el publicomún son de sobra conocidas (Big society, socialización de servicios, exceso  de servicios, hipertrofización de lo público,…) y asistimos, asombrados, a la nueva ola recentralizadora en el que la innovación, el emprendimiento y el autotrabajo vuelven a establecerse como ariete para transformar el modelo laboral y el tejido productivo existente. Los discursos hegemónicos sustituyen la conceptualización redundando en las prácticas excluyentes, unívocas e interesadas. El publicomún sigue estando en riesgo. Pero también el acrónimo es un concepto problemático. ¿Podemos asociar público y común?, ¿Cuáles son las relaciones y conflictos entre lo público, lo privado y lo común?

RETOS:
– Fortalecer el discurso crítico, que desvele los riesgos existentes y las estrategias reterritorializantes hacia modelos privativos e interesados, que puedan desvelar los retos futuros de acción y protección del publicomún
– Indagar en la triada público, privado y común, consensos y disensos, problemáticas y convergencias.

 

 COMOISMO

Los procesos y el desarrollo de los mismos han sustituido la importancia de los productos finales y sus objetos asociados. El debate y el discurso se centran ahora en Cómo hacer y no tanto en el Qué hacer. Una transformación de la actitud finalista, objetual y definida, en los que primaba el producto, la síntesis y la conclusión y esta era valorada en función de aspectos propios a la misma. En la actualidad el valor se encuentra en los procesos y metodologías, que apuestan por su carácter transversal, inclusivo, interdisciplinar y heterogéneo, del cual devienen múltiples visiones e ideas que enriquecen la actuación y pueden dar lugar a fenómenos de división, especialización, reproductibilidad, reapropiamiento, replicabilidad, seriación, etc. Se impone la “estética bastarda” frente a la “estética de la autoría”. La autoría, condición indispensable y hegemónica, se diluye en lo bastardo, lo común y lo colectivo, en la que la generación de procesos y contenidos aparecen como procesos diversos e iterativos, los cuales presentan la imposibilidad de diludicación del autor como tal. El autor y su producto ya no es lo importante, el quién y el qué ya no son hegemónicos, ahora es el cómo y la “ciencia” que lo rodea: el comoismo. Cómo se diseña, cómo se gobierna, cómo se financia, cómo se desarrolla, cómo se procede, cómo se innova, como se participa, siendo los agentes y recursos asociados subproductos subordinados de los procesos y gobiernos múltiples.

RETOS:
– Inventariar todas aquellas dinámicas, metodologías y canales que permitan enriquecer los procesos, las exploraciones y los desarrollos de proyectos y programas, que permita la valoración de las mismas mediante una comunidad asociada. Este inventario puede incluir dinámicas de participación, métodos de ideación, construcción de comunidades, diagnósticos, valoraciones críticas, procesos de cocreación, desvelamiento de conflictos y disensos, construcciones colectivas, etc…
–  Cocreación de las estéticas bastardas que están por construirse, desplazamiento de los modelos discursivos a los modelos dialogados. ¿Cómo se practica ciudad?

 

NUEVA QUÍMICA

Una nueva “química” se abre paso en nuestra gramática cultural. La formulación de esta nueva química posee elementos  y representaciones diversas y disruptivas. Simbología como DIY, CO-, #, WIKI,MIDDLE-OUT, PRO-, P2P, DIWO, SLOW-, CROWD-, DIT, @, OPEN, NET-, BOTTOM-UP… que nos remiten a los elementos, prácticas, sistemas y metodologías que usamos, defendemos y proyectamos en la actualidad. Esta nomenclatura representa, mediante un prefijo, símbolo o concepto, toda una constelación de prácticas y saberes que suponen, en muchos casos, formas alternativas de funcionamiento dentro del día a día, y que percola en los agentes la gestión de los recursos asociados y los modelos de gobernanza que se producen entre ellos. Cada uno de los términos persigue establecerse como un nuevo paradigma frente a procedimientos caducos o insuficientes y todos ellos conforman un espacio de innovación, participación y responsabilidad.  Una mayor implicación por parte de todos los ciudadanos, con una importante componente pedagógica y de asunción de responsabilidades que mejores las relaciones sociales y económicas,  construye colectivamente nuevos modelos de intermediación glocal. Una nueva química que, mediante la formulación de sus elementos (prácticas innovadoras) genere nuevos productos, servicios y relaciones.

RETOS:
– Necesidad de clarificación de conceptos y prácticas, consenso en torno a las mismas y exportación con el ánimo de extensión de las mismas en todas las capas socioeconómicas con el ánimo de integrarlas de forma complementaria con las prácticas existentes.
– Evitar los procesos vacuos que “usan” dicha terminología como recurso retórico sin contenido, buscando la innovación al explicitar como se incorporan los valores específicos de cada elemento en las prácticas asociadas.
–  “Federación” de colectivos, agentes y recursos en torno a la nueva química y su formulación para aumentar su efecto multiplicador e impacto real sobre el entrono.

