Puerta del Sol: de la resimbolización a la emancipación.

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Hace pocos días la Comunidad de Madrid justificaba el descenso del turismo en la capital con las protestas callejeras. Lejos de realizar una autocrítica sana y constructiva sobre la gestión de lo público en la capital y el propio papel de administraciones, empresas y ciudadanos en el proyecto común que nos ocupa, se achacaba la culpabilidad de los datos turísticos, uno de los principales motores de la ciudad,  a los movimientos de protesta y reivindicativos de la ciudadanía.

¿Estuvo el 15M en la puerta del sol?

El  15M, han supuesto una manifestación cívica sin precedentes, que ha aglutinado numerosos agentes e iniciativas heterogéneas que han ocupado Sol como un marco cívico en el que proyectar y visibilizar la vitalidad ciudadana, la repolitización y una nueva asunción de responsabilidades y demandas democráticas. Este movimiento y sus consecuencias han sido analizadoscartografiados, documentados , y estudiados con intensidad  en los últimos años; practicados y participados llegando incluso a generar manifiestos, ganar concursos internacionales de espacio público  e incluso formando parte de exposiciones colectivas sobre este fenómeno como fenómeno global, como recientemente se ha podido ver en la Trienal de Lisboa y su exposición Planning for Protest , donde se estudia el caso de Sol al igual que otras plazas centrales y neurálgicas de grandes ciudades del mundo, las cuales han sido objeto de multitudinarias manifestaciones ciudadanas (Tahrir, Gezi, Sintagma…) En la puerta del sol hubo una táctica diferente a las demás plazas: su resiliencia. El 15M supo desprenderse de su simbolismo y materialidad para adaptarse y convertirse en una red generativa en cada plaza. El 15M no es la Puerta del Sol, sino una forma de responsabilidad ciudadana que se desarrolla día a día en cada barrio impulsando en cada lugar posiciones diversas para la emancipación ciudadana y urbana.

Por otro lado, muchos de  los espacios públicos ejecutados en la capital durante los últimos tiempos, han seguido la lógica de las modificaciones del tráfico rodado contaminante. Bien sea mediante el recurrente binomio túnel-cubierta (M30-Río Manzanares, Paseo de Extremadura, Plaza de Oriente), bien en forma de aparcamientos (Plaza de Santo Domingo, Calle Serrano, Plaza Vázquez de Mella, Plaza de Olavide) bien sea mediante la eliminación o restricción del flujo (Plaza de Callao o la propia Plaza de Sol). Este último caso la Puerta del Sol fue recientemente repavimentada en su totalidad y en la que se incluyeron  el reciente carril bici, el intercambiador de tren-metro, la salida de metro acristalada, todo ello sobre la estructura existente y su configuración previa, que respondía a un espacio primordialmente comercial.  

El espacio público de Sol como lugar de consenso total.

El espacio público del centro de Madrid ha sido normativizado y materializado en base a protocolos que tienen como objeto manifestar el espacio público como lugar de consenso total. Los espacios verdes se prohibieron en una primera normativa, el uso de los bancos y el mobiliario se estandariza en base a criterios discutibles, las terrazas comerciales ocupan el espacio en límites de hasta el 70% . Todo está normativizado la alimentación, el comercio, la estancia, la agrupación de personas para generar un paisaje urbano controlado y vigilado que manifieste una ciudad dulce, sin conflictos ni disonancias. Un lugar de consenso total manifestado en las grandes pavimentaciones de granito que permiten un espacio público fluido, sin rugosidades ni imperfecciones. Un espacio dinámico donde la estancia será complicada y difícil. Un lugar homogéneo en su configuración y su propósito: el espacio público como lugar y objeto de consumo. Es momento de discutir estas políticas sobre lo que está permitido y que no en un espacio común, cuales son los límites, donde están las fronteras. De esta manera las iniciativas ciudadanas y en particular el 15M son agentes que expresan formas de disenso urbano necesario.

El pasado año, el Ayuntamiento de Madrid sondeó un primer paso para la resimbolización del espacio común de sol.  El propósito de inocular bancos y árboles como signos de elementos amables no hace más que posibilitar y construir un consenso total favoreciendo las terrazas y el espacio público como lugar de consumo. 

Esta vez es el  Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid COAM ha convocado el concurso #Piensasol en el que se anuncia un proceso de consulta, tanto participativa como de propuestas arquitectónicas, para pensar el “nuevo Sol”. Llama la atención las declaraciones que se manifiestan en el vídeo de presentación del concurso  acerca de la plaza de Sol: “Este es el primero de un proceso que debe abordar otros espacios degradados” o “Trata de recuperar el cariño de los madrileños“, “Seguir siendo un icono de referencia en la imagen de Madrid”.  Inmediatamente surgen numerosas preguntas que, quizás deberían ser respondidas como paso previo: ¿Es Sol un espacio degradado?, ¿Ha perdido Sol el “cariño” de los madrileños? ¿Ha dejado de ser una referencia en Madrid? ¿De qué o de quién(es) se ha de recuperar Sol? ¿Es que se ha perdido? Ante la des habilitación de comentarios en el video como forma de participación abrimos aquí un espacio para su discusión.

