Las mujeres se mueven. Y la Maternidad ha resultado en muchas de ellas, un aliciente en este despertar a reivindicaciones esenciales relacionadas con sus hijas e hijos y con ellas mismas. Una reivindicación de la maternidad y crianza como algo maravilloso, difícil, poderoso, respetuoso, contradictorio, saludable, y miles de adjetivos más, en los que prima entender que el bebé, el hijo o hija, (la otra persona) tiene necesidades saludables que no son sólo caprichos. Porque engendrar, parir, lactar, criar… son procesos en los que el aprendizaje social actual nos ha hecho olvidarnos de algo tan sabio y necesario como el instinto, relegado a un cajón en esta sociedad tecnológica y racional.
El parto, la lactancia, la crianza son momentos cruciales que las mujeres han decidido empezar a vivir conforme a lo que cada una busca, quiere y necesita. Isabel Aler, socióloga de la Universidad de Sevilla, ha teorizado acerca de las “madres insumisas”, recogido en el Capítulo 3: Sociología de la Maternidad en España, del libro “Maternidad y Salud: Ciencia, Conciencia y Experiencia«, publicado por el Ministerio de Sanidad en 2012:
La lactancia es un estado poderoso en el que muchas mujeres sienten la fuerza de su maternidad, y deciden vivir con naturalidad un hecho fisiológico y de supervivencia, también emocionalmente muy intenso. Pero no siempre esto se entiende así, y muchas veces a las madres se nos invita a ir a otro lugar a amamantar, «para estar más cómodas», para estar tranquilas, “por decoro”, etc. En el mejor de los casos, las madres nos vemos relegadas a unos espacios llamados “sala de lactancia”, generalmente junto a los aseos, o incluso dentro de ellos. Un espacio sin luz natural, que huele mal, retirado o escondido, con un cubo enorme para tirar los pañales. Y en esas condiciones, la madre se ve sentada en una silla, al lado de los pañales de otras muchas familias, dentro de la zona de aseos… para alimentar a su bebé… Es evidente que si a cualquier adulto nos mandaran al baño a comer, lo interpretaríamos como un castigo o un insulto.
El tabú de la lactancia materna en público afecta hasta a los iconos y símbolos más elementales, evitando la imagen explícita del pecho de la madre, que es sustituido por el biberón, como símbolo del amamantamiento, en un ridículo esfuerzo por indicar algo que, en realidad, se quiere evitar (esconder). A raíz de tener que soportar demasiadas veces estas situaciones, las mujeres comenzaron a moverse bajo el lema «mi sala de lactancia es el mundo«.
Nanufacture, una tienda de productos de maternidad en Valencia comenzó diseñando una bolsa en la que en una frase se resume todo:
http://mamaquieroteta.blogspot.com.es/2010/07/esta-es-mi-sala-de-lactancia.html
Y el eslogan dio lugar a un abrumador movimiento de conquista para la lactancia de cualquier espacio: las mujeres iban haciéndose fotos en distintas situaciones de cotidianidad , y las colgaban en Facebook , para normalizar la idea de que la lactancia es un derecho que está por encima del lugar, y por encima de las personas que “controlan” los lugares.
https://www.facebook.com/media/set/?set=a.149790678368832.30232.138340296180537&type=3
Este verano, en una piscina de Erandio (Bizkaia), una madre que estaba sentada al borde de la piscina infantil, amamantando a su hija, fue «invitada» a dejar de hacerlo, debido a que podía ensuciar la piscina con los restos de leche y habría que desinfectarla. No es la primera vez que ocurre, siendo frecuentes este tipo de prohibiciones en museos, restaurantes, piscinas públicas o centros comerciales. Cada vez que se da una situación así, las mujeres se conectan y «hacen una tetada» a las puertas del lugar del incidente. Una tetada consiste en que muchas mujeres con sus hijos e hijas se sientan en el espacio público a la entrada del establecimiento o edificio, a dar el pecho, en un acto de rebeldía y reivindicación pacífica, en el que se ocupa un espacio público para llamar la atención acerca del incidente, dando teta a sus bebés y a sus hijos en lactancia prolongada.
Protesta en Fort Lauderdale (EE UU) en favor de las madres lactantes en 2006 después de que una mujer fuese expulsada de un avión Delta en Vermont por amamantar a su hijo de un mes.