 

preCARIDAD

Tema recurrente como ningún otro: la dilucidación de si la precariedad es estructural o coyuntural es perentorio. Esta condición actúa como bisagra o gozne de una doble dinámica: por un lado permite una libertad extrema, debido a que la apuesta por nuevas rutas de investigación, posturas o empresas no suponen poner en crisis o dejar de lado actividades principales estables o afianzadas por inexistentes. Esto ofrece un desparpajo y una mirada “fresca” y desprejuiciada sobre muchos aspectos que, de otro modo (el estar insertos en dinámicas muy consolidadas y probadas) sería difícil poder contar con esa perspectiva lejana. Por otro lado dicha precariedad imposibilita, en numerosas ocasiones, el que el trabajo pueda perseguir metas más excelsas y lejanas, al verse interrumpida constantemente por la necesidad de cubrir las contingencias más inmediatas. Sólo desde un cierto confort de entorno se puede esperar una multiplicación de los efectos de las prácticas innovadoras que coexisten en la actualidad, permitiendo a estás la asunción de planes estratégicos a largo plazo con objetivos y referencias más ambiciosas y con capacidad de transformación. Numerosas voces demandan una preocupación sistemática de los poderes públicos y privados para que se coordinen y colaboren permitiendo que todas las iniciativas emprendedoras, ideas y proyectos afloren con su máximo esplendor, dotando de un medio adecuado para la profundización en el cambio socioeconómico. Y, de hecho, son ya algunas administraciones públicas y consorcios mixtos los que están apostando por este ecosistema transformador de forma continua, rigurosas y creíble, mediante programas pioneros en innovación, colaboraciones con empresas, subvenciones públicas, apuesta por nuevas formas emergentes, etc.

RETOS:
– Interpelación a actores y políticas con capacidad de generar y mover recursos para que apuesten decididamente por la rebaja de la precaridad en agentes y procesos con potencialidad y valor, de forma que liberen contingencias y necesidades en pos de creación de valor a medio y largo plazo como hecho diferencial, innovador y de progreso.
– Aunar esfuerzos mediante canales de mediación, facilitación e integración, para que todo el ecosistema pueda converger en prácticas y políticas que tengan capacidad de consolidación y permeabilidad en las políticas públicas y superestructura ideológica. Socializar las prácticas de forma que se persiga la asunción de las mismas como necesarias y relevantes por toda la estructura social, incorporándolas en todos los estratos y prácticas sociales (ciudadanos, iniciativas, empresas, administraciones, organismos, comités, profesionales, etc…)

 

Para continuar

 

HYPEREUNIÓN

Esta temporada se apuesta por un modelo organizativo de tipo asambleario el cual pretende eliminar representantes/ representaciones y apostar por encuentros múltiples y caleidoscópicos. La necesidad de que cada agente se exprese desde un conocimiento propio y situado impide que se generen capas de representación por lo que se torna imprescindible que los agentes acudan a encuentros de forma directa, ya que sus discursos perteneces sólo a ellos mismos. Además nuestra gramática cultural apuesta por un modelo colaborativo, interdisciplinar, constructivo y progresivo de forma que las micro-asambleas generen consensos y grupos de discusión sobre todos los temas que se encuentran encima de la mesa. Este procedimiento permite una “representación” más fidedigna de agentes y temáticas tratadas, por lo que supone una conexión más directa entre cada cuerpo y su discurso en el camino de ida y vuelta desde lo individual a lo colectivo. Pero también supone retos que deben solventarse para que el modelo de gobernanza persista de forma duradera. Primeramente la no-representación de agentes supone que las dinámicas de reunión se multipliquen cuantitativamente, convirtiéndose en Hypereunión. Más allá de la problemática inmediata en términos de logística (cuadrar las agendas de múltiples agentes, espacios que lo alberga, cambios, malentendidos, etc.) la propia Hypereunión se torna, en ocasiones, incapaz de acometer acciones concretas y específicas, que cuenten con el suficiente y necesario rigor para que se pueda producir un avance real a medio plazo: el agrandamiento produce ineficacia en ciertas ocasiones. Esto se puede constatar en la necesidad de que, para abordar ciertas dinámicas, trabajos o proyectos, la Hypereunión se disgrega y atomiza en pequeños grupúsculos que, eligen o son elegidos, para acometer dichas tareas de forma más directa, eficiente y eficaz. Se establecen, por tanto, retos en la gobernanza de los grupúsculos temáticos con la Hypereunión, en los que se definen los protocolos de transferencia y atribuciones de cada uno de ellos: el trabajo de campo, investigación, desarrollo y herramientas son competencias de los grupúsculos mientras que las ideas madres y conclusiones se socializan en la colectividad, la cual aporta, transforma, usa y abusa en ocasiones de todos los materiales. La Hypereunión puede ser física, establecida en un espacio analógico con los agentes presenciales, o bien virtual o digital ya que, gracias a las nuevas aplicaciones existentes es posible realizar la Hypereunión de forma virtual con una distribución deslocalizada de agentes.