Estas y otras cuestiones hacen plantear muchas dudas acerca del verdadero significado que subyace en la convocatoria: la resimbolización de Sol. Porque esta resimbolización  no es un mero maquillaje estético para edulcorar el soporte físico o la condición urbana de Sol, sino que contempla la transformación y el desplazamiento del cuerpo simbólico asociado a Sol en los últimos años; sus manifestaciones, sus referencias, su imaginario político y ciudadano, su iconografía, además de la resignificación de las iniciativas ciudadanas que se han apropiado  simbólicamente de la puerta del  Sol con anterioridad, así como la utilización e instrumentalización de los arquitectos como elemento vehicular para llevar a cabo dicha operación.

Esto no es nuevo. Ya en el soterramiento de la M30 y el posterior concurso de arquitectura que se convocó generó una gran polémica entre la profesión debido a la instrumentalización del colectivo de arquitectos para seducirnos con  una convocatoria que actuaba como “cortina de humo” validando y legitimando las operaciones previas sin posible discusión, discrepancia, coordinación o integración debido a la política de hechos consumados. Sin entrar a criticar el soterramiento y su pertinencia lo que es cierto es que necesitó de unos recursos ingentes que aún hoy persisten y quizás no contó con la discusión necesaria y requerida. La diferencia con la puerta del sol, es que este espacio ha superado función de transito y comercial homogénea para convertirse en un gran parlamento de burbujas democráticas.

Una participación empoderada

La actual resimbolización (e instrumentalización del colectivo de arquitectos con o sin Colegio) ha aprendido mucho de aquellas formas y se ha adaptado al “flow” existente: viene acompañada del ampuloso  “proceso de participación” donde las respuestas se anticipan de forma cerrada , exposición, lanzamiento 2.0, campaña pseudoviral, mixtura de nombres consagrados y emergentes, eso sí, sin los excesos presupuestarios ni los grandes arquitectos estrella invitados por exigencias presupuestarias, para no cometer errores pero con los mismos propósitos: presentar bajo un paraguas aparentemente público, social y de interés general una operación de resimbolización urbana, política e imaginaria del, quizás espacio más importante de la ciudad, con una ideología clara subyacente: eliminar los vestigios de protestas y reivindicación ciudadana, lugar de reunión espontánea, indicador del pulso social y de salud ciudadana, política, democrática y cívica.

Es necesario modificar la política de gestión de los espacios comunes de la ciudad en base a criterios de diversidad de agentes, iniciativas, actividades que pueden darse en el espacio público. Esto establece también un marco que modifica la acción por estrategia acotada en el tiempo y en los presupuestos, por procesos que permiten otros tiempos y formas de construir colectivamente el espacio público. Desde el vivero insistimos en que no podemos tener procesos participativos sin una ciudadanía empoderada, pues estos procesos se convierten en consultas maquilladas donde las respuestas ya se dan de antemano, y sitúan unas esferas que donde no existen las mediaciones y si existen las categorías diferenciadas. Por qué no convertir el proceso de sol en un proceso middleout donde tod*s somos simultáneamente mediadores y construir una red de agentes que permitan colaborar en un proceso como este.

Las asambleas ciudadanas de sol, han sido un proceso de empoderamiento ciudadano sobre lo urbano enorme. Sin apoyo de ninguna administración se ha  organizado una nueva ciudadanía que propone otra forma de hacer las cosas. Este es el valor simbólico de sol, un proceso colectivo de aprendizaje y empoderamiento ciudadano.

Cómo afrontar entonces un proceso colectivo en la construcción de nuestra ciudad. Disponemos hoy de tecnologías digitales donde tod*s los agentes pueden visibilizarse, donde los disensos pueden expresarse y donde la construcción ciudadana es capaz de proponer alternativas y otras vías. Menos competición y más cooperación.  De esta manera, deberíamos replantearnos los protocolos, herramientas y normativas asociadas a la producción de ciudad. Ese sería un primer paso importante.

 

¿Es sol una prioridad en Madrid?

¿Por qué Sol?, ¿Por qué un espacio tan consolidado, tan maduro? Un espacio tan nuestro, tan versátil, tan lleno de potencialidades existentes y condiciones escenográficas para la representación ciudadana ¿No existen otras prioridades, otros lugares, otros conflictos, otras necesidades más pertinentes y perentorias? ¿Por qué desde el Colegio de Arquitectos? ¿Por qué los arquitectos (solo)?

¿Por qué cuando hablamos de ciudad, de espacio público  seguimos hablando del territorio de lo material.? ¿No es una prioridad la conexión de la movilidad alternativa en la ciudad?. ¿No es una prioridad repensar la calidad del aire de nuestra ciudad y la vertiginosa diferencia de contaminación norte- sur?.  ¿No podríamos elaborar un mapa de prioridades ciudadanas? Continuemos…

 

 

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