La lactancia no pertenece exclusivamente a la esfera privada de las mujeres. Será cada bebé y cada madre los que establezcan sus pautas de alimentación y cuidados, en el entorno que quieran hacerlo y en el momento que quieran hacerlo. Las mujeres se mueven. Y dicho movimiento precisa y se produce en un espacio concreto. El espacio público ha sufrido en las últimas décadas algunas modificaciones en el modo de ser usado y “controlado”: los niños han sido expulsados de la calle, y llevados a parques encintados en vallas de colores primarios, los adolescentes han sustituido las pipas en el parque por los paseos por centros comerciales, el banco de la calle se ha vaciado y sustituido por la terraza del bar (donde hay que consumir), los paseos tranquilos miran ahora a un escaparate.
Recuperar el espacio para la cuidadanía, (colectivo que cuida) implica normalizar el uso del espacio público que acoge estas relaciones: la plaza, el parque, el asiento de la calle, la entrada del supermercado, el autobús, la acera en sombra en verano, etc. Y normalizar la lactancia como acto natural implica recuperar cualquier espacio público o privado, abierto o cerrado en el que un bebé es amamantado. La ciudad, el espacio común puede y debe ser receptora de esta actividad, con normalidad, con la normalidad de quien se come una bolsa de patatas fritas en una estación del Metro o merienda un bocadillo en un parque o se toma un caramelo. Porque el espacio que necesita una madre para amamantar, o un bebé para mamar es cualquier espacio. Así de grande, así de sencillo. Utilizar la ciudad, el espacio público para amamantar a nuestros hijos e hijas es una forma de recuperar espacios sociales y físicos, espacios robados, esponjar la esfera privada en la que se había encerrado la Maternidad de manera forzada.
La lactancia no quiere llegar sólo al espacio físico, sino también al espacio (como importancia) que tiene en la sociedad: en los medios de comunicación, en las empresas, en la publicidad, en las conversaciones, en las leyes que recogen derechos fundamentales, etc. Y se está consiguiendo: El asociacionismo, e internet ha permitido expandir este movimiento de empoderamiento de las mujeres y sus hijos, desde un nivel formal, como la Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia, de UNICEF , como las innumerables asociaciones de lactancia que han visto la luz en los últimos años, en cada pueblo y ciudad, organizadas de diversas maneras:
Federación Española de Asociaciones de Lactancia Materna http://www.fedalma.org
La liga de la leche. http://www.laligadelaleche.es
Asociación de Bancos de leche humanos http://www.aeblh.org
The World Alliance for Breastfeeding Action http://www.waba.org.my
Mapeo de espacios de lactancia en España http://www.zonadelactancia.es/?q=mapa
Relatos de madres discriminadas por dar el pecho http://lactanciaenlibertad.org/listing/
En este sentido, la asociación El Parto es Nuestro lleva 10 años reivindicando los derechos de las madres en relación al parto y lactancia, desarrollando un activismo y concienciación ciudadana muy interesante, a través (entre otras herramientas) de su blog
http://www.elpartoesnuestro.es/blog/2012/11/09/comer-y-defecar
http://www.elpartoesnuestro.es/blog/2011/08/29/sobre-la-epidemia-de-las-salas-de-lactancia
Pero no sólo en España, ya que como cualquier situación injusta, es algo que de modo espontáneo, ocurre en muchas otras partes del mundo:
Porque normalizar el acto sublime de amamantar es defender el derecho del bebé a ser alimentado, y de la madre a ofrecérselo cuando el hijo o hija lo demanda: comida, bebida y cariño, en cualquier lugar y en cualquier momento. Más información histórica sobre lactancia en el blog: www.apuntesdedemografia.wordpress.com/2012/11/01/amamantar-hijos-ajenos/
¡¡¡ Porque la lactancia también necesita su espacio !!!
Agradecemos a Marta Parra Casado, Arquitecta impulsora de arquitectura de maternidades este texto de visibilización de la lactancia en el espacio público que ha escrito en el Vivero de Iniciativas Ciudadanas. Si tienes sugerencias o textos que quieres publicar sobre las diferentes iniciativas ciudadanas no dudes en compartirlo con toda la red del vivero.