RETOS:
– Plantear un modelo de gobernanza en el que se puedan conjugar de forma factible y eficiente las atribuciones, competencias y congruencias entre el gran espacio de socialización y los grupúsculos de trabajo, haciendo de la Hypereunión un instrumento eficaz y provechoso.
– Establecer  un calendario global que aglutine, distribuya y evite el sobresolapamiento de las mismas o sus agentes, mermando su capacidad inclusiva y discursiva. La compactación o sincretización de las mismas por temáticas o proyectos, en ocasiones muy similares, para evitar reduplicaciones o “burbujas informativas”

 

TANGENCIAS ESFÉRICAS

La construcción del espacio público, entendido este como un procomún intersecado por la comunidad asociada al mismo (políticos, técnicos, profesionales, asociaciones, iniciativas, ciudadanos) se realiza de una forma micro, como acupuntura urbana o cirugía, evitando caer en la realización de grandes proyectos o intervenciones, bien por causa de la crisis de recursos clásicos, bien por la no pertinencia de estas construcciones una vez filtradas por la crítica (o ambas). Estos micro-proyectos permiten que la escala se reduzca hasta tal punto que la invención, desarrollo y ejecución de los mismos se son realizadas por comunidades pequeñas en las cuales es viable una participación transversal y proactiva, eliminando complejidades, burocracias y grandes plazos de trabajo. Este nuevo ecosistema micro se retroalimenta, de forma que los proyectos producen múltiples tangencias entre agentes y las estas pueden provocar la generación de nuevas iniciativas y propuestas de manera muy rápida, dúctil y resiliente. El mapa generado de micro-prácticas posee como características propia el estar vinculadas unas con otras en red, siendo esta red no distribuida completamente, pero tampoco vertical, sino vectores compuestos multidireccionales. Estas tangencias no sólo se producen en el mismo plano (tangencias circulares o planas), como pueden ser sinergias entre distintos profesionales, ciudadanos o iniciativas (intra-agente), sino que se tornas esféricas al trascender el movimiento horizontal e introducir la verticalidad en el mismo (oblicuidad) . Esta oblicuidad permite que se trascienda la planitud de las tangencias, haciéndolas esféricas, de forma que todos los agentes y estructuras sociales (comunidades al fin y al cabo) puedan interrelacionarse (desde las administración a los ciudadanos, pasando por las empresas, profesionales y técnicos, asociaciones, iniciativas, etc…). De esta forma se generan las corrientes de gobernanza según su direccionalidad: del bottom-up al top-down y el middle-out.  Estas tangencias esféricas tan rápidas, transversales y múltiples producen un ecosistema muy rico en conectividad que actúa como campo de cultivo para la innovación y la aparición de prácticas emergentes, iniciativas y sinergias entre comunidades y agentes, deconstruyendo el juego de roles preexistente y acercando posiciones propias y ajenas.

RETOS:
– Indagar sobre las distintas direccionalidades de las tangencias, estableciendo una valoración situada y referenciada a casos, contextos, agentes y resultados, que permita un acercamiento a las mismas desde un punto de vista del estudio de casos práctico.
– Comprobar las extrapolaciones admisibles entre políticas micro y macro, detectado los parámetros variables e invariables en los cambios de escala y complejidad.
– Generación y fortalecimiento de herramientas colectivas que permitan la legibilidad de los procesos micro, que puedan contrarrestar la abrumadora presencia de lo macro: mapeos, cartografías, cuadros relacionales, etc…

 

GLOSSARICA

Ningún nuevo paradigma disruptivo que se precie puede renunciar a una transformación de la narrativa y sus relatos asociados. La retórica de nuevo cuño conlleva aparejada una nueva glossa: de ahí la Glossarica. Este discurso está compuesto por una amalgama de terminología asociada que contempla neologismos, importaciones, sincretismos, revisiones, resignificaciones, distanciamientos y una multiplicidad de técnicas semióticas que componen un amalgamiento muy heterodoxo y emergente. Prácticas similares llevan aparejados diversas conceptualizaciones y términos asociados, tan rico como la generación de nueva combinatoria morfológica por cada agente, por cada proyecto, por cada contexto…cuando parece que nos acercamos a uno de ellos ese se apaga, dando lugar a sus sustituto, que establece nuevos matices, nuevas  inspiraciones, nuevas sugestiones, nuevos sabores. El glosario (abierto)  es la proyección de la retórica, un marco cognitivo de participación y conexión que genera una mayor formalidad, que provoca dinámicas abarcantes en las que los términos se definen de forma colaborativa y progresiva, sumando subjetividades y matices. También establece criterios de demarcación, de simplificación, de reducción. Genera disyuntivas que deben ser abordadas: ¿son los nuevos términos distintos a los existentes?, ¿ofrecen ampliaciones o diferenciaciones relevantes que provoquen la inclusión de una nueva conceptualización?, ¿o son matices abarcables desde lo existente?. Este marco cognitivo ofrece un entorno común de discurso y teorización de las prácticas innovadoras y emergentes comunes.

RETOS:
– Profundizar cuantitativa y cualitativamente en el marco común referencial, colaborativo, abierto y en constante crecimiento y revisión.
–  Desvelar las reflexiones y difracciones de la glossarica: glosario y retórica, discurso y marco, teoría y práctica, común y diverso.

 

SOBREAPROPIACIÓN

Innumerables prácticas, procesos y proyectos se hallan inmersos en este entorno de pre-caridad, por lo que el capital que generan, en muchas ocasiones, no es capital económico o financiero sino simbólico y relacional. Nos encontramos con estas dos caras de la misma moneda: la inexistente o precaria capacidad para generar capacidad económica (crisis, falta de recursos, escasa apuesta por estos procesos, falta de valoración de los mismos, banalización del trabajo, etc.) ofrece un panorama en el que el trabajo y su retribución económica se desligan. Por una parte el trabajo se multiplica, con innumerables acciones, proyectos, iniciativas y colaboraciones, pero muchos de estos trabajos no llevan compensación económica o esta es mínima. Todos esos trabajos, en cambio, son capaces de conseguir capital simbólico y relacional, que es el valor que los agentes pueden exportar en sus canales de comunicación, representatividad y posicionamiento en el ecosistema difuso (nudificación). Pero este capital simbólico y relacional no está tasado ni cuantificado, al igual que los ingresos económicos y su repercusión distribuida, por lo que supone un capital difícilmente aprehendible y fácilmente apropiable. Esto genera grandes tensiones ya que dicho capital está traccionado por todos los agentes circundantes, que presionan enormemente por capitalizar los valores generados, lo que redunda en un desenfoque de los propios trabajos y de la carga, responsabilidad e implicación de los trabajos. Esta deconstrucción de la autoría y de la adecuación de los input-output de los trabajos provoca que estos aparezcan multiplicados, solapados y repetidos en los canales de diversos agentes, lo que da lugar en numerosas ocasiones a usos y abusos que exceden el cometido de los mismos, mala praxis, apropiaciones interesadas y exclusiones impropias. La no-definición de estos capitales supone una asimetría entre las deberes y los derechos, socavando no sólo la calidad e integridad de los propios trabajos, sino problemáticas entre agentes y la pérdida de credibilidad generalizada del ecosistema común y su impacto y recorrido social.

RETOS:
– Creación de un protocolo común y específico por proyectos y trabajos que “normalice” y devele los capitales generados por el mismo, más allá de capitales cuantificados y tasados (ingresos, autorías, etc) que permita establecer la cuantía de los mismos y vincularlos con los mecanismos de trabajo establecidos por los propios agentes implicados, evitando el sobreapropiamiento, la instrumentalización y la comunicación parasitaria, el solapamiento y la redundancia del valor generado.
–  Generación y discusión de protocolos comunes sobre la identidad colectiva-identidad digital, tanto en procesos intercolectivos como intracolectivos.

 

AUTOÉTICA

La auto-ética surge como reacción a la sobreapropiación, como movimiento de autorregulación, contención, resituación y generosidad. La condición difusa de los capitales simbólicos y relacionales provoca espasmos voraces y codiciosos de apropiación, delimitación y cercado pero, a su vez, provoca una sensación de no-contribución y desgaste al publicomún, redundando en su debilitación y paulatina desaparición. La frustración e impotencia por extraer valor suficiente en todos los aspectos, que cubra el déficit existente de agentes y colectivos provoca esta esquizofrenia disyuntiva. Un sometimiento constante al escrutinio de nuestros semejantes, en un entorno competitivo éticamente. La auto-etica es un proceso instrospectivo que nos sitúa en el entorno, que posee su propia ética compartida. Este proceso es sumamente contradictorio y supone la renuncia y el afianzamiento de un proyecto vital de actuación, representación, relación y proyección que debe ser contrastado por la comunidad y por los resultados (éxitos y fracasos) que dicha ética emane.

RETOS:
– Formalización de la ética comunitaria, su núcleo irrenunciable y cinturón de protección flexible, adecuación y contrastabilidad con el contexto actual.
– Elaboración de una criteriología de evaluación común que ayude a alcanzar los objetivos autoestablecidos, asociados a metodologías de facilitación y acompañamiento para conseguirlos.
 