…como arquitecta y madre (que amamanta a su bebé en cualquier lugar, ya que no tiene ni baja maternal y tiene que seguir trabajando con bebé como puede…) me encanta este artículo ¡Gracias!
Estoy de acuerdo con el artículo, excepto con el ejemplo de la piscina.
En este caso creo que se trata de higiene, y se debería comprender que sugiriesen a la madre que no diera de mamar en el borde de la piscina.
Es casi-casi una provocación, ya que podría dar de mamar en el cesped sin ningún problema.
por qué una «provocación»
Estimado César, las piscinas son un conjunto de fluídos en los que no sólo hay agua: mocos, pises, saliva, insectos, etc son habituales en cualquier piscina en la que haya niños (y adultos). Para ello se desinfecta permanentemente con cloro o sal.
La gota o gotas de leche materna que pudieran caer supuestamente en la piscina representan una ridícula parte del conjunto.
Además, de todos estos fluídos, la leche materna es la más aséptica, es más, es beneficiosa, pues como bien sabes, contiene muchas defensas.
No, el problema no puede ser ese, aunque queramos disfrazarlo de asepsia.
Estamos ante un problema de falta de libertad, como tantas veces.
Hola María,
Estoy de acuerdo con tu explicación. Pero, en el supuesto de que en esa piscina no se pueda comer o beber en el bordillo, ¿se debería dejar mamar?.
La respuesta es «sí».
PERDONA, PERO ME ENCANTARÍA QUE ME ACLARASES UNA DUDA. DICES QUE ES «ANTI HIGIÉNICO» QUE UNA MADRE DÉ DE MAMAR A SU BEBÉ O A SU NIÑO/A EN EL BORDE DE LA PISCINA POR SI CAE LECHE MATERNA EN EL AGUA???, DE VERDAD ESTÁS DICIENDO ESO??? EN EL AGUA SE ECHAN PRODUCTOS COMO EL CLORO PARA MANTENER UNA CIERTA «HIGIENE» PUES EN EL AGUA SE METEN PERSONAS QUE NO SE HAN LIMPIADO EL CULO DESPUÉS DE IR AL BAÑO COMO ES DEBIDO O ALGO MUCHO MÁS COMÚN, EN LAS PISCINAS HAY BEBÉS Y NIÑOS/AS (Y NO TAN NIÑOS/AS) QUE SE HACEN PIPÍ. QUÉ DEBERÍAMOS HACER CON ESTOS INDIVIDUOS??? EXAMINARLES EL CULO ANTES DE BAÑARSE?? PROHIBIR QUE SE BAÑEN LOS MENORES POR SI SE HACEN PIS???? CLARO QUE PODRÍA DAR DE MAMAR EN EL CÉSPED Y DEBERÍA PODER DAR DE MAMAR DONDE LE DIERA LA GANA!!!!
El único peligro que veo es que alguien tirara a la piscina a la mamá y al bebe.Mamá valiente que enseña a su bebé que ellos pueden ocupar el espacio que quieran,que están en un espacio público
Hola Cesar, por mas que le busco no entiendo cual sería el problema de higiene, espero me lo puedas explicar
ME GUSTA EL ARTICULO. Mi hijo FACUNDO JOSE, tiene 8 años .lo amante un año y medio. es la experiencia mas hermosa de las madres. va en mi caso. ya que algunas, sufren porque se les lastima el peson. Estoy muy orgullosa de haber podido dar lactancia. ya que el , es muy saludable. si bien cuando le daba el pecho en mi trabajo familiar, me pedian que no lo haga en público, asi que me escondia atras de una heladera. pero bueno en fin, hay gente que mira mal a la lactante. mi sobrina tiene 17 años es madre y en alguna oportunidad le dio el pecho a su hermanita.creo que los tiempos van cambiando y es muy normal que viajes en colectivo y a tu lado hay una madre dandole el pecho a su hijo. saludos susana
Completamente de acuerdo.
Las salas de lactancia no son más que un instrumento que se creo para esconder a las madres que amamantan apoyados por una campaña mercadológica masiva que las ofrece cómo la solución como lugar para alimentar al bebé, embascarando su verdadero sentido.
Una mamá que amamanta, sólo requiere un lugar donde sentarse y sin miradas inquisidoras para hacer de la lactancia un momento agradable.