MAPPEOS

Una práctica que ha proliferado de manera exponencial, la técnica del mapeo ha inundado el espacio común con un afán de visibilización y exploración propio de un sector emergente. La necesidad de mapeo viene provocada por un cada vez más complejo marco de relaciones y de herramientas ocasionadas por el uso masivo de las redes sociales, así como una itinerancia fugaz y compulsiva de agentes e iniciativas, las cuales se entremezclan en una multiplicidad de proyectos, acciones, espacios. Tareas que dan lugar a la constelación de innovación, en ocasiones, muy difícil de aprehender.  Los mapeos satisfacen la necesidad perentoria por situarnos, por conocernos, por definirnos y establecernos, no sólo para un entendimiento propio sino para su exportación y comunicación. Los mapeos nos reconfortan, al generar un ecosistema en el que reconocernos, saber que no estamos solos, esforzarnos por representar que dicha emergencia no es un espejismo, sino una dinámica enraizada y progresiva, inexorable. Este cosmos, compuesto por miles de estrellas, posee la complejidad del mismo: acciones tan efímeras que cuando se mapean ya desaparecieron, iniciativas en formación y disolución, proyectos con nombre sin contenido, corrientes de fondo, duplicaciones y solapamientos, proyectos fugaces, reinvenciones, importaciones, fragmentaciones. Los mapeos está aún lejos de poder acceder a la complejidad cósmica que subyace a los parámetros “mapeables” de forma inmediata: espacios y recursos, iniciativas sedentarias, programas cíclicos, sedes sociales, prácticas enraizadas al territorio. No obstante es una tarea loable el seguir, no reproduciendo o generando nuevos mapeados, sino profundizando en su complejidad. Sabemos que con un gran esfuerzo logístico y de coordinación, y gracias a las herramientas digitales, se pueden alcanzar resultados muy potentes en muy poco tiempo mediante mapeados globales. Una vez realizado este tipo de prácticas (que siempre pueden ser ampliadas) los esfuerzos deben direccionarse hacia una clasificación y metrización de las prácticas, que nos permita el establecimiento del ADN y la extracción del valor de las mismas. Es decir: profundizar en las iniciativas, espacios y agentes más allá de su nomenclatura, posición y descripción somera (algo que, en muchas ocasiones, sigue presentando problemas). En la actualidad se trabaja en varios frentes para elaborar herramientas que permitan la generación de una interface que indague en dichas cuestiones, de una manera sencilla, para que la propia herramienta sea objeto de empoderamiento por parte del ecosistema difuso  y sea este el que genere y procese su propia información.

RETOS:
– Establecimiento de un “canon” formado por un mapeo o mapa de mapeos que integre en red las distintas herramientas existentes de forma que no se reduplique el trabajo, permitiendo una retroalimentación propia en tiempo real (capacidad de empoderamiento)
– Indagar sobre aquellos aspectos y/o parámetros que suponen la superación de la capa informacional existente o inmediata, de forma que se pueda profundizar en los modelos organizativo, funcionales y relacionales y extraer valor de los mismos, trascendiendo la naturaleza del mappeo y transformando estas cartografías en “lugares” para compartir recursos e intercambiar gobernanzas.
– Generar procesos participativos en torno a los mapeos e incorporar retornos de dichas herramientas para su sostenibilidad conceptual, relacional, laboral y económica.

 

Para terminar

 

DES/VIRTUALIZACIÓN

Las redes suponen una importantísima capacidad multiplicadora de generar red y trabajar de forma distribuida. Su capacidad de interconexión permite una sobreabundancia informativa y conectiva que es capaz de generar sinergias y trabajos colaborativos que, de otra forma, sería muy difíciles de conseguir. Esta gigantesca capacidad supone también una transformación de los códigos, nomenclaturas, memorizaciones y adicciones de la actualidad. La multiplicidad de agentes, multiplicado por su nomenclatura virtual/digital, multiplicado por la diversidad de redes y canales existentes, multiplicados por su inclusión, impulsión, participación o beneficio en acciones y proyectos se torna, en ocasiones, inabarcable, generando un tsunami relacional del que es difícil discernir, en ocasiones, su relevancia y pertinencia. La valoración de todo esta red se convierte en tarea harto ardua: parámetros cuantitativos (post, entradas, seguidores, tags, keywords, etc…) sustituyen o eclipsan contenidos y su trascendencia.

RETOS:
– Necesidad de “filtrado” informativo y una cierta estandarización de canales y prácticas que permitan un marco común de entendimiento y la lectura “por capas” o niveles informativos que ayude y contribuya a la comprensión y profundización por interés.
– Creación de mapeos relacionales que ofrezcan una cuadro panóptico de las relaciones entre agentes y comunidades, que ayuden a entender y desgranar las conexiones y complejidad existente y permitan la introducción de nuevos inputs que enriquezcan el entorno.

 

RELATREAMING

Los medios de comunicación y difusión de la innovación se han transformado debido a las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías y a la diversidad de agentes implicados en los procesos, los cuales reivindican un papel propio, situado y diferenciado que no sea sincretizado en documentos y sinopsis “de todos” que son “de nadie”. Estas dinámicas han provocado que la comunicación de eventos, foros, charlas, debates, encuentros y todo tipo de acciones, englobados en la Hypereunión, se transmitan de forma particular. Especialmente cabe destacar la relatoría y el streaming. La relatoría supone la elaboración de un discurso particular, propio e irreductible, inconmensurable con otros, de las percepciones e impresiones subjetivas que cada agente es capaz de aprehender de cada proceso en el que se encuentra inmerso. Esto hace que se genere un relato propio, el cual no pretende presentarse como único u objetivo, sino dotar de una impresión desde el agente situado. La relatoría es más poderosa cuando se combinan distintas relatorías, elaboradas desde distintos agentes, las cuales componen una narración caleidoscópica que permite obtener una visión diversa y heterogénea sobre el proceso del cual se comunica o comenta. La generación de estas relatorías subjetivas compone un cuadro objetivo (intersubjetivo) al permitir generar lecturas comparadas donde diversos aspectos se entrecruzan e intersectan, ofreciendo una jerarquización y subordinación de los mismos por su grado de replicación e intensidad acumulada. La idea es no generar un documento supuestamente “objetivo” desde un primer momento, elaborado por un “secretario” designado, debido a las reticencias a conceptos como objetividad, representatividad, elección, etc. La multiplicación de agentes y narraciones permite expresar la subjetividad intrínseca de cada uno de ellos, eliminar representantes y componer un marco objetivo por la lectura cruzada de las mismas.

Por otra parte el streaming permite una deslocalización distribuida que elimina el recurso espacio y su presencia como condición de pertenencia a un proceso, permitiendo la simultaneidad y solape de diversos agentes y procesos en el mismo intervalo espacio-temporal.  Esta técnica permite la deslocalización de espacios hegemónicos y sus programas asociados, la participación en red distribuida, la generación de microatmósferas más cómodas para el desarrollo de la dinámica, evitando grandes espacios, aglomeraciones, ruidos, problemas técnicos, etc, con la ventaja de la gran potencialidad tecnológica que ofrecen las herramientas digitales, cada vez más interconectadas y versátiles.

RETOS:
– Establecer  un calendario global que aglutine, distribuya y evite el sobre-solapamiento del relatreaming glocal, mermando su capacidad inclusiva y discursiva.
–  Profundizar en la deslocalización, distribución y virtualización de los procesos más físicos, permitiendo a su vez desvirtualizar otros, en pos de un equilibrio de ambas tecnologías.
 
 
DE POST-IT Y PALETS
 

La manifestación estética más inmediata de los procesos participativos e innovadores se encuentra representada en la actualidad por un montón de post-it de colores pegados en un soporte vertical. Pueden llevar aparejados grandes papeles o póster dónde se dibujan esquemas, diagramas y se elaboran resúmenes sintéticos que expresan los contenidos procesuales o conclusivos de dinámicas de participación como juego de roles, DAFO, escenarios, mapas conceptuales, recursos, agentes, potencialidades y un largo, etc. Los post-it son la materialización de aquellos bocadillos que representaban cada propuesta o idea del “brainstorming” colectivo, los cuales se generan de una manera más o menos reglada para ir definiéndolos, agrupándolos clasificándolos y jerarquizándolos progresivamente de acuerdo con el desarrollo de la dinámica. Es frecuente observar como cada vez mas procesos de ideación se integran en estas escenas y como ellas mismas generan valor y son exportadas y comunicadas por sí mismas independientemente del valor y relevancia de sus contenidos.

Cuando dichos procesos se transforman en una materialidad física vinculada al espacio público comienza la “estética de los palets” o “palet-ización” como paradigma del reciclaje, el reuso de materiales existentes, la cultura industrial-popular, la autoconstrucción mediante la participación, etc. En ocasiones el reciclaje de palets lleva aparejado el uso-reciclaje de toda suerte de elementos similares tales como maderas varias, bidones industriales, cajas de fruta, ruedas, etc. Estos procesos DIY o self-made y DIWO responden a la adecuación formal y técnica entre los recursos disponibles de forma sencilla y económica y no tanto de los saberes y conocimiento de los agentes asociados. Es importante destacar el esfuerzo innovador por la consecución paulatina de más elementos de la cultura popular, cotidiana y comercial-industrial que pueden estar a nuestro alcance, incorporando nuevos elementos y nuevas formas de utilización y extrayendo valor de todos estos procesos, evitando un estancamiento de dichos procesos y una asociación inmediata a la estética antes mencionada. De forma contraria se debe evitar encasillar o etiquetar las acciones o proyectos que por su mero hecho de reciclar o reutilizar los elementos enumerados se asocien a prácticas más agotadas y caducas.

RETOS:
– Trascender la inmediatez estética de estos procesos, que suponen una homogeneización e isotropía de los procesos y contenido de los mismos, renovando las dinámicas e innovando sobre las mismas.
– Investigar sobre nuevos procesos y ejercicios que lleven aparejados la producción de nuevos elementos estéticos y/o audiovisuales que puedan seguir generando valor en su comunicación, evitando quedarse anquilosados, repetitivos y vulgares y que el contenido de las mismas quede banalizado por su representación.
 

El cafe y la sobremesa

Este texto es fruto de nuestras conversaciones de café, a la que os invitamos a seguir compartiendo la sobremesa a través de este post y sus comentarios.

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¿Cómo nos mapeamos?

wikisprint vic

Llevamos tiempo trabajando en la observación,  en el conocimiento del otro, en el mapeo de iniciativas ciudadanas o comunidades p2p que adquieren significado cuando nos reconocemos desde un lugar común. Pero no somos conscientes de cuántos somos, de quiénes somos y de la capacidad de transformación que tenemos. Es por esto que mapearnos, no es sólo situarnos, localizarnos, relacionarnos, … también significa posicionarnos y encontrar una esfera compartida desde la que colaborar. Buscar un up-load colectivo desde el que construir de nuevo es el objetivo del #p2pwikisprint: un evento transatlántico en el que más de veinte estados de Europa del Sur y América Latina participarán en el mapeado de iniciativas relacionadas con la filosofía y las redes P2P, las prácticas colaborativas, el procomún, el conocimiento libre y el código abierto, organizado de forma distribuida.