Las campañas mercadológicas que se requieren son aquellas que difundan la lactancia como la alimentación natural que las madres ofrecen a sus hijos.
Prefiero dar el pecho a mi hijo sentada en el banco de un parque o en la silla de una terraza que en una asquerosa sala de lactancia. ¿Está feo que yo me saque una teta en público para darle el pecho a mi hijo pero es mucho más civilizado que le de el pecho en una sala de lactancia que está en dentro de un servicio/aseo/baño público mientras alguien orina en la puerta de al lado?
Me gusta ver a las mujeres dando la teta, no entiendo lo contrario.
Hola.
Soy madre de un niño de seis meses y me gustaría compartir mi opinión sobre este tema tan interesante e importante para mi.
Siempre fui muy pudorosa, y ahora aunque menos, lo sigo siendo, por eso utilizo mi capa de lactancia cuando estoy con gente en la calle o en algún sitio en el que no tengo espacio para retirarme un poco.
Hay muchas maneras de dar el pecho, se puede hacer con discreción, las personas creo que lo q critican es cuando la madre se desnuda el pecho y luego hasta tarda un tiempo en volver a guardarlo…pero aún así, es más criticable la gente que critica el q esta madre decida ser menos cautelosa a la hora de » evitar enseñar su pecho». El pecho es la mejor fuente de alimentación del ser humano en su primera etapa, deberían elogiar a esa madre en vez de criticarla, porque por experiencia, el conseguir dar el pecho es una tarea para muchas madres muy dura, no sólo por el dolor tan fuerte e insoportable del principio ,aguantando grietas…sino también porque normalmente el pecho a diferencia del bibi,, se da cada dos, tres horas, lo que implica un menor descanso de la madre, y tantas noches sin sueño es duro, sobre todo las que decidimos no hacer a nuestro bebe el tan conocido método del «duérmete niño»…
Con todo esto lo que quiero decir es que cuando se vea a una madre amamantar se debe sentir algo bonito, sentimiento de ternura y quien sienta lo contrario, mala cosa, estas personas están en el bando de los hombres asquerosos y perdonar por la palabra, que miran el pecho a las mujeres con otros ojos
Yo por eso me pongo mi capita de lactancia, porque paso de que un mirón pueda divertirse con la imagen más enternecedora que existe, la mente de la gente que prohíbe que esto sea algo natural, esta defendiendo a todos esos mirones y mironas tambien, porque no, que no son capaces de ver «un pecho» como la fuente de la vida, porque eso es lo que es y para lo que fue creado, aunque ahora se lleve lo fácil y lo artificial , aunque ahora se piense más en uno mismo que en lo que realmente necesita el bebe, que es el calor que le transmite estar piel con piel con su madre y el alimento que emana de ella alimento que lo protegerá como ningún otro, que será su mejor medicina. Debería apostarse mas por la lactancia materna, de la que sólo parece que salen problemas,,,(no dar pecho en público, dolor, falta de descanso y dependencia, se estropea el pecho…) y pensar más en la vida de tu hijo. Os aseguro que un sólo un segundo de lo que se siente al amamantar a tu hijo vale más que todo aquello con lo que se pretende destruir algo tan bonito y tan natural.
Soy madre de tres niños, arquitecta y feminista convencida.
A pesar de esto, creo que las pro-lactantes están acaparando el discurso y el espacio público, coartando la libertad de las que somos favorables a una lactancia artificial. Resulta muy difícil ser fiel a posiciones pro-lactancia artificial con la propaganda que se emite de manera continua y persistente sobre los beneficios que tiene la leche materna en el bebe. ¿nadie piensa en los beneficios que obtiene este cuando su padre y su madre indistintamente le dan un biberón? ¿lo que hace este gesto por la igualdad? ¿en la generosidad de la madre entregando al padre? ¿nadie piensa en los beneficios que tiene la madre al poder disfrutar la maternidad en plenitud con un gin tonic en la mano? ¿en la reinserción de la madre a sus dinámicas? ¿en la libertad que da la gestión del tiempo?.
Me resulta muy agresivo el activismo pro-lactancia materna y me revienta su exhibicionismo.
Follar es bonito, pero en algunas especies prefiero no verlo.