¿ Qué es una wikisprint?

Un wikisprint es una especie de maratón de corta duración donde un montón de gente se reúne para introducir contenidos en una web, escribir un libro colectivamente o hacer una programación de software. En concreto, el día 20, alrededor del #P2Pwikisprint, infinidad de grupos en América Latina, España, Italia y Grecia, nos encontraremos física y digitalmente para documentar y mapear colectivamente iniciativas vinculadas al P2P (peer-to-peer). Cada grupo local identificará experiencias, proyectos, agentes y recursos de su entrono y entre todas construiremos un gran mapa global, una gran base común de referencias, que ponga en valor y visibilice una tendencia que ya es una realidad. Porque el P2P es el sistema nervioso del mundo.

 

 

¿ Qué entendemos por P2P ?

Frente a las redes centralizadas, una red P2P (peer-to-peer) es una red de pares. Una red compuesta por una serie de nodos que se comportan como iguales entre sí -es decir, actúan simultáneamente como clientes y servidores respecto a los demás nodos de la red-. Pero además de esto, el P2P es toda una filosofía sobre un cambio de paradigma en la manera de organizarnos-compartir-producir en red, de forma distribuida, conectando personas e iniciativas en plazas, parques, oficinas, barrios, pueblos… Una apuesta por la apertura, la descentralización y el empoderamiento colectivo, que tiene su reflejo en toda una emergente y diversa tipología de iniciativas, que van desde nuevas formas de producción y consumo, hasta formas de gobierno transparentes y horizontales, pasando por el diseño participativo de procesos sociales, o el intercambio de archivos digitales y la transferencia de conocimiento libre.

 

¿ Qué se mapeará en el #p2p2wikisprint?

Para el mapeado del #P2Pwikisprint se buscan iniciativas que desde cualquier ámbito de la vida, operen bajo la filosofía P2P. Se trata de recopilar iniciativas que se acercan al P2P de una manera abierta, híbrida, inclusiva. Proyectos alrededor de la producción basada en los bienes comunes, software, hardware o infraestructuras libres, hackspaces, fablabs; iniciativas de democracia inclusiva, gobierno abierto, presupuestos participativos, opendata; procesos de innovación abierta, co-creación, co-diseño, crowdfunding; bancos de tiempo y de conocimiento, grupos de consumo, cooperativas de vivienda, de educación o de crédito; o cualquier otras iniciativas o movimientos sociales, culturales o políticos que se identifiquen con el fomento de lo común, libre y abierto. También queremos crear un archivo alrededor del P2P: personas y colectivos de referencia, contenidos sobre el tema en cualquier formato, blogs especializados, perfiles en redes sociales, directorios de recursos, etc. Los criterios para la inclusión de referencias en el mapeado, pueden encontrase aquí.

 

¿ Cómo nos mapeamos?

La sede de Madrid es  Intermediae – Medialab en Matadero y también  la plataforma ThinkCommons El programa que hemos elaborado conjuntamente es el siguiente:

*a partir de las 12:30 Think Commons con Doménico di Siena. En el Terrario de Intermediae, se proyectarán las conversaciones que se vayan produciendo.
*17:00-18:00 micrófono abierto para para presentaciones informales de proyectos, facilitado por el Vivero de Iniciativas Ciudadanas,¿Cómo mapeamos? junto con el grupo de la mesa de proyectos ciudadanos. Mappe.
*18:00-19:30 debate abierto sobre la cultura p2p en español. ¿Cuál es su especificidad? ¿Cómo potenciarla?
Con la participación de Felipe Ortega, Antonio Lafuente, Margarita Padilla (por confirmar), Jesús González-Barahona (por confirmar)
*19:30-20:30 Sesión de Think Commons en conexión con Donosti-San Sebastian.

La temática que organiza el thinkcommons es la siguiente:

P2P: más allá del P2P (introducción) / 12.30 h GMT+1
Educación P2P, educación abierta / 13.15 h GMT +1
Procomún | Cultura libre | Licencias Abiertas | Economía colaborativa / 15.00 h GMT +1
Periodismo Ciudadano | Comunicación P2P / 16.00  GMT+1
Sesiónes desde Intermediae/Medialab Prado / 17.00 GMT+1
Ciudades P2P / 20.30
Democracia en Red (22.00 horas GMT +1)
OccupyEverything | movimientos en red | Hacktivismo (23.30 horas GMT+1)

Nuestra pregunta va más allá de situarnos y localizarnos como agentes existentes que trabajan por un entorno p2p, colaborativo, abierto y en red. Llevamos tiempo desentrañando como podemos extraer valor de nuestras conexiones. Preguntándonos ¿Qué es una iniciativa ciudadana? y tratando de transparentar una escala de valores que poseen las iniciativas p2p en Axiología de las ICs El miércoles de 20 de Marzo seguiremos profundizando en estas cuestiones sobre ¿Cómo nos mapeamos? ¿Cómo desarrollarnos mejor para partir de los intereses de los otros? ¿Cómo ponemos en valor lo que tiene el mundo p2p y las iniciativas ciudadanas para el interés general de la ciudadanía? ¿Cómo integrar a las iniciativas que no superan la brecha digital? Estas preguntas y muchas más las pondremos en común a las 17:00hs junto con la plataforma Mappe surgida desde la mesa de proyectos de gestión de lo público de Madrid. Estáis todo invitados. Mapéate !!!!

Más info

 

Lista de ciudades participantes:  http://wikisprintp2pspanish.titanpad.com/1
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BAT. Bizikidetzarako Arkitektura Topaketak

El viernes 9 de Noviembre estaremos en BAT2012 Bilbao hablando sobre las «Transferencias de la Innovación Social al Espacio Público». Lejos de plantear la ciudad utópica, desdevic  Vivero de Iniciativas Ciudadanas proponemos trabajar con la realidad como base de una utopía cotidiana. Y es que  existen ya iniciativas que funcionan desde hace tiempo y representan “otra manera de hacer las cosas”. Estas propuestas por su base social y relacional constituyen ciudades germen que son recogidas para apoyar y compartir otra forma de gestión de la ciudad más colaborada e inclusiva.  La tesis que subyace es la emergencia durante los últimos años de un nuevo tipo de pensamiento más cooperativo o si se prefiere, una nueva lógica operativa que busca una nueva forma de creación-organización más abierta, dinámica e irregular del espacio público.

Las transferencias de la  innovación social se producen mediante múltiples procedimientos combinados como son la co-responsabilidad, el microurbanismo, la reciprocidad que mediante el trabajo de los agentes-ciudadanos proponen una visión crítica del funcionamiento de la ciudad. Sus afectos, expectativas o deseos ayudan a fortalecer el  empoderamiento urbano de la ciudadanía. Otra visión de la ciudad nos hablaría de una ciudad con su espacio publico enfermo, amenazado y afectado que necesita de experiencias transferenciales para su recuperación.

BAT 2012

¿De qué forma se puede contribuir desde la arquitectura a una sociedad más justa y libre?  ¿Cómo podemos ciudadanos y  arquitectos colaborar en la planificación y (re)construcción de espacios para la convivencia? ¿Puede diseñarse y construirse la ciudad con la lógica de la creatividad compartida? ¿Qué papel puede jugar el arte en este tipo de procesos?¿Cómo podemos actuar desde lo hiperlocal en el desarrollo urbano?

Sobre todas estas preguntas y muchas otras cuestiones trata BAT. Sobre la necesidad de generar lugares donde reflexionar y producir de forma colaborativa y colectiva para tratar de encontrar alternativas a nuestro maltrecho mundo, planificando y (re)construyendo espacios para la con- vivencia.

¿De qué va?

BAT es un encuentro teórico-práctico que aborda el trabajo de arquitectos, urbanistas y activadores urbanos en la búsqueda de herramientas y proyectos que tratan de contribuir a la (re)construcción de territorios más habitables. En este recorrido, sus experiencias y prácticas hibridan y mutan al cruzarse y compartir el camino con diseñadores, artistas, sociólogos, agentes de la cooperación al desarrollo y el trabajo comunitario… surgiendo nuevas miradas y experiencias conjuntas sobre la ciudad.

¿A quién va dirigido?

Este programa pretende (re)producir y acercar algunas de estas prácticas a toda la ciudadanía en general y especialmente a aquellas personas interesadas en la construcción y el desarrollo urbano : arquitectos, activadores urbanos, sociólogos, antropólogos, artistas, periodistas, emprendedores, desarrolladores, agentes culturales, profesores…La ciudad es de todos y a todos nos corresponde contribuir a mejorar y proteger los espacios construidos y el medioambiente urbano.

Os dejamos el programa:

10:15.-APERTURA. PRESENTACIÓN DE BAT

Maria Arana. Zaramari_hiri ekologia

10:30. TRANSFERENCIAS DE LA INNOVACIÓN SOCIAL AL ESPACIO PÚBLICO

VIC. Vivero de Iniciativas ciudadanas

11:00.-DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS URBANOS

Colectivo Zuloark

11:30.-ARTESANOS Y PROCESOS DE CONSTRUCCIÓN COLECTIVA EN CÓDIGO ABIERTO

Ramón Parramón. Idensitat

12:00.- Pausa Café

12:30.-EL COHOUSING: UNA CASA PARA TODOS

Borja Izaola

13:00.-PLAN CAÑADA. PROPUESTA VECINAL DE REHABILITACIÓN URBANA

Diego Peris. Todo Por la Praxis

13:30.-TERRITORIOS INTELIGENTES PARA CIUDADANÍAS EMERGENTES

Doménico di Siena

14:00.-Comida

15:30.-MUESTRA DE LOS RESULTADOS DE LOS PROCESOS DE CO_CREACIÓN

17:30.- FIN